Al igual que las estrellas muertas, nuestra esperanza, muere y desaparece.
Verlo llorar, fue una gran impresión, tanto que volvaria hacer lo posible para ver lágrimas en ese rostro de mirada fría, simplemente algo raro y excitante.
Observe mi cuerpo, totalmente manchado de ese color rojo oscuro, mi cuerpo y mi alrededor totalmente manchado, con un sonrisa y riendo al ver su cuerpo totalmente paralizado, al ver el cuerpo de las personas que le dieron la vida.
Tu entraste caminado observando a tu alrededor, parándote frente a mi, luego posando tu mano fría a pesar de todo lo que te conocía, seguía siendo fría, sonreíste, para luego besarme, después me abrazaste y solo escuche una pequeña carcajada aguantada con un llanto. Todo había salido como habíamos deseado "ahora podemos estar juntos, por siempre" para volver a besarnos.
Limpiaste un poco de ese rojo oscuro que estaba en mi rostro y volviste a besarme "vámonos de aquí, pronto vendrán ellos y no quiero que nos vea".
Somos algo prohibido para este mundo, con una sonrisa y algo de haber gozado, sujeto tu mano y te muestro lo que debemos compartir, lo aceptas.
Y fuimos lejos de este mundo loco, que estaba contaminado. Buscaremos donde comenzar desde el inicio. Volveremos a iniciar y esperarnos volver a encontrar. Como aquella noche de luna bañada de sangre, dejando atrás todo nuestro pasado.