Capítulo 21 - El amor perdura hasta el final

En el salón del trono de Gondor, estaba la comunidad del anillo discutiendo compartiendo la información. Ya se habían librado de la amenaza próxima a Minas Tirith, así que ahora estaban pensando en cuál sería su próximo pasó.

-Así que ¿Qué paso?- pregunto Tytos mientras se mantenía apoyado en un pilar de mármol.

-Encontramos a los orcos escondidos- dijo Trancos mientras daba vueltas por el salón del trono de Minas Tirith. Se detuvo y continuo -matamos todos, incluso encontramos unos elefantes que al parecer iban a respaldar a los orcos. Ahora dejando fuera eso. No hay noticias de Frodo-

Gandalf sentado en los escalones que daban al trono, dijo -deberíamos viajar hasta la puerta de Morgul y diezmar las fuerzas de Sauron. De esa manera, Frodo puede pasar por esa tierra maldita-

Tytos levanto las ceño y le pregunto -¿A qué te refieres?-

-Ese chico Faramir, dijo que vio a Frodo y que se dirigía hacía las montañas occidentales. Creo que deberíamos llamar la atención de los orcos y despejar el camino-

Tytos tomo una gran respiración y le pregunto a Trancos -¿Qué opinas?-

-Yo, no lo sé, estamos a ciegas- Trancos soltó un suspiro y volvió a dar vueltas por el salón del trono.

Boromir por otra parte, estaba un poco molesto con su presencia, como dijo una vez: Minas Tirith no necesita un rey. Ahora este tipo venía con la espada del rey a retomar lo que él protegió, con un tono sarcástico le dijo -¿parece que ya te sientes el rey?-

Trancos paró y le respondió con un tono tranquilo -yo-

-Ya te lo dije una vez- arremetió Boromir -Minas Tirith, Gondor no necesita un rey-

Tytos lo miro y le dijo -déjalo ser Boromir. Tu posición de edecán es para resguardar el trono del rey. Ahora que volverá tu rey ¿vas a pelear contra él?-

-No es tan fácil Tytos, maldición- grito Boromir -dime ¿Qué hizo él todos estos años?¿A dónde estaba él cuando más lo necesitábamos?-

Tytos lo miro con severidad y le respondió -Boromir, tu padre también se quiso mantener en el poder y mira como termino Minas Tirith ¿también harás lo mismo?-. Boromir quería decir algo, pero antes de que lo dijera, Tytos continuo -preocupémonos de eso después, primero destruyamos el maldito anillo y después si quieren se matan por el trono de Gondor-

Al final la conversación no llego a ningún lado. Trancos quedo pensando si seguir el consejo de Gandalf y Tytos dijo que tomaría sus propias opciones. Entonces se fue y Faramir los siguió. Lo acompaño todo el camino en silencio hasta que Tytos le dijo -Faramir, voy a salir por un tiempo. Cuida de Magdalena ¿puedo confiarte eso?-

Faramir abrió la boca queriendo decir algo, pero al final solo dijo -sí señor-

Entonces Tytos saco el cayado y emitió una magia que lo hizo transparenté. Camino por toda la ciudad y salió sin ser visto por nadie.

-o-

Dos días después Tytos llego a la parte occidental de las montañas de Mordor. Camino por un camino empinado, después por unas escaleras peligrosamente húmedas y resbaladizas. Avanzo mientras se mantenía transparente, avanzo hasta llegar al final de las escaleras y encontró unas cuevas cubiertas por telas de araña. El lugar estaba plagado de presas que colgaban del techo envueltos en telas de araña. Tytos abrió uno de los capullos y reviso su contenido, los pobres desgraciados ahora eran momias verdosas que hedían a descomposición. Tytos tuvo que ponerse un pañuelo porque a medida que avanzaba, el olor se hacía insoportable. Un siseo se escuchó en la oscuridad de la cueva. Tytos tomo las precauciones y emitió la segadora de almas para quemar la tela de araña. Después siguió avanzando con la telaraña a sus espaldas incendiándose. Una vez que llego casi al final de la compleja red de túneles, en las parte más oscura, de vez en cuanto se escuchaban unas pisadas. Tytos vio un cumulo de energía merodeando por los techos, pero que él recuerde, no había conocido nada con una forma similar.

Tytos siguió avanzando hasta que sintió que algo pendía del techo, muy cerca de su espalda. Tytos emitió una sonrisa y mascullo -parece que la invisibilidad no funciona en ti- entonces de forma natural, levanto su espada y cortó lo que estaba detrás de él. La cosa cayo retorciéndose sobre su espalda, el fuego la hirió y desde su vientre, empezaron a escapar miles de arañas pequeñas. Tytos frunció el ceño y utilizando la segadora de almas, hizo un explosión de llamas que quemo todo a su alrededor.

Las arañas murieron enroscadas, Tytos alumbro al ejemplar más grande y metió su cuerpo en el anillo. Pensó que lo podría diseccionar, a lo mejor encontraba algo de utilidad. Siguió su camino, avanzo por varias horas y dio varias vueltas antes de poder salir. Ahí se encontró con algo terrible. Eran Frodo y Sam en un estado a medio comer. Sus vientres estaban abiertos y les faltaba todo lo que debería estar adentro. Sus ojos estaba abiertos con expresiones de incredulidad y dolor.

-Frodo- susurro Tytos. Pensó que todo fue una estupidez. Se cayo de trasero y se agarró la cabeza con ambas manos en un gesto de incredulidad. No podía procesar todo lo que estaba pasando. De vez en cuando miraba a Frodo y no podía juntar la imagen de su alegre amigo, con el espectáculo siniestro de ahora. Ahora ya no había esperanzas para su pequeño amigo. De repente, una voz sibilante le empezó a susurrar. Tytos miro hacía todas las direcciones pero no había nada. Entonces sintió una energía que venía desde el cuerpo de Frodo. Tytos entendió que pasaba y busco entre el cuerpo mutilado para sacar el maldito anillo.

El anillo soltaba mierda de poder y dominio. Cosa que coloco furioso a Tytos y este respondió colocando un sello corrosivo que le obligó a cerrar su mentirosa boca. -maldito anillo- mascullo Tytos. Entonces después de hacer sufrir al espíritu del anillo, lo sello de nuevo.

Tytos tomo el anillo y camino por toda la tierra de Mordor. Mantuvo su apariencia transparente, pero de vez en cuando debía ocultarse de lo que estaba encima de la torre. Al parecer, al igual que con la araña, no servía de nada la invisibilidad. Tytos se resguardo en algunas cuevas y rocas. De vez en cuando pasaban algunas tropas de orcos, pero de alguna manera se aguantó las ganas de matarlos y pudo evitar el peligro. Tytos siguió así, avanzado lento hasta el volcán en donde supuestamente todo comenzó. Camino por las empinadas laderas y de repente alguien lo ataco por la espalda. Era una cosa blanca, se parecía a un humano deforme. Tytos no se preocupó y lo decapito en un solo movimiento. El cuerpo inerte, huesudo y deforme se desplomo como si nada. Tytos entro al volcán y lanzo el anillo a lava. Lo que no esperaba era que el volcán reaccionara de una forma tan brutal. Toda la lava subió y empezó a escurrirse por todos lados. Tytos a su vez, tuvo que salir corriendo en un apuro.

-O-

Toda la travesía de Tytos duro una semana. Después de este viaje se prometió no escuchar a ningún dios, ni a magos. Todo esto fue por un bien mayor, pero su inocente amigo, un muchacho que no tenía ni la más mínima idea de porque luchaba, murió. Al final Frodo lo único que sabía era que el anillo era malo, algo que dañaría al mundo. Por tal razón, Frodo arriesgo su cuello y murió. Tytos siguió pensando en estas cosas mientras miraba como la ciudad de Minas Tirith era reconstruida. Avanzo por las calles, de vez en cuando alguien podía dilucidar una silueta. Pero al final lo dejaban ser pensando que era su imaginación. Los más emocionales pensaron que eran los fantasmas de los fallecidos en la guerra. Tytos se rio varias veces, pero cuando llego cerca de la tienda de su hija, tuvo que disolver el hechizo. Saco la libreta y anoto.

-o-

Nota n°30: cuerpo oculto esconde la figura de la persona, pero cosas como el olor, el sonido y hasta el calor corporal pueden ser percibidos. (debería probar mezclarlo con la magia control de caída).

-o-

Tytos guardo la libreta y camino hasta la tienda. Su hija estaba en el mostrador, al verlo una sonrisa se dibujó en su lindo rostro. Por alguna razón cojeaba, así que le costó llegar a donde él. Por lo cual, Tytos se acercó y la abrazo. Magdalena lloro, le contó lo que le dijo Faramir. Le dijo que cuando escucho la explosión del volcán se esperó lo peor. Le dijo que se alegra muchísimo que este bien. Magdalena se colgó de su cuello. Él le dijo que ya no se podía seguir comportando de la misma manera que cuando era una niña. También le dijo que se apurara y le diera un nieto.

Tytos fue a la cocina, ahí estaba Carmen cocinando con Galadriel. Él entro y las vio cómo interactuaban. La niña hacía todo lo que Carmen le decía, picaron los vegetales, las carnes y cuando echaron todas las cosas a la olla. Carmen sin darse vuelta, regaño a Tytos.

-Tytos, deja de estar parado como un idiota y ven aquí-

Tytos camino, sabía que esto iba a pasar, así que acepto su destino. Carmen le susurro algo al oído a Galadriel y ella se fue después de saludar a Tytos. Carmen se dio vuelta, tenía unas ojeras terribles. Al parecer no había dormido durante días. Tytos la quiso abrazar pero ella lo detuvo y cruzando sus brazos, puso un rostro severo mientras le pregunto.

-¿A dónde anduviste?-

-Fui a ver a Frodo y a Sam- respondió Tytos

Carmen bajo sus brazos y le pregunto -¿Cómo están ellos?-

Tytos negó con una expresión de pesar. Carmen al ver tal expresión se quedó muda. Derramo una lagrima y secándosela con la mano le pregunto a Tytos -¿pudiste recuperar sus cuerpos?-

Tytos de nuevo negó y dijo -estaban muy mal. Así que los incinere, de esa forma por lo menos los podemos enterrar sin que se escandalicen-

Carmen abrazo a Tytos y le dijo -no te vuelvas a ir así como así de nuevo. Prométemelo-

-Lo prometo Carmen- Tytos le devolvió el abrazo y compartieron ese momento en silencio.

-o-

Al día después, todos los amigos llegaron a la casa. El comedor se hizo pequeño pero el ambiente era agradable. Le agradecieron a Tytos todo lo que hizo. Todo fue alegre, le contaron a Tytos que Boromir y Trancos llegaron a un acuerdo. Pelearon con honor y al final Trancos gano. Boromir pudo aceptar este hecho y dentro de un mes tendrán una ceremonia de coronación. Tytos compartió con ellos y todo fue espectacular hasta que él les contó lo que le paso a Frodo y a Sam. Todos estuvieron destrozados. Sin embargo no era la intención de Tytos que se sintieran mal, sino que aprendieran de todo esto. Ellos entendieron y prometieron que harían todo lo posible para hacer de la tierra media un lugar mejor. Tytos esperaba eso, pero como alguien que ha vivido suficiente se preguntó ¿Cuánto durara esto?.

Ese día la celebración no fue prolongado, duro solo un par de horas y después se despidieron. Trancos quiso conversar con Tytos pero este se negó. Él le dijo de ante mano, que cualquier cosa que quisiera ofrecerle, él la rechazaba. Le dijo que no tenía la paciencia como para tratar con nobles. Trancos algo decepcionado asintió y se fue con Legolas y Gimli. Boromir dijo que trabajaría como capitán de los soldados de Minas Tirith. Tytos le dijo que era un puesto que le quedaba bien. Gandalf quiso decir algo, y aunque Carmen regaño a Tytos, este le dijo al anciano que no quería saber nada de él. Tytos se fue a su habitación y ahí descanso hasta que llego Carmen para conversar.

-o-

Un mes paso demasiado rápido, así lo pensaba Tytos. En este mes de espera, en donde compartió con su esposa e hijos, Tytos se sintió bien. El embarazo de Carmen iba bien, el embarazo de Éowyn también iba bien, sus hijos era muy cariñosos con él, la pequeña Galadriel lo empezó a acompañar cuando iba de compras y dentro de todo, se llevaba razonablemente bien con Faramir. Todavía había una relación media extraña de desagrado y aceptación. Por otro lado, si Tytos se tuviera que quejar de algo, sería de Trancos y Boromir. Ahora el dúo funciona como un solo ejército. Vienen de vez en cuando a molestarlo para que los ayude, pero Tytos ya les dijo muchas veces que no. No obstante, Trancos y Boromir son muy perseverantes.

Ahora que ya paso el mes, la fiesta de coronación está en pleno apogeo. Gandalf corono a Trancos como rey Elessar y todos proclamaron su nombre, incluso Tytos. Que por alguna razón estaba feliz y Carmen también lo notó. Ambos compartieron este momento de paz y tranquilidad. Claro que Tytos desentono cuando vio que los elfos traían a Arwen y ella, con un rostro feliz compartía un beso con Trancos. Tytos miro a Carmen y le pregunto -¿tu sabias de esto?-. Carmen torno los ojos al cielo y soltó un suspiro, al final asintió y le dijo a su marido, que después tendrían que hablar sobre sus habilidad de conversación. Tytos lo encontró ilógico, si la gente no quería conversar de algo, él no tenía por qué andarles preguntando.

Después de la coronación, Tytos paso un mes más con sus hijos. En ese lapsus conversaron largo y tendido lo que harían cada uno. Magdalena se quedaría en Minas Tirith. Charles se iría a Rohan con Éowyn. Tytos y Carmen tenían pensado ir de nuevo a la torre del mago. Carmen tuvo algunas locas ideas de lo que podrían hacer con ese lugar. Los hermanos algo entusiasmados querían acompañarlos, pero Tytos los detuvo y les dijo que ahora tenían cosas que hacer. Les dijo que pensaran primero en sus familias y no fueran tan impulsivos. La conversación se aligero cuando Carmen les dijo que tenía unas ideas y si necesitaba ayuda, por supuesto que los llamaría.

El día de la despedida, Magdalena lloro a mares pero Tytos le dijo que ya no podía seguir apoyándose en él. Ahora era adulta, pronto tendría su propia familia y tendría un marido con el cual afrontar el futuro. Tytos miro a Faramir y le dijo que fuera paciente, que puede que se pille con ciertas cosas, pero con paciencia muchas cosas perduran. Después de eso, Tytos y Carmen se fueron, Charles y Éowyn los acompañaron. Mientras hacían su trayecto a Rohan muchas cosas se discutieron. Éowyn les pidió permiso para llamar a su hijo como su tío, Tytos no se hizo problema y le dijo que era bueno, que encontraba a Théoden un buen rey y un buen hombre.

Esa noche, Charles converso con su padre en la hoguera. Mientras el frio viento le mecía la cabellera, le dijo a Tytos -padre, yo, bueno. No le dije nada a Éowyn por el nombre del niño, me pareció bien. También encuentro que Théoden es un buen rey. Bueno, no, eso no es. Yo solo quería decirte que no te sientas mal porque le pusimos tal nombre a mi hijo-

-No me molesta, Charles- dijo Tytos mientras tomaba una rama y movía las brasas de la hoguera -lo encuentro bueno y sinceramente lo prefiero así. Además te pido que nunca le pongas mi nombre a ninguno de tus hijos. Es un mal nombre-

Charles levanto la vista y le pregunto algo preocupado -¿Por qué lo dices padre?-

-Este nombre me lo dio tu abuelo, un hombre vil y frio como el hielo. Mucha gente dice que yo soy frio e indiferente, pero ese hombre me supera. Si en algún momento le vas a dar tus hijos un buen nombre, dale el nombre de Joseph, ese es un buen nombre. El nombre de alguien que me amo mucho, me trato con cariño y me cuido-

-¿Tan malo era el abuelo?-

Tytos soltó una risita y le respondió -muy malo, muchacho. Uno de los peores que he conocido y dentro de todo, me alegro de que no hubiera magia en ese lugar. Quizá que abominación hubiera tramado. Ahora deja de hablar tonteras, vete a dormir y jamás le hables de esto a nadie, no me enorgullece tener un padre así-

-Sí papa- entonces Charles se fue y se acostó al lado de Éowyn, dejando a Tytos solo con sus pensamientos.

Carmen que escuchaba a Tytos, sobo su pronunciado vientre. Después de un rato se levantó y lo invito a dormir. Tytos por su parte se recostó sobre la frazada y dejo que Carmen lo ocupara como almohada

-Carmen- dijo Tytos mientras miraba el cielo nocturno -¿crees que soy un mejor padre que el mío?¿crees que lo he hecho bien?-

Carmen le acaricio el rostro y le dijo -él mejor. Tus hijos te aman y yo también-

-o-

Cuando Tytos llego a Rohan, vivió en la casa que había comprado hace un tiempo. Estuvo ahí un par de meses, con la idea de irse después del nacimiento de su hija y su nieto. El niño fue una combinación entre Éowyn y Charles. Tenía el pelo lacio igual que ella, pero anaranjado igual que Charles. Algo que conservo el niño, fue los ojos lazuli del lado paterno. Tytos lo encontró lindo y lo encontró más suyo que de sus hijos. Lo amo casi en cuanto lo conoció.

Por otro lado, estaba el nacimiento de su hija, ella saco su tez morena y el cabello oscuro de los Martell. Tytos todavía se acuerda que vio a alguno de esos sujetos en Desembarco del Rey. Nunca cruzaron palabras pero ellos le dieron algunas miradas raras. Dejando de lado eso, la niña fue un primor, Tytos dijo que se parecía mucho a Magdalena cuando era pequeña. La bebé fue muy despierta y enérgica, Carmen también concordó.

Al final, después del nacimiento de los niños, no se fueron. Compraron la casa de al lado, Carmen no quería irse muy lejos, así que Tytos la compro y la acomodo. En ese lugar, vivieron por los próximos dos años, hasta que toda la familia se fue a Minas Tirith, ya que el hijo de Magdalena iba a nacer. Cuando llegaron a ese lugar, se pillaron a una Magdalena con un vientre prominente. Carmen grito como loca porque según ella, iban a ser gemelos. Bueno, dicho y hecho. Magdalena tuvo gemelos, dos niños. Fue un evento feliz, Tytos aprecio este instante y lo guardo en su alma.

Después de eso, vivieron en la ciudad unos cinco años, Carmen y Magdalena era las dueñas de la zona comercial. Con trabajo y esfuerzo les fue bien. Las medicinas eran buenas y con algunos inconvenientes en el camino, las dos prosperaron. Charles siguió trabajando el metal, siguió en la forja y se hizo un nombre. Tytos miro a su familia y estuvo muy complacido, de vez en cuando se juntaba con Trancos o Boromir, ellos lo seguían molestando, pero Tytos les decía siempre que no. Que no tenía la paciencia para tratar con nobles.

-o-

Cuando Nymeros, la última hija de Tytos y Carmen, alcanzo los diez años. El trio dejo Minas Tirith, acompañado Charles y toda su familia. El viejo rey Théoden anuncio que pronto iba a morir, por lo tanto, les pidió que lo acompañaran. El rey antes de morir designo a Éomer como su sucesor. Él le encargo que fuera un buen rey. Éomer a su vez, maduro para ser un hombre justo, valiente y recto. Digno sucesor de Théoden. Así que dejando ese asunto solucionado, el rey de Rohan paso a mejor vida. Esto golpeo a Éowyn muy fuerte, pero con la ayuda de Charles lo pudo sobrellevar.

-o-

Después de dejar a Charles instalado, Tytos tomo a Carmen y a Nymeros con él. Los llevo al bosque de Fangorn, en donde la joven Nymeros encontró muchas cosas increíbles, al igual que su madre, quedo alucinando cuando encontró a los Ents. Tytos la tuvo que retener porque esta niña, demasiado intrépida para su propia seguridad, quería perseguir a las criaturas. Después de conversar con Barbol, Tytos siguió su camino y llego a la gran Torre de Isengard. Ahí Tytos una vez más trabajo la tierra y de paso arreglo la torre. Encontró muchas cosas escondidas, algunos cadáveres en las trampas. Pero nunca se lo mostró a nadie, ni siquiera a su esposa para que no se preocupara. Tytos quito todas las trampas, poco a poco fue progresando, arreglando la tierra aledaña y arreglando la torre.

Una vez que Tytos reparo el primer piso de la torre, ocupo una parte como vivienda y el resto, lo convirtió en un fragua, un taller de alquimia y una biblioteca. La más contenta con todo esto fue Nymeros, ahora tenía una gran habitación y les prohibió a sus padres entrar. Tytos se rio de esta amenaza, pero Carmen le advirtió a la niña que habrán revisiones periódicas. El resto de los pisos, el segundo y el tercero, quedaron sin ocupar. Tytos les prohibió a las dos que subieran, les dijo que todavía era peligroso.

Un año después, Carmen tuvo una mejor visión de su idea. Como Tytos siempre le dijo que no podía salvar a todos, ella tomo la visión de compartir su conocimiento. De esa manera ella pasaría su legado a otras personas como ella. Tytos sabía cómo acabaría esta utópica idea, pero se guardó esas palabras y dejo a su esposa ser feliz. Mientras Carmen planeaba y organizaba su conocimiento, Tytos pensaba con un pipa y tabaco, en lo que se convertiría esta idea. Guerreros Sarafan, Concilio Vampírico, Mesa Redonda, Camelot. Así terminaban las buenas ideas, con personas corrompidos por el poder o ahogados por este. Tytos pensó en el futuro, se planteó que hacer para asegurar un buen final, miro a la distancia y soltó una bocanada de humo. El tabaco se olía en el aire y la pequeña princesa de Tytos, se quejó.

-Papá, sabes que no me gusta el olor a tabaco- dijo Nymeros

-Lo siento corazón- dijo Tytos mientras botaba el tabaco y lo apagaba con el pie.

-Papá, ¿Qué opinas de los delirios de mamá?-

Tytos soltó un suspiro -Nymeros- dijo -te he dicho que esa no es forma de expresarte. Además, no son delirios, si tu madre no hace nada, serían delirios. Pero yo la conozco bien y estoy seguro que ella lo hará-

Nymeros cruzo sus brazos y miro hacia otro lado. Sin darle la cara a su padre le pregunto -y bien ¿Qué piensas?-

Tytos tomo a la joven Nymeros, la sentó en su regazo y le explico -tu madre tiene una gran visión. Nosotros la ayudaremos y la cuidaremos, sé que tú sabes que no es una buena idea, pero es peor no hacer nada-

Nymeros asintió y le dijo en un tono suave -papá, más tarde quiero que revises algunas pociones que hice, creo que nos ayudaran a trabajar el metal-

Tytos soltó una risita y le dijo -tanto que te gusta la herrería. Tu hermana la odia, dime, ¿eres una enana?-

-¡Ay! Papá, que asco ¿Cómo voy a ser una mujer peluda?. Te odio- y Nymeros se fue corriendo

Tytos se rio cuando vio a la niña huir. Pensó en su hija, por alguna razón esta muchacha ama la fragua, le gusta trabajar en ella. Claro que han tenido algunos problemas por su forma de trabajar. Tytos un día pillo a su bebé trabajando en el taller, sin polera, solo con la pechera que le hizo. Así que después de eso tuvo que ponerse firme para que su hija no creara algunos hábitos peligrosos. Después de todo, él no estará para siempre a su lado. Tytos miraba al horizonte, puso más tabaco en la pipa y siguió fumando hasta bien entrada la noche.

Miro a la distancia, Isengard, después de mucha química y trabajo duro, estaba recuperando su verdor. Esto fue algo que los Ents apreciaron mucho. A cambio de todo este esfuerzo, ellos se comprometieron a ayudar. Ahora, Tytos espera que estos tipos cumplan su palabra antes de que él termine de arreglar todo el lugar por su propia cuenta. Un pasos se escucharon, bajaban por las escaleras de la torre. Eran de una mujer agraciada, pasó por el un caminillo bordeado de árboles y plantas hasta que llego a Tytos. Que aun contemplaba el horizonte. Carmen miro a su marido y le pregunto.

-¿Qué le hiciste a Nymeros?-

Tytos sonrió y acerco a Carmen -nada, solo una pequeña broma. Dime, ¿ya tienes tu idea lista?-

Carmen peino el pelo de Tytos hacia atrás y le dijo -ya casi ¿crees que es buena idea?-

Tytos hundió su rostro en los senos de Carmen. Después de un rato la miro y le dijo -sí, es una buena idea. Tu enfócate en lograr tu sueño, si pasa algo, yo me haré cargo-

Carmen mostró una sonrisa y respondió -gracias-

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-Directora- grito una muchacha desde la distancia, tenía un rostro suave, casi inmaculado. Su cabello castaño, suaves rasgos y orejas puntiagudas la hacían destacar. Era la nieta del rey Elessar y corría por los pasillos tratando de encontrar a la anciana maestra de la torre.

La anciana que iba a unos veinte metros adelante, iba acompañada por un hombre moreno. Este último no parecía tener más de treinta años, pero según las alumnas, él era un medio elfo y por eso se veía tan joven. La anciana escucho los grito y con una alegre sonrisa se dio la vuelta y le respondió -Cristina, te he dicho muchas veces que no corras por los pasillos. Te vas a caer-.

Cristina con sus mejillas enrojecidas y algo avergonzada, sonrió. Carmen la contemplo y la encontró muy parecida a su amiga. Después le paso la mano por la cabeza y le pregunto -¿Qué necesitas niña?-

La niña aleteando sus brazos, dijo emocionada -el abuelo y la abuela. Van a venir de visita-

Carmen detuvo su mano y le pregunto -¿Qué te dijeron?¿vienen por algo en especial?-

Cristina negó y cómo vio a la directora se ponía sería, le respondió en un tono apagado -no directora, yo, yo solo quería contarle. La abuela me dijo que usted y ella eran amigas. Yo pensé que te alegrarías-

Carmen le dio un abrazo a esta niña, a pesar de que es realeza, es muy amigable y simpática. Además es educada y le recuerda a su amiga. Carmen miro a Cristina y le dijo -gracias Cristina. Te agradezco tu consideración. Ahora, cuéntame ¿Cómo van tus clases?-

Cristina recobro su sonrisa y le dijo -me gusta la alquimia y la poesía, pero, pero- miro a Carmen y dijo en voz baja -no me gusta la retórica, es aburrido-

Carmen sonrió y le enseño -Cristina, puede ser aburrido, pero cada cosa que aprendas aquí te ayudara. Por ejemplo, la retórica nos enseña a pensar más allá de lo obvio, por favor, ponle mucho esfuerzo a tus estudios-

Cristina asintió -haré mi mejor esfuerzo- dijo

Después de eso, Cristina se fue con sus amigas y Carmen continuo su viaje con Tytos. Este último le hizo un comentario -es increíble el parecido que tiene esa niña con Arwen-.

Carmen asintió y miro a Tytos, ella le pregunto -¿para qué crees que viene el rey?-

Tytos soltó un suspiro y le respondió -para nada bueno, debe necesitar mi ayuda. De lo contrario hubiera mandado a un mensajero-

Carmen asintió y siguió caminando con Tytos. Llegaron a un ascensor y subieron hasta el piso treinta de la torre de Isengard. Este era el último piso que había habilitado Tytos en los últimos cinco años. Después de eso, se dedicó a construir un ascensor de poleas para que a Carmen no le cueste subir. En el piso treinta había un jardín secreto, Tytos lo hizo con todas las plantas que le gustaban a Carmen. Ambos caminaron por el caminillo del jardin, contemplando las flores y pensando en sus vidas. En estos momentos la pareja llevaba más de setenta años de casados, estaban viejos, al menos en sus mentes y también estaban solos. Sus hijos tenían sus propias vidas. Por un lado, Carmen se dedicaba a la academia y Tytos a cuidarla.

Carmen camino con Tytos hasta una banca, ahí disfruto del jardín. En muchos aspectos, más parecía un invernadero, ya que Tytos se preocupó de sacar algunas paredes del piso y colocar grandes ventanales. También se preocupó de poner pasto y crear caminos, que juntos forman un sol. Carmen estuvo relajada viendo todo esto, pero de repente, algo cabizbaja le pregunto.

-Tytos ¿estás seguro? me refiero a lo que hablamos ayer-

Tytos tomo el anciano cuerpo de Carmen y lo coloco en su regazo. Él sintió, tanto en su estado mental como en su cuerpo, el pasar del tiempo. Esta mujer se preocupa de la diferencia en sus estados físicos, pero a Tytos no le importaba. Él le respondió -estoy seguro Carmen, mírame- la miro a los ojos y continuo -eres la única para mí, entendido-

Carmen asintió y se reposo en el pecho de Tytos mientras escuchaba su corazón. Este latido, lleva mucho tiempo escuchándolo, casi toda su vida, pero ella siente que nunca se cansa. Carmen con una duda en su corazón le dijo insistiendo -Tytos, yo creo…-

Pero antes de que Carmen pueda terminar sus palabras. Tytos la toma y la besa, allí permanecieron un buen rato hasta que se separan. Tytos le acaricio el cano cabello y le juro -eres la única para mí, fin de esta discusión-. Carmen asintió con una lagrima en los ojos y se recostó sobre su pecho mientras olía el aroma de las flores y el pasto.