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#STRONGFEMALELEAD

Soy una madre jefa que quiere holgazanear.

Todo el mundo sabía que después de que la joven señorita Shen fue abandonada por un hombre salvaje, se volvió indulgente y quedó embarazada sin casarse. Después de ser expulsada de su casa, cayó en un estado de desesperación. Sin embargo, la infame Shen Ruojing apareció en el banquete de cumpleaños de la anciana señora de la familia Chu. Todos se burlaron de ella. —Los que envían millones en dinero de regalo se sientan en una mesa, mientras que los que envían decenas de millones en dinero de regalo se sientan en la otra. —Señorita Shen, ¿cuánto dio? La multitud esperaba que hiciera el ridículo, pero Shen Ruojing sacó de detrás de ella a un adorable niño pequeño y dijo: —Perdón, señora, ¿en qué mesa se sentará su nieto mayor? *** Tanto la madre como el hijo fueron llevados a la familia Chu, y Shen Ruojing quería pasar sus días holgazaneando, pero se encontró con el rechazo de la familia de diversas formas. —Tenemos hackers de primera clase, maestros de música, expertos en tecnología... Todos son conocidos en esta familia. ¿Qué aportas? Shen Ruojing se frotó la barbilla. —Bueno, todas esas cosas que mencionaron... Sé un poco de todo». Sus tres adorables bebés estaban a su lado y asintieron al unísono: —¡Podemos testificar que mamá sí sabe un poco de todo!

Mr. Yan · Geral
Classificações insuficientes
879 Chs
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¡Medicina!

"Padre Lu tuvo a Lu Cheng cuando tenía treinta años, por lo que ahora ya tenía sesenta años.

Desde que su esposa falleció por enfermedad, su temperamento se volvió extraño.

Por lo tanto, Lu Cheng realmente no podía ignorarlo. Después de colgar, condujo inmediatamente a la orilla del río. Después de estacionar, miró alrededor y pronto descubrió a su padre.

La silla de ruedas de su padre era demasiado llamativa.

Lu Cheng caminó rápido hacia él y preguntó:

—Padre, ¿dónde está mi nueva tía?

Pensó que vería a una mujer de mediana edad... y estaba sospechando si la segunda primavera de su padre había llegado.

Al final, solo escuchó a su padre resoplar.

—Llegaste muy tarde. ¡Ella ya se fue a recoger a sus hijos!

Lu Cheng:

...

Lu Cheng no refunfuñó.

—No hay problema. ¡Definitivamente tendré la oportunidad de conocer a la Pequeña Tía en el futuro!

Padre Lu siguió resoplando.