Akira despertó de repente con su corazón latiendo con fuerza y su cuerpo emanando energía psiónica de forma inconsciente.
El aire se volvió frío de inmediato y…
"Está bien, no te preocupes."
Una voz llena de tranquilidad y calma vino de su lado, cuando Aurora se levantó del sofá de donde esperaba y se acercó a ella con una sonrisa tranquilizadora.
La sonrisa de esa joven, llevo a que su mente se tranquilizara y pudiera captar en donde estaba.
Acostada en la cama de algún centro médico, a sus lados había sofás para los visitantes y tanto Alice como Aurora estaban esperándola.
Akira se concentró en su 'jefa', cuya sonrisa no mermaba, buscando traer calma y lo logró… Era una sonrisa tranquila y simple, que le decía que todo estaba bien.
Las emociones vinieron de inmediato como un estallido repentino.
Estaba bien… Estaba viva… Escapó de la muerte… Esos fueron sus primeros pensamientos, haciéndola ver que tenía miedo y luego vinieron los recuerdos de lo último que recordaba y dando una mirada a Alice, que estaba con una expresión indiferente, tragó.
"¿Y los rehenes?" Preguntó Akira tratando de no pensar en Alice, en la frialdad que mostró y la forma despiadada con la cual actuó.
"Están bien. Los médicos se están encargando de las heridas y los sacerdotes se encargarán de llevarlo a Zerzura si así lo desean." Dijo Aurora y dándole palmaditas en su hombro, añadió. "Hiciste un buen trabajo."
¿Lo hizo? Akira cuando lo pensó, no pudo sentirse feliz.
Estaba contenta de que los rehenes estuvieran bien, pero ella no fue quien hizo el trabajo y era imposible que fuera un 'buen trabajo'.
"La cagué… Yo debí… No pude hacerlo… No me atreví a matarlo… Debí seguir tu consejo… Yo…"
Tratando de explicar lo sucedido, su voz se rompió y la felicidad de vivir se fusionó con la realización de saber que casi había muerto.
Aurora se lo había dicho cuando se presentó en la Academia de Zerzura… África era un lugar en donde las personas luchaban a muerte.
En donde los jugadores y lunáticos estaban preparados para perder un brazo, para eliminar a su oponente y un lugar en donde ellos harían cualquier cosa para ganar y lograr su objetivo.
Sin embargo, no pudo mover la daga de hielo para atravesar el cuello ese maleante… No pudo matar.
"Está bien…" Aurora la abrazó con fuerza y Akira tratando de no llorar, pero sin evitarlo, recibió el abrazo y luego escuchó. "Está bien. Todo está bien."
La voz era tranquila y llena de calma, buscando tranquilizarla lo máximo posible y su abrazo llevaba la seguridad que Akira en este momento necesitaba.
Eran las palabras que le decían que ya había dejado ese lugar, pero Akira seguía sintiendo que fallo, que no actuó como se debía actuar y por su propia culpa casi termino muerta.
Abrazando a la joven durante un par de minutos, cuando ella se detuvo, Aurora le dio un pañuelo.
"¿Mejor?" Preguntó esa jovencita y guiñándole el ojo, comentó. "Soy una buena directora, ¿no lo crees?"
"Si… Dejaré buenos comentarios y cinco estrellas por el servicio." Respondió Akira sabiendo que estaba bromeando y al final, no pudo evitar dar una pequeña risa, al ver que Aurora le guiñaba el ojo.
Buscaba calmarla y tranquilizarla aún más con una broma y Akira no pudo evitar reírse, al ver que se soltaba un poco tan solo con la intención de calmarla.
"Cuando te encuentres mejor, volverás a Zerzura a descansar. Luego de salir herida, mereces un buen descanso." Dijo Aurora con calma, pero esta vez no pudo ocultar la preocupación en sus ojos negros.
"Yo…" Akira no pudo decir que deseaba quedarse.
De decirle que podía superar este desafío, de mencionarle que podía estar a su altura, que tras salir herida podía volver al trabajo como muchos otros hacían y lo supo… Tenía miedo.
Miedo a morir.
Era ese miedo que la llevo a que no pudiera decirle que deseaba quedarse, que podría estar a la altura y fue ese miedo, lo que llevo a que se sintiera frustrada.
Podía estar a la altura, no solo de la expectativa que Aurora puso sobre ella al dejarla venir aquí, sino que a la altura del trabajo que ella había tomado por sí misma.
Sin embargo, no pudo decir que iba a reparar su fallo actual y el miedo se filtró, llevando a que las palabras no salieran.
"No te preocupes. Descansa y si necesitas algo pídelo a los enfermeros." Dijo Aurora sonriéndole con calma.
Akira al ver los ojos serios de esa jovencita, quiso preguntarle qué era lo que iba a hacer, pero no pudo y la dejo ir.
Sintiendo que había desencadenado algo.
******
Alice al salir de la carpa con su hermana, pudo ver que esa joven que antes sonreía, cambio de expresión de inmediato.
Saliendo de las carpas médicas los paladines dirigidos por Claus y la Sumo Sacerdotisa Xaali, los aventureros dirigidos por Vázquez y un par de milicianos dieron miradas a su dirección, sintiendo la atmosfera pesada.
La expresión seria y fría de su hermana era la que causaba que toda la atmosfera se pusiera extremadamente siniestra.
Aurora estaba enojada y si bien a dentro pareció tranquila al hablar con Akira, solo fue para calmarla, y la realidad era una muy diferente.
"Lo siento… No debí dejarla." Murmuró Alice de vuelta.
Le había informado antes de lo que sucedió y esta vez se volvió a arrepentir.
Debió haberla ocultado en su sombra o llevarla consigo y no dejarla sola en este lugar y por, sobre todo, sintió que no debió haber presionado para que Aurora la trajera.
Akira había mostrado habilidad de un rango A y Alice había pensado que sería similar con los gorilas, pero fue esa comparación la que dejo ver la diferencia en un mal momento.
Los gorilas estaban preparados para sobrevivir a las circunstancias y como bestias mágicas estaban acostumbradas al peligro… A morir y matar si era necesario.
"No necesitas disculparte. Tú hiciste lo que creías correcto. Nadie había pensado que unos hijos de puta iban detrás de nosotras." Respondió Aurora con una voz llena de frialdad a un nivel extremo y mirándola fijamente, añadió. "Además, te encargaste de otras cosas."
Se estaba refiriendo a ayudar a las personas capturadas que salvó y Alice tragó el pensamiento, que, si hubiera priorizado a Akira, su hermana no estaría en este estado.
En un estado de furia latente, contenida y mortal que estaba a segundos de estallar de forma aterradora.
Al final, ninguna de las dos sabía que alguien tenía planeado algo en contra de ellas y más cuando Zerzura no solo era fuerte, sino que tenía un rango SS y la iglesia lo estaba cubriendo.
Tal acto fue suicida, digno de un gremio de jugadores.
"Infórmame mientras vamos de camino." Ordenó Aurora a Liam, que se acercó de inmediato.
La expresión de ese hombre tembló, pero pudo sentir la sed de sangre que estaba conteniendo su hermana y el aura abrupta de un rango S enojado, se mantuvo en silencio.
Los paladines, milicianos y aventureros que escuchaban se levantaron y se pusieron sus equipos, tan solo para que una vez que Aurora empezó a volar, ellos la siguieran.
Algunos paladines utilizaron el poder de su dios para ocultarlos a todos y a pesar de que no se había preparado nada oficialmente, cada uno de ellos entendía lo que ocurriría.
No era necesario decir que era lo que sucedería si atacaban de esta forma a alguien de Zerzura y si Aurora estaba enfurecida porque la persona fue Akira, alguien que conocía, los demás estaban enojados porque a quien atacaron fue alguien que era parte de Zerzura y para otros la razón de su furia, era porque a quienes buscaban era a la Protectora de Zerzura.
Tal vez los aventureros no sabrían nada de la situación, pero los milicianos reconocían a su hermana y por último los paladines de alto rango sabían de quienes eran hijas.
Pero por, sobre todo, atacaron a alguien de Zerzura, era imposible que no hubiera consecuencias luego de tales actos.
"El Gremio de Jugadores Cuervo Gigante son los perpetradores. Su grupo realiza tratos ilegales desde esclavitud, trata de personas, drogas, venta de armas malditas. Sus negocios estaban conectados a los señores de la guerra de Jartum, llevándolo a obtener bastante perdidas una vez que la ciudad cayó en manos de Jasar." Informó Liam por el sistema de comunicación y con calma, añadió. "Hemos descubierto los puntos en donde se reúnen, su sede pública y la sede privada. Junto a sus almacenes, escondites, y lugares de residencia. Y ahora la mayoría se reunían en la sede privada, para defenderse mientras que los líderes discuten si retirarse o no."
El informe de Liam fue acompañado de varios informes cortos de las personas importantes que se compartieron a los diferentes paladines y un mapa, dejando ver que ellos se estaban dirigiendo a la sede privada, en donde todas las fuerzas se encontraban.
Claus dio una orden y varios paladines se dividieron del grupo mientras volaban, apartándose para encargarse de los pequeños escondites y almacenes, para evitar que huyeran o que trataran de utilizar a las personas capturadas como rehenes.
El grupo que vino de Jartum era grande y si bien varios de ellos se encargaban de la ayuda humanitaria, ahora mismo ese grupo se fue reduciendo, pero los que quedaron dejaban ver auras poderosas.
Tras ese informe, el grupo voló saliendo de la ciudad y entonces, tras un par de minutos se encontraron una mansión privada rodeada de jugadores que en vez de hacer guardia se divertían.
Bebiendo como si nada hubiera sucedido, Aurora dio un orden con su mano y Claus se movió con sus paladines aun ocultos, rodeando la mansión.
Entonces cuando aterrizaron en la muralla vacía, viendo como los jugadores simplemente estaban en grupos bebiendo, la Sumo Sacerdotisa Xaali actuó creando una poderosa barrera que rodeó toda la mansión y que los paladines fortalecieron.
"¡Digan sus nombres!"
De inmediato esos jugadores se levantaron rugiendo al sentir la barrera y ver que su grupo estaba descubierto.
Los paladines empezaron a mostrarse, dejando ver que rodeaban por completo la mansión y Aurora aterrizó en la muralla que debía haber servido para protección de ataques.
En vez de responder, su hermana dejo que las personas alertaran a los jefes y que todos se prepararan para la defensa, sintiendo la tensión de la situación.
Era imposible escapar con la barrera de un dios cubriéndolos por completo e incluso si estaban tan locos como para rezar a dioses demoniacos o malignos, nunca obtendrían respuesta.
Los jugadores por más lunáticos que fueran, no atacaron, sino que llamaron a sus jefes y algunos se pusieron tensos al sentir las presencias de rangos S de algunos de los paladines.
Guerreros que participaron en la guerra europea-demoniaca de forma directa y cuya disciplina era incuestionable y lealtad absoluta, el entrenamiento de los paladines era lo que lo convertían en armas aterradoras.
Y entonces tras una breve espera, los líderes salieron de la mansión.
Tres rangos S, dos hombres y una mujer, cada uno de ellos jugadores en su tiempo y ahora llevaban expresiones solemnes, al darse cuenta de la situación.
"¿Hay alguna razón por la cual las fuerzas de Zerzura estén a nuestras puertas?" Preguntó la mujer con una sonrisa llena de 'calma' y mirando al grupo hasta identificar a su hermana que estaba al frente, añadió. "Espero que tengan pruebas para venir de repente y rodear nuestra propiedad."
¿Estaba queriendo jugar con las reglas? Buscaba que Zerzura actué siguiendo la ley, a la cual se apegaba como una 'nación'.
Era demasiado tarde para jugar esos juegos y eso fue lo que demostró Aurora al sacar su espada, desenfundándola con una sed de sangre intensa.
"Si alguno de mi gente son culpables por cometer crímenes. Me encargaré de entregarlos como corresponde. Estamos a disposición de las autoridades." Dijo la mujer, notando que la atmosfera se intensificaba.
Quería ser diplomática, ya fuera porque tenía confianza de escapar usando las reglas o no estaba de acuerdo con quien llevo a cabo el plan e incluso podría no tener relación con el tema, al final no importo.
Aurora flotó en el aire y Alice la acompañó junto a Liam cuyos drones estaban flotando a su alrededor.
"No soy una autoridad. No es conmigo con quien deben ir si desean entregarse y aquellos que están a mi espalda, no están involucradas conmigo." Dijo Aurora con calma y mirando a los presentes, declaró. "Ustedes y yo no somos muy diferente. Es más, somos muy parecidos."
Estaba dejando en claro a los paladines que no necesitaban intervenir y por la mirada que le dirigió a Liam también fue para él.
Trataba de diferenciar sus acciones de las de Zerzura, la iglesia, los milicianos y aventureros, pero Alice se mantuvo a su lado y Liam también, dejando en claro que eran parte de su grupo.
Aurora estaba enfurecida y su sed de sangre, solo llevaba a que todos comprendieran lo que iba a suceder.
"Soy una asesina al igual que ustedes." Dijo Aurora y con frialdad, añadió. "Y hoy seré su verdugo."
No estaban aquí para 'detener' a nadie, estaban aquí por venganza, tan solo ese hecho demostraba lo enojada que su hermana estaba.
Su furia mostraba que pensaba de Akira como alguien cercano y la furia venía del miedo a perder a otro conocido y alguien cercano… No queriendo volver a sufrir las pérdidas de otros.
Y la forma más fácil de evitar tal hecho, era eliminar aquellos que deseaban quitarle sus seres queridos.
Viendo que el aura roja surgía de la espada de Aurora, Alice se preparó.
Sabía que era imposible detener a su hermana en este momento, así que, en vez de pensar en detenerla, pensó en eliminar la máxima cantidad de oponentes, para que su hermana no tuviera que mancharse tanto de sangre.
******
Esquivó un corte y luego desvió el otro, dando un paso hacia atrás, lento y seguro mirando la mujer que gritaba y rugía de dolor.
¿Fue a su esposo al que asesinó? ¿O a su hijo? ¿Tal vez su amante? El joven que yacía muerto con sus órganos repartidos por el suelo, era la razón por la cual esa mujer atacó con sus dos espadas, enloquecida.
"¡MUERE! ¡MUERE! ¡MUERE!"
Un grito tétrico, enloquecido y profundamente adolorido muy similar a otros que había asesinado y ella se movió utilizando sus dos espadas, con rapidez y locura.
Una locura fácil de ver y por ende fácil de contrarrestar y Aurora que estuvo esperando su oportunidad, tomándose un respiro actuó, desviando la espada y le cortó una de las manos a la mujer.
"¡GRrr!"
La mujer en vez de retroceder al tener su mano cortada de forma limpia, gruñó y se abalanzó a ella.
No fue una sorpresa y Aurora que se hizo a un lado, le cortó la espalda profundamente atravesando la armadura y cortando la carne.
La sangre salpicó y el aura roja perforó la carne, cortando de forma profunda y la mujer cayó al suelo junto a otros cadáveres.
Y al ver que todavía respiraba, Aurora se acercó y atravesó el corazón por la espalda con su espada, sin que su expresión cambiara, tan solo para mirar sus alrededores.
La misma mansión de antes, solo que ahora el suelo estaba lleno de los cadáveres de los jugadores que se esparcían por la zona, muchos muertos por cortes de su espada.
Un 'mar de cadáveres', la estaba rodeando y la sangre de ellos estuvo en sus manos… Atravesados, mutilados, degollados y asesinados por su espada y su aura roja que ahora era escarlata.
No les mintió, ambos eran muy parecidos… Ella y los jugadores eran similares, eran asesinos.
Sin diferencias y por razones que podrían o no tener sentido, ambos asesinaban con la misma facilidad que una persona cortaba el pasto.
Y eso fue lo que Aurora sintió… Facilidad.
Que su mayor herida fuera un corte en su muslo, era la prueba de que no fue para nada difícil.
"…"
En silencio miró a Liam, que flotaba con sus drones que parecían estar calientes en rojo a causa de usarlos de forma seguida y luego su hermana, que venía sin estar sucia.
Los pocos milicianos que se unieron cayeron cansados y los aventureros estaban pálidos por ver la masacre mientras que los paladines solo vigilaban.
Esta batalla no buscaba detener a estos 'criminales', era vengarse y como toda venganza fue sangrienta y al final, vacía.
Podría haberlo dejado pasar debido a que Akira estaba bien y tratar de capturarlos, pero no pudo… No lo dejo.
Fue su culpa que Akira viniera a trabajar a este lugar y fue su culpa que estuviera en una situación de muerte, Aurora no se iba a permitir perder a personas que conocía.
Ya no más.
"Dime de otros lugares en donde se encuentran criminales." Ordenó Aurora con seriedad a Liam que se acercaba.
Ese hombre vio su espada ensangrentada con su aura roja y luego los alrededores.
"Los paladines se están encargando de la mayoría de esos lugares." Dijo Liam y mostrando una expresión tranquila, comentó. "Es mejor dejar que ellos se encarguen. Como son lugares públicos en donde se encuentran esos criminales, la presencia de los paladines llevara a que otros se piensen dos veces antes de hacer algo estúpido."
Estaba utilizando una excusa para detenerla, pero como no deseaba hacerlo de forma directa, lo hizo de esta manera utilizando un argumento para evitar que ella se moviera.
Y continúo informando, tan solo afirmando su idea de que estaba preocupado y que no deseaba causarle problemas, utilizando excusas para que no fuera a otros lugares, que para Aurora no tenían sentido.
Sabían que ella seguía enojada y que su aura roja no mermara era la prueba de que su furia todavía no se reducía.
—Es mejor que la iglesia se encargue.
Su sistema dejó ver un texto y aunque Aurora pudo entender la preocupación en esas meras letras, siguió sosteniendo su espada.
—Ya has terminado lo que deseabas hacer.
Había acabado su venganza… Dejar salir su sed de sangre y asesinar a todos los maleantes que todavía podían encontrarse en la ciudad, no era algo que debería hacer.
Pero estaba pensando hacerlo y fue por eso que ahora Liam se interpuso en su camino deteniéndola mientras que Alice a su lado asentía, aceptando las razones de ese joven hombre.
Su mano no tembló y su espada se mantuvo firme, dejando ver que el arma estaba lista para ser usada, pero Aurora solo dio un largo suspiro al notar la preocupación.
Ya fuera por la sed de sangre que emanaba, por la masacre que llevo a cabo o por su expresión seria, era imposible no notar la preocupación de ese dúo que estaba al frente de ella y a la vez de su sistema.
"Comandar desde las carpas es mejor para todos. Necesitamos un comandante para liderar y hay mucho que hacer y la noche será larga." Finalizó Liam con una expresión seria.
Aurora no había escuchado ni siquiera la mitad de lo que había dicho, pero guardó su espada en su anillo espacial y cuando sintió sus manos vacías, pudo sentir como si tuviera un peso mental, menos.
Ver a su hermana asentir, con una mirada preocupada, solo llevo a que suspirara y utilizara un artefacto de limpieza para quitarse la sangre de su ropa y sus manos.
"Lo entiendo." Dijo Aurora y volviendo a su seriedad, añadió. "Vamos a trabajar. Hay muchas cosas que debemos atender."
Este gremio al ser destruido extendería una ola por estas tierras, causando que las personas miraran mal a Zerzura por intervenir de forma directa.
Tales problemas estarían a cargo de quienes fueran los encargados de la diplomacia y su trabajo era limpiar la basura, ayudar a la gente y preparar las caravanas, dejando un orden en este lugar.
Su orden.
Aviso rápido, si desean guardar capítulos pueden hacerlo, ya que la historia paralela termino siendo un poco más larga de lo que esperaba. Serán en total 143 capítulos, eso significa que les faltan 21 capítulos hasta que el volumen 2 finalmente termine en su totalidad.
En fin, espero que le guste lo que se viene.