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Hans el Pelirrojo

La hora del baño había llegado y Ezio obviamente acompañaba a Antonella, ella no estaba muy convencida después de lo que había sucedido pero aceptó a final de cuentas.

No pasó mucho tiempo para que Ezio se pusiera duro, después de todo mantener la calma al ver a esa mujer que parecía sacada de un hentai no era algo fácil. Al igual que el otro día el pidió ayuda para "calmar" su cosa.

Ezio.- Ma-mamá... crees que me puedas ayudar otra vez?

Antonella.- (Dios que grande!... digo) eh... bueno, si no hay de otra... es mi deber como madre ayudarte...

Ezio.- Haz lo mismo de la otra vez con tu boca por favor! (Es más fácil de convencer de lo que imaginé)

Antonella.- Eh?! eso no es algo que se pida a alguien tan fácilmente Ezio (voy a probar otra vez su semen!...) pero está bien, te ayudaré.

Antonella inició con su boca, manos y pechos, Ezio obviamente le ayudó a ella mientras jalaba y masajeaba sus pechos, esto hizo que en pocos minutos el chico aventara su primera carga, la cual la madre no desaprovecharía en tragar por completo, no sin antes saborearla bien.

Sin embargo, arrojar esa primera carga no era suficiente para calmar a Ezio.

Ezio.- Eh... mamá? se puso duro otra vez... crees que-

Antonella.- Por supuesto! digo... eh, no hay de otra, tengo que ayudarte hasta que no sea un problema...

Ezio.- (Supongo que ya no tiene caso aplazar lo inevitable...) Mamá, puedes ponerte apoyada sobre la orilla del rio dándome la espalda?

Antonella.- Claro pero que quieres intentar? (quiere que lo haga con mis muslos?)

Ezio.- Ya verás...

Una vez que Antonella le daba la espalda a Ezio el cual tenía una vista perfecta del su enorme trasero, el tomó su miembro y delicadamente lo frotaba en la entrepierna de su madre.

Antonella.- !!!! Qu-que haces Ezio?! (solo fue un roce! por que se siente tan bien?!)

Ezio.- Es algo que quiero intentar mamá...

Antonella.- No!... no podemos hacer esto!

Ezio.- No te gusta?

Antonella.- Si! digo, no!! no se trata de eso! (Me estoy mojando cada vez más...)

Pocos segundos bastaron para que Antonella moviera sus caderas por ella misma, mientras al mismo tiempo se mojaba cada vez más.

Sin más, sintió como algo duro, largo y grueso entraba hasta el fondo, como nunca antes algo había llegado así de lejos, ni siquiera sus dedos que era más largos que el de su marido.

Antonella.- (I-increíble! se siente... demasiado bien... nada comparado con su padre...) Ah... ah... Ezio...

Ezio.- Que pasa mamá? te gusta?

Antonella.- ... más... rápido... ah...

Ezio.- Como ordenes!

Después de eso, en el rio se escuchaban aplausos a un ritmo constante y entre cada uno había un fuerte gemido.

Ezio no dejaba de penetrarla lo más profundo que podía, al mismo tiempo la tomaba por sus pechos mientras jalaba sus pezones. Por suerte para ambos no había nadie cerca que los pudiera oír.

Pasaron varios minutos, Antonella a había pasado por varios orgasmos, algo totalmente inusual para ella pues solo los había experimentado por su propia mano, nunca por su esposo. Finalmente, Ezio ya se preparaba para terminar.

Ezio.- Ya voy a terminar mamá! donde termino?!

Antonella.- Do-donde quieras Ezio!

Ezio.- Entonces recíbelo bien!

Ezio le daba las penetraciones finales y al mismo la besaba al estilo francés, para finalmente acabar dentro de ella disparando toda su carga.

Antonella por su parte no sabía que pensar, o mejor dicho, no pensaba, estaba completamente perdida en un placer que nunca había vivido. Sentía como ese liquido espeso y caliente le llenaba el interior mientras la lengua del chico recorría su boca como si fuera suya.

Después de acabar, Antonella yacía en la orilla del rio recostada con las piernas abiertas disfrutando de su orgasmo mientras temblaba con una sonrisa en su rostro y su mirada perdida.

Ezio se limpió en el rio, se vistió y antes de irse a dormir le dio un beso a Antonella la cual ella correspondió instintivamente.

30 minutos pasaron y Antonella pudo reponerse para poder irse a dormir, confundida por lo que había hecho con su hijo pero extrañamente satisfecha, algo que nunca había sentido después de hacerlo con su esposo.

*Al día siguiente*

Ezio junto con su madre Antonella se dirigían a la aldea vecina por suministros, ella se encontraba algo nerviosa al temer encontrarse con otros bandidos, sin embargo su hijo sabía que eso no sucedería.

*Unas horas después*

Ya volvían de su viaje algunas horas después y nada parecía estar fuera de lo común, las mismas compras, el mismo camino y las mismas miradas de morbo por parte de todos los aldeanos hacia Antonella, pues ella claro que seguiría vistiendo tan llamativamente como siempre.

Sin embargo, unas colinas antes de llegar a su hogar alguien los alcanzó, era una cara conocida.

Carnicero.- Antonella! Hola!

Ezio.- (El carnicero?! Aun no llegamos a la aldea pero no tiene su máscara, planea algo??)

Antonella.- Hans! Hola, cómo estás?

Hans.- Yo estoy bien y tu?, hola Ezio.

Ezio.- Hola... (Cierto, su nombre es Hans)

Antonella.- Estoy bien, ¿te puedo ayudar con algo?

Hans.- No se si te enteraste pero 3 sujetos de la aldea no han aparecido desde ayer, ¿haz escuchado algo?

Antonella.- Cielos! No lo sabía, quien sabe en que hayan estado metidos...

Ezio.- (Si supieras que estuvieron metidos en tu boca... le contaré eso después con calma... talvez...)

Hans.- Bueno, no se le puede hacer nada, pasaba por aquí y te vi con todas esas cosas y pensé que tal vez necesites una ayuda extra.

Antonella.- En serio? Gracias! Con tu ayuda será más sencillo, ya iba de regreso a mi casa.

El resto del camino Ezio vigilaba a Hans, de que no intentara nada raro pero todo iba bien. En su lugar pareciera que se intentaba redimir por algo, obviamente se sentiría así pues el era un amigo de su familia.

*En casa de Ezio*

Antonella.- Muchas gracias Hans, llegamos más temprano con tu ayuda.

Hans.- Ni lo menciones! Solo quería ayudar a una buena amiga.

Ezio.- (Mmmm no sucedió nada raro en el trayecto además de las usuales miradas al busto de mi madre, supongo que el tipo se siente culpable por lo del otro día)

Antonella.- Por favor quédate un poco más para tomar algo de té Hans.

Hans.- Oh vaya, muchas gracias espero no molestar.

Ezio.- (Mmmm ahora que lo pienso el carnicero nunca se casó, se dice que tuvo una novia que lo dejo por un tipo con dinero del reino del diamante y que lo dejó en la ruina al huir con sus ahorros, incluso así siempre ha sido bueno con mi familia... Demonios, estoy empezando a sentir lastima por el, si hubiera venido ayer con los otros le hubiera hecho algo a mi madre pero hubiese tenido el mismo destino que los demás.)

*Momento más tarde*

Con la interesante platica que estaba teniendo Antonella con Hans fueron pasando las horas. En la platica Ezio se enteró que la ex-novia del carnicero no solo se llevó sus ahorros, sino también a su hija pequeña, además se encargó de difundir rumores horribles sobre el para que nadie se volviera a casar con el, cosa que al parecer le había funcionado.

Por si eso no fuera poco, Hans contó como se enteró de la traición de su mujer, ocurrió cuando volvía después de un día de trabajo con los puercos esperando comer aunque sea un trozo de pan, cuando llegó a su casa escuchó desde afuera los gritos de su mujer, pensó que era un ladrón por lo que se apresuró a entrar pero en realidad se trataba de ella siendo penetrada fuertemente por un tipo.

Después de eso no recuerda mucho ya que fue atacado por la magia de ese tipo, minutos después vio como su mujer se marchaba con una sonrisa en su rostro mientras aquel tipo le tomaba por el trasero, escena típica en cualquier NTR.

La noche fue cayendo, Lía se fue a dormir y el padre de Ezio seguía sin aparecer, seguramente seguía bebiendo en alguna cantina.

Ezio.- (Creo que al final del día no puedo hacerle lo mismo al carnicero, no puedo enviarlo lejos a perseguir a un personaje que me cae mal como a los otros. Ya ha pasado por demasiadas cosas como para que yo le haga algo más) .

Después de mucho pensarlo, Ezio decidió darle a Hans aunque sea un poco de felicidad.

Ezio.- Mamá puedes venir a la cocina un momento?.

*En la cocina*

Antonella.- Que sucede hijo?.

Ezio.- *Activa hipnosis* Creo que tienes mucho calor mamá, deberías quitarte tu vestido para refrescarte, no importa que haya visita, Hans lo entenderá.

Antonella.- Ti-tienes razón hijo... *Se quita el vestido quedando solo en bragas*, volveré con Hans.

Ezio.- (Bien! Ahora me esconderé y veré como resulta todo)

*En la sala de estar*

Antonella.- Ya volví disculpa, es que ha estado haciendo mucho calor últimamente.

Hans.- !!!!???? Antonella?!

Antonella.- Si?

Hans.- De verdad está bien?! Digo, tu marido puede llegar y malentender todo. (Sus pechos son enormes!)

Antonella.- El lo entenderá! Al igual que yo siempre se queja del calor, además a esta hora seguro está tomando en algún lugar. Por otro lado, sígueme contando de tu negocio.

Ezio.- (Jaja! Parece que todo va bien aunque siento que falta un empujón más, Hans está dispuesto a todo, se nota a leguas su erección pero no hará nada si mi madre no da el primer paso.)

Ezio.- Mamá puedes venir un momento?

*En la cocina*

Antonella.- Dime hijo que sucede?

Ezio.- *Activar hipnosis* Dentro de 5 minutos comenzarás a desnudarte e invitarás a Hans a bañarte contigo en el río, se nota que el también tiene calor y lo quieres ayudar.

Antonella.- Lo quiero ayudar... si...

*5 minutos después*

Antonella.- Bueno Hans, puedo ver qué te mueres de calor, no te gustaría bañarte en el río? *Se quita sus bragas*

Hans.- !!!??? Diablos Antonella! Claro que sí! Vamos!!

Ezio.- (Perfecto! Ahora sí el carnicero no lo aprovecha es su problema, ya tuvo suficiente de mi ayuda.)

Hans.- (Maldición! Nunca pensé que llegaría a esto! Es obvio lo que me está proponiendo! Solo espero que no llegue su esposo o alguno de sus dos hijos! Necesito calmarme, primero comenzaré a bajarme los pantalones que me está comenzó a incomodar la erección!)

Ezio.- (Que demonios?! Ese tipo la tiene enorme! Fácilmente son más de 22 cm! ¿25cm tal vez?!)

Antonella.- (Por los dioses!! La tiene enorme, se suponía que esto era solo un baño para quitarnos el calor, no imaginaba que lo tendría erecto!! Es claramente más grande que el de Ezio y ni siquiera puedo compararlo con el de mi marido! Debo disimular, no puedo quedármele viendo todo el tiempo a su pene!)

Ezio.- (Mi madre no despega la vista!! Es muy obvio viéndolo, parece que lo está comparando con el mío y con el de mi padre! Supongo que es normal, esa cosa no es de este mundo!)

Antonella.- Bueno Hans, comencemos!

Ezio.- (Parece que mi madre le dio la espalda para no ser tan obvia al mirarlo, supongo que sigue teniendo mucha vergüenza ya que mi hipnosis solo hizo que viera como algo "normal" bañarse juntos, sin embargo si algo llegase a ocurrir entre ellos dos sin lugar a dudas lo recordará como una infidelidad a mi padre.)

Mientras Ezio los espiaba desde lejos, Hans se acercaba lentamente por detrás a Antonella, al tener el miembro completamente duro fue inevitable el contacto con las enormes nalgas de la mujer que le daba la espalda.

Hans.- Disculpa Antonella, ¿puedo ayudar a lavarte?

Antonella.- No sé si deberíamos Hans, mis hijos... Mi esposo...

Hans.- Vamos... Considéralo un pago por ayudarte en el viaje que dices?

Antonella.- No lo sé Hans...

Hans.- Entonces tu ayúdame, mira mi pene! Te gusta?

Antonella.- Me encant... Cof cof... Es muy eh... peculiar.

Hans.- Dime algo, ¿tu esposo lo tiene como yo?

Antonella.- No creo que debamos hablar de eso.

Hans.- Solo responde...

(Se lo está acercando más y más a la entrepierna!)

Antonella.- Mi esposo no lo tiene tan llamativo... El de el es más pequeño que la palma de mi mano pero, no le digas a nadie que te lo dije si?.

Hans.- En serio? Y el mío cuántas palmas tuyas son? Contémoslas!

Antonella.- (Que estoy haciendo??!! Estoy por medirle el pene a Hans con mis manos!! El que siempre a sido un amigo de la familia, aunque... supongo que no es tan malo como lo que hice con Ezio.)

Ezio.- (Parece que no se necesito mucho esfuerzo para convencer a mi madre de tocar su pene, Ya no puede ocultar sus ganas.)

Antonella.- Bueno entonces son... 1... 2... 3... Y medio... Wow! No imaginaba que fuera más de 3 veces el tamaños de mi marido, lo tienes enorme Hans! (Que diablos estoy diciendo?? Digo si es lo que pienso pero no puedo creer que se lo diga en voz alta!!)

Hans.- Sabía que te gustaría! Ahora porque no nos ocupamos de mi erección?

Antonella.- (mmmm aahhh!! Al diablo!) Está bien Hans, pero que sea rápido y solo será esta vez!

Ezio.- (Parece que ya están comenzando! Nunca pensé que vería a mi madre besar así, con mi padre nunca llegó a usar la lengua o mover así los labios.)

El carnicero Hans besaba a Antonella mientras masajeaba sus enormes pechos con una mano mientras con la otra jugaba con su vagina, mientras tanto Antonella seguía jalando el enorme pene de aquel hombre pelirrojo.

Antonella.- Ah!! Hans! No pensé que fueras así de bueno con los dedos!!

Hans.- Y espera a que te lo meta! Dime te gusta como te masturbo??

Antonella.- Si! Me encanta! Nunca me habían metido los dedos así!!

Hans.- Quieres que te meta mejor mi pene??!

Antonella.- Si! Por favor apúrate y métemelo!!

Hans.- Perfecto!! Aquí lo tienes!!!

Antonella.- OOOHH SIII!!!

Ezio.- (VAYA ESPECTACULO! nunca pensé ver a mi madre engañar a mi padre por su propia voluntad! Se que tuve algo que ver pero la última decisión fue de ella!)

Hans.- Que tal?! Te gusta como te follo?!

Antonella.- Si!! Me encanta como me follas con tu enorme pene!!

Hans.- Quien te folla mejor tu marido o yo?!

Antonella.- No me haga decirlo por favor!! ah!....

Hans.- Te obligaré a decirlo! Anda dilo!! *Aumenta el ritmo*

Antonella.- AAAAH DIOS!! TU!!... TU ME FOLLAS MEJOR QUE EL PITO CHICO DE MI MARIDO!! AMO TU PENE NO TIENE COMPARACIÓN!

Hans.- Eso es lo que quería oír!!

Así pasaron los minutos mientras Antonella y Hans seguían follando en el rio, sus gemidos ya no podían ocultarse y los sonidos que hacían sus muslos chocar eran cada vez mas fuertes.

*Minutos después*

Hans.- Aaah! Ya me voy a venir!!

Antonella.- No!! Adentro no por favor!! Ah!!!.....

Hans.- Demasiado tarde!! Disfruta mi semen!!

Antonella.- Aaaah!!! NO!!!...

*10 minutos después*

Ezio.- (Eso sí que fue intenso! No pensé que mi madre se miraría tan perra!, tendré que hacerlo mejor la próxima vez que lo haga con ella para que olvide todo esto. Ahora mientras mi madre sigue inconsciente por la tremenda follada que recibió es tiempo de encargarme del carnicero, no quiero que piense que puede venir cuando quiera y follarse a mi madre!)

Ezio salió de donde estaba escondido para tomar desprevenido a Hans.

Ezio.- Oye Hans!

Hans.- EZIO?!!

Ezio.- *Activa hipnosis* Vete del reino y busca a aquel noble que te robó a tu mujer, véngate de el y recupera a tu hija, si lo logras podrás repetir lo de esta noche.

De esa manera, el fornido carnicero se vistió y se fue a su casa para descansar y planear su venganza, dejando en la orilla del rio a su amante por una noche.

Ezio.- (Con eso debería bastar! Un poco de motivación para que se vengue en el proceso no esta mal, además si realmente lo logra el tipo se merece un premio por acabar con un netoreador, aunque claro, lo más seguro es que eso suceda dentro de varios años.

*Momentos después*

Ezio.- Mamá... Estás bien?

Antonella.- Ezio! Que haces aquí? Pensaba que estabas dormido.

Ezio.- Lo estaba pero después te escuché gritar y pensé que te estaban golpeando, luego vi que el señor carnicero te estaba haciendo lo mismo que yo.

Antonella.- !!!??? Sabes dónde está Hans?

Ezio.- El señor Hans ya se fue a su casa.

Antonella.- !!!??? Por favor Ezio, no le vayas a decir a nadie, tampoco a tu papá, es un juego que hacemos los adultos, algo como lo que hicimos nosotros okay? Solo nosotros debemos saber.

Ezio.- Está bien mamá! Espero volver a jugar contigo después!

Antonella.- Claro hijo, ahora ve a dormir por favor... (Que diablos he hecho?!! Tuve sexo con Hans, le fui infiel a mi marido y todo lo vio mi hijo, ¿Qué me está sucediendo?!)

*Ezio en su cuarto*

Ezio.- (Bueno... supongo que todo acabó mejor de lo que pensé, ahora me pregunto como le irá a esos tipos que envíe detrás de Nebra, habrán alcanzado a llegar a ella o mi hipnosis habrá perdido efecto?, mientras tanto seguiré practicando con mis poderes.)

Continuará...