La persecución

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—Hmm... —mientras Rey observaba el cuerpo inconsciente de la Semielfa ante él, pensó en el lugar más seguro que pudo imaginar para ella. No importa cuánto lo pensara, solo venía a su mente un lugar.

—Haaa... ¿por qué sigo volviendo a ellos? —abrió un portal que llevaba a la sala de reuniones donde usualmente se encontraba con Aldred. Según le habían dicho, la sala estaba reservada exclusivamente para él y los tratos que llevaba.

—Eso significa que estará segura allí. Aldred también ha visto su rostro, así que probablemente ya sabe que no debe dañarla si de repente la encuentra allí —una vez que llevó a la chica al portal utilizando la Magia Absoluta del Viento, Rey sintió un retumbar bajo sus pies.

—Un agujero se creó a varios cientos de metros de donde estaba, y como una mancha borrosa, el cuerpo del dragón se introdujo en él. En esencia, Rey había llegado incluso a un piso superior antes que él.