CAPITULO 28: PUEDEN LOS TRES DESAPARECER

El tiempo siguió transcurriendo con normalidad, Adrián había dejado la niebla cuidando la casa, por lo cual, le avisaría de cualquier anormalidad que sucediera. Tenía completa confianza en la niebla, por lo cual podía seguir practicando a tiempo completo dentro de la tienda del boticario Gu. 

Pronto paso un mes completo, Adrián había practicado más de mil veces el intentar refinar píldoras, aunque parecía fácil, era muy difícil.

La proporción equivocada podría provocar una reacción inmediata.

Había sido varias veces que había pedido una nueva clase al Boticario Gu, pero sus monedas se estaban acabando más rápido de lo que pensaba. 

Sin embargo, no se rindió, poco a poco empezó a descifrar y a equivocarse mucho menos. 

Adrián tenía que hacer todo lo posible para poder aprender.

En ese tiempo también pudo ver a los padres de Bai Guoer, y ellos también lo vieron, ninguno se dijo ninguna palabra. 

Adrián estaba atento a cada movimiento que podría realizar el otro, su daga estaba preparada para cualquier ataque. 

Ellos solo sonrieron amargamente, mientras se marchaban.

Después de que se fueron, Adrián quería prepararse para otro día de rutina en sus estudios. 

Sin embargo, de pronto, recibió una noticia de la niebla.

Cuando sintió este llamado, inmediatamente se marchó de la tienda.

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"¡Jajajajaja! ¡Porque desafían al señor de la ciudad!"

"¡Hoy quemaremos este rancho!"

"¡Todos asegúrense de matar a ese anciano y a su familia!"

De pie, afuera del rancho, un montón de guardias se reunían en total había mas de treinta, todos tenían diferentes características, pero había dos que destacaban, mostraban un poder del séptimo nivel de la condensación del Qi, y eran los lideres de aquel grupo de guardias.

"¡Váyanse de mi hogar! ¡Nunca hemos sido irrespetuosos con el señor de la ciudad! ¡Solo queremos que deje a nuestro nieto libre!"

La voz de una anciana enfadada se mostraba, mientras detrás suyo, el abuelo se encontraba en el piso siendo sostenido por el Nieto Ma. 

El Abuelo votaba sangre por su boca, mientras miraba a los guardias, nunca pensó que el señor de la ciudad fuera tan irracional. 

"¡Maten a esa anciana por insultar a nuestro señor!" – El primer líder grito estrepitosamente, en ese momento, dos guardias se movieron, ambos del tercer nivel de la condensación del Qi. 

El abuelo al ver esto, quiso levantarse para detenerlos, pero en su cuerpo una espada se encontraba clavada. 

"¡Aléjate mujer!" – Grito en desesperación el abuelo. 

"¡No me moveré, este es mi hogar!"

Grito la mujer, mientras los dos guardias se acercaron y con un movimiento rápido, bajaron sus dos espadas hacia su cuello.

"¡No…!"

Pero en ese momento, una sombra paso a la velocidad de una flecha, dos cortes en rápida sucesión, les corto el cuello a los dos guardias.

Los dos guardias cayeron al piso, cuando la figura de Adrián se mostro al frente de todos.

"¿Qué…?" – Un guardia pudo salvarse y retrocedió rápidamente, pero la sombra le persiguió, apuntando a su cuello. Sin embargo, en ese momento, pudo sentir como un puñetazo iba dirigido hacia él, Adrián puso su daga al frente, cuando ambos chocaron.

Adrián fue empujado varios pies hacia atrás. 

Un guardia sonrió, y se preparo para lanzar otro ataque.

"¡Un niño acaba de revelarse en contra del señor de la ciudad!"

"¡Hay que matarlo! ¡Por nuestros amigos muertos!"

La furia se incendio en este lugar, al ver como los dos guardias caían al suelo cortados la cabeza.

En ese momento muchos de ellos se lanzaron en contra de Adrián, muchos de ellos solo eran del segundo o el tercer nivel, Adrián rápidamente cargo hacia ellos, en rápida sucesión como un rayo.

Mientras con su daga, pasaba de cuello en cuello.

Pero antes de poder matar al último, una patada en rápida sucesión apareció en su campo de visión, inmediatamente se protegió, pero fue enviado a retroceder nuevamente. 

"¡Te matare!" – Adrián pudo sentir como sus órganos se movieron, ese golpe no era nada ordinario. 

Y pertenecía a un guardia quien hizo retroceder a los demás por su aura. 

"No debes pelear con él, ¡Tienes que huir nieto Adrián!" – El Abuelo se levanto con su herida, mientras era apoyado por su Nieto Ma, también tranquilizo a su esposa. 

Sin embargo, el problema ahora era serio.

Los dos lideres no dejarían que el Abuelo atacara, era por eso que estaban expectantes, por cualquier movimiento que el viejo hiciera.

"Tienes que tomar a tu abuela, y a tu hermano mayor, y huir de este lugar, yo me quedare atrás y los protegeré"

"Querido"

"Abuelo"

Al escuchar tales palabras, muchas lagrimas salieron de la abuela y el nieto Ma.

Sin embargo, cuando todos los guardias se preparaban para impedir ese escape.

Adrián dio un paso hacia adelante, de pronto de sus ojos un brillo morado imperceptible para la vista se manifestó. 

"Me dijiste que protegiera ese hogar, no me importa si son los guardias del señor de la ciudad, no dejare que nos lastimen" – Adrián dijo tales palabras, las cuales hicieron reír a los guardias.

El Abuelo tenía intención de mover a Adrián hacia otro lado y lanzarse con todo contra los guardias.

 Pero en ese momento. Adrián señalo a todos los guardias. 

"Mátalos" - Cuando dio la orden, fue como si del cielo algo se hubiera despertado. 

Una gran niebla bajo de inmediato sobre todos los guardias, estos inmediatamente empezaron a gritar.

"¡Que es esto!"

"¡Mi brazo…mi pierna!"

"¡Auxilio…!"

En unos momentos gritos suplicantes sonaron, mientras todos los guardias empezaron a ser comidos por el poder extraño de la niebla.

Los dos lideres, fueron atrapados por sorpresa y fueron los primeros en ser comidos antes de que pudieran sacar algún objeto para protegerse.

Después de unos veinte minutos, todos los guardias desaparecieron. 

Después de tal evento, el abuelo voto una gran cantidad de sangre antes de quedarse desmayado. La niebla había logrado recoger todos los objetos de los guardias, y los guardo en su sombra, realmente era muy práctico.

Pero cuando se dio la vuelta.

La abuela y el nieto Ma, lo miraron con un poco de miedo. Conocían que lo que había convocado era una maldición. Pero no sabían como sentirse en estos momentos.

La abuela metió rápido al abuelo a la casa. 

Mientras Adrián se quedo afuera, estaba vigilando, esa era su costumbre, ser vigilante, no podía dejar que nada se le escapara.

Después de que no pasara nada durante una hora, el Joven Ma salió hacia afuera. 

Se acerco tranquilamente hacia Adrián.

"Ya no nos podemos quedar en esta ciudad, la abuela ha decidido que debemos mudarnos lejos de aquí, a cien kilómetros de este lugar hay otra ciudad, yo planeo acompañarlos, después de todo no puedo dejarlos solos, no después de todo lo que han hecho por mi" – El Joven Ma se sentía responsable por todo lo que había ocurrido, ahora lo único que podía hacer, era poder pagar esa amabilidad. 

Adrián también pensó en esa posibilidad, pero no estaba listo para poder escucharla, después de todo, a penas había pasado dos meses con ellos, y la mayor parte del tiempo estaba concentrado en la alquimia. 

"Aun no puedo marcharme, aún tengo cosas que resolver, pero prometo que los visitare" – Dijo Adrián, aunque quería ir con ellos, aun tenia muchas cosas en este lugar, y la ciudad prohibida aun tenia muchos secretos. 

"La abuela me dijo que quizás dirías eso, toma esto, es un mapa para que nos busques cuando quieras visitarnos, el abuelo se encuentra en su peor condición, por lo cual nos marcharemos de inmediato" – El joven Ma le dio una hoja de papel, Adrián lo guardo inmediatamente. 

Nunca pensó que se despediría de esta forma. 

Después de hacer todos los preparativos, el abuelo fue subido lentamente en la carroza, su cuerpo estaba en la peor condición posible, pero era muy testarudo para morir.

"Nos volveremos a encontrar" – Dijo Adrián hacia la abuela y a su hermano mayor Ma. 

La abuela nunca fue sentimental, y siempre los veía como esclavos, pero esta vez, se despidió adecuadamente de Adrián.

Se marcharon en menos de dos horas, Adrián pudo ver su partida. Pero a la vez le dolía su corazón. Apretó los puños y lanzo un puñetazo hacia el suelo. 

"Si no quiero que vuelva a pasar, debo volverme más fuerte" – Adrián era un niño con muchos propósitos en esta vida, pero solo quería ser fuerte para protegerse a si mismo, y a los que le rodeaban. Hoy era el día donde más se lamentaba.

El también se fue de ese lugar, regresando donde el Boticario Gu, esta vez, no se detendría, tenia que conseguir y desarrollar su forma para hacer píldoras. 

Al siguiente día, desde la Mansión del señor de la ciudad, se emitió varias ordenes de búsqueda, en contra de la abuela, el abuelo, y el joven Ma, Adrián no estaba incluido en esa lista, ya que recién había llegado hacia la ciudad. 

Además, era un niño, toda la culpa de los asesinatos de los guardias fue recaída en el Abuelo.

En ese momento Adrián se sumergió con todo su ser en el estudio de la alquimia. Era lo único que podía hacer. 

Pronto, paso dos años.