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Capítulo 14: La pareja con máscaras de conejo

Editor: Nyoi-Bo Studio

Davi se despertó en medio de la noche. Estaba medio dormida cuando se levantó de la cama y caminó hacia el baño.

Luego de un momento, caminó de vuelta a la cama. La luz estaba prendida y apenas vio al hombre en su cama, la curiosidad envolvió su conciencia. Se acercó lentamente y se subió a la cama en silencio. Se sentó cuidadosamente, presionando los labios más fuerte que nunca. Bueno, de verdad quería ver su rostro. Su corazón latía salvajemente, como si el mundo fuera a explotar en cualquier momento. Solo quería darle un rápido e inofensivo vistazo a su rostro. Era como si en ese mismo momento, la tentación fuera más fuerte que la vida misma.

¡Dios mío! ¿Así fue como se sintió Eva cuando mordió la fruta prohibida?

Davi solo podía sacudir la cabeza suavemente. Bueno... Podría simplemente decirle que lo vi por accidente, se susurró a sí misma.

Entonces respiró profundo en silencio. Uno. Dos. Tres. Y con los fuertes latidos de su corazón acelerando, volteó la cabeza con lentitud, con los ojos cerrados.

Por un largo momento, Davi mantuvo los ojos cerrados de cara a la figura durmiente a su lado. Se sentía como una actriz en una escena emocionante e intensa. Despacio, muy despacio abrió los ojos mientras apretaba fuertemente la almohada en sus brazos.

Inconscientemente contuvo la respiración, sin atreverse a hacer ni un solo sonido. Luego, parpadeó sin parar por un largo rato. Bajó los hombros en el acto, como si su energía emocional descendiera a cero por ciento en un instante. Abrazó su almohada como un débil gatito.

—Eso fue letal —susurró, luego miró al hombre de nuevo.

La parte de arriba del rostro del hombre estaba, de hecho, cubierta con un antifaz para dormir negro. Este era un poco más grande que los normales, escondiendo su frente y solo dejando a la vista sus labios sexys y la punta de su nariz.

Así que a esto se refería cuando dijo que no iban haber accidentes, ¿eh?

Débil, Davi se acostó nuevamente, de cara al hombre a su lado. Podía ver su cuello, su sexy manzana de Adán, su perfecta mandíbula, sus labios y su cabello negro azabache. Solo era su segunda noche juntos, pero Davi no sintió peligro de parte de él. Sei estaba ahí recostado, sin moverse y Davi no podía hacer otra cosa que ver a la criatura no humana a su lado.

—¿No puedes dormir?

Davi se sobresaltó al instante. No esperaba que Sei estuviera despierto. Dios, ¿cuándo despertó? ¿Me sintió observarlo por un largo rato?

—Uhh... no, no. Voy a apagar la luz, buenas noches. —Davi habló lo más rápido que pudo. Entró en pánico, sintiéndose como un ladrón que agarraron con las manos en la masa.

El día estaba radiante, ambos vestían camisetas negras simples con jeans desgastados, estaban sentados dentro de una Toyota Camry negra de bajo perfil.

Unas horas atrás, Davi estaba insegura y nerviosa cuando le pidió que usara la vestimenta simple que había elegido para él. Sin embargo, Sei fue sorprendentemente obediente y tomó la ropa sin decir nada. Davi obviamente se sintió aliviada y se quedó estupefacta más tarde. Porque Sei, vestido así, lucía de una forma que Davi no pudo evitar elogiar. No podía creer que se viera tan elegante y atractivo aún con ropa tan simple y normal. Los jeans se ajustaban a sus largas piernas musculosas, haciéndolo lucir como el material de novio perfecto.

—Para que no te sientas raro, compré estas. —Davi rompió el silencio y le dedicó una sonrisa radiante.

La visión de Sei bajó hasta las manos de ella donde tenía un par de... ¿máscaras de pareja? Ella tomó la más pequeña y se la puso. Sei estaba casi de acuerdo con ello, sin embargo, las máscaras eran un poco extrañas. Estaban infantilmente diseñadas como un conejo. Hasta tenían un par de orejas por sobre los ojos.

Observó a la chica un momento y verla con la extraña máscara hizo que cogiera la que le correspondía a él. La sonrisa de Davi estaba brillante una vez más.

—Ya llegamos, jefe —dijo el conductor mientras paraba el auto. Sei miró hacia afuera por la ventana y su ceño se frunció lentamente.

Mientras tanto, Zaki estaba esperando paciente, sentado en una banca del parque. Se puso de pie cuando vio que las puertas del auto negro se abrieron. Davi, que estaba usando una graciosa mascara de conejo, hizo que le brillaran los ojos a Zaki. Usando una camiseta negra suelta con jeans y una máscara de conejo, lucía demasiado linda, tanto que las personas a su alrededor también se voltearon a verla.

Pero lo que vio después casi hizo que Zaki se ahogara hasta morir.

—Cof, cof, cof... ¡Santo cielo! —Zaki no podía creer lo que estaba viendo. En ese momento, vio a Sei bajar del auto con la misma vestimenta y... ¡la misma mascara de conejo graciosa! ¡Estaba completamente perplejo! Jamás pensó que este día iba a llegar, ni siquiera en sus sueños más salvajes. No podía creer que finalmente vio a Sei, el frío como piedra, usar algo gracioso ¡por primera vez en su vida!

—Viva Davi, su alteza. ¡Realmente eres la mejor! —se susurró a sí mismo mientras su mirada seguía puesta en la pareja con máscaras de conejo, luciendo como delincuentes, como tórtolos, a solo unos metros de él.