No eres la señora que me salvó

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Samantha se giró, levantó su mano nuevamente y acarició la cabeza de Billy suavemente —Nos vemos, Billy. Vendré a visitarte otra vez.

Billy todavía no reaccionaba. Era como si el momento en que levantó la mirada y la vio no fuera más que una ilusión.

—Entonces me disculparé.

—Está bien. Cuídate mucho.

Samantha salió de la habitación y pasó unos segundos parada allí en silencio. Luego sacó su celular y marcó un número.

…

En los siguientes tres días, Samantha no fue a ningún lugar y simplemente se quedó en casa con la Anciana Señora Barker. Ni siquiera puso un pie fuera de la casa.

Durante ese tiempo, Walter la llamó para informarle que podría comenzar a trabajar en Lychee TV en cualquier momento, ya que ya había notificado al departamento de recursos humanos.

Probablemente pensó que ella estaba satisfecha con lo que tenía y decidió preguntar de paso —¿Vendrás a la fiesta de premiación?