Ye Xin se apresuró a acercarse para sostener el brazo de Jiang Jin y dijo:
— ¡Abuela, gracias!
Jiang Jin le dio unas palmaditas en la mano a Ye Xin y dijo:
— Lo primero que debemos hacer es ganarnos a esas quisquillosas y poderosas Señoras…
—¡Eso se me da muy bien! —dijo Ye Xin emocionada—. Finalmente se dio cuenta de que Jiang Jin realmente iba a enseñarle cómo manejar un negocio. Derrotar a Zhuang Ji era una de las tareas que Mu Qing le había dado.
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