Castigo

Al terminar el combate, shino apareció y nos trajo de vuelta a clase, en la cual, todos había cambiado la perspectiva en la que me veían, antes se hacían los ciegos, pasando de largo o no intentando involucrarse conmigo, pero al ver que había derrotado a iwabe, su actitud había cambiado. Suspiro, vaya hipócritas. Murmure por lo bajo a la vez que entraba iwabe por la puerta, mi mirada se fijó en él, y él hizo lo mismo, pero dándome igual, volví a mirar la pizarra, lo que hizo que se frustrara, pero no haciendo más caso, se dirigió a su sitio que justamente era el que tenía detrás mío.

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al estar todos en su sitio, de un saludo rápido con la cabeza, saludamos a shino, el cual acababa de entrar por la puerta.

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-Hola chicos, la clase de hoy será de práctica con los shurikens, así que salgamos al campo de entrenamiento. al salir formando una fila, no tardamos mucho en llegar al patio, por suerte nuestra clase estaba casi al lado, lo que hizo que no fuera muy difícil llegar, a no ser que fueras tonto y no supiese leer un cartel encima de una porta donde te señalaba un campo con objetivos y obstáculos que ponía, campo de entrenamiento en grande.

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al ya estar preparados, todos cogieron sus shurikens y se prepararon para comenzar a lanzarlos, en mi caso, no había entrenado tanto el uso del shuriken y del kunai, lo que debería centrar algunos clones en el futuro para que perfeccionaran, pero aun así, dos de los tres shuriken que lancé, fueron al centro de la diana, mientras que el otro se me desvío del sitio programado y se clavó en el lugar blanco fuera de la diana.

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-Ja, al parecer no eres tan perfecto. Me giré para ver quién me hablaba y pude ver a Inojin, el cual con una sonrisa me estaba observando. Antes de que pudiera contestarle debidamente, mis ojos se pusieron en blanco al ver que el no había acertado casi ninguna, menos una que la había clavado en el borde exterior de la diana.

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-No eres el indicado para hablar. Mi mano señaló su diana, y una sonrisa arrogante apareció en mi rostro, haciendo que su rostro pálido se volviera rojo rápidamente, y para poner la cerilla del pastel. Dale recuerdos a tu madre de mi parte, y dile que pronto iré a pedirle un par de flores más. La cara de inojin se volvió aún más roja que por poco y no salía vapor.

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-¡Deja de intentar ligar con mi madre sucio mujeriego!. Esto tenía una explicación, había tomado la costumbre de visitar a la madre de inojin, o sea Ino yamanaka en su tienda de flores, usando como escusa comprarle flores a mi madre o a himawari, y así aprovechaba y coqueteaba con ella, lo cual le hacía gracia ver como un chico de veinte años menor a ella, había coqueteado más con ella que su marido en todo el tiempo que llevaban casados.

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-El que sigue la consigue. Fueron mis simples palabras que hicieron estallar a inojin como a un volcán, haciendo que sacara un pergamino y un bote de tinta y se pusiera a dibujar.

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-¡Te vas a enterar!. inojin al terminar su dibujo grito en lo alto. Técnica de tinta, superbestias modelo tigre. y un tigre hecho de tinta que de un salto se abalanzó contra mi, pero de un simple paso hacia la derecha esquive aquel tigre que siguió recto sin poder parar. Silbido. Increíble ataque inojin, por poco y me decapita. Una sonrisa de inocencia se puso en mi rostro mientras miraba a inojin.

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-¡Maldito!. Grito inojin a punto de crear otra bestia de tinta.

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-¡Yo lo detengo!. Grito una voz haciendo que todos se detuvieran el lo que estaba haciendo y se giraran a su dirección, la voz provenía de metal lee, el cual al verse rodeado de miradas, se puso nervioso y al intentar detener aquel tigre, fallo estrepitosamente y lo empujo contra las dianas, haciendo que se cayera la mayoría.

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-¿¡Pero que ha pasado!?. Grito el profesor shino al ver como uno de sus alumnos estaba tirado en el suelo, y todas las dianas esparcidas al igual que el alumno. ¡Ya estoy cansado de vosotros, venir a mi despacho ahora mismo!. Su mano nos señaló a mí, denki, shikadai, iwabe, metal lee, inojin y a sumire, la cual no hizo nada, pero al estar cerca de nosotros, shino se pensó que había participado ella también, así culpándola.

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Ya en el despacho.

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-Por vuestras aciones irracionales y un mal comportamiento, el cual podría haber lastimado alguno de vuestros compañeros, os encargo que arregléis la cara del séptimo hokage, las herramientas estarán para cuando lleguéis. iwabe intento refutar, pero con un fuerte grito de shino, lo hizo callar y obedecer.

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al llegar a la zona, el rostro del séptimo hokage casi estaba arreglado, solo faltaba algunas parte pequeñas, pero aun así, nos tomaría todo el día.

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Shikadai, siendo la voz de la razón fue a por las herramientas y el tiro a nuestros pies. Bien, pongámonos a trabajar, es una molestia, pero cuanto antes empezamos, antes acabamos. Todos asentimos a su raciocinio, que por poco y le llega al mismísimo kami, hablando irónicamente, y agarrando las herramientas, nos pusimos a trabajar.

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ya llegado el atardecer, casi todos habíamos terminado aquel dichoso trabajo, que había ocupado mi valioso tiempo en el cual podría haber aprovechado para mi entrenamiento, pero ahora solo quedaba metal lee para terminar su parte y asi podernos ir.

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-Venga metal, date prisa. Dijo inoji. Lo cual hizo que metal se pusiera nervioso y empezara a picar más rápido.

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-¡Ya voy!. grito a lo alto, y poco después, unas telarañas se esparcieron por una parte del rostro del séptimo hokage, haciendo que todos nuestros rostros palidecieran, y poco despues mas de un cuarto de la cara del séptimo hokage se derrumbó sin mucha resistencia.

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-¡Me cago en la puta!. Grite a los cuatro vientos, haciendo que mi frustración fuera pasada a los otros.