Guardianes [parte 2]

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En las ruinas de un templo olvidado, un grupo de guerreros se prepara para el combate. Sus atuendos son similares, que los identifica como miembros del mismo grupo, cubriendo cada centímetro de piel para protegerse del sol implacable del desierto. A pesar del calor sofocante, es la anticipación de la batalla lo que acelera sus pulsos, una experiencia que supera cualquier entrenamiento previo.

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"Flechas!!!" grita una voz de mando a sus soldados. "Desgastar al enemigo primero, evitar contacto directo."

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"Encender el fuego!!!" ordena otro, mientras los arqueros se posicionan.

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"Lanzar las rocas!!!" exclama un tercero, y las catapultas se preparan para disparar.

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La gran preparación previa para la sincronización de este único momento fue muy detallada y organizada, se planeo mucho por este enfrentamiento, porque el peligro al que enfrentaran, no es algo que pueda pasar por alto.

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Desde el cielo, una esfinge gigante desciende, esquivando los proyectiles entrantes. Su cuerpo, que parece tallado en roca, se mueve con una gracia que desafía la lógica. Los guerreros observan con asombro cómo la criatura se mueve y vuela, un espectáculo que nunca habían imaginado presenciar.

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El grupo, que una vez ordenado y organizado, habían tendido una emboscada a la criatura. Ahora, se encuentran resistiendo, tratando de no caer ante un enemigo formidable. La criatura, no identificando la emboscada pero aun así, elimino rápidamente a más de la mitad del grupo inicial con una velocidad inesperada para su gran tamaño.

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"Cuidado Khafra, ¡está cayendo!" grita uno de los guerreros, advirtiendo al líder del grupo.

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Resulto que la criatura emboscada, no era una bestia sin cerebro, que se deja llevar por los instintos, entendió dentro de esta emboscada, las catapultas y arqueros, quienes fueron los primeros en caer y ahora puso sus ojos en el líder del grupo.

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Khafra, el líder, ve cómo la esfinge se dirige hacia él. La criatura, con la apariencia de un león con cabeza humana, cambia su forma en plena caída a un perro humanoide gigante de color negro, armado con una lanza descomunal. Khafra, desafiando el sentido común y a los instintos humanos, levanta un escudo ordinario frente a la lanza que se aproxima.

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Aunque parecía que era algo obvio el resultado. Por un instante, el monstruo, ahora en forma de Anubis, quedo suspendido en el aire con la lanza en la mano en la misma posición de donde se hizo punto de choque con la lanza y el escudo, como si el tiempo se hubiera detenido en el momento del impacto. Pero rápidamente, volvió a balancear la lanza hacia el humano.

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Con el continuo choque de armas que se repite, en cada impacto es una muestra del la fuerza sobrenatural del líder, Khafra o estaba ocurriendo una acción sobrenatural de fondo. No había sentido o lógica alguna en este enfrentamiento, la ley de Newton, donde causa y efecto no se lo podía ver en cada cruce de armas. Los golpes demoledores del gigante monstruo, no tenían efecto directo en Khafra y a su alrededor, era como si pudiera controlar la reacción de la acción a su favor.

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Los demás guerreros aprovechan la distracción para atacar al monstruo con todo su arsenal. Incluso con el enfrentamiento estancado por el líder del grupo, los demás, no pudieron hacer mucho al respecto y eventualmente Khafra, cae al suelo perdiendo un brazo, dejándolo herido y desarmado.

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De los cientos que eran inicialmente, solo quedan unos pocos, incapaces de infligir más que heridas superficiales al monstruo. En el borde de la derrota, una figura misteriosa aparece en medio del caos. Su ropa es similar a la del grupo, pero su aura es más antigua. Camino tranquilamente hacia Khafra, ignorando el ambiente de guerra que lo rodea. Todos, incluido el monstruo, lo miran desconcertados.

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"Así que después de todo, sí había un monarca en este planeta," habla el monstruo, dirigiéndose a la figura misteriosa, con una vos inhumana, que solo pudo entender el extraño

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Ignorando al monstruo, el extraño se acerca a Khafra y levanto su mano en su dirección. Sin que nadie entendiera que sucedía, la condición del líder mejoro rápidamente, aunque su brazo sigue faltando, su vida ya no corre peligro.

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"Retírate, tienes la habilidad, pero ya has hecho suficiente... no estás a la altura; yo terminaré esto," dice el extraño, hablando con Khafra como si este fuera un niño aconsejado por un anciano.

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El extraño aparentaba ser un joven alrededor de sus veintes mientras que Khafra, era un adulto en sus cuarentas, lo que hacia la escena muy extraña para todos, pero nadie dijo algo al respecto, como sintieron que era normal, simplemente no pudieron cuestionar este sentimiento.

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"Aunque mi señor, menciono que las abominaciones son fuertes… bueno, ya lo veremos... después de todo eres un simple explorador?, ¿Empezamos?" el extraño hablo al monstruo, sin siquiera darle una mirada directa, como si no lo estuviera tomando en serio

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"Tienes mucha arrogancia humano, mejor entrega a tu monarca y te ahorraras todo est"

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Antes de que el monstruo pueda terminar su amenaza, los ojos del hombre misterioso cambian a un color oscuro que absorbe la luz de su alrededor. El día claro se oscurece, y los cadáveres de los alrededores se levantan, todos con auras oscuras en sus cuerpos. El monstruo se pone en guardia, esperando los próximos movimientos del extraño.

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En menos de un segundo, el día claro, se había ido, los cadáveres de los alrededores se estaban levantando y acercando lentamente, y recien ahora el joven misterioso, se dio la vuelta para mirar directamente al monstruo.

."Yo, Nabu, te haré sufrir, así que por favor, no mueras rápidamente," dice el extraño, revelando su nombre.

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Por primera vez, Nabu, que mantuvo todo este tiempo una cara fría y despreocupada, muestra una emoción en su rostro. Sus ojos fríos y su leve sonrisa transforman el ambiente sombrío en algo espeluznante, incluso para el monstruo.

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 [3713 Años desde el inicio del juego]

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 [Alrededor del 1000 años A.C., Antiguo Egipto]

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Nabu derrota a la abominación, un explorador de la raza del abismo, estas criaturas pueden cambiar sus formas a partir de las criaturas orgánicas que consumen. Aunque son seres fuera de la dimensión de la tierra, en el juego eran las fuerzas de búsqueda y los ojos de los jugadores, encargados de explorar el mapa.

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Como raza humana, debe mantener un perfil bajo, evitando interferir lo suficiente para no ser detectado por otros jugadores. Si este planeta fuera descubierto, sería invadido. Por eso, es crucial eliminar a todos los exploradores sin dejar que escapen con información sobre su presencia o la de los humanos.

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Era una táctica básica que tenia que mantener por el momento, había razas que veían a los humanos como ganado o mano de obra, si detectaran este planeta seria invadidos, mientras que por otro lado, no sabe como actuaran los otros jugadores si lo descubren y tampoco planeaba estar en tal situación.

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"Un fracaso...parece que tengo que escoltar a la semilla de vuelta" fue una simples palabras de Nabu, dejadas al terminar su trabajo.

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Sin mucha demora, Nabu sale de la zona oscura cubierta por nubes y neblina negra antinatural que había creado durante su enfrentamiento. Apareciendo impoluto, como si nunca hubiera estado en combate, y se dirige hacia el grupo de sobrevivientes.

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