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Mar Estrecho 297 AC

El «StarWolf» se encontraba navegando por las aguas del mar que separaba las tierras de Essos de las de Westeros. La noche ya había caído y en la sala de navegación se estaba llevando una extraña reunión, la cual tenía como participantes a cinco personas y un lobo, los cuales se encontraban mirando con cierto asombró como la joven de cabellos plateados comía con gran voracidad la comida que tenía frente a ella.

"¿Cómo es que tanta comida puede entrar en tan pequeño cuerpo?" preguntó Pyp mientras miraba como la joven se había comido cinco platos de estofado de cordero y ya iba finalizando su sexto plato.

"Ni idea." Respondieron Grenn, Sam y Edd.

Jon no había respondido porque se encontraba examinando a la joven, ya que por algún motivo tenía dos sentimientos al mismo tiempo. El primero, era el sentimiento de que ya había visto a la chica antes. La segunda, fue curiosidad, pues no entendía porque una chica de esta edad se había metido de polisón en su barco.

Cuando la chica terminó de comer el que sería el ultimo plato de comida que le servirían, soltó un suspiro de satisfacción muy grande.

"Ahhhh…. Eso estuvo delicioso." Dijo la joven mientras dejaba el plato vacío en la mesa. Luego de dar aquel suspiro, la joven miró hacia el frente y se sintió un poco incomoda al ver que la todos la observaban.

"Bueno, en vista de que ya satisficiste tu apetito. Espero que puedas respondernos unas preguntas. Aunque, supongo que antes tendremos que presentarnos." Dijo Jon mientras se levantaba y tomaba una copa de plata y la llenaba con un poco de vino, el cual rebajó con un poco de agua, pues no quería que la chica se emborrachara. Cuando dejó la copa en la mesa, comenzó a presentar a todos los presentes. "Me llamo Jon, Jon Snow. Las personas que me acompañan son Grenn, Pypar, Eddison Tollet y Samwell Flowers. Finalmente, el lobo se llama Fantasma."

Las palabras de Jon iban acompañadas de un movimiento de su mano, con la cual iba presentando a sus amigos.

"Y-ya veo." Dijo la chica con un poco de temor al ver a Fantasma, el cual decidió soltar un bostezo, mostrando así sus colmillos.

"Tranquila." Dijo Jon al ver a la chica incomoda. "Él no te hará nada si no intentas dañarnos."

Tras esas palabras, la chica miró a Fantasma y vio que este solo la miraba un poco, para luego echarse y seguir durmiendo. Aquello hizo que ella se tranquilizase, pero aquello no duró mucho, pues Jon comenzó a hacer sus preguntas. "¿Cómo te llamas? ¿Por qué te metiste de polizón en mi barco? ¿De dónde eres?"

Tras mencionar sus preguntas, Jon vio como la joven miraba hacia el suelo unos segundos para luego volver a levantar la mirada y comenzó a responderle.

"Me llamo Daenerys, y soy de Braavos." Respondió Daenerys mientras miraba a Jon a los ojos, para luego desviar la mirada, pues sintió miedo al verlos, ya que brillaron de manera antinatural al momento en que la miraba. Tras eso, respondió a la última pregunta y mientas lo hacía, comenzó a sollozar un poco. "Y-yo me metí en el barco porque estaba huyendo de unos asesinos que mataron a mi hermano hace poco."

La mención de un hermano muerto hizo que Jon recordara la escena que vio en Pentos antes de subir en el «StarWolf».

"Ya veo… así que ese hombre era tu hermano." Dijo Jon, llamando la atención de sus amigos.

"¿Qué quieres decir, Jon?" preguntó Grenn con curiosidad de que haya pasado algo en Pentos mientras ellos estaban en el barco.

"Cuando regresaba de la posada en la que pasé la noche, vi un grupo de personas reunidas en un solo lugar. Al acercarme, vi que estaban mirando una escena donde había varios muertos." Respondió Jon mientras de reojo miraba a Daenerys, pues él había notado que ella estaba ocultando algo. "Varios de los cuerpos estaban tirados, pero había uno que llamaba bastante la atención."

"¿En serio? ¿Por qué?" preguntó Pyp mientras se llevaba una copa de vino a los labios y bebía unos tragos.

"Estaba decapitado y su cabeza no se veía por algún lugar."

Las palabras de Jon provocaron que Pyp escupiera el vino que estaba bebiendo, manchando el jubón que vestía Grenn.

"¡Pyp! ¡Agh, maldita sea que asco!" gritó Grenn mientras se levantaba y se miraba el jubón arruinado. "¡Este jubón es nuevo!"

Lis gritos de Grenn provocaron que Pyp lo mirara y llevándose la mano a la nuca se la rascara con incomodidad antes de responder. "L-lo siento, Grenn… Ehhhh… ¿Qué te parece si te pago el precio de tu jubón?"

"Vale." Respondió Grenn tras pensar un poco.

Pyp se llevó la mano a su monedero y sacando unas monedas, se las lanzó a Grenn, el cual la atrapó y mirando que eran siete monedas de oro, se las guardó en su monedero.

La forma en como ambos amigos resolvieron el problema del jubón causó que todos los que lo vieron pusieran los ojos en blanco. Tras aquello, uno de los presentes comenzó a hablar.

"Jon, ¿Sabes por qué fueron asesinados?" preguntó Sam mirando a su amigo.

"No. Nadie mencionó algo sobre eso." respondió Jon mientras miraba a Daenerys, la cual mantenía la mirada baja, obviamente sintiéndose mal por saber que su hermano había muerto. "¿Por qué alguien querría matarlos a ti y a tu hermano?"

La pregunta de Jon provocó que Daenerys se estremeciera un poco, pero luego de unos minutos, respondió. "Por qué somos los últimos de nuestra familia."

"¿Cómo así?" pregunto Sam mientras miraba a Daenerys.

Daenerys escuchó la pregunta de Samwell y tras pensar un poco en cómo responder, decidió decir la verdad o al menos a medias, pues no sabía si ellos eran asesinos contratados por el «usurpador». "Mi hermano y yo éramos los dos últimos miembros de una importante familia, la cual en antaño tuvimos mucho poder. Sin embargo, un hombre malo juntó a varios antiguos aliados de mi familia y nos traicionó, luego mató a mi hermano mayor, para que luego mi padre fuera traicionado por uno de sus guardias de más confianza. Ellos ingresaron a nuestro hogar y saquearon todo, intentando buscar a mi madre y a mi hermano, pero un soldado muy leal a nuestra familia les ayudó a escapar. Cuando estuvieron a salvo, mi madre me tuvo a mí, pero murió de parto…"

Tras aquella palabra iniciales, Daenerys contó todo lo que había vivido en su vida, contando como había vivido con aquel leal hombre escondida, luego como tras la muerte de aquel hombre, los sirvientes de la casa les habían robado todo y los habían dejado en la calle. Contó como su hermano había mendigado para que pudiesen sobrevivir y como un magister les había ofrecido un refugio en su hogar. Finalmente, contó sobre cómo fueron emboscados y como ella logró huir para terminar escondiéndose en el barco.

Los cinco amigos miraron a Daenerys con diferentes miradas. Grenn, Pyp y Edd la miraban con comprensión y tristeza, mientras que Jon y Sam la miraban con curiosidad, pues sentían que la joven no había dicho toda la verdad, sino que había hablado a medias verdades.

'¿Qué escondes, Daenerys?' pensó Jon mientras entrecerraba los ojos mirando a la chica. 'No importa. Puedo leerle los recuerdos más adelante.'

"Pobre chica." Dijo Pyp mientras miraba a Daenerys.

"Si." Dijeron al unisonó Grenn, Edd y Sam.

Jon por su parte no dijo nada, solo se centró en pensar que hacer con ella. Estuvo pensando un buen momento, pues no sabía que hacer, ya que, si no sabía la verdadera identidad de Daenerys, no sabría qué hacer. Asi que, decidiendo obtener la respuesta de manera rápida, se llevó la mano derecha a su bolsa trasera y sacó un pergamino, uno de los pocos que le había dejado Edzard. De entre los pergaminos que su maestro le había dejado, había unos que eran de hechizos de lectura de mente, lectura de recuerdos y la auromancia. Ya con el pergamino en la mano, Jon lo activó de manera sutil, haciendo que su mano brillara tenuemente de azul.

Ya con el hechizo activado, Jon se levantó y sutilmente, caminó hasta llegar a estar a escasos centímetros de Daenerys. Moviendo su mano, le dio un pequeño toque amistoso en el cabello y comenzó a despeinarla.

Para cualquier persona normal que viera esa escena, pensaría que era una especie de acción de confortamiento o alguna muestra de afecto, pero para los compañeros de Jon, los cuales vieron su mano brillar levemente, sabían que su amigo estaba usando un hechizo.

Jon mantuvo su mirada fija en Daenerys mientras que a su mente llegaban varias imágenes. En ellas pudo ver la infancia y el pasado de Daenerys. Con cada fragmento de información, el vio que ella había dicho la verdad, pues venia de una familia poderosa que había perdido su prestigio y su hogar. También, su madre murió tras el parto que la trajo a este mundo. Además, vio que ella y su hermano habían mendigado y sufrido mucho. También vio como mataron a su hermano, pero también vio la verdad de las mentiras de la chica, ya que ella no había nacido en Braavos, sino que había nacido en Dragonstone, el asentamiento ancestral de la Casa Targaryen, la antigua casa reinante de Westeros. También vio que su hermano no era la mejor persona del mundo, si bien fue bueno durante gran parte de su infancia, llegó un momento donde cambio y se volvió cruel y medio loco, comenzando a abuzar de manera física de ella.

"Ya veo…" dijo Jon mientras quitaba la mano de la cabeza de Daenerys y daba unos pocos pasos hacia atrás para tomar distancia de ella. "Parece que has tenido una infancia dura, ¿No es verdad, Daenerys Targaryen?"

Las palabras de Jon causaron que la habitación quedase en un silencio sepulcral.

"Jon, ¿Qué has dicho?" preguntó Grenn, quien se levantó de su silla, siendo su acción copiada por sus amigos.

"El nombre completo de Daenerys es Daenerys «Stormborn» Targaryen, Princesa de Dragonstone e hija de Aerys II Targaryen y Rhaella Targaryen." Dijo Jon mientras miraba a Daenerys, la cual se estremecía con cada palabra que él decía. "Su hermano era Viserys Targaryen, un pretendiente el Trono de Hierro."

Las palabras de Jon causaron que Daenerys se pusiera pálida y comenzase a temer por su vida, ya que Jon se había enterado de su verdadera identidad.

'¡¿Cómo lo hizo?! ¡¿Cómo se enteró de mi verdadera identidad?!' pensó Daenerys presa del pánico. Su joven mente intentaba encontrar una forma de salir de este predicamento, pero por más que lo intentaba no lograba pensar en nada para aquello. Sin embargo, su tristeza pronto se convirtió en ira cuando escuchó lo que mencionó Pyp.

"¿Targaryen? ¿Cómo la hija del rey loco?"

Al momento en que la hija de Aerys Targaryen oyó como Pyp llamaba a su padre, comprendió que ninguno de ellos era leal a la familia Targaryen, sino que parecían ser leales al usurpador. El miedo que inicialmente había sentido se esfumó, dando paso a una emoción más volátil, la ira.

"Cómo..." dijo Daenerys en un susurró bajo antes de levantar el rostro y gritar a todo pulmón. "¡¿Cómo te atreviste a llamar a mi padre, uno de los mejores reyes de Westeros como Rey Loco?!"

La forma en como Daenerys gritó, sobresaltó a todos, incluido a Fantasma, el cual se levantó de un golpe y por un segundo estuvo tentado a mostrarle sus colmillos a la joven. Sin embargo, antes de que el lobo huargo hiciese algo, Jon colocó una mano en su cabeza, tranquilizándolo.

"¿Tu padre un gran rey?" preguntó Jon con un poco de sarcasmo mientras se acercaba a Daenerys, la cual, pese a que volvía a sentir miedo, la ira que sentía en este momento era más fuerte, lo que provocaba que se sintiese más valiente de lo normal.

"Tu padre no fue un buen rey, chica." Dijo Jon entre un gruñido, haciendo hincapié en la palabra chica, pero no como un peyorativo a su sexo, sino como un recordatorio de que ella era más pequeña que él. "Tu padre fue un loco de mierda que- "

"¡Jon, detente!"

Si la anterior sorpresa de la identidad de Daenerys sorprendió a todos, en este preciso instante dicha sorpresa regresó, pero multiplicada mil. Esto se debió a que la persona que había gritado, además de ponerle una mano a Jon en su hombro para evitar que haga algo estúpido, había sido ni más ni menos que Samwell Tarly.

"¿Qué quieres Sam?" gruñó Jon, provocando que Grenn, Pyp y Edd, incluso Fantasma retrocedieran un poco.

"Deja de hablar, Jon." dijo Samwell con voz mediadora, ya que quería calmar a su amigo. Aunque, también lo hizo por Daenerys, la cual pese a estaré haciendo frente a Jon, era obvio que estaba con miedo, por lo que, sin pensarlo, le hizo una petición a su amigo. "Déjame hablar con ella a solas, Jon."

La petición de Sam tomó a Jon un poco por sorpresa, pero aun así asintió, pues en este momento no quería estar cerca de la descendiente de uno de los cuarenta primeros aprendices de su maestro. Por lo que sin decir nada más, se giró y haciendo unas señas a Fantasma y al resto de sus amigos, comenzó a retirarse del lugar.

Edd, Grenn, Pyp y Fantasma siguieron a Jon y salieron de la habitación en dirección a la cocina para beber algo, dejando a solo a Sam y a Daenerys.

Viendo que la habían dejado solo con la princesa Targaryen, Samwell se sentó en la silla y haciendo una seña, le ofreció a Daenerys que se sentara cerca de él.

Daenerys miró la petición de Samwell y pese a que estaba tentada a rechazarla, decidió aceptarla, por lo que, con pasos cautelosos, se acercó a la silla y sentándose, miró al joven.

"Primero lo primero." Dijo Sam, iniciando así la conversación. "Quiero disculparme por las palabras de Jon y de mis amigos."

Las palabras de Sam tomaron a la joven Targaryen por sorpresa, pues ella no se esperaba escuchar unas disculpas. Sin embargo, tras pensar por unos segundos, Daenerys miró a Samwell y asintió, aceptando las disculpas del joven.

"Bien, ahora, quiero saber algunas cosas, si es que no es molestia para ti." Dijo Samwell, el cual esperó hasta que Daenerys asintiera. "Bien, dime. ¿De dónde sacas la información de que tu padre fue un gran rey?"

Daenerys miró a Samwell y tras pensarlo unos segundos, habló. "De mi hermano, Viserys. Él siempre me había contado historias de Westeros, de que todos los reyes de nuestra dinastía eran reyes justos y muy amados por todos."

"Ya veo…" dijo Samwell soltando un suspiro, para luego meter su mano a su bolsa encantada y sacaba de allí un objeto, el cual presento a Daenerys. "¿Sabes qué es esto?"

"Una cadena." Respondió Daenerys al ver el objeto que Samwell le había mostrado a ella.

"Si, pero esta no es una cadena normal." Dijo Samwell con una sonrisa de diversión en su rostro. "¿De casualidad tu hermano no te habló de personas que llevan cadenas hechas con diversos eslabones de diferentes metales?"

Las palabras de Samwell provocaron que Daenerys recordara algo del pasado. Una historia sobre cierto grupo de personas que habitaban en Westeros.

"Si, me dijo que unas personas llamadas maestres llevaban cadenas en el cuello, y que dichas cadenas estaban hechas por eslabones de diferentes materiales." Respondió Daenerys, la cual al terminar de mencionar aquello, cayó en situación. Por lo que, levantado su dedo, lo señaló de manera temblorosa. "¿Tu eres un maestre?"

"No." Respondió de manera simple y rápida Sam, mientras una sonrisa amigable aparecía en su rostro. "No llegue a ser un maestre, pero si fui un Acolito, y forje algunos eslabones, uno de ellos fue el eslabón de cobre, el cual es el símbolo de que el maestre ha estudiado la historia del mundo conocido."

La noticia de que Sam había estudiado sobre la historia de Westeros provocó que Daenerys olvidara su anterior ira y mirara al joven con emoción, ya que ella era muy curiosa sobre la historia de Westeros.

"Veo que tienes deseo de saber sobre la historia de Westeros." Dijo Samwell con una sonrisa propia antes de ponerse serio, ya que lo estaba por contarle a ella, destruiría todo lo que su hermano pudo haberle contado. Asi que, tomando una bocanada de aire, decidió darle una pequeña advertencia antes de iniciar. "Puedo contarte todo lo que quieras sobre algunos periodos de historia sobre la dinastía Targaryen, pero para hacerlo tienes que prometerme que no gritaras ni me interrumpirás."

Daenerys miró a Samwell con un poco de duda, pero al final su deseo de saber más sobre Westeros hizo que asintiera.

"Bien, entonces, supongo que tengo que comenzar con el momento en que Lord Aegon Targaryen inicio su conquista…"

Winterfell 297 AC

El sol brillaba sobre las nubes del cielo del Norte, permitiendo que la zona tuviese algo de calor, pero aun con aquel toque helado que caracterizaba al lugar.

Cabalgando junto a una de las carretas que Jon había llevado a la Nights Watch, Benjen iba mirando un paisaje que le evocaba muchos recuerdos pasados, recuerdos de una niñes de verano que abandonó su ser hace mucho, mucho tiempo. Los pasos de los caballos eran agiles, pero no muy rápidos, pues a diferencia de las veces anteriores, ahora no tenían prisas para el viaje ya que el Lord Commander le había dado órdenes directas de que no volviera al muro hasta completar un tratado con Ned Stark, un tratado para preparar al muro para lo que estaba por llegar.

'Espero que Ned acepte el acuerdo.' Pensó Benjen mientras subía por la ultima colina antes de que pudiese ver Winterfell. Cuando estuvo en la cima, vio el pueblo de Winter Town. Winter Town era un pequeño poblado o ciudad, la cual tenías varias casas en hileras muy ordenadas. La mayoría de las construcciones eran de troncos y piedras de labrar, con caminos cubiertos de lodo, con el camino principal dando a una plaza, la cual estaba ubicada cerca a la entrada principal de Winterfell.

"Parece que la ciudad está vacía como se espera en verano." Dijo Kenneth, quien era la persona que se encargaba de conducir la carreta.

"Si, pero eso cambiara en otoño e invierno, pues este lugar se llenará hasta reventar de gente de todo el norte que viene aquí a pedir la protección y la ayuda de Winterfell para sobrevivir el invierno.

"Si, es cierto. Espero que el Smoking Log siga teniendo esa cerveza negra de White Harbour."

Las palabras de Kenneth se ganaron un asentimiento de Benjen, pues la cerveza de White Harbour era famosa y se solía exportar a Braavos y a Ibben.

Tras aquellas palabras, el pequeño grupo de hermanos negros continuaron su camino hasta que atravesaron las dos enormes paredes que protegían el castillo. Cuando llegaron al patio donde se encontraba el establo, desmontaron y le dejaron encargando los caballos al jefe de los establos. Ya con los caballos en buen recaudo, Benjen y Kenneth tomaron el contenido de la carreta y con la ayuda de unos criados que habían estado pasando por allí, los llevaron al solar de su hermano.

Para fortuna de ambos hermanos negros, no se habían topado con ninguno de los hijos de Lord Stark, por lo que sin problemas lograron llegar al solar de Ned Stark. Tocando a puerta, esperaron que el señor del castillo les permita entrar. Cuando escucharon que su hermano daba el permiso, Benjen y el resto de los que estaban con él, ingresaron al solar.

"Benjen." Dijo Ned con una sonrisa en su rostro al ver a su hermano mientras se levantaba de su silla, pues hasta hace unos momentos había estado revisando algunas cosas.

"Ned." Dijo Benjen, también con una sonrisa en el rostro.

Tras aquel breve saludo, ambos hermanos se acercaron y se abrazaron. Cuando se separaron, Ned le hizo una pregunta a Benjen. "¿Cuándo has llegado?"

"Hace unos momentos."

"Ya veo… ¿Por qué no avisaron que vendrías?" preguntó Ned, sintiendo curiosidad por saber por qué Jeor Mormont no había enviado un cuervo hacia Winterfell avisando de la llegada de su hermano.

"Fue algo fortuito, por lo que no fue planificado." Respondió Benjen de manera sincera.

"¿En serio?" preguntó Ned con un ligero toque de curiosidad en su voz, pues comenzó a preocuparse por lo que estaba pasando con la guardia. "¿Ha sucedido algo por allá arriba?"

Benjen miró a su hermano unos momentos, antes de asentir. "Si, pero no del tipo de suceso que esperas."

"¿En serio?" preguntó Ned, sintiéndose un poco más tranquillo de saber que no había pasado nada que lo obligue a llamar a sus vasallos.

"Si, pero antes de que te cuente lo que está sucediendo, lo mejor será que mandes a traer a los chicos." Dijo Benjen, para luego mirar a Kenneth y asintiendo, este comenzó a llevar los cofres con los regalos al interior del solar.

"¿Qué son esos cofres?" preguntó Ned al ver los cofres que eran traídos por Kenneth, el cual los movía de tal forma que parecía que no estaba haciendo esfuerzo alguno.

"Regalos para los chicos." Respondió Benjen mientras miraba a su hermano.

Las palabras de Benjen volvieron a causar curiosidad en Ned, pues él sabía que era super raro que su hermano trajera regalos de ese tipo a Winterfell, ya que normalmente lo que traía eran historias para contar durante la cena. Sin embargo, pese a sentir curiosidad, decidió que sea su hermano el que le diga sobre los regalos que había traído.

"Entiendo…" dijo Ned para luego mirar a un sirviente y decirle que llame a sus hijos al solar.

El sirviente asintió en respuesta, para luego comenzar a alejarse. Mientras él se iba, Benjen miró a Kenneth, el cual parecía estar aburrido en el solar, por lo que, llamándolo, le dijo que podía ir a caminar por allí y que él se reuniría con él en el Smoking Log más tarde. Tras esas palabras, Kenneth dejó la habitación, permitiendo que ambos hermanos estuviesen en silencio un rato.

Unos momentos después de que se Ned y Benjen se quedaran solos, la puerta se abrió y por allí entraron todos los hijos de Ned.

"¡Tío Benjen!" gritaron al unísono Arya y Bran, quienes corrieron y se lanzaron contra su tío, para darle un fuerte abrazo.

"¡ja, ja, ja!"" rio Divertido Benjen mientras abrazaba a sus sobrinos y los hacia girar. Cuando dejó de hacerlos girar, los bajó y arrodillándose, comenzó a despeinarlos un poco, para luego saludarlos. "Veo que están bien de salud."

Tras saludar a sus sobrinos más pequeños, Benjen se levantó y miró a sus otros dos sobrinos. "Robb, Sansa."

"tío Benjen." Dijeron al unísono los dos hijos de Ned Stark.

"Bueno, hermano. Ya están todos aquí. Por lo que creo que ya puedes darles sus regalos."

Las palabras de Ned dejaron a sus hijos sorprendidos, pero aquella sorpresa duró poco, ya que unos segundos después los más pequeños comenzaron a saltar de un lugar a otro mientras gritaban de felicidad.

"¡Regalos!" gritaron Arya y Bran mientras miraban los cofres que estaban en el solar.

"Je, je, je. Si, son regalos para cada uno de ustedes." Dijo Benjen con una sonrisa, pues le gustaba mucho ver a sus sobrinos tan felices. "Ahora, si bien me gustaría decir que estos regalos son míos, la verdad es que yo no los he comprado, sino que han sido traído por otra persona."

La forma en que Benjen mencionaba que no eran regalos suyos, sino que estaba haciendo de intermediario, provocó que todos lo miraran con sorpresa.

"¿Quién ha sido?" preguntó Robb mientras miraba el primero de los seis cofres que había en el suelo.

"Alguien a quien ustedes conocen."

La respuesta de Benjen solo confundió más a los chicos, ya que ninguno logró detectar quien era el remitente de los regalos. Las otras cinco personas en la habitación comenzaron a tratar de discernir la identidad del remitente, pero tras varios minutos de pensar, se rindieron.

"Tío Benjen, ¿Puedes decirnos quien fue?" preguntó Sansa mientras miraba a su tío.

"¡Si, tío Benjen! ¡Dinos quien fue!" gritó Arya mientras se acercaba a su tío.

Benjen miró la manera enérgica en que su sobrina pedía las cosas y sintió un dejavu. Tras estar mirándola, vio que aquel sentimiento provenía de un recuerdo, el cual era de su hermana mayor, Lyanna Stark.

"¿Tío Benjen?" preguntó Arya, llamando la atención de su tío.

Benjen parpadeó tras escuchar las palabras de su sobrina. Volviendo en sí, se percató de que todos los miraban con preocupación.

"No pasa nada. Solo tuve un dejavu." Respondió Benjen para luego mirar a su familia. "Bueno, sobre la pregunta de Sansa. La persona que me dio estos regalos para ustedes fue Jon."

La mención del nombre del bastardo de Winterfell provocó que todos se sorprendieran.

"Tío, ¿Estás seguro de que son de Jon?" preguntó Robb con confusión, pues el heredero de Winterfell no comprendía como era posible que su ti hubiese podido ver a su hermano.

"Si, claro que estoy seguro." Dijo Benjen con una sonrisa, la cual se amplió antes de decir lo siguiente. "Después de todo, crees que no reconocería la cara de mi propio sobrino."

Las palabras de Benjen dejaron en shock a sus oyentes, pues todos comprendieron el significado de estas. Las palabras del Stark en el muro hicieron comprender que Jon había estado en Westeros no hace mucho.

"¿Cómo así, Benjen?" preguntó Ned, levantándose de su silla. Los ojos del señor de Winterfell brillaban con esperanza de que haya más noticias de su hijo prodigo. "¿Lo has visto?"

"Si, Ned. Lo he visto."

"¿Cuándo? ¿Dónde?" preguntó Robb mirando a su tío.

"En el muro, hace varias semanas." Respondió Benjen.

Las palabras de que Benjen había visto a Jon causaron que todos, salvo Sansa comenzaran a hacer un alboroto. Las preguntas comenzaron a llegar, preguntándole a Benjen sobre Jon, preguntándole si se veía bien, si estaba sano, si iba a ir de visita a Winterfell y otras cosas más.

"¿Asi que, está bien?" preguntó Ned con preocupación y curiosidad.

"Si, se le ve sano y muy bien alimentado." Respondió Benjen, llevándose una copa llena de vino a los labios.

"Ya veo… eso me tranquiliza." Dijo Eddard Stark mientras sentía que su corazón se calmaba un poco, ya que siempre se había preocupado de que su hijo no estuviese bien. Asi que, ahora escuchando de alguien en quien confiaba que Jon estaba sano y ben, bueno, eran noticias más que tranquilizantes para el Lord de Winterfell.

"Tío Benjen, ¿Cómo es nuestro hermano mayor?" preguntó Arya, mirando a su tío de manera expectante, ya que quería saber si su hermano era un idiota o era alguien genial. Aunque, internamente ella pensaba que él era genial, pues solo alguien genial le regalaría a Robb una espada de acero valyrio. Una parte de ella esperaba que su regalo fuese una espada de acero valyrio también.

"Bueno, eso sería difícil de decir. En apariencia es igual a Ned, aunque más guapo." Dijo Benjen poniendo una sonrisa burlesca al final.

"Te hare saber hermano, que no soy feo." Comentó Ned mientras miraba a su hermano menor.