Esa era la primera vez que el Dios Demonio de armadura negra se enfurecía tanto desde que había despertado luego de decenas de millones de años. Cuando masacró miles de vidas en el mundo Tian Yuan, siempre lo hizo de manera inexpresiva. Eso se debió a que esas formas de vida inferiores no eran dignas de conmover sus emociones en absoluto.
Pero ahora, por culpa de Yi Yun, había sufrido varios reveses y se sentía frustrado.
Cuando lo atacó tres veces consecutivas, Yi Yun había aprovechado las oportunidades perfectas, y escogido los momentos en los que estaba más débil y no podía ser interrumpido para impedir que usara su poder.
Con respecto al cuarto enfrentamiento, el Dios Demonio había dejado de recuperarse, y se había dedicado a cazar a Yi Yun, pero solo se encontró con un resultado muy extraño.
Yi Yun había extraído las nueve raíces Yin, y él recién se dio cuenta de eso al último momento.
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