Luego de añadir puntos de habilidad, ¡Nalan Hongwu y los demás finalmente mostraron los poderes de sus paladines y se dirigieron al Santuario del Arcano!
Yun Lian echó un vistazo al cielo y maldijo en su mente: ¡Diablos! Vinimos en la mañana, y el sol está a punto de ponerse. ¡No hemos contactado a la facción! ¡El Anciano nos matará!
—Hermana Menor, ¡Deberíamos regresar!
—Uh… —Ye Xiaoye asintió de mala gana.
Pero de repente, alguien gritó: —¡El dueño está peleando con un jefe ahora!
Fang Qi a menudo usaba la palabra, jefe, y ahora era una palabra común en su cibercafé.
Tan pronto como Ye Xiaoye escuchó esto, de inmediato fue corriendo hacia
Fang Qi y sacudió la cabeza hacia Yun Lian.
—¡Espera, necesito ver al dueño vencer al jefe primero!
Al mismo tiempo, algunos otros jugadores corrieron hacia Fang Qi. Observaron su pantalla con atención como si ellos fueran los que peleaban con el jefe.
—¡Está comenzando!
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