Amelia y Mei bajaron de nuevo a las oficinas de "Energreen Solutions", dejando atrás la tensión que Laura había provocado con la reserva de la sala de reuniones. El ascensor descendía suavemente, pero la atmósfera dentro de la cabina estaba cargada de emociones.
Amelia miraba las puertas metálicas del ascensor, su reflejo mostraba una expresión de enfado contenida. Sabía que el "error" de Laura no había sido casual. La rivalidad y los juegos de poder en la empresa eran algo con lo que estaba aprendiendo a lidiar, pero aquello había sido un golpe bajo. La tensión en sus hombros era palpable, y se cruzó de brazos mientras intentaba calmar su mente.
—Esto no fue un simple error del sistema —murmuró Amelia, más para sí misma que para Mei, su voz apenas un susurro en el espacio cerrado.
Mei, a su lado, estaba sumida en sus propios pensamientos. Sabía que la próxima videoconferencia con su hermano, Jong Xiting, sería crucial para el futuro de "Energreen Solutions". Necesitaban esos acuerdos para sanear las cuentas de la empresa, y Mei estaba dispuesta a hacer lo que fuera necesario para conseguirlos. Jong era conocido por ser un hombre duro y exigente, y Mei tendría que estar en su mejor forma para persuadirlo.
—Debemos centrarnos en lo que podemos controlar —dijo Mei finalmente, mirando a Amelia con determinación, sus ojos brillando con resolución—. Laura es una distracción. Nuestro objetivo es conseguir los acuerdos necesarios para que "Energreen Solutions" salga de los números rojos.
Amelia asintió, agradecida por la claridad de Mei. —Tienes razón. No podemos permitirnos perder el foco.
Las puertas del ascensor se abrieron con un suave "ding", revelando el bullicioso ambiente de las oficinas de "Energreen Solutions". La luz natural inundaba el espacio desde los grandes ventanales, y los empleados se movían con rapidez, inmersos en sus tareas diarias. Amelia y Mei caminaron con paso firme hacia la sala de reuniones.
La sala de reuniones de "Energreen Solutions" era moderna y funcional, con una gran mesa de vidrio rodeada de sillas ergonómicas. Una pantalla de alta definición colgaba en la pared, lista para la videoconferencia. Amelia y Mei se sentaron, ajustando sus materiales y preparándose mentalmente para la reunión.
—¿Lista? —preguntó Mei, mirando a Amelia con una sonrisa alentadora.
Amelia respiró hondo y asintió. —Lista. Vamos a hacer esto.
Mientras esperaban a que la conexión se estableciera, Mei repasaba mentalmente sus estrategias para abordar a Jong. Sabía que tendría que ser astuta y convincente. La pantalla parpadeó y finalmente se iluminó con la imagen de Jong Xiting, su expresión severa llenando la sala.
—Buenas tardes, Jong —dijo Mei con voz firme, iniciando la conversación—. Gracias por tomarte el tiempo para hablar con nosotras hoy.
Jong asintió, su mirada evaluadora posándose sobre Mei y luego sobre Amelia. —Mei, son las diez de la noche aquí. Espero que tengan algo importante que discutir. Mi tiempo es valioso. ¿Quién está al lado tuyo?
Mei sonrió con calma, dispuesta a enfrentar el desafío. —Ella es Amelia Antúnez, la novia de Jason y actual directora de "Energreen Solutions". Queríamos hablar sobre varios temas de negocios.
El gesto en la cara de Jong se torció con disgusto. —No tengo nada que tratar con la amante del desgraciado de Jason, ni con "Energreen Solutions".
Amelia hizo gesto de levantarse, pero Mei le puso la mano en el hombro para seguir sentada. —Jong, esto no es por Amelia o por Jason. Esto es cuestión de dinero. Por eso Jason siempre ha sido superior a ti. No se permite interferir sus sentimientos en buenos negocios.
Jong parpadeó, asombrado por la valentía de su hermana al soltarle eso.
—Tienes un proyecto de varios miles de millones de dólares, sin las patentes de "Energreen Solutions" no solo perderás el proyecto, además deberás de pagar varios cientos de millones de dólares.
Jong entrecerró los ojos, claramente intrigado por las palabras de su hermana. La tensión en la sala de reuniones era palpable, y el silencio que siguió a la declaración de Mei solo aumentó la expectativa.
—Habla claro, Mei —dijo Jong finalmente, su tono frío y calculador—. ¿De qué proyecto estás hablando y cómo están involucradas las patentes de "Energreen Solutions"?
Mei mantuvo su compostura, consciente de que tenía la atención de su hermano. —El proyecto de energía renovable que estás desarrollando en colaboración con el gobierno de Suryavanti. Las patentes clave pertenecen a "Energreen Solutions". Sin ellas, no podrás cumplir con los requisitos tecnológicos y contractuales del proyecto. Y si no puedes cumplir, no solo perderás el contrato, sino que también enfrentarás sanciones económicas significativas.
Jong frunció el ceño, claramente molesto por la revelación. —¿Y cuál es tu propuesta, Mei?
—Queremos renegociar los términos de nuestro acuerdo de colaboración —dijo Mei con determinación—. "Energreen Solutions" proporcionará las patentes y la tecnología necesarias para tu proyecto, pero a cambio, necesitamos una inversión significativa para estabilizar nuestras finanzas y asegurar nuestra operación continua.
Jong se recostó en su silla, evaluando la situación. —¿Cuánto dinero estamos hablando?
Amelia tomó una respiración profunda, preparada para intervenir. —Quinientos millones de euros, señor Xiting. Es la cantidad que necesitamos para sacar a "Energreen Solutions" de los números rojos y garantizar nuestra capacidad de apoyar tu proyecto a largo plazo.
La expresión de Jong se endureció, pero Mei notó un destello de consideración en sus ojos. —Eso es una suma considerable, señorita Antúnez. ¿Qué garantías tengo de que esta inversión será rentable?
Mei intervino rápidamente, sabiendo que era crucial mantener la confianza de su hermano. —Jong, esta inversión no solo salvará "Energreen Solutions", sino que también asegurará el éxito de tu proyecto en Suryavanti. Además, podemos ofrecerte un porcentaje de las ganancias futuras de cualquier desarrollo tecnológico adicional que surja de nuestra colaboración. Es más, si consigues cerrar esos ingresos para el Grupo Xiting te apuntarás un tanto muy importante frente a Jason ante nuestro padre.
Jong se quedó en silencio por un momento, considerando las implicaciones. Finalmente, asintió lentamente. —De acuerdo. Estoy dispuesto a invertir los quinientos millones de euros, pero quiero una revisión completa de todas las patentes y tecnologías que se utilizarán en mi proyecto. Y quiero que esta colaboración sea supervisada de cerca por alguien de mi confianza.
Amelia asintió, aliviada de que Jong estuviera dispuesto a negociar. —Eso es razonable, señor Xiting. Agradecemos tu apoyo y estamos comprometidos a trabajar juntos para asegurar el éxito de ambos.
Mei sonrió, sabiendo que habían superado un obstáculo importante. —Gracias, Jong. Sabemos que esto será beneficioso para todos nosotros. ¿Te valgo yo como supervisora de confianza?
Jong asintió una vez más, su expresión volviendo a su habitual frialdad. Su odio por Jason, siempre latente, se reflejaba en cada línea de su rostro. —¿Tú? No. Mandaré el mío. De ti me fío menos que de Jason. Por la mañana, mis abogados redactarán el contrato y lo enviarán para su firma. Ahora, centrémonos en otro tema, pues me habéis molestado a las diez de la noche. Señorita Antúnez, ¿qué posibilidades hay de que deje a mi hermano?
Amelia respiró profundamente, tratando de mantener la compostura y evitar levantarse indignada. Su corazón latía con fuerza en su pecho, la rabia comenzando a burbujear bajo la superficie. —Señor Xiting, ¿por qué dejaría a su hermano? Ambos estamos enamorados. Jason ha sido excluido del "Grupo Xiting" por no renunciar a mí. ¿Qué le hace pensar en un menor compromiso por mi parte?
Jong soltó una sonora carcajada, su risa resonando como un eco frío en la sala de reuniones. —Permítame dudar profundamente de alguien con una moral tan reprobable como la suya. La vida amorosa de mi hermano me importa cero, pero su cuestionable moral afecta a las empresas del "Grupo Xiting".
Amelia sintió cómo su paciencia se desvanecía rápidamente. Odiaba ser intimidada por algo claramente falso. Sus manos temblaban ligeramente bajo la mesa mientras trataba de mantener su voz firme. —Comprendo su preocupación, señor Xiting. Ya intentamos aclarar que todas esas publicaciones eran falsas y creadas con IA. ¿Su esposa o usted están libres de poder sufrir unas calumnias de ese tipo en estos días? No, por supuesto, nadie está a salvo. En cuanto a mi moralidad, puedo asegurarle que es intachable. La señorita Xiting y la señorita Tan podrán verificarlo durante los próximos meses.
Jong levantó una ceja, su mirada perforante fija en Amelia. El desprecio en sus ojos era evidente. —Mei, ¿a qué se refiere la señorita Antúnez con verificarlo durante los próximos meses?
Mei se mordió el labio, consciente de que esto no le iba a hacer gracia a su hermano ni a su padre. Se tomó un segundo para buscar las palabras adecuadas. —Verás, Jong. Hemos realizado una apuesta con Jason. Ahora mismo "Energreen Solutions" tiene una deuda de cerca de quinientos millones de euros. Hemos apostado con Jason a que el treinta y uno de diciembre estaremos con beneficios. Esos beneficios nos los repartiremos entre Li Wei Tan, Amelia Antúnez y yo; si no, deberemos pagarle a Jason de nuestro bolsillo los números rojos que haya. Por lo cual, hasta año nuevo, me voy a quedar trabajando con Amelia en esta empresa.
Por primera vez en toda la videoconferencia, Jong Xiting sonrió, una sonrisa fría y calculadora. —Por eso tu insistencia en tapar el agujero de "Energreen Solutions". Jason no es tonto, tú sí. Ganes o pierdas, él consigue quinientos millones de euros.
La cara de Mei era un poema, una mezcla de incredulidad y furia. No había caído hasta ese momento en la cuenta de que, en realidad, Jason no estaba arriesgando nada con la apuesta; ella sí. Sus puños se cerraron con fuerza sobre la mesa, los nudillos blancos de la presión.
Amelia podía ver con claridad la furia en la cara de Mei. Comenzó a pensar con rapidez, buscando una manera de volver la apuesta en contra de Jason y a favor de Mei.
—Esta noche le obligaré a cambiar la apuesta. Ese superávit saldrá de su bolsillo, no de "Energreen Solutions". No es justo que coja el dinero de la empresa. Necesitamos demostrar nuestra valía dirigiendo la empresa y, si el resultado de la empresa es de cero por bien que lo hagamos en este semestre, no demostraremos nada —dijo Amelia, su voz firme y decidida.
Jong observó a Amelia, evaluando sus palabras con una mezcla de interés y escepticismo. —Eso sería más justo, Amelia. Pero asegúrate de que Jason esté de acuerdo. Si no, la apuesta sigue como está.
Amelia asintió, su determinación inquebrantable. —Lo haré. Gracias, Jong, por tu tiempo y consideración.
—Buena suerte —dijo Jong, su tono frío pero cortante—. Espero ver resultados positivos. Buenas noches.
La pantalla se apagó y la conexión se cortó, dejando a Amelia y Mei en un silencio cargado de tensión. Amelia se dejó caer en su silla, sintiendo cómo la tensión se desvanecía gradualmente. Cerró los ojos por un momento, permitiéndose disfrutar del alivio que la embargaba.
—Lo logramos —dijo Amelia en voz baja, una sonrisa de alivio y gratitud extendiéndose por su rostro.
Amelia no pudo contener la emoción y abrazó fuerte a Mei. Era maravilloso, pensó Amelia, con solo dos contratos habían sacado a "Energreen Solutions" de los números rojos. Mei, en cambio, se encontraba tensa, con la mirada fija en algún punto indeterminado de la sala, como si no hubieran conseguido nada.
—Mei, ¿ocurre algo? —preguntó Amelia, preocupada por la rigidez de su cuñada.
Mei asintió, su mirada mostraba un atisbo de preocupación. —Sí, no puede ser tan fácil. Jong ha aceptado demasiado rápido. Apenas ha puesto un par de trabas. Eso no es normal con mi hermano al negociar con Jason. Ni siquiera te ha ofrecido una fuerte suma de dinero para dejar a Jason. Algo no me cuadra. Debo investigar más a Jong, no tiene sentido. Esperaba hacer esperar más a Sandro.
Amelia, que se había separado de Mei, la miró con curiosidad. Esperaba alguna otra explicación, pero tras unos segundos de silencio decidió romperlo ella.
—¿Qué podría tramar tu hermano? ¿Cuál es la razón para hacer esperar a Sandro?
Mei pensó un momento antes de hablar, se ajustó un mechón de pelo detrás de su oreja derecha y suspiró.
—¿De verdad has estudiado en Harvard? Vamos a ver, mi hermano no es un angelito de la caridad. Usará cualquier medio para hacer daño a Jason. Todo triunfo de Jason repercute en su liderazgo sobre el "Grupo Xiting". Como hijo mayor tiene cierta ventaja, pero en los últimos meses ha habido movimientos en los paquetes accionariales.
Amelia la miraba de forma inquisitiva. —¿Qué quieres decir con movimientos accionariales?
—No hay nada muy obvio, pero un importante porcentaje está en manos de la Señora Montalbán y mi hermano Jason. No sé si Jong se habrá dado cuenta, pero siendo tú la protegida de la Señora Montalbán y estando con Jason, eres un peligro para él. El problema por parte de tu madrina y Jason es que no han comprado esas acciones directamente, sino usando empresas que ellos controlan. Si ellos dejaran de controlar esas empresas, no podrían tener el control del "Grupo Xiting".
Amelia miraba sorprendida a Mei. Le estaba dando una clase magistral de conspiración en el mundo de los negocios.
—¿Por qué no comprar las acciones ellos? —Quería seguir aprendiendo.
—Sencillo. El grupo Xiting es un conglomerado muy grande. Comprar un treinta por ciento de todo el grupo supondría mover mucho dinero de golpe. Una compra de ese tipo despertaría suspicacias. O imagina ser Jong y ver cómo tu hermano Jason compra directamente ese treinta por ciento. Jong correría veloz a comprar también acciones, disparando el valor en bolsa de las acciones y haciendo aún más inaccesible la compra de las acciones.
Amelia estaba maravillada, y Mei sonreía al verla con los ojos grandes como una lechuza. —Pero, si Jason e Inmaculada controlan esas empresas... ¿No es igual de sospechoso?
Mei estaba cada vez más divertida por la ingenuidad de Amelia en el mundo de los negocios. —Tampoco controlan esas empresas de forma directa. Tienen participaciones importantes, más participaciones en otras empresas que a su vez tienen participaciones importantes... Sería complicado desgranar todo el conglomerado que no son el "grupo JX" pero que indirectamente controla Jason. Sin contar las cinco empresas que han puesto a tu nombre Jason y la señora Montalbán en los últimos días.
—¿Tengo cinco empresas? —preguntó Amelia con mirada incrédula.
—Sí, desde el domingo es como si estuvieran descapitalizando sus empresas en Hesperia para comprar empresas en Suryavanti. Lo curioso es que la Señora Montalbán ha comprado dos empresas a tu nombre y Jason tres. A su vez, esas cinco empresas, de las cuales tienes entre el sesenta y cinco y el ochenta por ciento, han adquirido acciones del "Grupo Xiting" por valor del uno por ciento cada una. Lo cual te hace controlar el cinco por ciento de las acciones del "Grupo Xiting".
Amelia permaneció en shock, derrumbada en su silla. ¿Tengo el control de cinco empresas? ¿Cómo es eso posible? ¿No debería haber firmado yo esos papeles? Ahora que lo pensaba, ayer Jason le hizo firmar varios documentos y no los había leído. Estaba siendo un peón en sus maquinaciones.
Amelia se levantó, extendiendo una mano hacia Mei. —Gracias por tu información. ¿Y lo de hacer esperar a Sandro?
Mei tomó la mano de Amelia, apretándola con firmeza. —Tranquila, seamos un equipo, Amelia. Lo de Sandro es sencillo: cuanto más tardemos, más se impacientará. Necesita firmar como loco el contrato. Nuestra tardanza le hará ver que nosotras no tenemos prisa.
Amelia asintió, comprendiendo la estrategia. —Entonces, juguemos con sus nervios. Aprovechemos este tiempo para fortalecer nuestra posición y asegurarnos de que cada movimiento sea calculado y preciso.
Mei sonrió, la determinación reflejada en sus ojos. —Exactamente. Vamos a demostrar que somos más que capaces de manejar esto y de proteger nuestros intereses. No dejaremos que Jong ni nadie más se interponga en nuestro camino.