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CAPITULO 1: MUERTE Y REENCARNACION

Era una noche tranquila en las calles de la ciudad, pero todo cambió en un instante cuando un grito desesperado rompió el silencio. Liam Parker, que caminaba por un callejón de regreso a casa, se detuvo en seco al escuchar a alguien pidiendo ayuda. Sin pensarlo dos veces, corrió hacia el origen del sonido.

Al llegar, vio a tres hombres acorralando a una chica joven contra la pared. Uno de ellos le arrancaba la mochila mientras otro revisaba los bolsillos de su chaqueta. La chica forcejeaba, pero estaba completamente superada.

—¡Déjenla en paz! —gritó Liam, atrayendo la atención de los tres hombres.

Los ladrones se giraron hacia él. El más alto, con un tatuaje en el cuello, sonrió con burla.

—¿Y tú qué? ¿Vas a jugar al héroe? —preguntó mientras daba un paso adelante.

Liam no respondió. En lugar de eso, avanzó hacia el hombre que sujetaba a la chica y lo empujó con fuerza, haciéndolo retroceder unos pasos. La joven aprovechó la oportunidad para soltarse y, sin mirar atrás, corrió por la calle mientras gritaba pidiendo ayuda.

—¡Maldita sea! —gruñó uno de los ladrones mientras se giraba hacia Liam.

—¿Sabes lo que acabas de hacer? —dijo el de tatuaje, sacando una navaja del bolsillo. La hoja brilló bajo la luz tenue de un poste cercano.

Liam intentó retroceder, pero los tres hombres lo rodearon. Trató de defenderse, lanzando un puñetazo que alcanzó a uno en el rostro, pero no fue suficiente. El hombre con la navaja aprovechó el momento para atacarlo, clavándole el arma en el costado.

—¡Ah! —Liam gritó de dolor, llevándose las manos al costado mientras sentía la sangre caliente empapando su ropa.

—Eso te pasa por meterte en lo que no te importa —escupió el hombre mientras sacaba la navaja de un tirón.

Liam cayó de rodillas al suelo, jadeando y con la vista borrosa. Uno de los ladrones lo pateó en el abdomen, tumbándolo por completo.

—¿Héroe? Ni siquiera sabes pelear —dijo otro mientras lo pateaba de nuevo.

Antes de irse, uno de ellos se inclinó sobre Liam y lo escupió en la cara.

—A ver si aprendes la lección.

Los tres salieron corriendo del callejón, dejando a Liam herido y desangrándose. El sonido de las sirenas se escuchó a lo lejos. Una vecina que había escuchado los gritos se acercó lentamente, gritando para pedir ayuda mientras sacaba su teléfono.

—¡Aquí hay un herido! ¡Apúrense! Esclamo la señora.

Cuando llegó la policía, encontraron a Liam tendido en un charco de su propia sangre. Los agentes intentaron reanimarlo mientras pedían una ambulancia, pero Liam ya no respondía.

Uno de los oficiales se quitó la gorra, apretando los labios.

—Hizo lo correcto... pero no lo logró.

La escena quedó en silencio, salvo por las luces parpadeantes de los patrulleros y la sirena de la ambulancia que se acercaba tarde.

Después de lo que sintió como su último aliento, Liam abrió los ojos... o al menos eso creyó. No había suelo bajo sus pies ni paredes a su alrededor, solo un espacio infinito lleno de oscuridad, salpicado por estrellas que parecían brillar con una intensidad inquietante, como si lo observaran.

—¿Dónde estoy? —murmuró, girando en todas direcciones. La nada lo envolvía, y su voz no tenía eco, como si aquel lugar absorbiera todo sonido.

Liam Desesperado, gritó: —¡Hola! ¿Hay alguien aquí?

El silencio era su única respuesta. Liam empezó a moverse, aunque no podía decir si avanzaba, retrocedía o simplemente flotaba en el vacío. Su cuerpo comenzó a sacudirse mientras trataba de encontrar algo, cualquier cosa, que le diera pistas sobre dónde estaba o qué le había sucedido.

—¿Es esto... mi castigo? —se preguntó con la voz temblorosa. La idea de estar atrapado, solo, para siempre, comenzó a instalarse en su mente. A pesar de saber que no había sido un santo en vida, no creía haber hecho algo tan terrible como para merecer un tormento eterno.

El tiempo pasó... o al menos eso pensó. No había forma de medirlo en aquel lugar. ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? Quizás habían sido eones. Sin referencias, cada instante se sentía eterno. Liam comenzó a rendirse. Su mente se desgastaba, y las estrellas que lo rodeaban parecían burlarse de él con su brillo frío e inalcanzable.

Justo cuando sentía que la locura lo consumiría, algo cambió. De la nada, apareció una luz frente a él. Era una pantalla translúcida, suspendida en el aire. Parecía holográfica, emitiendo un suave brillo azul que contrastaba con la oscuridad.

—¿Qué... es esto? —preguntó, sorprendido. Se acercó con cautela, sus manos temblorosas intentando tocarla, pero no sentía nada sólido.

De repente, la pantalla se encendió, mostrando un mensaje. Liam, al leerlo, sintió cómo las lágrimas le llenaban los ojos. Su respiración se entrecortó mientras sonreía, una sonrisa amplia y desesperada, casi animal.

—¡Por fin! —exclamó, su voz temblando entre risa y llanto—. ¡Por fin alguien o algo me ayudará a salir de este lugar!

En la pantalla aparecieron las palabras:

*[Sistema: Bienvenido, jugador Liam. Soy el Sistema de la Tienda, una inteligencia artificial que te asistirá en tus viajes por el universo. Aquí podrás comprar y vender artículos únicos mientras exploras diferentes mundos. Antes de comenzar, revisemos las reglas.]*

Liam leyó con atención, su mente llena de emoción y esperanza.

*[Regla 1: Los SP (Puntos del Sistema) son la moneda principal. Puedes ganarlos completando misiones, haciéndote famoso o comerciando con artículos únicos.]*

*[Regla 2: Cada acción tiene consecuencias, desde las misiones que aceptes hasta los objetos que vendas. Piensa bien antes de actuar.]*

*[Regla 3: La tienda está disponible solo en lugares seguros. No podrá usarse en combate.]*

Liam observaba las explicaciones con una mezcla de fascinación y alivio.

—Esto es real... esto es una oportunidad —dijo, mientras su sonrisa se transformaba en una de confianza—. ¡Estoy listo para lo que venga!

La pantalla holográfica brilló aún más, mostrando un sinfín de opciones, despues de un rato La pantalla volvió a encenderse, pero esta vez mostraba algo completamente distinto. Frente a Liam aparecieron nombres de mundos que reconoció de películas y series famosas. Se quedó boquiabierto al ver títulos como:

*"Ben 10"*,

*"X-Men"*,

*"Avatar: El Camino del Agua"*,

*"Spider-Man"*,

*"Los Increíbles"*,

*"Los Cuatro Fantásticos"*,

*"Avatar: El Último Maestro Aire"*,

*"La Leyenda de Korra"*.

Liam dio un paso atrás, procesando lo que veía.

—¿espera acaso esto es real? ¿Puedo ir a todos, estos mundos?

Comenzó a considerar cada opción, hablando consigo mismo:

*Ben 10:*

—Ventajas: ¡Podría obtener un Omnitrix! Sería increíble poder transformarme en alienígenas con poderes absurdos.

—Peligros: Pero si termino siendo alguien común, los villanos como Vilgax o Eon podrían acabar conmigo fácilmente.

*X-Men:*

—aunque podria ver las Ventajas de: Quizá obtenga un gen mutante y pueda unirme a los héroes.

—Sus Peligros: Si me tocara estar cerca de Magneto, Apocalypse o los Centinelas, lo más probable es que no sobreviva ni un día.

*Avatar: El Camino del Agua:*

—enverdad veo mas Ventajas que desventajas: Pandora es hermosa, un lugar lleno de maravillas y naturaleza pura. pero Los humanos y su tecnología… además sabiendo que, ¡los na'vi no son exactamente amigables con los extranjeros!

*Spider-Man:*

—bueno hay barias Ventajas: y Sería genial balancearme entre los edificios y luchar junto a Peter Parker.

—aunque los Peligros me dasaniman: Los villanos de Nueva York son despiadados, y si cruzo a alguien como el Duende Verde o Venom, estaría acabado.

*Los Cuatro Fantásticos:*

—bueno este mundo tienes varias Ventajas tambien: La posibilidad de tener poderes cósmicos y combertirme parte de este grupo de heroes.

—pero tiene algunos Peligros aterradores aligual que sujetos vastante insistentes: Solo con Doom y sus repetidos ataques a los 4 fantastico. Ese tipo no perdona ni a sus amigos y el mayor peligro Galactus el villano que debora mundos.

Liam siguió repasando los pros y contras de cada mundo, dudando más con cada pensamiento. Finalmente, preguntó:

—Oye, Sistema, ¿el mundo que elija, será donde reencarne?

La pantalla se iluminó con una respuesta clara:

*[Sistema: Negativo, anfitrión. Los mundos que se muestran son destinos donde deberá completar misiones para ganar puntos del sistema. El mundo en el que reencarnará será seleccionado al azar a través de una ruleta gacha. Sin embargo, también podrá ganar puntos del sistema en ese mundo.]*

Liam dejó escapar un suspiro. —Así que el destino de mi reencarnación depende del azar. Genial… Regresó su atención a la pantalla.

—En ese caso, elijo *Avatar: El Camino del Agua.* Siempre quise visitar Pandora.

Después de seleccionar el mundo, la pantalla volvió a brillar, mostrando una nueva opción: *La Ruleta Gacha.*

Liam tragó saliva al verla. —Bueno, Sistema, empecemos con esto. Con un toque, la ruleta comenzó a girar. Los nombres que aparecían lo hicieron sudar frío:

- *"Fundación SCP"*,

- *"Deadpool mata al universo Marvel"*,

- *"Alien"*,

- *"Los Cuatro Fantásticos"*,

- *"Ghost Rider"*,

- *"Aquaman"*,

La ruleta empezó a desacelerar, deteniéndose lentamente. Liam cruzó los dedos, pero el resultado no fue el que esperaba.

*Universo DC.*

Liam se quedó mirando la pantalla en silencio. Solo una palabra salió de su boca: —¡Mierda!

Antes de que pudiera procesarlo, el Sistema activó un portal brillante lleno de colores que lo envolvió.

—¡Mierda, mierda, mierda! —gritó mientras era arrastrado por el portal, flotando entre luces cegadoras y energías desconocidas.

Cuando el viaje terminó, Liam fue lanzado dentro de un apartamento. Al levantarse, notó que era un lugar moderno, espacioso y lujoso, con un diseño minimalista y grandes ventanales que dejaban entrar luz natural.

—¿Dónde demonios estoy ahora? —murmuró. La pantalla volvió a aparecer frente a él, mostrando un nuevo mensaje:

*[Sistema: Felicitaciones, anfitrión, ha recibido el "Paquete de Bienvenida del Sistema".]*

*[Refugio Privado: Este objeto asegura al anfitrión un hogar personal que se adapta a cualquier lugar en el que se instale. Detalles:]*

- *"Siempre un hogar": El refugio será una casa moderna de dos pisos con patio y piscina, independientemente del tamaño del terreno original.*

- *"Defensas activas": Nadie podrá entrar sin invitación. Los enemigos que intenten dañar el refugio verán reducida su fuerza al nivel de un niño de 7 años.*

- *"Función activa": El anfitrión debe activar manualmente esta habilidad para acceder al refugio.*

Liam suspiró aliviado mientras leía. —Bueno, al menos tengo un lugar donde estar a salvo… aunque sigo atrapado en el Universo DC.

Se dejó caer en el cómodo sofá del apartamento, mirando al techo. Sabía que los desafíos apenas comenzaban.

-"Muy bien," murmuró Liam mientras se estiraba en el sofá, escuchando el crujir de su espalda. Con un largo suspiro, se levantó y se dirigió hacia la ventana del apartamento. Quería observar el exterior para tratar de entender dónde estaba exactamente.

Al asomarse, la respuesta fue inmediata. En el oscuro cielo nocturno, iluminado por una luna pálida, se alzaba una señal inconfundible: el símbolo de un murciélago proyectado sobre las nubes.

Liam se quedó congelado, su mente procesando rápidamente la escena frente a él. Finalmente, con una expresión incrédula y la cara en blanco, murmuró:

—De todas las ciudades del Universo DC… el sistema tenía que mandarme justo a Gotham. Se frotó las sienes mientras reflexionaba.

—Claro, porque nada podía salir mal en la ciudad donde el único héroe con capa tiene planes de contingencia hasta para su propia sombra. Con un suspiro resignado, decidió concentrarse en lo que podía controlar. —Sistema, abre la tienda. La pantalla del sistema apareció inmediatamente frente a él, con un mensaje claro:

[Sistema: Aquí tienes el panel de la tienda, anfitrión.] Liam observó detenidamente la interfaz, notando que estaba dividida en cuatro secciones principales:

1. **Comida.**

2. **Armas.**

3. **Materiales y Planos.**

4. **Animales.**

Además, cada sección tenía una opción de **Ruleta Gacha** para desbloquear contenido relacionado con diferentes mundos. Liam arqueó una ceja. —¿En serio? ¿También tengo que hacer giros gacha para desbloquear las opciones de la tienda? —Dicho esto, se encogió de hombros—. Bueno, ¿por qué no?

Con una mezcla de curiosidad y resignación, giró la primera ruleta. La pantalla mostró un mensaje de felicitación tras detenerse en un resultado: **[¡Felicidades al anfitrión por desbloquear la comida del mundo Pokémon! 🎉]** Liam soltó una risa incrédula.

—¿Voy a poder comer bayas y pokecubos? Esto se está poniendo interesante. Continuó girando las ruletas de las diferentes categorías, obteniendo resultados variados:

**[¡Felicidades al anfitrión por desbloquear la comida del mundo One Piece!]**

**[¡Has completado la misión oculta: Reabastece el inventario de la tienda! 🎉]**

—¿Misión oculta? —dijo, con los ojos brillando de emoción—. ¿También hay misiones secretas? ¡Esto es genial! El sistema apareció nuevamente con un mensaje adicional:

**[Recompensa: Linaje Bestia. Permite cambiar tu especie a una semi-humana con rasgos animales.]**

Liam dio un salto de emoción. —¡Espera, espera! ¿Puedo convertirme en un semi-humano? ¡Esto es increíble! Con los ánimos renovados, continuó girando las ruletas de las demás categorías:

**[¡Felicidades al anfitrión por desbloquear las armas del mundo Naruto! 🎉]**

**[¡Felicidades por obtener los pergaminos de jutsu del mundo Naruto! 🎉]**

Liam parpadeó, intrigado. —Espera, ¿puedo obtener cosas del mismo mundo más de una vez?

El sistema respondió inmediatamente: **[Sistema: Correcto, anfitrión. Gracias a las reglas de la ruleta gacha, puedes obtener diferentes categorías dentro de un mismo mundo. Por ejemplo, en la sección de armas, podrías obtener objetos de apoyo como pergaminos o herramientas de combate alternativas.]**

Liam asintió, impresionado. —Eso es… bastante útil, la verdad. Gracias, sistema. Siguió con los giros hasta completar todas las categorías, obteniendo recompensas adicionales:

- **felicitades por obtener Materiales y planos del mundo Marvel.**

- **Materiales y planos del mundo Minecraft.**

- **Animales del mundo Ark: Survival Evolved.**

- **Animales del mundo Animales Fantásticos de Newt Scamander.**

Finalmente, después de más de dos horas, Liam se dejó caer nuevamente en el sofá, agotado pero emocionado.

—Uf, en qué lío me acabo de meter. Pero, hey, al menos ya no estoy atrapado en ese espacio negro y vacío…

Mientras miraba al techo, empezó a pensar en su futuro. —¿Qué debería hacer con todas estas cosas? ¿Abrir una tienda? ¿O cumplir mi viejo sueño de abrir una cafetería donde se pueda vender de todo, como esos OXXOs en México? Esos lugares tenían de todo…

Rió suavemente al recordar el viaje que hizo a Acapulco para visitar a sus abuelos. —Sí, eso suena como un plan. Pero, ¿por qué elegir entre el sistema y mis sueños? Mejor los uso para lograr ambos.

Con una sonrisa satisfecha, cerró los ojos, dejándose llevar por el cansancio y la emoción de lo que estaba por venir.

Al dia siguiente mientras el sol enpesaba a iluminar la tierra. El sonido de un despertador invadió la habitación, sacudiendo el silencio con insistencia. -Bip, bip, bip, bip, bip.

—Ugh... ¡Maldito aparato! —gruñó Liam, levantando un brazo adormilado para intentar detenerlo. Su mano golpeó la mesa de noche un par de veces hasta que finalmente logró apagarlo.

Aún medio dormido, enterró su rostro en la almohada, dispuesto a retomar el sueño. Sin embargo, algo no se sentía bien. Su cuerpo parecía... diferente. Era como si todo estuviera fuera de proporción. Con una mezcla de curiosidad y pereza, se sentó al borde de la cama y estiró los brazos.

Con pasos lentos y tambaleantes, se dirigió al baño. Una ducha ayudaría a despejar su mente. El agua caliente le recorrió el cuerpo, relajándolo. Mientras el vapor llenaba el espacio, empezó a notar algo extraño. Sus manos, normalmente grandes y con marcas de su edad, ahora parecían más pequeñas, con dedos más finos y piel lisa. -"¿Qué demonios...?"

Al salir de la ducha, tomó una toalla para secarse rápidamente y se acercó al espejo. Lo que vio lo dejó sin aliento. Su reflejo era el de un joven desconocido: un chico de aproximadamente 17 años, con un rostro atractivo y juvenil que irradiaba vitalidad.

—Esto... esto no puede ser real —murmuró, tocándose el rostro. Su mandíbula era más definida, sus ojos verdes brillaban con intensidad y su piel tenía un tono melocotón saludable, sin rastro alguno de las arrugas y cicatrices que antes adornaban su rostro. Su cabello, que recordaba ser corto y oscuro, ahora era de un blanco puro, cayendo hasta sus hombros en suaves ondas.

Retrocedió un paso, inspeccionando su cuerpo. No solo había rejuvenecido; su complexión era más atlética, como si su cuerpo hubiese sido moldeado a propósito para destacar en fuerza y agilidad. Recordó su antigua apariencia: un hombre de 38 años, con una barriga incipiente y una altura intimidante de 2,01 metros. Ahora, con apenas 1,70 metros, se sentía mucho más compacto y... cómodo consigo mismo.

—Bueno... esto es nuevo —dijo, soltando una risa incrédula mientras pasaba los dedos por su cabello blanco.

Después de varios minutos procesando el cambio, se dirigió a la cocina. Allí encontró una pequeña despensa junto a un refrigerador. Al abrirlos, inspeccionó su contenido con cuidado.

—Mmm... tenemos unas tazas de ramen instantáneo: pollo picante, carne de ternera y... ¿verduras? —enumeró en voz alta mientras sacaba algunas—. También hay una caja de cereal y, oh, leche. Eso es un alivio.

El refrigerador contenía frutas y verduras frescas, además de cuatro botellas de agua mineral. Liam se rió al pensar en lo curioso de la situación.

-"¿Una despensa mágica que se abastece sola? Bueno, supongo que esto no es lo más extraño que me ha pasado últimamente."

Luego de ese debate mental Liam decidió prepararse un tazón de cereal con leche. Mientras comía, reflexionó sobre lo ocurrido.

—Esto no es un sueño... ¿verdad? Si lo es, es el más realista que he tenido. —Sus pensamientos vagaron hacia el sistema que lo había traído hasta aquí—. Tal vez debería revisarlo de nuevo.

Después de lavar el tazón y los cubiertos, se acomodó en el sofá y cruzó los brazos detrás de la cabeza. —Sistema, abre el menú de la tienda.

La pantalla holográfica apareció frente a él, y Liam exploró con interés las opciones. La interfaz mostraba categorías claras: comida, armas, materiales y animales. Cada una de ellas contenía subcategorías llenas de objetos sorprendentes.

-"Vaya, esto es increíble. Es como tener un mercado interdimensional en la palma de mi mano."

Al revisar las opciones de comida, notó que no solo había ingredientes comunes. Había frutas, carnes y especias de mundos ficticios.

-"Lechuga de los Pokémon, carne de reyes marinos de *One Piece*, e incluso bayas curativas. Que grasias al estar en este mundo realmete podría ser útil."

Pasó a las armas del mundo de naruto y encontro. "Kunais y shurikens. Incluso tienen pergaminos de sellado Uzumaki. ¿Qué tan poderosa puede ser esa técnica en este mundo?"**

Pero lo que más le intrigaba eran los materiales y planos. Entre los recursos del mundo *Minecraft* y metales como el adamantium y el vibranium de *Marvel*, las posibilidades parecían infinitas. —Con todo esto, podría construir lo que sea... un arma, una base... incluso una cafetería si quisiera.

Antes de continuar, recordó la recompensa que había obtenido el día anterior: el cambio racial. —Tal vez debería probarlo ahora.

Dio un suspiro profundo, preparándose mentalmente para lo que estaba por venir. —Sistema, abre la recompensa de cambio de especie.

La pantalla cambió, mostrando una lista de especies semi-humanas. Gatos, lobos, águilas, tigres... las opciones eran muchas.

Después de pensarlo detenidamente, seleccionó **semi-tigre blanco.** En cuanto confirmó su elección, una sensación cálida recorrió su cuerpo. Una transformación estaba ocurriendo.

Al terminar, corrió al espejo para observar los cambios. Su cabello seguía siendo blanco, pero ahora tenía rayas negras, similares a las de un tigre. Dos orejas de tigre sobresalían en la cima de su cabeza, y una cola larga y elegante se movía suavemente tras él.

Su cuerpo permanecía atlético, pero con un aire más felino: ágil y fuerte. Sus ojos verdes brillaban con una intensidad casi salvaje, pero seguían conservando un toque humano.

—Esto es... wow. —Se miró con detenimiento—. Realmente soy impresionante. Ni siquiera en mis sueños más locos me habría imaginado algo así despue de la sudireda de adrelanina.

Liam se sentó nuevamente en el sofá, disfrutando de la sensación de su nuevo cuerpo y el aire renovado que ahora lo rodeaba. Mientras contemplaba su reflejo, una idea se formó en su mente: ya había cumplido su parte de consegir informacion sobre este mundo, pero el próximo paso era ir a Pandora, el planeta de *Avatar*. La curiosidad lo embargaba, pero también sentía una cierta emoción por lo que podría encontrar allí. ¿Qué clase de desafíos le esperaba?

Liam inmediatamente llamó al sistema, con su voz cargada de expectativa y emoción.

—¡Sistema! ¿Con qué método puedes enviarme a Pandora?

Tras decir eso, una pantalla holográfica apareció ante él, proyectando letras doradas que parpadeaban como si fueran fuegos artificiales.

*[SISTEMA: ¡EL MÉTODO QUE EL ANFITRIÓN DESEA SABER, ES…!]*

Despues de una pausa dramática, no se hizo esperar la respuesta del sistema mientras mostrava la siguiente línea:

*[solo tienes que Seleccionar la interfaz de traslado del sistema a otro universo.]*

Liam parpadeó varias veces sin entender, mirando la pantalla con incredulidad.

—¿HE En serio? ¿Tanta dramatización solo para que me digas que tengo que seleccionar la interfaz? —bufó, cruzándose de brazos.

El sistema, como si entendiera su frustración, proyectó un emoji burlón de una carita sacando la lengua. Esto hizo que Liam se llevara una mano al rostro asiendo facepalm, mientra exhalanba profundamente.

—No sé si debería estar molesto por esta obvia burla o intrigado por tú, obvia muestras emocional… —comentó Liam, dejando caer los brazos con resignación.

Sacudiendo la cabeza, decidió no perder más tiempo.

—Mejor sigamos con el plan. Quiero ir y explorar Pandora cuanto antes.

La interfaz cambió de inmediato, mostrando un menú titulado: *Viaje a Otros Mundos. Con solo una opción disponible: **Pandora*. Liam sonrió para sí mismo.

—Bien, allá vamos. Solo espero no toparme con alguna bestia asesina en cuanto llegue. Okey, sistema, ¡deseame suerte!

Al seleccionar la opción de viaje, un nuevo aviso apareció en la pantalla:

*[Debido a la necesidad de adaptarse al ambiente, el cuerpo del anfitrión será modificado para adaptarse al mundo de pandora. Los cambios incluyen:

- *Un aumento en la altura base del anfitrion : 2,7 metros de altura.*

- *Una mayor proporcion de Fuerza y resistencia mejoradas para igualar a los Na'vi, en la agilidad y en la escalada con la capacidad para pespirar el aire de Pandora.*

- *Una cola neuronal integrada al anfitrion, cubierta por el cabello en forma de trenza, con la capacidad para vincularse con la vida en Pandora.]*

Liam leyó con atención las nuevas caracteristicas, asimilando a cada nuevo detalle de informacion.

—Al parecer los nuevos cambios que tendra mi cuerpo me volverán un híbrido o algo similar a eso… y Ahora pensandolo bien en realidad no esta nada mal. Solo espero no terminar pareciendome a un experimento fallido. —Encogiendoce de hombros dio a confirmar el viaje.

Una luz enpeso a envolver su cuerpo, Mientras pequeñas partículas de energía luminosa danzaron a su alrededor. En un destello, desapareció.

En Pandora: El aire era distinto, lleno de vida y energía. Liam abrió los ojos lentamente, y lo primero que notó fue su perspectiva elevada. Miró sus manos, ahora cubiertas de un leve pelaje blanco con rayas negras, que casi no sedestinguia de la piel, y que le recordaban a un tigre. Su cola antes larga ahora era mucho mas fuerte y ágil que se movía atras de él, y su nuevas sensaciones que podía sentir cada brizna de hierba bajo sus pies descalzos.

—¡Sistema! Esto… ¡esto es increíble! —exclamó, girando sobre sí mismo para observar su entorno.

La selva de Pandora lo rodeaba, con su vibrante viva. Y como las Plantas luminiscentes se extendían hasta donde alcanzaba la vista, y los sonidos de criaturas desconocidas llenaban el aire. Liam emosionado corrío de un lado a otro, maravillado por cada detalle y colores de la fauna de pandora, liam rio vijorosamente, como un niño en un parque de diversiones.

A lo lejos donde se encontraba, una manada de Pa'li —caballos de seis patas— pastaban tranquilamente comiendo el nectar de las flores. Sus cuerpos eran majestuosos, con una elegancia que no se veía en los animales terrestres.

—¡Wow! —susurró Liam, acercándose lentamente para no asustarlos—. Nunca pensé que los vería en persona. Las películas no les hacían justicia.

Se agachó, moviéndose con cuidado hasta que uno de ellos, el más pequeño de la manada, dejó que se acercara. Liam extendió la mano con suavidad, sintiendo la piel cálida y fuerte del animal. Fue como tocar un caballo, pero más imponente, más salvaje.

—Esto es simplemente alucinante… —murmuró, con una sonrisa que parecía imposible de borrar de su rostro.

Tras pasar un tiempo con la manada, decidió continuar explorando. Cada rincón de Pandora era un espectáculo. Flores que reaccionaban al tacto, hongos que brillaban como faroles, y árboles tan altos que sus copas parecían rozar el cielo.

De repente, unas pequeñas luces comenzaron a rodearlo.

—¿Qué es esto…? —se preguntó, extendiendo la mano hacia ellas. Las reconoció al instante: eran semillas del árbol sagrado de los Na'vi, las Itokiraya.

Liam permaneció inmóvil, dejando que las pequeñas luces flotaran a su alrededor. Una idea cruzó por su mente, y rápidamente abrió el sistema para guardar una de las semillas en su inventario. Al asegurarse de que estaba intacta, hizo una promesa en voz baja.

—Les llevaré conmigo y las plantaré en el mundo de DC. Serán un símbolo de esperanza.

Las demás semillas parecieron comprender, flotando pacíficamente a su alrededor hasta desaparecer.

Tras horas de caminar, maravillado con cada paso que daba, Liam encontró un árbol gigantesco. Era tan grande que podía compararce con una mansion de varios pisos. Se detuvo, contemplando la imponente estructura arboria de pandora.

Luego de pensarlo liam esclamo, —Este será mi nuevo hogar en pandora—declaró con determinación.

Activando el sistema, seleccionando su habilidad *No hay hogar como el hogar*, que le permitía remodelar cualquier lugar para convertirlo en su base. Imaginó cada detalle:

Creo una casa dentro del gigantesco arbol, liam al imaginarse la casa y ver el tamaño del arbol liam se desidio por crear cuatro plantas como si fuera una casa de cuatro pisos.

En la Primera planta liam creo una tienda-cafetería donde vendería productos únicos del sistema.

Y en la segunda planta el crontrullo una sala de estar con sofás cómodos y una gran pantalla para ver televisión y barios dispositivos para el entretenimiento.

En la Tercera planta la dedico para crear una La cocina, equipada con los mejores electrodomésticos.

Y por ultimo en la Cuarta planta contrullo su propia habitación y tres cuartos para invitados, con las plantas terminadas liam contrullo en todas las plantas baños ultramente modernos, con capasidad de 4 navi o 8 humanos comunes y estos baños estaban conectados por toboganes de agua que estaban integrados en ellos con una corriente de agua perpueta.

Con eso terminado un destello, ilumino el interior del árbol que comenzó a transformarse, adaptándose a su visión. Por fuera, seguía siendo un árbol imponente, pero por dentro era un refugio moderno y acogedor.

Liam sonrió, satisfecho con su trabajo. Luego, Liam abrió el menú del sistema mientras se recostaba contra una raíz masiva del árbol gigante que ahora llamaba hogar, y pregunto.

—SISTEMA, ¿Cuántos puntos tengo disponibles?. -*[SISTEMA: El anfitrión tiene 1500 puntos disponibles.]*

Despues de obserbar los menu del sistema. Su mirada se posó en la sección de materiales, penso en el vibranium para luego recordandole las propiedades del Vibranium y asi capto su interés. Y sin pensarlo mucho, seleccionó el menu de materiales , seleccino el mineral y comunicó su intención al sistema.

—Sistema, quiero comprar cinco kilogramos de Vibranium cuanto me costaria.

La respuesta fue inmediata, con la voz mecánica del sistema resonando en su mente:

—El precio de cinco kilogramos de Vibranium es de 250 puntos. ¿Confirmar compra?

Liam respiró hondo y sonrió. —Confirmar.

Un destello luminoso apareció frente a él, y en segundos, un pequeño pero denso contenedor de Vibranium se materializó. Lo sostuvo entre sus manos, admirando el brillo tenue y la energía que parecía emanar del metal.

Mientras lo observaba, su mente divagó en las propiedades únicas de este mineral. Pensó en cómo este metal extraterrestre, al impactar en la Tierra hace siglos, había caído en un desierto árido, un lugar completamente muerto. Sin embargo, con el paso del tiempo, la presencia del Vibranium había transformado la tierra estéril en un paraíso verde. Una selva exuberante brotó, llena de plantas raras y especies extintas, como si el mineral trajera vida donde antes no había esperanza.

—Si tuviera más puntos, compraría toneladas de esto —murmuró Liam con un suspiro. Miró hacia el tronco del gigantesco árbol donde ahora vivía y tomó una decisión.

Con cuidado, comenzó a enterrar pequeñas piezas de Vibranium alrededor de la base del colosal tronco. Cada fragmento se hundía en la tierra con facilidad, como si el planeta mismo lo aceptara. Una vez terminó, se quedó admirando su obra y reflexionando.

Finalmente, giró hacia su hogar: una imponente casa construida dentro del tronco de un árbol del planeta Pandora. Sonrió al ver su creación.

La primera planta era su sueño hecho realidad: una cafetería. Planeaba vender productos del sistema, además de ofrecer intercambios. También había diseñado un baño de lujo, amplio y cómodo, capaz de albergar hasta cuatro Na'vi o seis humanos al mismo tiempo.

La segunda planta estaba dedicada al entretenimiento y la sala medica : mesas de pool y metegol, una consola Wii, una mesa de tenis, e incluso una cancha de fútbol y baloncesto perfectamente adaptadas para su espacio.

Aparte de eso tambien incluia una sala medica con lo ultimo en ternologia de marvel y naruta grasia a sus sellos con pindoras de sangre y chakra curativo,stc.

La tercera planta era una mezcla de cocina, comedor y living, todo en un diseño funcional y acogedor.

Por último, la cuarta planta era su santuario personal. Contaba con su dormitorio, equipado con tecnología de última generación para entretenimiento y descanso. Había tres habitaciones adicionales para invitados, cada una con baños de lujo, replicando el diseño de la primera planta.

—Perfecto —dijo en voz baja. Su mirada se llenó de satisfacción mientras se dejaba caer en un sofá, cerrando los ojos para descansar. Mañana, su misión sería buscar y conocer una tribu Na'vi cercana.

Después de recordar todo lo acontecido el día anterior, Liam despertó con energía renovada. Sin perder tiempo, abrió el menú del sistema nuevamente. Esta vez, su objetivo era encontrar un animal que pudiera servirle como montura en este vasto y peligroso mundo.

—Sistema, abre el menú de animales.

Después de desplazarse entre las opciones, sus ojos se iluminaron al encontrar justo lo que buscaba: *Thylacoleo furtimorsus, una criatura del videojuego *Ark: Survival Evolved.

La descripción del sistema le resultó fascinante:

"El Thylacoleo es un marsupial grande y poderoso que a menudo se puede encontrar cazando alrededor de los árboles. Sus largas garras y dígitos semioposibles lo convierten en un escalador apto, una cualidad que usa para emboscar a su presa desde lo alto. Su técnica de caza lo hace extremadamente efectivo, dejando a sus objetivos aturdidos y sin posibilidades de escapar."

Liam leyó la información con interés, y sin pensarlo dos veces, seleccionó un Thylacoleo adulto.

—El precio es de 150 puntos. ¿Confirmar compra? .

—Confirmar —dijo con decisión.

Un rugido profundo resonó a su lado cuando el Thylacoleo apareció, su pelaje oscuro y musculatura poderosa reflejaban su naturaleza depredadora. La criatura lo miró fijamente antes de emitir un gruñido de reconocimiento. Liam sonrió mientras acariciaba suavemente al majestuoso marsupial.

—Bienvenido a la familia, compañero. Tenemos mucho por explorar. *La llegada a Pandora y el encuentro con Jake Sully*

Liam admiró a su nuevo compañero, el Thylacoleo, que estaba sentado con majestuosidad frente a él. No perdió tiempo y, tras acariciar su grueso pelaje, se subió al animal. Se acomodó cuidadosamente en el lomo del marsupial, sujetándose de las pequeñas protuberancias naturales que ayudaban a mantener el equilibrio. Sin embargo, algo lo dejó atónito.

—¿Qué demonios? —murmuró al notar dos largas colas neuronales detrás de las orejas del Thylacoleo.

Sabía perfectamente que estas criaturas, al menos en el videojuego Ark, no poseían esta capacidad. Solo los Na'vi y sus monturas en Pandora tenían colas neuronales para vincularse. Intrigado, Liam reflexionó un momento antes de conectar los puntos.

—Esto tiene que ser cosa del sistema —dijo en voz alta, frunciendo el ceño.

Al consultar directamente al sistema, obtuvo una respuesta que lo dejó aún más convencido.

—Todos los animales obtenidos del sistema se adaptan automáticamente al entorno del usuario. En Pandora, las criaturas reciben características que les permiten conectarse con el ecosistema local.

Liam se cruzó de brazos y miró a su Thylacoleo, ahora aún más impresionado.

—Así que incluso tú has cambiado para adaptarte a este mundo... Supongo que tiene sentido. Pandora está diseñada para que todo esté conectado, y ahora tú también formas parte de eso.

El sistema también le recordó que, al llegar a Pandora, él mismo había sufrido cambios para adaptarse. Antes de aterrizar, su cuerpo había sido alterado para sobrevivir en este mundo. Ahora medía 2.7 metros de altura, su piel tenía un tono más suave pero musculoso, y de su nuca brotaba una cola neuronal que se movía instintivamente. También había adquirido rasgos de un tigre blanco: orejas puntiagudas, una larga cola felina, y ligeros trazos de pelaje casi imperceptibles.

—De locos... Primero sobrevivo a un vacío infinito, luego acabo en el mundo de la Liga de la Justicia, ¡y ahora estoy aquí, como una especie de híbrido entre Na'vi y tigre blanco! —suspiró con una mezcla de frustración y fascinación.

Sin pensarlo más, tomó su cola neuronal y la del Thylacoleo, uniéndolas cuidadosamente. Un choque de emociones e instintos lo invadió al instante: fuerza, velocidad, una conexión profunda con la naturaleza, y una lealtad férrea hacia su compañero.

Liam sonrió ampliamente mientras sentía la mente del Thylacoleo entrelazarse con la suya.

—Esto es increíble... Bien, compañero, muéstrame de lo que eres capaz.

Con un simple pensamiento, indicó a su Thylacoleo que comenzara a caminar. La criatura obedeció con gracia, dando pasos largos y fluidos. Luego, Liam decidió llevar las cosas más allá.

—¡Corre!

El Thylacoleo respondió con un rugido, acelerando a una velocidad impresionante. Los árboles y plantas gigantes a su alrededor se convirtieron en una mezcla de colores borrosos mientras

avanzaban por la densa jungla pandorana. El viento golpeaba su rostro y el sonido de las criaturas cercanas llenaba el ambiente. Después de unas dos horas alternando entre trote, carrera y descansos, se encontraron con algo inesperado: Desde la distancia, Liam pudo ver una silueta de un navi erido, corriento rapidamente a sia la silueta de navi, liam obserbo atectamente a la figura y por lo que fudo ver de la figura, esque el navi estaba erido mientra sobresalia un hueso de la pierna de navi.

Y luego de meditarlo liam suspiro y lo recojio en brasos estilo prinsesa y luego de tener la en raso y mas deserca lo que pensaba que era un navi macho enrealida era una navi hembra y luego de observar por los alrededores noto como en un lugar las ramas y hojas sobresalian de mala manera, luego de asercarse a obserbar con la navi en brasos liam noto a un ikram muerto con varias eridas de balas en todo el cuerpo, la sangre salia de los obujeros de balas como resiente mente ubieran sidos enboscado en el aire y les ubiesen desparado a los dos,

Sin mas que mirar a su alrededor liam silvo asia su thyracoleo, para que se asercara, luego de suvirse y acomodar el cuerpo erido e inconsiente de la navi femenina alex indico al thyracoleo de sederijiera rapidamente a casa y luego de 1 hora de carrera intensa liam llego asu casa, montado en su tiracleo.

Inmediatamente de sirijio ala sala de estar para acomodar a su nueva invitada en la sala de medica donde la desvistio la limpio y de dio de comer una pastilla que repondra la sangre pedida, para luego pasar a acomodar el hueso de la pierna, la movio asia otra mesa don de avian diferentes objetos, luego de acomodarla en la otra camilla liam prosedia ingestar un suero no dañino rapa los navi para que no sisntiera el donor del la operasion, luego de aser todos los prosedimientos activo el robot enfermera controlada por una ia dada como reconpensa por el systema, al terminar el menu de armas.

Despues de lo que fueron dos horas el robot termino de areacomodar la tibia, reparar el daños a los tejidos dollados por el grasmento roto de la tibia.

Luego de teminar la sirujia el robot endolvio la pierna del muy desnuda navi.

Luego de las espera liam se aserco a la navi obserbandola y luego de fue de lasa dejandola descansar en paz,

An pasado una semana imedia y aun la navi incosiente, no a despertado liam durante esta semana imedia estubo ocupado marcando la zona donde vivia con su fiel compallera que para su verguenza avia pensado que en realidad era un macho y asi se estuvo resiriendose a ella como un el asta cuatro dia despues de aver en contrado a la navi erida, donde se entero que el que pensaba que era un el en realidad era una ella,

Todo comenso cuando al pareser shaya se estaba dando un baño de lengua, cuando liam paso de repente y vio que su thyracoleo no tenia pene, luego penso en la posivilidad que los animales del systema no tenian genero para luego con sultarlo con el systema.

-"sistema tengo una pregunta, es acaso que sol animales de la tienda bengansingenero" pregunto liam inconsistemente de la esputides de la pregunta.

[systema: hejemmm, anfintrian aun no se a dadocuenta.

Cuenta de que system respondio con dudas .

[systema: que el anfintrion es demasiado distraido, y no se a dado cuenta que su thyracoleos en realidad es una niña]

Despues del shock liam, miro fijamente a su thyracoleo que de estaba ballando con la lengua actualmente y luejo de eso de golpeo con un facepalm.

Despue de un tiempo liam nombro a su thyracoleo como shaya. Y entrelos dos recorieros al rededor de 5000, metros a la redonda de su casa arbol. Y asi es tuviendo asta la actualida donde lla asianpasado casi dos semanas desde que se encontraron con la navi erida despues de que liam. Llejara a su casa fue directamente asia la sala de en fermeria conde llasia la navi dormida, luego de que liam se asercara a la cama de la navi, obserbo como esmesaba a despertarse despiesn de todo este tiempo.

Lai'ka se sentía aturdida, como si estuviera atrapada entre un sueño y la realidad. La sensación de sueño pesado y el dolor punzante en todo su cuerpo la mantenían semiinconsciente mientras intentaba abrir los ojos. Todo era borroso al principio, pero poco a poco los recuerdos comenzaron a regresar como una tormenta violenta.

Recordó cómo todo había comenzado: la llegada de la RDA nuevamente a Pandora. Su clan, el *OkameZeiwa*, había sido atacado sin piedad. Aquellas aves metálicas de los humanos, grandes y amenazantes, habían descendido del cielo, disparando sin descanso. Lai'ka había intentado resistir, pero todo sucedió tan rápido. Su hogar fue reducido a cenizas, su gente masacrada sin piedad, y los gritos de los suyos todavía resonaban en su mente.

En su desesperación, había logrado escapar montada en su ikran, que volaba con fuerza a pesar del caos. Pero su alivio fue breve. Los helicópteros enemigos los alcanzaron. Una ráfaga de balas la hirió en el hombro y la pierna, y luego una bala perdida golpeó a su ikran. El vínculo que compartía con la criatura fue desgarradoramente cortado cuando sintió su caída.

Lai'ka recordó el impacto contra las ramas y el dolor al golpear el suelo, sintiendo cómo algo en su interior se rompía antes de sumirse en la oscuridad.

Con un sobresalto, Lai'ka abrió los ojos, su corazón palpitando con fuerza. Intentó levantarse de inmediato, pero unas manos firmes la sujetaron por los hombros, forzándola a recostarse de nuevo en una cama improvisada hecha de hojas y telas suaves.

—Tranquila, no te esfuerces demasiado —dijo una voz firme pero calmada en Na'vi.

Confusa y vulnerable, Lai'ka levantó la vista para observar a su salvador. Sus ojos se abrieron con asombro y algo de miedo al darse cuenta de que no era un Na'vi. Su figura era extraña: tenía el rostro de un humano, pero sus orejas y colmillos eran más parecidos a los de una criatura salvaje. Y aunque su piel no tenía el brillo bioluminiscente característico de los Na'vi, poseía un resplandor tenue, como si su cuerpo tuviera algo de las raíces del Árbol Madre.

Lai'ka permaneció en silencio, observándolo con una mezcla de desconfianza y curiosidad. La voz del extraño interrumpió sus pensamientos.

—¿Te sientes bien? ¿Te duele algo? —preguntó el joven, inclinándose ligeramente hacia ella para examinar sus heridas.

Su voz era inusualmente suave, pero Lai'ka estaba demasiado desconcertada como para responder de inmediato. Respiró profundamente, tratando de controlar la ronquera que sentía en su garganta debido a la deshidratación y el tiempo que había pasado inconsciente.

—¿Quién eres? ¿Qué eres? ¿Y dónde estoy? —logró preguntar finalmente, sus palabras resonando en el pequeño espacio.

El joven dio un paso atrás para no intimidarla y se cruzó de brazos, adoptando una postura más relajada.

—Mi nombre es Liam Parker. Este es mi hogar —respondió, extendiendo los brazos en un gesto amplio para abarcar el lugar. Luego añadió—: Y para responder a tu pregunta sobre qué soy exactamente... soy lo que la gente del cielo llamaría un "semi-humano". Para ser más preciso, soy una mezcla entre un humano y un tigre blanco, aunque, para ser honesto, no soy completamente ninguno de los dos.

Lai'ka lo miró con escepticismo. Su mente estaba llena de preguntas, pero antes de que pudiera formular alguna, un pensamiento alarmante cruzó por su mente.

—Entonces... ¿eres parte de la gente del cielo que destruyó mi hogar y masacró a mi clan?

Liam se quedó congelado ante la acusación, abriendo los ojos con sorpresa antes de soltar un suspiro. Sabía que esta conversación era inevitable, pero esperaba evitarla al menos hasta que ella estuviera más recuperada.

Liam se sentó frente a ella y, con calma, le explicó su historia. Le habló de su mundo natal, un lugar lejano y diferente llamado "DC". Le explicó que no estaba aliado con la RDA y que no había venido a Pandora con intenciones destructivas.

—Soy un tipo de comerciante, un mercader —añadió con un tono más ligero, tratando de romper la tensión—. Intercambio cosas, eso es todo. Y no vine aquí para causar daño, sino para buscar un lugar donde pueda empezar algo nuevo.

Lai'ka lo miraba fijamente mientras procesaba sus palabras. Aunque todavía estaba llena de dudas, algo en el tono sincero de Liam la convenció.

—Entonces... no eres enemigo, pero tampoco eres completamente amigo —dijo ella finalmente.

Liam esbozó una pequeña sonrisa y levantó los pulgares con una expresión completamente seria.

—Eso suena bastante preciso.

Mientras hablaban, Lai'ka empezó a relajarse, inclinando ligeramente la cabeza en un gesto que, sin darse cuenta, la hacía parecer un gatito perdido. Liam no pudo evitar sonrojarse al notar lo adorable que se veía.

—Qué linda... —susurró sin querer, sintiendo cómo su nariz comenzaba a sangrar levemente por la ternura del momento.

Confundida, Lai'ka ladeó la cabeza aún más.

—¿Por qué estás sangrando? ¿Estás herido?

Liam rápidamente se limpió la nariz y trató de desviar la atención acariciando suavemente la cabeza de Lai'ka.

—No es nada, no te preocupes.

Lai'ka lo miró desconcertada, pero no insistió. Su corazón comenzó a latir más rápido, aunque no entendía por qué.

Cuando finalmente se sintió un poco más tranquila, comenzó a contarle su historia. Habló de cómo su clan había sido destruido y de cómo ella era la única sobreviviente. La voz de Lai'ka temblaba mientras describía los horrores que había presenciado.

—Eran implacables... no dejaron a nadie. Las aves de metal llovieron fuego sobre todos nosotros. No quedó nada.

Liam escuchó en silencio, sus manos apretadas en puños.

—Lo siento mucho, Lai'ka. Nadie debería pasar por algo así.

Ella asintió, sintiendo una extraña calidez en las palabras de Liam. Por primera vez en mucho tiempo, no se sentía completamente sola.

Después de la conversación, Liam permanecía sentado, con la mirada perdida en un rincón del lugar. Aunque había intentado mostrarse sereno frente a Lai'ka, su mente estaba en constante debate. *¿Debería pedirle que se quedara? ¿Y si rechazaba la oferta? ¿Y si aceptaba, pero solo por cortesía?*

Era una mezcla de emociones confusas que no sabía cómo manejar. Nunca antes había tenido la oportunidad de compartir su vida con alguien, y menos con alguien tan diferente y, a la vez, tan fascinante como Lai'ka. Sus ojos se desviaron hacia ella, quien estaba sentada cerca, con la cabeza ligeramente gacha, inmersa en sus propios pensamientos.

Lai'ka parecía atrapada en sus recuerdos. Su expresión reflejaba una mezcla de tristeza y nostalgia mientras, sin darse cuenta, pasaba los dedos por un collar que llevaba al cuello, uno de los pocos recuerdos tangibles de su tribu. Liam sintió un nudo en el pecho al verla así.

Se pasó una mano por el cabello, suspirando profundamente. No podía dejar que esa tristeza siguiera consumiéndola. Al mismo tiempo, la idea de que ella decidiera irse y él volviera a estar completamente solo lo asustaba más de lo que quería admitir. Finalmente, armándose de valor, decidió hablar.

—Ejem... Lai'ka —dijo, su voz sonando algo insegura, pero lo suficientemente clara para captar la atención de la Na'vi.

Lai'ka levantó la vista lentamente, como despertando de sus pensamientos. Sus ojos aún brillaban con la humedad de las lágrimas no derramadas, y su voz, cuando respondió, era suave y apagada.

—¿Sí, Liam? ¿Qué sucede?

El joven sintió que su garganta se cerraba por un instante. Respiró hondo, intentando no titubear, pero las palabras parecían atorarse en su mente. Finalmente, después de un par de intentos fallidos, decidió ser directo.

—Quería preguntarte algo... Si tú quieres, o si te sientes cómoda, digo... ¡quiero decir! —Liam se detuvo, cerró los ojos y soltó un suspiro antes de mirar directamente a Lai'ka—. ¿Quieres quedarte aquí? Conmigo. ¿Vivir aquí, en mi casa?

Por un momento, hubo un silencio que pareció eterno para Liam. Los ojos de Lai'ka se abrieron ligeramente, sorprendida por la pregunta. Luego, de manera inesperada, soltó una suave risa que resonó en el espacio. Era una risa ligera, pero para Liam, quien había esperado cualquier cosa menos eso, fue como un balde de agua fría.

—Ah... lo sabía. Es una mala idea —dijo Liam, apartando la mirada con una expresión amarga. Se levantó, frotándose la nuca, y murmuró—. Olvídalo.

Pero antes de que pudiera dar un paso, sintió la cálida mano de Lai'ka sujetando la suya. La Na'vi lo miraba con una leve sonrisa en los labios, y un delicado rubor adornaba sus mejillas.

—Liam... No me reía porque pensara que era una mala idea —dijo ella, con una voz tranquila, pero que contenía un toque de dulzura—. Me reí porque me sorprendiste. Es raro... Nunca imaginé que alguien, mucho menos alguien como tú, me ofrecería algo así.

Liam la miró, desconcertado.

—Entonces...

Lai'ka asintió, sin dejar de mirarlo.

—Acepto tu oferta. Quiero quedarme aquí contigo, si eso no te molesta.

El corazón de Liam latió con fuerza. Durante un momento, no supo qué decir, pero una sonrisa incontenible se dibujó en su rostro.

—¿En serio? ¿De verdad? —preguntó, como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar.

Lai'ka soltó una pequeña risa, esta vez con un poco más de confianza.

—Sí, Liam. En serio.

Sin darse cuenta, ambos se quedaron mirándose en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido. Para Liam, era la primera vez en mucho tiempo que alguien aceptaba compartir su mundo sin miedo o prejuicio. Para Lai'ka, la calidez de la propuesta de Liam era como un rayo de luz en medio de la oscuridad que había sido su vida últimamente.

Liam notó un ligero rubor en las mejillas de Lai'ka, pero decidió no mencionarlo, aunque una pequeña parte de él quería hacer una broma al respecto.

—Bueno, eso es... eso es genial. Supongo que podemos empezar organizando algunas cosas. Tal vez arreglar un espacio para ti aquí arriba... —dijo Liam, rascándose la cabeza mientras trataba de sonar casual, aunque no podía ocultar su alegría.

Lai'ka lo observó, notando cómo el tono de su voz cambiaba ligeramente cuando estaba nervioso. Era algo encantador, aunque no se lo diría directamente.

—Gracias, Liam. Por todo —dijo ella, sinceramente.

Liam se detuvo y la miró nuevamente. Esta vez, su sonrisa era más suave, casi tímida.

—No tienes que agradecerme. Me alegra que estés aquí.

Sin darse cuenta, ese pequeño momento entre ambos marcó el inicio de algo más profundo. Una conexión que, aunque todavía frágil, comenzaba a enraizarse en ambos corazones.

Al principio, Liam no había entendido del todo lo que sentía. Pensaba que su felicidad al tener a Lai'ka cerca era simplemente por no estar solo. Después de tanto tiempo en Pandora, su única compañía constante había sido Shaya, su fiel thylacoleo, pero, aunque la adoraba, no podía negar que su compañera de aventuras no era precisamente comunicativa. Hablar con ella no era lo mismo que compartir su hogar con alguien que entendiera sus palabras, alguien con quien pudiera intercambiar pensamientos y experiencias.

Cuando encontró a Lai'ka, sintió un cambio. La invitación a vivir con él había sido un impulso genuino, pero también un salto al vacío que lo llenaba de emociones nuevas y desconocidas. Sin embargo, jamás habría imaginado que esa decisión cambiaría tanto su día a día.

Los primeros doce días con Lai'ka fueron una prueba tanto para él como para su paciencia. Liam dedicó largas horas a enseñarle todo lo que se encontraba en su hogar y cómo funcionaba. Desde el sistema de almacenamiento hasta los dispositivos de iluminación y los sistemas de recolección de agua. Para alguien acostumbrado a la tecnología, todo parecía sencillo, pero para Lai'ka, que venía de un mundo profundamente conectado con la naturaleza, era como explorar un territorio completamente nuevo.

En los primeros cinco días, Lai'ka rompió más de siete cosas. Había confundido un contenedor de almacenamiento con una silla y terminó desarmándolo al intentar sentarse. Luego, al intentar usar el sistema de cocción automático, terminó quemando una bandeja de frutas. Y por si fuera poco, en un intento de activar el ascensor interno, logró atascarlo entre dos niveles.

Liam, aunque desesperado en algunos momentos, nunca levantó la voz. Cada vez que Lai'ka se metía en un lío, él estaba ahí para ayudarla, con una sonrisa cariñosa en el rostro y una broma para aliviar la tensión.

—Bueno, al menos no rompiste algo que explote... todavía —decía Liam mientras arreglaba los destrozos, ganándose una mirada entre avergonzada y divertida de Lai'ka.

Poco a poco, ella fue entendiendo cómo manejar su nuevo hogar, aunque no sin algunos percances aquí y allá que mantenían a Liam en alerta constante.

Sin embargo, no todo eran risas y aprendizaje. Durante las noches, Liam empezó a notar que Lai'ka sufría recurrentes pesadillas. Los gritos ahogados y los movimientos inquietos mientras dormía lo despertaban más de una vez. Sabía que la masacre de su clan había dejado una huella profunda en su mente, y no podía quedarse de brazos cruzados mientras ella luchaba con esos recuerdos.

Una noche, después de un episodio particularmente angustiante, Liam tomó una decisión. Sin pensarlo demasiado, llevó su colchón a la habitación de Lai'ka y empezó a dormir junto a ella. Al principio, Lai'ka se mostró algo reacia, pero pronto entendió que Liam solo quería ayudarla. Con el paso de los días, sus pesadillas comenzaron a disminuir, y el simple hecho de sentir a alguien cerca le daba una paz que hacía mucho tiempo no experimentaba.

Liam, por su parte, encontró algo reconfortante en compartir las noches con ella. Había algo profundamente humano en el acto de ofrecer compañía y consuelo, y eso fortaleció el lazo entre ambos.

Todo parecía estar bajo control, pero nada lo preparó para lo que sucedió el decimotercer día. Esa mañana, Liam había decidido darse una ducha rápida en la tercera planta de su hogar. La ducha estaba diseñada para ser eficiente, utilizando agua purificada del sistema de recolección del árbol. Sin embargo, la privacidad no era precisamente algo que Lai'ka entendiera del todo.

Liam estaba completamente desnudo, disfrutando del agua tibia que caía sobre él, cuando de repente escuchó pasos acercándose.

—¿Lai'ka? ¿Eres tú? —preguntó, girando levemente la cabeza hacia la puerta semiabierta.

Antes de que pudiera obtener respuesta, Lai'ka entró sin ningún aviso, sosteniendo una pieza de tela que parecía haber roto mientras intentaba reorganizar algunas cosas en el nivel inferior.

—¡Liam, necesito...!

Su voz se cortó en seco cuando sus ojos se encontraron con la figura de Liam, completamente expuesto bajo la cascada de agua.

El silencio se hizo eterno. Liam, completamente congelado, sintió cómo el calor subía a sus mejillas. Por su parte, Lai'ka, con las orejas inclinadas hacia atrás y el rostro teñido de un rojo intenso, no podía apartar la mirada.

—¡Ah! ¡Lai'ka! —gritó Liam, cubriéndose rápidamente con las manos mientras intentaba alcanzar una toalla. Lai'ka, visiblemente nerviosa, retrocedió torpemente hasta chocar contra la pared.

—¡Lo siento, lo siento! ¡No sabía que estabas...! —dijo apresuradamente, sin saber si quedarse o salir corriendo.

Liam, ahora envuelto en una toalla, intentó mantener la compostura, aunque su corazón latía como si acabara de correr una maratón.

—Está bien, está bien. Solo... ¡toca la puerta la próxima vez, por favor! —dijo con una mezcla de vergüenza y risa nerviosa. Lai'ka asintió rápidamente y salió de la habitación, murmurando disculpas en voz baja mientras se cubría el rostro con ambas manos.

Más tarde, ese mismo día, ambos evitaron mencionar el incidente, aunque el rubor ocasional en sus rostros delataba que ninguno lo había olvidado. Para Liam, fue un recordatorio de que compartir su espacio con alguien tenía sus propios desafíos, pero no podía negar que, a pesar de todo, disfrutaba cada momento que pasaba con Lai'ka, incluso los más incómodos.En el vigésimo veinteavos día, algo similar a lo ocurrido una semana atrás se repitió, aunque esta vez con un giro aún más inesperado.

Lai'ka, todavía abrumada por la confusión y excitación que experimentaba desde aquel momento, había decidido tomar un baño en el mismo lugar donde había encontrado a Liam la última vez.

El agua cálida caía sobre su cuerpo, relajándola mientras limpiaba cuidadosamente cada curva y hendidura de su sexo, no pudo evitar pensar en la imagen de Liam y en su inmenso mástil. se sonrojo debido a que ella nunca pensó que podían ser tan grandes se decía así misma Lai'ka. mientras limpiaba cuidadosamente cada curva.

Sin embargo, su mente, lejos de permanecer en calma, volvía a aquellas imágenes grabadas en su memoria. Mientras enjuagaba su cabello con el líquido blanco y pegajoso que Liam había llamado shampoo y acondicionador, ella recordó cómo él le había enseñado a usarlo.

Su voz clara, sus gestos pacientes… La calidez de sus explicaciones le había dejado una impresión más duradera de lo que ella esperaba.

Sin querer, esos pensamientos derivaron hacia el recuerdo de Liam, de cómo lo había visto aquella vez. Un leve rubor invadió su rostro, y sin darse cuenta, dejó escapar un gemido cargado de frustración.

Sacudió la cabeza con rapidez, intentando disipar esos pensamientos. "¿Qué estoy haciendo? Esto es... inapropiado", se reprendió en voz baja.

Sus manos se detuvieron un momento, y luego continuó lavándose, aunque su mente aún luchaba por dejar atrás lo que había visto y sentido. "Pero, ¿y si me declarara...? ¿Cómo sabría si Liam siente lo mismo por mí?", pensó con tristeza.

La idea de que él pudiera no corresponderle la llenaba de incertidumbre, como si un peso desconocido oprimiera su pecho. A medida que enjuagaba la espuma de su piel, trataba de enfocarse en la sensación del agua tibia, intentando calmar su agitada mente. De pronto, el sonido de la puerta al abrirse rompió el silencio.

Lai'ka giró lentamente, sus ojos encontrándose con una figura que, por unos segundos, no logró procesar. Liam había entrado, completamente desnudo, ajeno a lo que ocurría dentro, y parecía distraído, como si estuviera pensando en otra cosa.

Fue solo cuando su mirada cayó sobre Lai'ka que su rostro se congeló, reflejando una mezcla de sorpresa y desconcierto. Lai'ka, paralizada, se cubrió instintivamente con los brazos, aunque la espuma que aún quedaba sobre su cuerpo asiendo la escena mas excitante, aparte de hacer poco para ocultar su curvilíneo cuerpo. "L-Liam...", murmuró, su voz apenas audible.

Él, por su parte, parecía incapaz de articular una respuesta. Un calor extraño subió por su rostro, y en su mente comenzó a librarse una batalla entre la vergüenza y la excitado que irradiaba su cuerpo.

En ese momento, una extraña tensión llenó el aire, como si algo dentro de Liam estuviera luchando por despertar. Una bestia mortal mente peligrosa para las mujeres.

Asomadoce entre la cueva oculta por un microscopio pelaje y piel, era una bestia mística que cuando se enfurece escupe su gran carga ardiente. dentro del cuerpo de liam, avía despertado a su dragón que dormía encadenado en un montón de piel.

El dragón despierto se irguió ferozmente Mientra su intimidarte cabeza, color rojizo dejado salir un ferros Rugido. declarando asi su advertencia a cualquier mujer que se encontrara cerca.

Se pasó una mano por el cabello, visiblemente incómodo, pero sus pensamientos parecían volverse más caóticos. Algo en su interior, que había permanecido en calma hasta entonces, parecía luchar por salir.

Era una sensación primitiva, casi animal, que lo hacía sentir fuera de control por primera vez en mucho tiempo. El silencio fue roto finalmente por él. "L-Lo siento, dijo completamente avergonzado, no sabía que estabas aquí", dijo con un tono apurado, desviando la mirada hacia un rincón del baño.

Pero la gran presencia de su dragón ahora despierto, exudaba su fuerte y dominante presencia, mientras seguía llenando el pequeño espacio, haciéndolo sentir aún más estrecho. Lai'ka tragó saliva, intentando no mirar al temible dragón, mientras encontrar las palabras para responder. "No... no pasa nada. Solo... termina rápido lo que ibas a hacer", respondió, intentando sonar calmada, aunque tanto su voz como sus piernas temblaban levemente.

La vulnerabilidad de ambos en ese instante era palpable, como si cualquier movimiento pudiera desatar una reacción inesperada.

Liam finalmente reaccionó, retrocediendo un paso hacia la puerta. Su mente luchaba por procesar lo que acababa de suceder, mientras una pequeña sonrisa nerviosa se formaba en sus labios.

"De verdad, lo siento. No volverá a pasar", prometió antes de salir apresuradamente, cerrando la puerta tras de sí. Lai'ka se quedó sola nuevamente, apoyándose contra la pared del baño mientras exhalaba un profundo suspiro.

Su corazón latía con fuerza, y aunque intentó relajarse, no podía evitar preguntarse qué pasaría la próxima vez que ambos se encontraran.

Después de lo acontecido en el baño, no hubo un solo momento en que ambos no se sonrojaran al cruzar miradas. La tensión entre ellos se volvía más evidente cada día, y con cada encuentro, la atracción crecía de forma innegable. Durante dos meses, la vergonzosa experiencia del baño permaneció en sus pensamientos, alimentando la conexión entre ellos. Finalmente, llegó el día en que ninguno pudo soportar más esa incertidumbre, y decidieron confesarse sus sentimientos.

Era un día aparentemente común, salvo por una palpable tensión en el aire, como si algo significativo estuviera por suceder. La intensidad de la atracción entre ellos era tal que parecía posible cortarla con un cuchillo.

"Hoy es el día", se dijo Liam mientras se miraba al espejo del baño. Su reflejo le devolvía una mezcla de confianza y nerviosismo. "Hoy le diré a Lai'ka lo que siento. No puedo seguir escondiéndolo".

Se tomó un momento para ajustar su atuendo, el cual consistía en ropa tradicional de los Na'vi: una pieza tejida con fibras naturales que se ajustaba a su torso, destacando su figura tonificada, complementada con adornos de cuero y plumas. A pesar de lo sencillo de su atuendo, emanaba un aire decidido y atractivo.

Con un último vistazo al espejo, salió del baño y se dirigió hacia la cocina en la tercera planta del hogar improvisado. Tenía un plan claro: preparar una comida especial para Lai'ka, algo que pudiera transmitir lo que sentía por ella. Recordó una receta de su mundo original, un plato famoso de One Piece: carne asada con huevo.

Decidido, activó el sistema de la tienda y comenzó a buscar los ingredientes necesarios. Liam estaba dispuesto a usar sus últimos 1100 puntos para hacer de esta cena algo memorable. Con precisión, seleccionó cada ingrediente:

- *350 g de carne picada de pollo* (5 puntos por kilogramo)

- *10 lonchas de bacon* (2 puntos por cada 10 lonchas)

- *4 muslos de pollo* (1 punto por muslo)

- *1/2 cebolla picada* (1 punto por cada 5 cebollas)

- *2 huevos* (2 puntos por media docena)

- *1 yema de huevo*

- *1/2 c.p. de pimentón dulce o paprika* (5 puntos por frasco de 250 g)

- *1/2 c.p. de pimienta negra*

- *1/2 c.p. de ajo en polvo*

- *2 c.p. de salsa de soja*

- *1 cucharada de mostaza*

- *1 cucharada de miel*

- *Sésamo y sal al gusto*

Con todo listo, Liam se dedicó a cocinar con una concentración casi hipnótica, siguiendo los pasos al pie de la letra:

Primero, picó la cebolla en trozos diminutos y la calentó en el microondas durante un minuto. Mientras tanto, preparó el pollo, cortando cuidadosamente las alitas con unas tijeras. Coció dos huevos durante diez minutos, los peló y los dejó a un lado para usarlos más tarde.

En un bol, mezcló la cebolla con una yema de huevo batida, pimienta negra, pimentón dulce y ajo en polvo. Una vez integrados, añadió la carne picada y un toque de sal, removiendo hasta obtener una mezcla homogénea.

El siguiente paso fue el montaje del plato. Extendió las lonchas de bacon, colocó la carne picada en el centro y posicionó los huevos cocidos cuidadosamente. En los extremos, colocó los muslos de pollo previamente enharinados, enrollándolo todo con precisión para formar un rollo compacto.

Con el horno precalentado a 200 °C, colocó el rollo en papel de horno y lo horneó durante siete minutos. Mientras tanto, preparó una salsa mezclando miel, mostaza y salsa de soja, con la cual barnizó la carne en varias capas, alternando con periodos en el horno hasta lograr un dorado perfecto. Para finalizar, espolvoreó sésamo por encima.

La cocina se llenó de un aroma delicioso, y Liam no pudo evitar sonreír. "Esto es perfecto", pensó mientras colocaba cuidadosamente el plato terminado sobre la mesa.

Se tomó un momento para admirar su trabajo. No solo era una comida, sino un reflejo de sus sentimientos. Mientras acomodaba todo, escuchó pasos acercándose. Supo que era Lai'ka, y su corazón comenzó a latir con fuerza.

"Lai'ka, ¿puedes venir un momento?", llamó con un tono calmado, aunque por dentro los nervios lo traicionaban.

Lai'ka apareció en la puerta, su curiosidad evidente en sus ojos. Al ver el esfuerzo que Liam había puesto en la cena, se llevó una mano al pecho, sintiendo que su corazón también latía más rápido de lo habitual.

"¿Qué es todo esto, Liam?", preguntó, con una mezcla de sorpresa y ternura en su voz.

"Es... algo especial. Quiero hablar contigo, pero primero, siéntate. Espero que te guste", respondió, mientras le ofrecía la silla más cercana.

El momento estaba lleno de anticipación. Ambos sabían que lo que venía después cambiaría la dinámica entre ellos para siempre.

Después de la cena, la tensión en el aire era palpable. Liam había logrado crear un ambiente cálido y especial, pero ahora enfrentaba el momento más crucial: confesar sus sentimientos. Mientras recogían los platos, una cuenta regresiva emocional comenzó a resonar en su mente, haciendo que cada segundo pareciera eterno.

Estaba tan nervioso que, en más de una ocasión, estuvo a punto de mandar al carajo todos sus planes y soltar lo que sentía en ese instante. Sin embargo, cada vez que veía la felicidad reflejada en el rostro de Lai'ka mientras probaba el nuevo sabor de la comida que había preparado para ella, algo lo detenía. No quería arruinar el momento perfecto que había construido con tanto cuidado.

Pasaron lo que parecieron horas, aunque en realidad solo habían sido unos minutos. El tiempo parecía estirarse y comprimirse al mismo tiempo. Liam respiró profundamente, tratando de reunir valor mientras su corazón latía como un tambor dentro de su pecho. Finalmente, decidió actuar.

Con una determinación que casi lo sorprendió a sí mismo, Liam tomó suavemente la mano de Lai'ka, sintiendo el calor de su piel contra la suya. Ella lo miró con curiosidad, aunque el leve sonrojo en sus mejillas delataba que también sentía algo similar.

"Lai'ka..." comenzó Liam, su voz apenas un susurro, cargada de emoción. "En estas últimas semanas, no he podido demostrarte lo mucho que aprecio que hayas estado a mi lado hasta ahora."

Las palabras de Liam hicieron que una sonrisa tímida apareciera en el rostro de Lai'ka, mientras un rubor más intenso cubría sus mejillas. Era claro que sus palabras la habían conmovido.

"Lo que he intentado decirte durante estos días..." continuó Liam, sus ojos fijos en los de ella, como si el mundo entero se redujera a ese momento entre ambos. "Es que..."

Pero antes de que pudiera terminar su confesión, Lai'ka se lanzó hacia él en un movimiento inesperado. La fuerza de su tacleada lo tumbó hacia atrás, dejando a Liam completamente atónito mientras ella se inclinaba sobre él.

"No hace falta que termines", dijo Lai'ka con una mezcla de emoción y firmeza en su voz, mientras sus ojos brillaban con determinación. "¡Sí! Liam, quiero ser tu pareja."

Y con esas palabras, Lai'ka selló la confesión de Liam con un beso apasionado. Sus labios se encontraron en una mezcla de emoción, nerviosismo y una profunda conexión que habían estado construyendo durante semanas.

El mundo a su alrededor pareció desvanecerse mientras se perdían en el momento, olvidando todo lo demás. Era como si el universo mismo los hubiera llevado hasta este punto, y ahora, finalmente, todo encajaba.

Después de separarse lentamente, ambos se miraron, sus respiraciones entrecortadas pero llenas de felicidad. Liam sonrió, sintiendo una calidez en su pecho que nunca antes había experimentado.

"Lai'ka... yo también quiero estar contigo. Más de lo que puedo expresar con palabras."

Ella asintió, sus ojos aún brillando de emoción. "Entonces ya no hay nada más que decir. Estamos juntos, Liam."

Y con esa simple pero poderosa declaración, ambos sintieron que algo especial acababa de comenzar.

Liam, sin dudar ni un segundo más, tomó a Lai'ka en sus brazos con un gesto lleno de decisión y deseo. La sostuvo con firmeza, atrayéndola hacia su pecho, mientras ascendía rápidamente por las escaleras hacia su habitación. Sus pasos eran seguros, aunque su corazón latía desbocado. Al llegar, cerró la puerta de un movimiento rápido y la recargó suavemente contra la cama antes de inclinarse para besarla con pasión desbordante, sus labios encontrándose en un contacto electrizante que parecía envolverlos en su propio mundo.

Lai'ka, sorprendida pero envuelta en la calidez de Liam, le devolvió el beso con igual intensidad. Los pensamientos de ambos se entrelazaban, sus emociones fluyendo como un río indomable. Cuando Liam finalmente se apartó un poco para mirarla, sus ojos brillaban con una mezcla de ternura y anhelo. Se sentó a su lado en la cama, tomando con cuidado la cola de Lai'ka entre sus manos. Sus dedos rozaron los zarcillos neuronales mientras su voz rompía el silencio con una pregunta cargada de significado:

—Lai'ka, ¿estás segura de esto? —preguntó, su tono lleno de respeto y cariño mientras acercaba lentamente su propia cola para formar el Tsaheylu.

Lai'ka no necesitó palabras; sus ojos hablaban por sí mismos. Con una sonrisa cálida y un movimiento decidido de su cabeza, asintió. Sus manos, temblorosas pero llenas de determinación, buscaron la cola de Liam, acercándola a la suya. Cuando finalmente los zarcillos neuronales se conectaron, un destello de energía los envolvió. Ambos sintieron una corriente cálida y poderosa que los unía en algo más profundo que cualquier vínculo físico.

En ese instante, fueron transportados a un espacio etéreo, una espiral de luz y recuerdos. Vieron fragmentos de la vida del otro: las risas, las penas, los triunfos y los miedos. Cada escena que se desplegaba ante ellos les revelaba aspectos íntimos y secretos, uniendo sus almas de una manera que nunca habían imaginado.

Cuando la conexión espiritual terminó y volvieron al presente, Lai'ka lo miró con lágrimas de emoción en sus ojos.

—Ahora soy tuya, Liam, para siempre —dijo, su voz apenas un susurro cargado de significado.

Liam respondió acariciando suavemente su rostro, sus dedos trazando el contorno de su piel mientras la miraba con adoración.

—Y yo soy tuyo, Lai'ka. Siempre lo he sido.

Lo que siguió fue una danza entre lo salvaje y lo tierno, un intercambio de caricias que hablaba de un amor recién descubierto, pero profundamente auténtico. Los dos se dejaron llevar por el momento, explorándose con una mezcla de pasión y delicadeza. En la intimidad de aquella conexión, cada gesto, cada suspiro, era una promesa sellada bajo la presencia de Eywa, quien ahora los reconocía como una sola entidad.

Continuara...

[N/A]: Que les parecio, lesgusto o no lesgusta animo, donen piedras de poder para incentivar la creacion...