Sei parecía un padre que estaba tan contento de que su hijo finalmente eligiera el camino correcto. Había estado esperando este día durante muchos años. Sei había estado buscando en el mundo una cura todo este tiempo. Quería que Zaki viviera porque pensaba que era lo único que podía hacer por él.
Además, para Sei, Zaki era su responsabilidad. No podía quedarse ahí viendo morir a su hermano. Por eso nunca dejó de buscar algo que pudiera curarlo o al menos alargar su vida.
Sin embargo, Zaki ya había aceptado su destino. No tenía el deseo de luchar por su vida. Creía que como era inevitable, no tenía sentido luchar por ella.
Apoie seus autores e tradutores favoritos em webnovel.com