Mina de demonios (1)

Esta vez también fue solo un mensaje simple. Sin embargo, esta vez no hubo nada sobre fama o infamia.

Tiene sentido. Ya había absorbido toda la infamia y la fama cuando lo tomé como esclavo por primera vez.

'¡Ventana de estado abierta!'

[Domina el nivel 10 de la aldea Kobbit]

Destreza: Nivel Intermedio 3, 27%

Fuerza: 123

Agilidad: 28

Resistencia: 221

Intuición: 613

Magia: 99

Vitalidad: 150

Maná: 852

CV: 1.486

Lealtad: 89

Fe: 0

Conocimiento: 327

Encanto: 12

Sensibilidad: 661

Fama: 0

Respeto: 0

Infamia: 0

Su lealtad era extremadamente alta.

Es un pequeño bastardo tan astuto que no puedo confiar completamente en su nivel de lealtad, sin embargo, probablemente no pensará en traicionarme al menos por el momento.

El jefe tampoco me traicionó dos veces en el juego.

"Tu nombre es Jefe otra vez".

"¡Graznar! Muchas gracias maestro. Haré todo lo posible para apoyarte".

Bien, ahora que recuperé al Jefe...

Giré la cabeza para ver que los otros Kobbits todavía me miraban con recelo. Ninguno de ellos estaba pensando en atacarme porque tenían miedo, sin embargo, no había ninguno que intentara ser mis esclavos como lo había hecho el Jefe.

Por supuesto, no podía acogerlos como esclavos. Los monstruos deben cumplir ciertos requisitos para poder convertirse en esclavos. En primer lugar, necesitaban al menos ser un monstruo único.

El resto de estos Kobbits no estaban en ese nivel.

Sin embargo, todavía tenía un método para convertirlos a todos en mis subordinados.

Fue sencillo.

Comencé a caminar hacia el Jefe Kobbit. Los otros Kobbits se estremecieron como gatitos asustados y se alejaron con cada paso que daba.

El Jefe Kobbit se había despertado. Sin embargo, sentía mucho dolor por sus brazos y piernas rotos.

Lo agarré por el cuello nuevamente.

"Traduce esto palabra por palabra. Te mataré a ti y a todos los demás Kobbits de esta aldea y de esta zona si no te rindes. Pero si me juras lealtad, limpiaré por completo la Mina de los Demonios".

"Kiroo. Kiroroo. Kikikookoo…"

El jefe tradujo mi frase al idioma kobbit.

Los ojos del Kobbit Chieftain se abrieron de par en par una vez que llegó al punto sobre la Mina de los Demonios.

"¿Kirooroogoorooki?"

"¿Qué está diciendo?"

"Está preguntando si realmente puedes destruir a los monstruos en la Mina de los Demonios".

"Por supuesto. Pero necesita jurarme total lealtad".

El Jefe repitió lo que dije una vez más y el Jefe Kobbit asintió con la cabeza.

"¡Graznar!"

"Maestro, el cacique le ha jurado lealtad".

Una rendición total.

Sin embargo, no recibí ningún mensaje acerca de cómo había perdido toda voluntad de resistir o aceptarlo como esclavo.

Esto significaba que no debería confiar en él a pesar de que afirmó prometerme su lealtad. Él podría traicionarme en cualquier momento independientemente de su lealtad.

Sin embargo, no será fácil lograrlo. Mostré una fuerza demasiado abrumadora para que él hiciera eso.

"Bien. Entonces curaré sus heridas".

Usé una poción para curar las heridas del Kobbit Chieftain. El Jefe Kobbit luego inclinó la cabeza varias veces y prometió su lealtad una vez más.

Me puse mi armadura de cuero de Shadow Fox y mi bolsa mágica. Había vuelto a mi configuración original.

¿Debo echar un vistazo para ver qué tan leal es conmigo?

Extendí mi mano hacia el Jefe Kobbit.

Me miró confundido. No parecía entender lo que quería.

"Dile que te entregue el Anillo del Guerrero".

El Jefe Kobbit puso una expresión incómoda una vez que el Jefe se lo tradujo.

Sin embargo, no pudo decir que no. Parecía haber abandonado cualquier pensamiento de resistencia después de escucharme pedir específicamente el Anillo del Guerrero.

El Jefe Kobbit me llevó a su casa.

La casa del Cacique no estaba en el área común, sino dentro de una cueva al lado del acantilado. La cueva se hizo más ancha a medida que entrabas y se dividía en varias habitaciones.

La habitación del Cacique era definitivamente más grande que las otras habitaciones. Incluso había un trastero al lado.

El Cacique atravesó el almacén y sacó una caja de madera. Luego me entregó la caja entera.

"¡Graznar!"

Abrí la tapa y encontré todo tipo de artículos dentro.

Sin embargo, lo único que me llamó la atención fue el anillo. Era el único artículo que estaba limpio y brillante en la caja llena de artículos viejos y oxidados.

La información apareció tan pronto como recogí el anillo.

[Anillo del guerrero]

Un anillo fabricado por el Templo de Ares específicamente para luchar contra el poder de la oscuridad.

Los poderes divinos relacionados con Ares aumentarán en un 60%.

Sólo tuvo un efecto.

Sin embargo, fue un efecto sorprendente. El hecho de que los poderes divinos aumentaran en un 60% significaba que cualquier sacerdote del Templo de Ares que usara este anillo vería que todas sus habilidades aumentarían en fuerza en un 60%.

Debatí ponerlo en mi inventario antes de ponérmelo en el dedo. Inmediatamente sentí algo siniestro junto con un mensaje.

'¡Ah! ¡El Anillo de la Oscuridad!'

Rápidamente me quité el Anillo del Guerrero. No era como si alguien como yo, que no era sacerdote, pudiera usar este anillo de todos modos. No era como si el anillo aumentara mi número de puntos de guardia ni nada por el estilo.

"Entonces, ¿nos dirigimos ahora hacia la Mina de los Demonios? ¿Que tan lejos esta de aqui?"

"Graznar. Podemos llegar allí en 20 días si corremos lo más rápido que podamos".

20 días. ¿Entienden el significado de los días cuando aquí no hay días ni noches?

Pero la lealtad del Jefe era cercana al 90 por lo que probablemente no estaba mintiendo.

Estoy seguro de que también tenían sus propias formas de calcular el tiempo.

Llamaré a Kaicher y a los demás a la entrada de la Mina de los Demonios.

"¡Vamos!"

Tenía dos Kobbits a la cabeza. Tenía al Cacique parado a mi izquierda junto con el Jefe. Fue porque se trataba de un área peligrosa donde algo inesperado podía suceder en cualquier momento.

Los otros Kobbits no importaban, pero necesitaba mantener vivo al Cacique hasta que encontráramos la Mina de los Demonios. Naturalmente, tampoco quería que Chief muriera.

Deslizarse-

"¡Graznar!"

Sabía que esto pasaría.

Estábamos en una cueva normal y de repente apareció un grupo de Serpientes de la Muerte. Había cinco de ellos.

Los dos Kobbits que iban a la cabeza fueron envenenados por las Serpientes de la Muerte antes de que tuvieran la oportunidad de responder.

Habría sido terrible si el Cacique y el Jefe lideraran el camino.

Rápidamente me deshice de las Serpientes de la Muerte.

No pudimos hacer nada con los dos Kobbits que fueron envenenados. Incluso si hubiera algo que pudiera hacer, no usaría esas preciosas pociones en estos Kobbits.

Todavía tenía muchos Kobbits que podrían usarse como corderos para el sacrificio.

"En su lugar, pon a esos dos al frente".

El Jefe le dijo mi mensaje al Cacique quien luego ordenó a los Kobbits.

Dos Kobbits parecían asustados, pero no podían ir en contra de las órdenes del Cacique.

"Corre más rápido."

"¡Graznar!"

Los Kobbits al frente aumentaron su velocidad. Tal vez se movían para deshacerse del miedo, pero corrían mucho más rápido de lo que esperaba.

No es que me importara, ya que esto era mejor para mí.

Corrimos así durante unos 15 días.

Finalmente apareció la salida de la cueva.

Sin embargo, eso fue sólo el comienzo de una nueva cueva. Afuera de la cueva había un gran acantilado con una amplia pradera debajo, con diez entradas a la cueva en el borde de la pradera.

El Jefe Kobbit señaló a uno de ellos.

"Graznar. Kooehhehh".

"Dice que una es la entrada a la Mina de los Demonios. Graznar."

"Lidera el camino".

El Cacique puso a otros Kobbits al frente para liderar el camino. Sin embargo, estaban reaccionando de manera diferente a como lo habían hecho hasta ahora. Tenían los hombros curvados y el cuello hacia abajo, lo que los hacía parecer completamente aterrorizados.

Incluso dejaron de moverse una vez que llegaron a la entrada.

"¡Graznar!"

"Dice que aquí no pueden entrar. Graznar."

"¿Por qué? ¿Existe algún tipo de barrera?

"¡Graznar! Aparentemente ninguno de los Kobbits que entraron en esta cueva salió con vida, graznido."

En otras palabras, estaban demasiado asustados para entrar.

Entonces sé lo que tengo que hacer. Sólo necesito liderar el camino. Haré que el Jefe me siga detrás con el Jefe.

Por supuesto, no planeo liderar el camino por mi cuenta. Una gran cantidad de aliados que no se pueden ver en este momento estaban esperando que los llamara.

Creé un portal en la entrada de la cueva. El portal rojo se creó en menos de 3 segundos y los demás pronto llegaron desde el otro lado.

El valiente Enano Goonto estaba naturalmente a la cabeza.

"¿Qué te tomó tanto tiempo? Estaba tan aburrido."

Los otros enanos pronto llegaron antes de que aparecieran Rohas, Harrison, Shione y los demás.

"Eh, ¿por qué bajaron tus números?"

Dos miembros del grupo de Harrison habían muerto. Había 71 cuando los dejé pero sólo 69 llegaron.

"¿Crees que nos estábamos relajando en una especie de paraíso? Había tantos monstruos".

"Ni siquiera podíamos dormir bien porque aparecían por la noche".

"Jajaja. ¿No dormiste todo lo que querías durante el día?

Entendí lo que pasó.

Los dejé en medio del Distrito Oeste, que era conocido como una de las zonas más peligrosas.

"¿Pero dónde está este lugar?

¿Eso es tal vez...?"

Goonto miró fijamente la gran entrada de la cueva.

Parece que sería lento, pero parece bastante inteligente.

"Tienes razón. Esa es la mina de los demonios. Has estado cuidando bien la Espada Solar de Chubach, ¿verdad?

"Por supuesto."

Goonto tocó su vaina. Había traído su propia espada solar que había hecho junto con la Espada Solar de Chubach para cazar a los monstruos.

"Entonces comencemos. Yo lideraré el camino. Goonto, quédate detrás de mí con todos ellos".

Goonto finalmente giró la cabeza para ver al grupo de Kobbits.

Eran aproximadamente 60 de ellos. Comenzamos con más de 100 Kobbits, pero siguieron muriendo en el camino.

Los Kobbits se volvieron más fuertes debido al aura demoníaca, pero aún estaban por debajo del nivel 200. Por otro lado, los enanos eran la raza guerrera que se sabía que era fuerte.

Todos los Kobbits se estremecieron cuando los Enanos los miraron.

"¿Por qué necesitamos estos monstruos débiles?"

"Conquistadores. Son de la zona".

Esa fue suficiente explicación. Goonto asintió con la cabeza en comprensión.

"Entonces apurémonos. Quiero terminar esto y regresar a casa".

Ese también era mi plan.

Pero todavía necesitaba tomar algunas precauciones.

La armadura de cuero del Zorro de las Sombras debería hacer que sea difícil encontrarme en esa cueva oscura.

Sin embargo, sería mejor poner otro par de ojos frente a mí.

'Guardián Elemental, abre el camino'.

Una esfera brillante salió de mi ropa cuando di la orden.

El Guardian Elemental usa un poco de Energía Espiritual. Por eso es posible que no pueda usar Spirit Energy en un momento de necesidad si la mantengo activa durante un largo período de tiempo.

Pero realmente lo necesitaba ahora por razones de seguridad.

Pude ver 20 metros delante de mí gracias al Guardian Elemental.

Rápidamente comencé a moverme después de confirmar que era seguro. Goonto, Harrison y los demás colocaron luces mágicas en sus frentes y me siguieron.

Kiiiiiii-

Dos Hell Spiders aparecieron repentinamente detrás de una gran roca. Parecían haber estado esperando para atacar.

Estaban apuntando directamente a mi cara.

"¡Cuidado!"

"¡Esquivar!"

Escuché los gritos preocupados de Goonto y Harrison detrás de mí.

Sin embargo, no tuvieron más remedio que jadear. Las Twin Blades de Goonto se movieron tan pronto como aparecieron las Hell Spiders.

Barra oblicua-

Las dos Hell Spiders rápidamente se convirtieron en cadáveres y cayeron al suelo. Los había cortado de un solo golpe.

"¿Qué está pasando? También te encargaste fácilmente del ataque furtivo antes".

"¿Sabías que los monstruos estaban aquí?"

Por supuesto que lo sabía. ¿Por qué si no estaría usando Energía Espiritual para mantener al Elemental Guardián frente a mí?

Pero no había ninguna razón para informarles sobre el Guardian Elemental. Solo les dije que era una luz mágica flotante.

¿En cuanto a cómo pude notar estos ataques furtivos?

"Ya te dije. Soy un poco especial".

En realidad no les decía cómo, pero simplemente asintieron con la cabeza. Les había mostrado suficientes cosas sorprendentes como para que no lo cuestionaran.

"¿Qué estás haciendo? Todavía tenemos un largo camino por recorrer."

Tomé la iniciativa una vez más.