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Prologo.

¿La vida?

Solo un intenso juego de tira y afloja. Pero muchos no se esfuerzan por encontrar la diversión en ella, conformándose con lo mínimo.

El instinto animal de cada individuo impulsa ese sentimiento de curiosidad por encontrar formas de malgastar su tiempo.

Esta claro que quien haya creado, diseñado la vida, estaba completamente aburrido de su propia existencia.

El universo está en completa expansión a pesar de no verlo, el destino es un flujo interminable e imparable que sin importar que alguien sufra, sin importar que algo se está desmoronando, no se detiene.

Sea quien sea, que haya creado el tiempo, esta aburrido de su propia existencia.

O tal vez…

¿Solo intentaba encontrar una manera de volverse consciente de sí mismo?

-:- -:- -:-

En algún punto del tiempo, en todo el vasto universo frente a nosotros, surgió un fenómeno extraordinario e inesperado. Una grieta se asomaba en el horizonte, más allá del firmamento, recorriendo los cientos e incluso los miles de años luz.

Los lideres divinos observaban con inquietud.

Temerosos y aprensivos decidieron enviar una expedicion compuesta por un millar de personas, directo al corazón de la grieta.

Ninguno regresó.

Sin embargó, las marchas cósmicas, en esta sola ocasión, se detuvieron.

-:- -:- -:-

Solo consciencia, en la cruel y total oscuridad, no había visión. Negra y espesa, no había sonido, no existía la capacidad de percibir.

Todo se apagaba por completo, ni respirar, sentir o saborear. Todos los sentimientos desaparecían con gradualidad, solo persistían los remordimientos y miedos pasando por esas memorias, pero apagándose al final.

"Entonces… ¿Así es como todo termina?" reflexionó Isaac por última vez.

...

Un choque de espasmos, sus pensamientos emergieron de la nebulosa confusión; tras un tiempo indeterminado, la conciencia se volvió cada vez más perceptible.

Una bella chispa por momentos bailaba, siendo la unica luz en esta inmensa oscuridad, Isaac decidio observarla.

La oscuridad dejo de ser absoluta, en ese instante, abrió lentamente sus ojos.

Era el reflejo del cielo sobre el agua lo que se movia.

"¿Una estrella?..."

Se escuchaba a si mismo, poco a poco se destapaba el sonido. El agua salpicaba y chocaba consigo misma, haciéndolo recuperar conciencia y despabilar del aturdimiento.

Al apartar su rostro, finalmente experimento la gratificación de respirar de nuevo.

Sus pulmones reconocieron que estaban de vuelta en la realidad y no pudo evitar toser violentamente.

[Cough]

[Cough]

[Cough]

Su espalda se crispo, apoyó sus brazos temblorosos para mantener el equilibrio.

Después de unos minutos, la neblina de su mente se aclaró, pareció aliviado y se dio cuenta de algo.

¡¿Dónde estoy?! —exclamó sorprendido.

Un basto mar se extendía por todo el horizonte, la vista no alcanzaba poder ver el fin. El cielo estrellado adornado por nubes perfectamente colocadas para aumentar la magnificencia, como si de una pintura se tratase.

Isaac incrédulo no aceptaba nada de lo que veía, a pesar de sentir la realidad tocar su cuerpo. Pensamientos sensatos atravesaban su cabeza, ¿Quiza aun seguia sumido en el sueño de su desordenada habitación?, eso era lo más creíble para él.

— Yo… ¿Qué diablos? —recitaba incrédulo.

Su mente hurgaba similitudes ante sus preciosas vistas, "La noche estrellada de Van Gogh" murmuro para si mismo.

Exacto, esa pintura estaba plasmada en este lugar.

Confundido, no entendía nada de lo que sucedía, No sabía cómo había llegado ni que hacía ahí.

Frotaba sus ojos en intento de despertar, pero nada cambiaba.

— Recuerdo que estaba jugando mi juego favorito en mi cuarto y luego… nada — Dijo para sí mismo recordando —. ¿Qué paso después?—. Su mente comenzó a tejer descontroladamente distintos escenarios en busca de una explicación para esta situación.

"¿Un secuestro?" — Concluyó.

—No, no tengo muchos amigos y las únicas personas que tienen discordia conmigo son las que tratan de obtener mi puesto semanal en el ranking de ese juego online —. Aclaró.— Aunque dudo que sepan donde vivo—.

—Y ¿ Que es este lugar?—.

Isaac sentía como se apoyaba en algo, pero al prestar más atención, se dio cuenta que no se estaban apoyando en nada. Más bien, experimentaba el tacto de algo húmedo y blando, similar a la consistencia de la gelatina.

Un escalofrió recorrido su cuerpo cuando se percató que la situación actual desafiaba toda lógica.

Extendió su mano con timidez, tratando de volver a sentir la extraña textura.

Su mano no se hundió en la superficie como normalmente seria, en cambio, un fenómeno extraño repelió su movimiento, retractando la fuerza de su mano como si fuera una cama elástica.

—¿Qué demonios? ¿Esto es real?—.

Su corazón se hundió al percatarse de que no estaba solo en aquel lugar. Al observar más detenidamente su entorno, notó como figuras familiares flotaban inertes en el mar.

— E- ¿Esos son c-cuerpos? —Se alteró —.

—Uno, Dos… Diez. ¡¿Más de cien?! —. Grito asustado.

Se incorporo abruptamente, pero resbaló, deslizándose hacia uno de los cuerpos.

— Ah… ha-, lo siento.

Observó todo mientras tragaba saliva "Si esto es un sueño, es sorprendentemente real" pensó.

Pero la persona frente a el, no reaccionaba.

"¿Eh?"

" ¿Esta inconsciente?".

Se obligaba a mantener la calma, pero sin importar qué, no encontraba una respuesta lógica.

Isaac se alejo del cuerpo de la persona inconciente.

De repente, una onda resonó, sacudiendo el corazón de Isaac. Sintió cómo sus sentidos se nublaban brevemente, rozando casi la inconsciencia.

Buscó frenéticamente alguna anormalidad a su alrededor, pero no encontró nada. El latido de su corazón aumentaba gradualmente, volviéndose tan incómodo que no pudo evitar soltar un quejido y acurrucarse en busca de aire.

—¡Ha! —.

"¿Qué sucede?".

Exclamo mientras una inmensa presión se cernía sobre su cuerpo.

Un frío gélido se desplegó, capa tras capa, congelando su entorno con cada paso que ella daba. Pronto, el aliento de Isaac se volvió espeso y comenzó a temblar.

Levanto su cabeza gradualmente, observando como en su campo de visión aparecía una encantadora chica joven de hermosa apariencia. Llevaba un vestido con volantes. Su piel era de un blanco lechoso y su cabello negro como la noche que caía en dos coletas largas, que llegaban hasta la cintura.

"¿Quien-?..."

Isaac arrugo su frente, en evidente confusión. Nunca había visto ese estilo de ropa y apariencia. Internamente se preguntaba si la chica era alguna clase de celebridad, ya que, a pesar de tener una apariencia menor, tenía facciones muy bonitas.

"¿Quiénes serán sus padres?"

" ¿Dónde están?"

" ¿Qué hace ella en este lugar?".

Unas tantas de las muchas preguntas que rondaban en su cabeza. Isaac contaba la cantidad de chicas bonitas que había visto en internet. Sus gustos eran exóticos, así que no superaban los dedos de una mano. Pero negó con la cabeza .

"Las únicas chicas bonitas que he visto, la mayoría, son de esa clase de videos para adultos".

Pensaba fuertemente, abarcando esa frase la mayor parte de sus pensamientos.

Pronto el frío se intensifico a su alrededor, obligándolo a dejar de pensar cosas sin sentido.

— Tú eres aun peor que ese maldito viejo pervertido que me encerró aquí —Dijo la niña observándolo con asco.

¡Isaac tembló de miedo al escucharla hablar, su voz parecia haber sido sacada del mismísimo septimo circulo del infierno!.

Su tonalidad agresiva y pesada eran más terroríficas que el simple hecho de haber podido escuchar sus pensamientos.

"¡Puta madre que miedo!".

"Espera... ¿Puede leer mi mente?" pensaba confundido, no pudo evitar maldecir y echarse atrás tembloroso.

— Hoh...

— Eso es normal, no muchas personas tienen la gracia de poder estar en mi presencia—.

La chica mostro una sonrisa de oreja a oreja, dando esa dulce apariencia de niña inocente. Lo que hizo que Isaac temblara de miedo y se alejara aun más.

— Yo, yo… lo siento mucho. No quise ser grosero. —Se disculpo mientras agachaba la cabeza postrándola en el suelo.

"¡Juro que si esta chica comienza a mover su cabeza en un angulo extraño huiré de aquí!" pensaba mientras observaba a su alrededor, no encontraba una salida por más que buscara.

La chica observaba a Isaac, ignoraba todos los pensamientos de este y se limito a preguntar con seriedad.

—¿Cómo es que estas despierto?—.

Isaac no sabia como responder, él no recordaba mucho de lo que paso previamente antes de llegar a ese lugar.

El observo más detenidamente a la chica, comenzó a meditar, pero enseguida negó con la cabeza.

Pasaba por su mente las imágenes de los videos exóticos que había visto intentando reconocerla.

Luego pensó. "¿Por qué pareciera que ella esta tan calmada a pesar de estar en este lugar?".

"¿Sera que ella tiene la respuesta de donde es este lugar? ¿Podría ser esté el...?" analizó.

"Despues de todo su voz no es nada adorable..."

— Es- ¿Es este el infierno? —pregunto Isaac tímidamente.

La chica arrugo las cejas y pregunto.

—¿Qué es el infierno?—.

"¿No es este el infierno?" —suspiro relajándose.

Ya había deducido que eso no era una posibilidad, por el simple echo de no ver las famosas "llamas del infierno", sonrió aliviado.

"Podría ser que ¿termine finalmente en el cielo?.

Pero no recuerdo hacer buenas obras..."

Analizaba su situación.

"¿No debería ser un poco más vistoso con ángeles tocando trompetas? O ¿Nubes doradas adornando alrededor?"

La chica leía cada pensamiento que Isaac tenia.

"¿Angel?..."

Lo miraba desconcertada ya que no podía entender nada a lo que el se refería.

— Pareces bastante tranquilo para estar en el río de la muerte —. Dijo casualmente la chica.

Isaac se congelo enseguida, sus ojos se abrieron de par en par y miro con incredulidad a la chica.

Se levantó abruptamente y tomo por los hombros a la chica.

— ¿¡Muerto!? ¿Porque estoy mu-?—.

—¡Ha!, ¿Qué es eso?—.

Estaba tan exaltado que no podía terminar ninguna pregunta que tenía en la boca. Olvidando a la persona que tenia enfrente no parecía alguien normal, al tocar sus delgados hombros, una corriente eléctrica recorrido todo su cuerpo lo que lo hizo saltar de miedo.

— Ha, Ha, ha, ¿Quién te dijo que puedes tocarme con tanta libertad?—.

La chica abrazo su pecho y miro con recelo a Isaac.

— Yo... Lo siento, no sé qué está pasando, no sé cómo termine aquí —.

—Tú...¿Tú eres alguna clase de ángel?—.

Isaac ya no estaba exaltado y en cambio parecía abatido.

La chica sonrió y se inclinó un poco.

— ¿Crees que soy alguien tan débil? —. Dijo maquiavélicamente.

—Yo soy Okko, una Diosa de la muerte. —aclaró.

—Y si, finalmente estas muerto —afirmó.

—Este lugar es el rio de la muerte, un lugar hecho exclusivamente para atrapar a las almas o al menos una parte de ellas—.

Isaac miro confundido a Okko y pregunto.

—Co- ¿Como salgo de aquí?—.

Okko se rio en carcajadas y dijo en consecuencia.

—¿Salir? —dijo burlonamente —Si... yo también quiero saberlo.

Lo observo detenidamente

— Pero oye, tú eres un alma, no tienes un cuerpo físico, así que gradualmente desaparecerás en la nada si no encuentras un cuerpo, esa si será una muerte verdadera, Hah, Hah, Hah, Hueck.

[Cough]

[Cough]

—Aunque bueno, yo no...—.

Isaac frunció el ceño

"¿Desaparecer?"

Okko asintió.

—¿Ves ese líquido bajo tus pies? —Isaac bajo la mirada —Mantiene la estructura de las almas en un estado vegetativo, hasta su próximo envió. Es como una clase de protección encontra de la erosión. —dijo Okko.

"¿Entonces no debería estar inerte como el resto? Así que no estoy muerto del todo he"

Isaac se puso de pie.

Okko lo miro y se rio.

—¿Qué?

—¿A dónde vas?.

—Tu misma lo dijiste, no estoy muerto del todo, solamente soy un alma...

— Eso quiere decir que mi cuerpo está vivo ¿No?—. Isaac comenzó a rascarse la cabeza tratando de asimilar todo.

Las coletas de Okko temblaron como si pareció darse cuenta de algo.

—He, si tienes razón, casi lo olvido. —dijo mientras desviaba la vista y luego la volvía a centrar en Isaac —Tú no deberías estar despierto.

Lo normal es estar inerte en tu letargo, es la forma más fácil de reencarnar—.

Se quedo pensativa mientras lo observaba.

—Tu, ¿no recuerdas como moriste?—.

Isaac negó con la cabeza.

—No, no puedo recordarlo, no sentí nada, simplemente todo dio un vuelco y aparecí aquí—.

—¿Qué tal si me dejas revisar tur recuerdos?—. Okko sonrió inocentemente rascándose los dedos con curiosidad.

—Yo, yo, ¡no puedo!—. Isaac abrazo su pecho con miedo y se alejó un poco.

—¿No hay una ley divina como la invasión a la privacidad o algo por el estilo?—.

—¡Tonterías!, ¿sabes lo aburrida que paso yo en este lugar? —dijo ladeando su cabeza —Al menos déjame ver un poco.

Okko se acercó cada vez más lamiéndose la comisura de sus labios.

"¡E, Esto es claramente acoso!"

Isaac quería objetar, pero una mano fuerte y helada, le sujeto el brazo y no pudo escaparse.

—E ¡Espera, déjame ir! ¡No! ¡Nooo~!

Después de un tiempo indeterminado, Isaac yacía en el suelo tembloroso y llorando en posición fetal.

—N- No, m- mami...m- mi...—.

"Esto es malo, pensé que había sido una muerte por un problema del corazón, después de todo los humanos son tan débiles..." Okko se rasco la cabeza y vio a Isaac quien no paraba de lloriquear.

Suspiro pesadamente y siguió debatiendo mentalmente

"Peor aún, este tipo no hizo nada con su vida, aunque es bastante capaz en muchos aspectos, ¿Porque termino así? podría haber muerto por una hernia en unos años, pero al final murió antes sin ninguna explicación aparente..."

"Ghez... los humanos son tan simples".

Las cejas de Okko se frustraron aún más al no encontrar una explicación.

—Aunque vi algo al final...—.

"El gran constructor dijo que vio algo que salió de esa grieta, algo hermoso que nunca había visto... ¿Podría ser lo mismo?, bueno... no es del todo claro".

—¿Viste qué?—.

Isaac rápidamente se recuperó de su anterior actuación y se puso de pie como si nada hubiera pasado.

Tu... Demonios ¿Porque eres así? —dijo Okko con pesar.

—¿Ser cómo?—.

—Raro —.

—¿En verdad lo soy? —dudo Isaac —¿Qué me dices de ti? —pregunto con seriedad.

—Yo... He, ¿Lograste ver algo también? —exclamó sorprendida Okko.

"Mierda, ¿Qué demonios pasa con este tipo? ¿Como hizo para ver algo en mí? ¿No se supone que yo era la que revisaba?"

Okko se sorprendió un poco y sonrió, esto era normal, era uno de los riesgos al leer los recuerdos del alma de una persona, es por eso que ella prefería mil veces mejor a hacerlo directamente con el cuerpo del usuario.

Isaac no respondió y se quedó en silencio mirándola fijamente a los ojos.

"¿Que habrá visto?..."

"Sabes que no importa" se dijo así misma Okko.

Su mirada se desvió un poco, pero rápidamente retomo su compostura y dijo con firmeza.

—Te enviaré devuelta—.

—¿Qué? —dijo tímidamente Isaac —¿Puedes hacer eso?

La felicidad empezaba a crecer dentro de Isaac.

Okko hizo una sonrisa sarcástica.

"¿Este tipo enserio piensa que lo dejaría volver para recuperar su inútil estilo de vida?".

—Pero no será a tu mundo—.

Isaac en seguida callo de rodillas y dijo.

—¡¿Po, por qué?!—.

Isaac estiro sus manos tratando de agarrar las esquinas de la ropa de Okko.

Pero ella hábilmente esquivó sus garras.

"Este tipo es demasiado tenas para estar en presencia de una Diosa."

"¿No tiene sentido común?".

—¡Tch!.

Okko chasqueo sus dientes y miro fijamente a Isaac con ojos penetrantes.

—Tu estas muerto—.

Como si imaginara las preguntas de Isaac, Okko señaló y respondió enseguida.

—La razon del porqué sigues despierto, es porque no seguiste el orden de una muerte natural.

—Tu muerte fue forzada, por otra alma.

—Basicamente alguien mas esta usando tu cuerpo...—.

—¡¿Que?! ¿Es eso posible?—.

Okko se inclinó para palmear la cabeza de Isaac.

—Si algunas veces. —Lo consoló —Así que no puedes volver a tu mundo, porque no hay un cuerpo al cual regresar —.

Isaac agachó la cabeza, completamente abatido.

—¿Así que no a mi mundo he?— Balbuceo.

"Finalmente esos cabrones subirán a primer ranking...".

—Pero tu viste mis recuerdos ¿no?.

—Puedo encontrar un cuerpo para tí, despues de todo, todos van para alla—.

—¿He?—.

Okko extendió su mano y una leve luz comenzó a rodear a Isaac en forma de un círculo con runas.

—¿De qué hablas?— Pregunto Isaac confundido.

—Pronto una legión de semidioses llegara a tu mundo.

—¿Aun no asimilas lo que viste?

—En fin, es por eso que te enviare a un lugar en especial— Dijo Okko sonriendo un poco.

"Esto será interesante, aunque es una lástima que no podré ver tu desenlace".

Okko comenzó a alejarse de la proximidad de Isaac cuando el circulo mágico se completó.

Isaac pareció recordar algo de lo que vio en los recuerdos de Okko.

"El- El gran rapto..."

Trato de describirlo.

"Esas imágenes que vi.

Gente asustada, ejércitos enteros mirando al cielo, ni siquiera las armas convencionales y modernas podían dañarlos ¿Eso pasara en la tierra?".

Isaac se levantó rápidamente y grito.

—Pe, pero ¡¿Qué esperas que haga en el nuevo mundo?!—.

Okko se detuvo, sonrió y se giró para ver a Isaac con simpatía.

—¿Hacer?...

—No hay algo como una buena o mala respuesta sabes.

— Puedes robar, o privar a alguien.

—Comer o ser comido, curar o enfermarte.

—Esa... si esa es la más clara línea divisoria entre sufrir y divertirse, heh, heh, heh.

Se rio dulcemente.

—Puedes hacer lo que quieras.

—Solo debo recordarte, que quiza puedas reencontrarte con tu antiguo cuerpo.

—Quien sabe, puede que al final terminen ayudándose.

Isaac vio los ojos profundos de Okko y su intensa sonrisa, parecía tan inocente, cualquiera pensaría que solo era una niña actuando como alguien mayor.

Pero Isaac lo vio, en los momentos en los que Okko se conectó a su mente para ver sus recuerdos, el también pudo ver algo.

Detras de esa mirada juguetona y sonrisa simpatica, se escondia una inmensa tristeza y melancolía.

"¿Era este lugar una prisión?". Se pregunto Isaac.

Okko se giró y siguió su camino ignorando por completo los pensamientos de Isaac.

"¿Quién es el gran constructor?".

Quería preguntar, pero no pudo formular esas palabras, y aunque levemente vio que Okko se detuvo ya que podía leer y escuchar sus pensamientos, el brillo de las runas en el suelo, hizo que la visión de Isaac no distinguiera las palabras de la boca de Okko.

Al momento siguiente, la sensación de ingravidez vino a él y todo el mundo pareció dar un vuelco.

Cuando abrió los ojos, un fuerte resplandor vino a él.

Una pequeña habitación hecha de madera entro en su vista, toda la apariencia del lugar era obsoleto y tosco, la cama era un tapiz hecho de paja, había una pequeña mesa junto a la cama.

La luz que lo cegaba venia de la puerta principal que estaba abierta. En esta hora en especial, el sol apuntaba en su dirección, haciendo que toda la habitación se iluminará.

Isaac quería moverse, pero algo lo impidió, no podía sentir el suelo con sus pies en lo absoluto, parecía estar sujeto de algún lugar alto.

Y peor aun, no podía respirar...