El humano y el gato se dirigieron hacia las profundidades del Bosque Wuyou.
Zhao Feng tenía sus propios planes, y era menos probable que alguien sospechara si él actuaba solo. Además, de todos modos, se adaptaba a la actitud original del cuerpo.
Adicional a eso, Zhao Feng también quería probar cuánto poder de batalla le quedaba. Era demasiado despectivo para atacar a aquellos bajo el Reino Espíritu Verdadero, pero todavía había un pequeño número de bestias que atacaron a Zhao Feng.
*¡Crack! ¡Boom!*
Los árboles cercanos fueron rotos por una gran oleada de poder. Una vaca Yao envuelta en llamas cargó hacia Zhao Feng.
—¿Una bestia que acaba de alcanzar el Reino Espíritu Verdadero?
Zhao Feng ni siquiera la miró. Hizo un barrido con la mano, enviando por el aire una espada de llamas de color rojo claro hecha de Yuan Verdadero.
*¡Whoosh!*
El cuerpo grande de la vaca se cortó instantáneamente en dos y murió.
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