A esos jefes no les gustaban los niños autistas.
Como tuvo que sacarla del "mercado", él entonces desató su rabia sobre ella físicamente.
Había tenido intenciones maliciosas hacia ella.
De hecho, él le había puesto las manos encima una vez, pero debido a su violenta actitud, finalmente descartó hacerle algo a ella.
Más tarde, la familia Yun la adoptó y donó una suma astronómica como fondo de caridad al centro de acogida.
―¡Juro que no le hice nada! En cuanto a "tomarme libertades", sólo toque su mano… ―transpiró profusamente por el miedo.
El asistente estaba disgustado por su confesión.
Miró a Yun Tianyou, sólo para darse cuenta de que la cara del chico se había vuelto escalofriantemente oscura.
―¿Tocaste su mano?
Una sombra se proyectaba sobre sus ojos y una sonrisa apareció en sus labios.
―Esa mano tuya está realmente sucia.
Él estuvo de acuerdo.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com