¡Misión con el equipo 7 y primer alistamiento de un Zetsu!

Al atardecer, termine mi sesión de coqueteos con tsunade, digo, cof cof, entrenamiento con tsunade, y me fui directo a la oficina a casa, donde en la entrada hinata me esperaba con una sonrisa.

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-¿Como te a ido boruto?. Pregunto hinata, la cual al ver mi protector de frente se alegró, dándome un abrazo lleno de calidez. Para festejar que te has convertido en ninja haré estofado para cenar. Una sonrisa enorme apareció en mi rostro al saber que habría estofado para cenar.

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Al llegar al salón, pude ver que naruto estaba sentado en el sofá, y himawari estaba en frente suyo dibujando algo mientras naruto la observaba con una sonrisa. Al final, naruto noto mi presencia y se giró para saludarme.

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-Hola boruto, ¿qué tal fue?. Señalando mi protector de frentes, naruto no pudo evitar soltar una risa en voz baja. Que me podía esperar de mi hijo. Con un tono orgulloso, naruto hinchó su pecho, y con alegría se levantó y me señalo las escaleras. Vamos arriba, ahora volvemos hima. Himawari, la cual también me quería felicitar, solo pudo asentir con algo de decepción pero siguió dibujando tranquilamente.

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Al llegar a la puerta de la oficina, naruto la abrió lentamente y entro, siendo seguido por mí. Cada vez que entraba no podía evitar revisar todo con lujo de detalle, y para ser la habitación en la cual naruto pasaba casi todo su tiempo en el cual estaba en casa, estaba bastante ordenado. Tomando asiento en el sofá en una pose cómoda, extendí mis brazos, echándolos detrás del sofá, y mirando a naruto, el cual no pudo evitar suspirar por mi falta de educación.

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-¿Deduzco que por tu inteligencia sabrás el motivo por el cual te he traído a mi despacho?. La pregunta de naruto me ofendía, pero no podía evitar hacer un par de bromas.

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-Pues claro, me vas a nombrar como el ninja más talentoso y sexy que hay en esta aldea ¿no?, si no es eso, no entiendo qué hago aquí. Mi tono burlón hizo que naruto se molestara un poco, pero no le tome importancia y le mire fijamente.

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-Suspiro. Dentro de unos días reservaré un campo de entrenamiento cerrado para nuestro combate, nadie podrá verlo excepto shikamaru y sasuke, el cual vendrá dentro de un tiempo, pero no creo que llegue a ver nuestro encuentro. Asintiendo con la cabeza, yo y naruto nos fuimos de su despacho para cenar la comida hecha por hinata, la cual estaba sentada en la mesa junto a himawari, las cuales nos estaban esperando con una sonrisa.

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Pasados tres días, no pare de entrenar hasta el agotamiento con la ayuda de los clones, cada vez mis estadísticas subían más lento, pero siempre se solucionaba aumentando el número de clones contra los que combatía, y al quedarme seriamente dañado, me autocuraba con la palma mística y seguía entrenando, hasta que konohamaru llamo al equipo 7 para una misión.

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-Chicos, la misión tratará sobre atrapar a unos ladrones a las afueras de konoha, se sospecha que están en unas minas las cuales están siendo robadas por ellos. Entregándonos unos papeles a cada uno, nos pusimos a leer la misión y asentimos con la cabeza.

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-Mi padre, digo, el hokage, nos debería poner misiones más difíciles, no está bazofia. Sin contener mis palabras, por poco y escupo a la hoja de la misión en la cual ponía rango D, a todos se les cayó una gota de sudor, pero no lo tomaron importancia y se fueron, siendo seguidos por mí murmurando por lo bajo cosas como, malditas misiones rango D, hasta un perro ninja con suficiente experiencia podría completarlas y cosas por el estilo, haciendo que Konohamaru negara con la cabeza.

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Al llegar a la prisión, Konohamaru nos había contado sobre un ladrón el cual lo habían pillado huyendo de una zona bastante atemorizada, el cual a base de preguntas pudimos sacarle la información de la ubicación de la mina en la cual sus compañeros estaban, también averiguando sobre un supuesto monstruo el cual lo tenía atemorizado.

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Konohamaru con una sospecha muy grande, nos dirigió rápidamente a la mina, la cual tardamos en llegar un par de minutos.

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Al entrar, sangre es lo primero que pudimos ver por las paredes, y cuerpos tirados por el suelo cuyos aparentemente eran de aquellos ladrones que habían entrado. Konohamaru decidió adentrarse más en la mina, siendo seguido por el resto del equipo. Poco después de seguir avanzando, una figura repentina se lanzo contra konohamaru, el cual, con algo de dificultado, lo detuvo con un kunai.

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Al poder ver mejor la figura del que había atacado a konohamaru, se podía apreciar a un monstruo de color blanco grisáceo, cuyos ojos eran de color rojo sangre y 3 rostros estaban esparcidos por su cuerpo deforme, el cual tenía tanto garras como puños. Con su garra derecha ataco a konohamaru, el cual de un salto hacia atrás lo esquivo y todos nos alejamos rápidamente.

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Alerta. Misión adquirida. Un zetsu mutado de la cuarta guerra shinobi ha aparecido ante ti, ¿qué vas a hacer?. Opción 1. Mátalo junto a tu equipo y destruye su cuerpo, Recompensa. +5 en stats de basadas en fuerza. Opción 2. Mátalo junto a tu equipo y roba en secreto una porción de su cuerpo y cométela, Recompensa. Células de hashirama, aumentarán tu regeneración natural y la posible optencio del elemento mokuton, sin efectos secundarios. Al leer la segunda opción, mis ojos se iluminaron, y sin pensarlo mucho, clique en ella haciendo que desapareciera de mi vista.

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Decidiendo en acabar rápidamente con esto, una sucesión de sellos y 4 pilares aparecieron alrededor de aquel zetsu mutante, y cantidades bestiales de chakra elemento rayo salieron de ellos, neutralizando los movimientos de aquel zetsu. En comparación a Nue, este bicho no era nada, así que necesitaba una escasa parte de mi chakra para mantenerlo cautivo.

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-Acábalo rápidamente hermano konohamaru.

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-¡Que no me llames hermano mientras estamos en horario de mision!. Konohamaru de un gran salto, se elevó encima del zetsu, y en sus manos apareció un rasengan, el cual en un instante fue estampado en la parte superior del torso del zetsu, destruyendo la cabeza y un poco menos de la mitad del cuerpo.

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Al acabar con el zetsu, decidimos seguir explorando la zona, poniéndonos en marcha, si no antes dejar un clon atras sin que nadie se diera cuenta, el cual cogió un trozo del zetsu blanco y lo guardo en un pergamino de sellado.

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Al seguir avanzando, poco a poco, ramas de color blanco iban apareciendo por las paredes, las cuales iban aumentando en cantidad al irnos adentrando en la cueva, poco después, aparecieron capullos de zetsu, los cuales estaban muertos.

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-Estos están descompuesto, así que no tendremos que preocuparnos de ellos. Adentrándose más, konohamaru encontro una pared hecha de arreles, las cuales de un rasengan las destruyo y un cuerpo de zetsu cayera contra el suelo, unas llamas negras que parecían que venían del mismísimo infierno estaban en su espalda, las cuales lo estaban consumiendo lentamente y al parecer eran las causantes de su muerte.

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Al entrar al interior de donde procedía ese zetsu, pudimos ver un mar de llamas negras, las cuales en su interior habían cuerpos de zetsu carbonizados, los cuales dentro de poco desaparecerían, no dejando ni rastro de cenizas.

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-Esto lo ha hecho Saskue. la voz de konohamaru sonó por toda la sala, haciendo que nuestras miradas se dirigieran a el.

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-¿Mi padre que hacía aquí?.Sarada algo curiosa, quito su mirada de aquellas llamas y la dirigió a konohamaru.

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-Sasuke estaba en una misión secreta, la cual trataba de investigar los rastros de Kayuga ootsusuki.

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Mientras ellos hablaban, mi mirada se quedo fija en esas llamas tan poderosas, las cuales fueron describidlas como inapagables por cualquier medio natural.

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-¿Así que esto es una pequeña fracción del poder de Sasuke, cuyo poder está parejo al de Naruto?... interesante, muy interesante. Mientras tenía mi monólogo interior, una pequeña sonrisa apareció en mi rostro y mitsuki lo noto, quedándose algo extrañado pero no dándole mucha importancia.