La chica de pelo castaño se acercó a mí, y se inclinó un poco, dejando a la vista su brasier de color negro y encaje, ¿planea seducirme?, ¡en serio!, la última que lo intento quiso robarme la comida, que malos recuerdos, tuve que matarla, ¡casi me corta la polla!, mira que fue el momento más terrorífico que viví.
-"Hola, te molesta si me siento."
Su sonrisa es falsa, y su gesto seductor un poco soso, se nota su falta de experiencia en la cacería de hombres, y créeme que conocí mujeres que podían hacerlo como si fuera natural.
Tengo que admitir que incluso yo caí en varias trampas de miel, no pueden culparme, todavía era un joven ingenuo y sin mucha experiencia, claro que con el tiempo mejore, y pude detectar a la busca fortunas sin problemas.
El tiempo y los errores son los mejores maestros.
Mire a la chica e hice un gesto con mi mano para que tomara asiento, luego volví a mirar el cielo, ignorándola. Ella asintió y se sentó a mi lado, muy cerca de mí, demasiado, considerando que la banca donde estaba sentado tenía 2 metros de largos, ella estaba a unos 30 cm de distancia.
En estos momentos es cuando el hombre dice que puede oler su olor a orquídea, pero para mí, la chica huele a desesperación y soledad, no literalmente, no soy un perro.
-"Hmm, ¿hola?"
Ya que la ignore un buen rato, ella empezó a ponerse nerviosa e intento generar conversación.
No me digas que es la primera vez que seducía a un hombre, de ser así, ¡suerte la mía!, nada mejor que un coño de primera mano, más cuando me queda poco para morir, ahhh, querida diosa, tu trasero celestial morirá en mi memoria, espero que recuerdes mis manos divinas que te tocaron, y mis labios que besaron los tuyos.
Dejando eso de lado, la volví a mirar, sin duda una belleza, a pesar de sus ojeras cubiertas por su mal maquillaje, y su aliento pasado a menta fuerte, no se lavó los dientes al parecer.
¿No le gusta saber esos detalles?, obvio que no, todos queremos una mujer perfecta que huela a rosas, y las hay, pero también está la clase de chica que es descuidada y debes que cuidar un poco para que brillen.
-"¿Quieres comer algo?"
Ella se sorprendió, la ignoró y luego la invito a comer, nunca antes vio esa clase de técnica de seducción.
No la deje pensar más tiempo, tengo que ser rápido, el tiempo corre y quiero correrme a lo menos una vez, mi muerte será legendaria, ¿o era lucha?, no importa, kung-fu Panda estará orgulloso de mí, ¿o lo dijo el maestro splinter?..., ja, ja, ja, que mala memoria tengo para eso, ah, pero pregúntame por el color de ropa interior de mi tía, todavía la recuerdo.
Me di vuelta, para indicarle que me siguiera, ella asintió con clara felicidad, parece que no comía hace mucho tiempo.
Pensándolo bien, ¿tengo dinero?, tuve que revisar mi bolsillo, en un bolsillo el celular que contiene mi información, y en el otro, una billetera con 100000 yenes, con eso bastaría para una buena comida.
Mientras caminamos en busca de un buen lugar para comer, ojalá uno con varias estrellas "Michelin", si voy a morir, que sea con el estómago lleno y contento, mi madre siempre dijo, "Si vas a comer, come la mejor comida que puedas, para eso te doy dinero"
Y lo hice mi mantra diario, cada día devoraba el mejor coño que encontraba..., mejor dejemos mis cosas pervertidas de lado, y para que lo sepan, no siempre pienso en sexo, el problema es que estoy a punto de morir, y bueno, es lo único que me mantiene contento.
Consejo de vida, si vas a morir, muere con una sonrisa, se los digo yo, alguien con experiencia en el tema de morir.
Luego de unos minutos, encontramos un buen lugar, ninguno inicio alguna conversación, aunque ella me miraba de vez en cuando, muy nerviosa sin saber qué hacer.
La tienda es muy grande y lujosa, cundo ingresé, un camarero me detuvo, me pidió una especie de credencial o algo así, es un restaurante famoso y solo podían ingresar personas de clase alta.
No hice un escándalo por eso, él hacia su trabajo, lo respeto por eso, el problema es que me miro hacia abajo, como si fuera una basura, no me agrado esa mirada, prometo que si me queda algo de tiempo, lo buscaré y le sacaré las tripas, ¡nadie me mira de esa forma!
Saque mi billetera, y busque entre mis credenciales, estaba mi pasaporte y documento de identidad, al parecer soy japonés, bueno, luego lo reviso mejor, y lo encontré, una tarjeta dorada con mi nombre. Ni idea para que es, pero como dicen, si es dorado, es prémium.
Agarre la tarjeta y se la mostré al camarero, abrió los ojos del miedo y la sorpresa, no dudo en inclinarse y pedir disculpas, Sayu miraba todo esto con curiosidad.
Yo sonreí satisfecho con sus reacciones, nada mejor que abofetear a la gente con dinero.
Unos minutos después bajo el chef en jefe y nos guio a habitación privada, yo pedí el especial del día y otros 30 platos, puedo comer mucho, por si preguntan.
-"Come con confianza"
La chica con ropa de preparatoria no lo dudo, agarro los palillos y devoro todo lo que pudo, parecía a un pequeño cerdito, muy tierno tengo que admitir, que buena vista para mi última cena.
Pasaron otros 30 minutos, donde disfrutamos los platos en silencio, nadie dijo nada, y eso quería, no quiero relatos tristes o cosas similares mientras disfruto.
-"Estás satisfecha" Pregunte, iniciando la conversación.
La chica levantó la mirada del plato, y se me quedo mirando con comida en la boca, trago rápidamente y respondió.
-"¡Si, gracias por la comida!"
-"Soy Arthur, solo Arthur, no uses honoríficos que me da flojera agregarlos."
-"¡Hmm!" Asintió con una sonrisa radiante.
Una buena comida puede alegrar el corazón de las personas.
-"¿Tu nombre?"
-"¡oh!, cierto..., es Sayu Ogiwara"
Y si era, tenía mis sospechas al inicio, pero no pensé que estaría en un mundo de anime y todo eso.
La chica frente a mí, es Sayu Ogiwara de Higehiro, la chica de preparatoria que escapo de su casa, y durmió con cada hombre que encontraba para tener un hogar, es una idiota, tantas formas de ganarse la vida, y escogió la más retorcida, suerte para mí, soy el primero en conocerla.
-"Entonces, Sayu, ¿por qué escapaste de tu casa?"
Los hombros de la chica temblaron, del pánico y la sorpresa, no esperaba que supiera eso.
-"¿¡C-como lo supiste?!"
-"Acabas de confirmarlo, y aunque parezca joven, soy muy inteligente y astuto, no por nada tengo tanto dinero, vez esa tarjeta de antes, solo las personas más ricas pueden tenerla."
Mientras nos servían la comida, revise un poco mi historia de vida, y joder, tengo mucho dinero en mi cuenta bancaria, y una gran cantidad de acciones, puedo vivir mi vida sin problemas, por lo menos la diosa no fue tan mala, y me dio dinero, aunque eso no le quita lo perra, para qué quiero dinero si voy a morir, quizás es su manera de burlarse.
-"Yo..., si escape" Respondió.
Me levante para sentarme a su lado, y agarre una de sus manos, ella tembló un poco, pero no me aparto. Y le dije, con un tono preocupado y triste:
-"¿No piensa volver?, pueden estar buscándote"
Bajo la mirada, y agarro el dobladillo de su falda, sus bragas negras entraron a la vista, ¿son sus bragas de batalla?, porque la va a necesitar más rato.
-"Nadie me extrañará, no importo si vuelvo o no."
-"Sabes, tener un lugar al que volver, al que llamar hogar, es un sentimiento que no tiene precio, te lo dice una persona que lo perdió todo, y sabes lo que dicen, tienes que perder algo para comprender su valor"
Sayu se sorprendió ante mi tono serio y melancólico.
-"Está bien"
Yo asentí con la cabeza, y limpié mis ojos, que estaban un poco húmedos.
-"Mejor no hablar de eso, seguras que no volver a casa, tu madre o padre pueden preocuparse."
Claro que no, su madre es una perra que no la quiere y la culpa por todo, sin embargo, es muy hermosa, si pudiera, me gustaría un trío u oyakodon como dicen en este país.
-"¡No pienso volver!" Dijo con convicción.
-"¿Y dónde vives?, ¿qué comes?, ¿trabajas?" Pregunte.
-"Vivo en la calle, no probaba un bocado hace mucho, no tengo trabajo.
-"Si no trabajas, de que vivirás, el dinero no crece en los árboles"
No obstante, si se hace de ellos. Reflexioné.
-"Yo..."
-"Seducirme y quedarte en mi casa, es una mala idea, además, tienes suerte de encontrarme, ¿sabes lo peligroso que puede ser quedarte en la casa de un extraño?, te pudieron haber secuestrado y vendido como prostituta, te gustaría vivir toda tu vida siendo una prostituta, que tiene que atender a más de 50 clientes al día."
Eso es verdad, ocurre mucho en países tercermundista y de África, a quien miento, también ocurre en los países más desarrollados.
Sayu se agachó en su silla, llena de miedo y pesar, al parecer se dio cuenta de lo estúpidas que son sus ideas.
Seguí dándole un sermón durante algunos minutos, explicando los peligros de la vida y de los hombres malos, lo que no sabía ella, es que los peores hombres, no son los que parecen malos, son los que parecen buenos, y actúan como buenos, esos son los hombres que tiene malas intenciones en su corazón.
Y lo más peligroso de esa clase de hombre, es que puede ocultar muy bien sus intenciones bajo la premisa de ser bien intencionado.
¿Cuál soy yo?, el último.
Para mí, Sayu es una chica más del montón, un coño que puedo usar a mi gusto, toda esa mierda de estar triste y preocuparme por ella, es pura mierda y mentiras, no me interesa una mierda esta chica, ya lo dije, es coño que puedo usar a mi gusto, y lo mejor, es virgen todavía, y adoro esos coños.
¿Qué esperabas?, que sienta simpatía por una chica que recién conozco, y que sea el héroe que salve su vida y cambie su historia, ¡no!, no vale la pena.
No soy esa clase de hombre, soy una basura, una escoria, un descarado que hará lo que sea por vivir una vida plena, y llena de placer, aunque solo sean 3 horas.