Algunos directores bajaron la cabeza y se quedaron callados al ser regañados. Xie Linlang se paró a un lado y dijo en voz baja: —Es mi culpa. No soy lo suficientemente buena.
Tan Ying se frotó la sien y suavizó su tono. —No es tu culpa.
Si Xia Ling no usara un falsete hoy, aún podrían luchar. Pero las competiciones eran crueles, quien tuviera más talento ganaría al otro. Xie Linlang ya alcanzó su potencial hoy y lo hizo muy bien. Ella realmente no podía ser culpada por este resultado.
Alguien en la sala de reuniones dejó escapar una risa fría. La risa conmocionó a algunas personas, haciéndolas girar instintivamente. Como se esperaba, era Wei Shaoyin. Desde que Xia Ling se vio obligada a abandonar Skyart, él y Tan Ying no habían estado hablando.
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