Aquiles recién llegó como a eso de las nueve de la noche vistiendo una armadura ensangrentada y llena de barro. Según le conto a todos, uno de los países vecinos había realizado una incursión en los campos de sembradío. Los tipos ni siquiera robaron el grano ya almacenado en las bodegas, sino que le prendieron fuego a todo, granjeros y sus familias incluidos. Para colmo de males, los guardias que estaban en la zona los persiguieron y fueron emboscados un par de kilómetros más allá, al lado de un rio en los límites de un reino.
-Ve a bañarte y cambiarte ropa, muchacho- dijo Kain en un tono amable, le acarició la cara como cuando era un pequeño aventurero y Aquiles sonrió en un gesto amable.
-Gracias, maestro. Espéreme un momento y le haré compañía- respondió Aquiles
-No es necesario, debes estar cansado. Mejor ve a descansar-
-Está bien, todavía es temprano-
-Bien, te esperare-
De esa manera, Aquiles se fue a bañar y Kain se quedó acompañado de Flora, Hera, Dorian y su nieto en una sala de estar.
El joven Kain(nieto) le pregunto a su abuelo -¿Por qué lo llama maestro?-
Kain le dio una suave sonrisa y le respondió -es por costumbre. Conocí a tu viejo cuando era un niño y le enseñe a luchar. De eso han pasado muchas primaveras-
-¿Cuántas?-
-Muchas, niño, muchas más de las que recuerdo-
De esa manera, se instauro un pequeño silencio entre todos. Hera al lado de Kain se acurruco abrazada a su brazo y le susurro al oído -¿Vamos a mi torre? Desde aquí no debería ser problema volver-
-Dijimos que viajaríamos como personas normales- susurro Kain en respuesta -vamos a quedarnos y dormir en una de las habitaciones-
Hera frunció el ceño y permaneció cállada, con una clara expresión de enojo. No le gustaba este pequeño reino, ni esta pequeña casa, si no fuera por la absurda idea de Kain ni siquiera hubiera venido. Suspiro en su mente y pensó en todas las cosas locas que uno hace por amor. Después de eso no se dijo nada y solo se quedaron abrazados en el sillón. Por otro lado, Dorian y Kain-nieto se miraban con una clara expresión de desafío. Desde un principio no se gustaron y mucho menos se toleraron.
-¿No te gustaría ir a entrenar?- pregunto Kain-nieto
-No, es tarde, no seas idiota- respondió Dorian entre fastidiado y cansado de este tipo sin sentido común. Afuera ya se había oscurecido, así que no sabía de donde salió la idea de plantear un desafío.
-Cada vez que me llamas idiota, me dan ganas de ir a entrenar contigo y darte una buena lección-
-Déjalo, podría vencerte con los ojos cerrados. Vi como movías tu espada y parecías una niñita-
-¡¿Qué dijiste?!- grito Kain-nieto
-¡¿Quieres pelear?!- grito Dorian de vuelta. Ambos se pararon de sus sillones y se acercaron frente a frente como si fueran dos perros rabiosos a punto de pelear a muerte. No obstante, en ese momento, Kain abuelo se puso de pie y le puso un coscorrón a cada uno. Ambos cayeron en cuclillas agarrándose la cabeza con ambas manos mientras se acariciaban la mollera.
-¡Papá! ¿Por qué me golpeas?- pregunto Dorian
-Sí, abuelo ¿Por qué nos golpeas?- pregunto el nieto
Kain los tomo a cada uno de una oreja y los levantó hasta ponerlos de pie, después los miró con el ceño fruncido y les dijo -miren muchachos, tienen dos opciones: o se llevan bien o yo los haré que se lleven bien ¿entendido?-
Ambos muchachos asintieron con vigor y Kain les soltó la oreja. Después se fue a sentar y les dijo desde el sillón -si no me creen, pregúntenle a su madre que hago con los muchachos conflictivos-
Ambos niños tragaron saliva, se voltearon y se dieron la mano en señal de no más conflictos. Después se sentaron en un sillón de tres cuerpos y conversaron de la mejor manera posible.
-¿Tu viejo da miedo?- dijo Kain-nieto
-Y que lo digas, es primera vez que lo veo así-
-¿Primera vez?-
-Sí, primera vez…-
Por otro lado, mientras los muchachos conversaron de forma pacífica, Hera los miraba y le pregunto a Kain a su lado -¿Por qué Dorian se comporta así? Por lo general es más tranquilo y menos idiota-
Kain la abrazo por la cadera, le beso la frente y le respondió -es porque ahora esta con un niño de su edad. Por lo general, nosotros dos somos su única compañía. Así que nos imita en los gestos y en las maneras, pero ahora que tiene a alguien de su edad, su mente está más relajada y se permite a sí mismo ser un idiota-
-¿Tú también eras así cuando niño?-
-No tan idiota, pero parecido. Eso pasa porque el cerebro humano no tiene hechas las conexiones y no asocia los comportamientos con conceptos como el orden, el morbo, la paz, el honor y todas esas cosas que importan cuando eres un adulto-
-Mmmm, que diferente es haber nacido dios- comento Hera
-Lo que pasa es que ustedes son como un producto terminado, mientras que los seres humanos son un producto con potencial. Bajo, pero con potencial-
-¿Crees que nuestro hijo llegue a ser un dios?- pregunto Hera en un susurro
-Puede ser- respondió Kain de la misma manera -pero no creo que llegue a ser tan fuerte como tu-
-Es una lástima-
-Podría, pero tendría que aprender un montón de cosas y eso lleva muchísimo tiempo. A lo mejor, cuando pasen unos cuantos años y se aburra de ser rey, puede que quiera explorar otros lugares. Sin embargo, eso solo se sabrá con el tiempo-
-¿Lo ayudaras?-
-No puedo, amor. Eso sería como malcriarlo y tu entiendes que cuando sea un dios, sus problemas estarán al mismo nivel y no podrá depender de nosotros-
-Tienes razón-
Media hora más tarde, llego Aquiles vistiendo como un noble, con camisas de seda, pantalones negros y botas de cuero hasta las rodillas. Mantenía su contextura de aventurero, pero a poco a poco se le estaban viniendo los años encima. Cuando tenía la bendición del falna parecía un hombre en sus treinta, pero ahora, habían pasado quince años y parecía haber envejecido la misma cantidad de años. Incluso tenía dos líneas de canas a cada lado de su cabello.
Al notar el cambió, Kain se puso de pie, camino hasta Aquiles y saco dos pastillas de su anillo. Se las tendió y le dijo -come-
-No me siento enfermo, maestro- respondió Aquiles con suavidad
Kain negó y le dijo -no es por ti, es por mi hija. Muchacho, una mujer sufre bastante cuando su marido muere antes que ella. Al menos cumple con tu deber hasta el final-
Aquiles se puso serió y asintió con vigor. Después tomo las pastillas y camino hasta una mesa en la cual había una botella de vino y varias copas. Se sirvió un poco y se tomo las pastillas junto con el vino.
Después de eso, Aquiles miró a Kain y este asintió como finalizando el asunto. Entonces Aquiles dirigió su mirada a Hera y camino hasta ganarse en frente de ella y arrodillarse como si fuera su caballero.
-Mi señora Hera, mi corazón se alegra de poder verte una vez más- dijo Aquiles con voz solemne
Por su parte, Hera asintió sentada desde el sillón y le dijo -también me alegro que estés en buena salud, Aquiles. Espero que estés disfrutando tu vida por ti y por tus hermanos-
Aquiles abrió los ojos amplios al escuchar sus palabras, retomo su calma y le dijo con pesar -he estado ocupado durante los pasados cinco años, pero lo tendré en cuenta desde ahora en adelante-
Hera acerco su mano, le acarició el cabello y le tomo los mechones de cabello cano. Lo miró con algo de pena, como sabiendo que el remanente de su familia en Orario, moriría en pocos años. En ese momento solo le quedaría su hijo y Kain y nadie más.
-Haz lo que sea necesario, Aquiles- dijo Hera -tu vida es corta, así que disfruta de tu esposa y de tu hijo. Tomate el tiempo para alargar tu linaje. Quizá de tu estirpe se levante grandes guerreros como tú y tus hermanos-
-Guardare sus palabras en mi corazón-
Después de los reencuentros respectivos, Aquiles invitó a todos al comedor. Mientras sonaban los cubiertos y los platos, Aquiles les comentó a grandes rasgos el estado de Boletaria, como estaba distribuido el poder y quienes lo ostentaban. Puede que la nobleza sea amplia, con más de quinientos miembros distribuidos entre los antiguos clanes de renombre, pero eso no quiere decir que todos manden. De entro de ellos, solo cinco soportaban la economía y el poder militar de toda la nación. El resto vivían como parásitos, algunos con el propósito de ascender hasta ser un gran parasito, otros con las esperanza de siempre estar pegados a la misma herida y beber la misma sangre.
A la vez, dentro del grupo de jóvenes, Kain-nieto solo se dedicó a comer sin entender mucho, pero Dorian que aspiraba a llevar a esta nación al siguiente nivel, sufrió al escuchar de primera mano las desigualdades de esta tierra.
-¿Crees que se puede cambiar esta situación y darle un mejor uso a los recursos?- pregunto Dorian
Aquiles le dio un buena mirada y pudo leer los sentimientos en su cara. No obstante, no le podía dar una respuesta satisfactoria. A lo mejor, si hubiera estado su hermano Odiseo, le hubiera dicho el mejor curso de acción, o si hubiera estado Jason, le hubiera dado palabras de valor, algo que lo aliente a ir más lejos que sus sueños más brutales. Sin embargo, Aquiles podía imitar algunos de sus procesos de pensamientos para fortalecer su personalidad, pero nunca los podría igualar.
-Lo siento, tengo algunas habilidades administrativas- respondió Aquiles -pero no soy el indicado para plantear cambios. Eso se lo podrías preguntar a otro, está a tu alcance-
Entonces Aquiles miró a Kain, el cual estaba bebiendo vino de una copa. Al mismo tiempo, Dorian miró a su padre y después miró a Aquiles. Este último le guiño un ojo y Dorian se atrevió a preguntar -¿Padre, tú crees…?-
Kain capto que le estaban hablando, dejo la copa sobre la mesa y lo miró a los ojos -sí puedo, muchacho, pero eso toma muchos años de estudio y aprendizaje. No obstante, por ahora, concéntrate en mejorar con la espada y añade tiempo de estudio para estas cosas. Como siempre te digo, no te apresures, recuerda que aún no llega tu momento; un paso a la vez ¿entendido?-
-Pero, padre…-
-Lo sé, lo sé, pero ya te lo dije la vez anterior "Ellos sufrirán estés o no estés en este mundo, así que contar contigo es su bendición". Por otro lado, eres solo uno en este mundo y es limitado lo que puedes hacer. Así que no te agobies por el día de mañana, que ya vendrán sus propios problemas en ese momento-
-¡¿Quieres ser el rey?!- grito Kain-nieto mientras se ponía de pie y plantaba sus palmas sobre la mesa, ocasionando que todo se estremezca y las copas se derramen.
-Sí- respondió Dorian en un gesto serió lleno de convicción
Entonces Kain-nieto mostro una gran sonrisa y le respondió -te ayudare, preferiría que un tarado como tu fuera rey a que un cerdo de patas cortas como Ostrava lo sea-
Dorian levantó el ceño, sin saber si lo estaban elogiando o insultando -gracias, espero tu ayuda- dijo
-Déjamelo a mi- dijo Kain nieto lleno de convicción y se golpeó el pecho con el puño
Por otro lado, nadie supo cuando se creó este grupo, pero Flora se tapaba la cara con vergüenza por lo idiota que se comportaba su hijo, mientras que Hera se largó a reír.
-Bien, parece que todo comienza una vez más- dijo Kain -el mismo ciclo y una vez más tengo idiotas aprendices-
-¡Papá!- se quejó Dorian
-¡Abuelo!- se quedó Kain-nieto.
Al final, todos se rieron de lo dicho y de esta manera, la casa Vinland y la casa de la futura Boletaría, quedó unida para bien o para mal. Se contaran muchas historias en el futuro de ambos, nacerán grandes proezas, sublimes hechos y terroríficos inventos, pero eso es historia para otro día.