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Capitulo 10- Ecos del pasado

Hisoka desaparece entre las sombras del pantano, llevándose consigo a Leorio. El eco de sus pasos se desvanece mientras Gon, aún en el suelo, lucha por recuperar el aliento. La adrenalina recorre su cuerpo, su respiración es pesada y entrecortada. Marco, también agotado pero manteniendo la compostura, se acerca a Gon, observándolo con preocupación.

—"Vamos, Gon... lo hicimos bien," —dice Marco en un tono firme pero reconfortante. Le extiende la mano—. "Retomemos el camino."

Gon levanta la mirada hacia su compañero, sus ojos aún brillando con la intensidad del reciente combate. Sin dudar, toma la mano de Marco, quien lo ayuda a ponerse de pie. Ambos se miran brevemente, compartiendo un entendimiento silencioso: lo que acaban de enfrentar fue solo una fracción del verdadero desafío que les espera.

Justo en ese momento, se escucha un grito que rompe la tensa calma del pantano.

—"¡¿Gon?! ¡¿Marco?! ¡¿Qué sucedió?!" —la voz de Kurapika, agitada y llena de preocupación, se escucha desde la distancia.

Kurapika emerge corriendo entre los árboles, su respiración entrecortada por la carrera. Al ver a Gon de pie, aunque visiblemente afectado, y a Marco junto a él, su rostro refleja un alivio momentáneo, pero la tensión sigue latente. Sus ojos se mueven rápidamente por el lugar, buscando cualquier señal de Leorio o de Hisoka.

Marco da un paso al frente, con serenidad en su voz pero aún notoriamente cansado.

—"Kurapika... Leorio fue llevado por Hisoka," —comienza a explicar, mientras Gon recupera completamente la compostura a su lado—. "Tuvimos un enfrentamiento con él, parece que llevo a leorio a la seguiente fase. Hisoka no lo dañó."

Kurapika frunce el ceño, sus puños se cierran con fuerza al escuchar el nombre de Hisoka. El alivio de encontrar a Gon y a Marco es rápidamente reemplazado por la preocupación por Leorio.

—"Maldita sea..." —murmura Kurapika.

—"Tenemos que seguir adelante," —dice Marco, mirando a Kurapika con determinación—. "Leorio estará bien. Si nos detenemos ahora, perderemos el rastro. Sabes cómo es Hisoka... si nos retrasamos, podría ser peor."

Kurapika respira hondo, luchando por mantener la calma. Sabe que Marco tiene razón. El examen aún continúa, y detenerse ahora no solo pondría en riesgo a Leorio, sino también su propio progreso en la competencia.

—"Tienes razón," —responde Kurapika, con un tono más centrado—. "Sigamos adelante. Lo encontraremos en la siguiente fase."

Marco asiente, y el grupo comienza a moverse nuevamente a través de la peligrosa ciénaga Numelle.

Los tres avanzan rápidamente por la ciénaga, esquivando raíces enredadas y pasando junto a los cadáveres de varios animales, sus cuerpos inertes yaciendo a un lado del camino. El olor a descomposición y humedad lo cubre todo, pero Gon sigue adelante, completamente enfocado en un rastro invisible para los demás.

—"¡Por aquí!" —exclama Gon, señalando un camino menos visible entre la maleza.

Kurapika frunce el ceño, mirando a Gon con algo de incredulidad.

—"¿Realmente puedes olerlo?" —pregunta Kurapika, sorprendido por la aparente habilidad de Gon.

—"¡Sí!" —responde Gon con seguridad, sin detenerse—. "Leorio tiene un perfume muy distintivo. Su aroma se extiende varios kilómetros."

Kurapika no puede evitar levantar una ceja, todavía dudoso. —"Para ti quizá..." —piensa en silencio, consciente de que las habilidades sensoriales de Gon son mucho más desarrolladas de lo que podría imaginar.

Marco, que va detrás, observa los cadáveres de los animales con una expresión pensativa.

—"¿Notan los animales muertos por el camino?" —comenta Marco, señalando los cuerpos. —"Probablemente intentaron atacar a Hisoka."

Kurapika asiente, sabiendo que Hisoka no mostraría piedad ante ninguna amenaza, por pequeña que fuera. Pero antes de que pueda decir algo más, Gon, aún intrigado por la reciente pelea, lanza una pregunta directa a Marco.

—"Marco... ¿cómo es que eres tan fuerte?" —pregunta Gon, deteniéndose un momento para mirarlo. —"Pudiste pelear con Hisoka uno contra uno. Incluso lograste romperle el brazo, mientras que Leorio y yo no fuimos rivales para el."

La pregunta toma a Marco por sorpresa. Su mirada se suaviza por un momento, pero mantiene su compostura. Gon lo mira con curiosidad, genuinamente impresionado por la habilidad de su compañero.

—"¿Fuerte?" —repite Marco, con un tono de ligera sorpresa.

Gon asiente, esperando la respuesta con la misma intensidad que pone en todo.

Marco respira hondo y, aunque no suele hablar mucho de su pasado, decide ser honesto.

—"Nací fuerte y entrené toda mi vida para ser aún más fuerte..." —comienza, su tono más serio ahora—. "Mi clan condicionó toda mi vida para convertirme en un supermercenario. Mi padre y los demás miembros del clan dedicaron los últimos 11 años a mi crianza y formación."

Hace una pausa, mirando hacia adelante como si recordara esos años.

—"Pero..." —continúa, esbozando una sonrisa amarga—. "Los decepcioné... je je."

Gon lo mira sorprendido, incapaz de comprender por qué alguien como Marco, que parece tan poderoso y seguro de sí mismo, se sentiría como una decepción. Kurapika, caminando a su lado, escucha en silencio.

—"Decepcionarlos... ¿por qué?" —pregunta Gon, con una mezcla de curiosidad y confusión.

Marco simplemente sonríe de lado, pero no responde de inmediato, dejando que la pregunta quede en el aire. Es algo que todavía está procesando por sí mismo. Mientras tanto, el grupo sigue avanzando, sabiendo que, aunque el camino sea difícil, están más cerca de encontrar a Leorio y enfrentarse a los nuevos desafíos que les esperan.

El grupo continúa avanzando por el pantano mientras la conversación toma un giro más introspectivo. Gon, aún procesando lo que ocurrió, decide preguntar algo que lo ha estado inquietando desde su encuentro con Hisoka.

—"Dime, Kurapika... ¿qué crees que quiso decir Hisoka cuando dijo que Leorio y yo pasamos?" —pregunta Gon, su voz llena de curiosidad.

Kurapika frunce el ceño, recordando las palabras de Hisoka. —"Parecía como un examinador... yo diría que esa es tu calificación."

Gon se muestra pensativo. —"No lo sé... lo único que hizo fue verme por un segundo."

Kurapika lo mira de reojo, sabiendo que, aunque Gon subestima lo sucedido, fue un momento clave. —"Pero lograste golpearlo," —responde Kurapika, dándole crédito.

—"Es verdad..." —Gon admite, antes de fruncir el ceño—. "Pero, ¿y Leorio? Hisoka le dio una paliza y aun así 'pasó'."

Kurapika se toma un momento para considerar la situación. —"Tal vez Hisoka se está basando en lo que dicen sus instintos," —dice, analizando el comportamiento del enigmático asesino.

Los ojos de Gon se iluminan. —"¡Sí, es como Killua!" —piensa Gon en voz alta—. "Él mencionó algo así."

Kurapika asiente, su mirada ahora más seria. —"En mi opinión, Hisoka es muy sanguinario para ser un cazador. Aun así, su técnica es brillante y su destreza casi sobrehumana. En términos de capacidad de combate, nunca he encontrado a alguien como él…"

De repente, Marco interrumpe con una tos fingida, frunciendo el ceño con fingida tristeza.

—"¿Kurapika y yo?" —dice Marco con un tono que mezcla sarcasmo y decepción.

Kurapika levanta una ceja antes de sonreír ligeramente. —"Me refiero a que las habilidades de Hisoka son algo raras y únicas. Aquellos con habilidades únicas a menudo perciben cosas en los demás que el resto no puede ver. Con su intuición y experiencia, él podría haber captado vuestro potencial y juzgado su valor."

Marco se queda pensativo, sin responder de inmediato. Kurapika continúa.

—"Por otro lado, tú, Marco… Lograste luchar contra él, una hazaña que yo no podría hacer," —dice Kurapika con una sonrisa ligera—. "Eres muy talentoso."

Marco baja la mirada, algo ruborizado por el cumplido. —"Je, gracias..." —murmura, aunque un brillo travieso aparece en sus ojos—. "¡Pero casi me parte en dos! Aunque... fue divertido, ¿sabes?"

—"Sin embargo, al final Hisoka dijo algo raro," —continúa Marco, su tono cambiando de entusiasmo a un leve desconcierto—. "Insinuó que no estaba listo para algo, que hubo algo que no vi. Y luego me dijo que, cuando estuviera listo, me reuniera con él."

Kurapika frunce el ceño, intrigado. —"¿No viste algo…?" —repite, como si esas palabras resonaran más de lo que deberían.

Marco asiente lentamente, aunque no puede evitar hacer una mueca de frustración. —"Sí… ¡y no sé a qué se refería!" —dice, algo más enérgico, pero sin perder el tono contenido—. "Es como si hubiera algo importante, algo que no comprendí, y eso me molesta."

Gon observa la conversación, claramente intrigado. —"¿Crees que no peleó en serio contigo?" —pregunta con curiosidad.

—"Creo que jugó conmigo... pero no como me esperaba." —Marco suspira, su tono más calmado—. "Es frustrante porque sentí que podía hacer más, pero no sé qué es lo que me falta."

Kurapika lo mira de reojo mientras avanzan. —"Hisoka es muy perspicaz. Si te dijo eso, es porque percibió algo en ti que ni tú mismo has notado aún."

Marco se queda pensativo, y aunque no dice más, su mente parece estar trabajando en lo que significa esa observación.

—"Supongo que lo descubriré cuando llegue el momento," —dice Marco, intentando sonar despreocupado, aunque el eco de la frustración aún persiste en su voz.

Kurapika sonríe levemente. —"Y cuando lo descubras, Hisoka estará esperando."

El grupo sigue corriendo, con la tensión de lo que acaban de experimentar aún pesando sobre sus hombros. Kurapika, tras hablar de la percepción de Hisoka sobre Marco, ahora reflexiona sobre lo que ocurrió con Gon y Leorio.

—"Con Gon y Leorio... quizás Hisoka decidió que matarlos en ese momento sería precipitado," —dice Kurapika, pero de inmediato se da cuenta de la dureza de sus palabras—. "Eh... lo siento, eso estuvo fuera de lugar."

Gon, aún algo tenso, sacude la cabeza, tratando de tranquilizarlo. —"No, está bien," —dice, respirando hondo. —"Estoy empezando a entender... el extraño sentimiento de antes."

Kurapika lo mira con curiosidad, mientras Gon parece sumergido en sus pensamientos.

—"Todos esos cadáveres esparcidos alrededor..." —continúa Gon, con la voz un poco temblorosa—. "Y luego Hisoka... cambiando su atención hacia mí."

La intensidad en las palabras de Gon se siente en el aire, mientras intenta expresar lo que sintió en ese momento. —"Honestamente, ¡estaba asustado!" —admite, sus manos temblando ligeramente al recordar—. "Quería correr, pero ¡no podía! Sabía que no era rival para él. Pensé que iba a morir."

Marco y Kurapika lo observan en silencio, comprendiendo la seriedad de sus palabras.

—"La cosa es..." —Gon continúa, casi en un susurro—. "Incluso enfrentando una muerte segura... es raro, pero también se siente muy emocionante, ¿saben?"

Kurapika frunce el ceño, tratando de comprender las emociones de Gon, mientras Marco simplemente escucha, sus ojos fijos en el suelo, como si recordara algo similar.

—"¿Emocionante?" —pregunta Kurapika, incrédulo.

Gon asiente lentamente. —"Sí... es aterrador, pero al mismo tiempo, hay algo en esa tensión, en ese riesgo. Sentí que estaba en el borde de algo importante. Tal vez sea la sensación de estar tan cerca de tu límite, de saber que en cualquier momento todo podría terminar..."

Kurapika y Marco intercambian miradas. La seriedad en las palabras de Gon revela una madurez inesperada, una comprensión del peligro que trasciende su juventud.

Cerca de la entrada del bosque, el grupo de aspirantes que logró superar la primera fase se congrega alrededor de una gran entreda que parece ser de un castillo. La atmósfera está cargada de emoción y nerviosismo mientras se preparan para lo que vendrá.

Satotz se erige frente a ellos, su presencia imponente resonando en el ambiente. —"Hemos atravesado el pantano. Bien hecho, todos ustedes," —anuncia con voz firme—. "Esta es la Reserva Forestal Visca, donde tendrá lugar la segunda fase. Aquí es donde nos despedimos. Les deseo suerte a todos."

Satotz POV

Alrededor de 150 pasaron la primera fase. Pensé que, francamente, quedarían menos de 100. Tenemos un grupo excepcional este año. Qué mal... Buhara y Menchi son los examinadores de la segunda fase. Excepcional o no, este grupo... podría reducirse a 50 o menos, o incluso bastante menos... dependiendo de las circunstancias. Tal vez me quede a ver.

Satotz POV Fin

Marco, Kurapika y Gon llegan al lugar de encuentro, un poco agitados por la emoción de haber sobrevivido a la primera fase, pero también preocupados por su compañero.

—"Ah, lo logramos..." —dice Kurapika, dejando escapar un suspiro de alivio mientras busca con la mirada a Leorio.

Gon se mueve inquieto. —"¿Dónde estará Leorio?" —pregunta, preocupado.

De repente, una figura aparece a lo lejos. Es Hisoka, con su característica sonrisa en el rostro, como si hubiera disfrutado del espectáculo. Sin dejar de mirar hacia el grupo señala con un gesto hacia un lugar bajo un árbol.

Marco y Kurapika siguen su dedo, y sus ojos se abren con sorpresa. Allí, recostado contra el tronco de un árbol, está Leorio. Aún está noqueado, con el rostro hinchado por el golpe que le propinó Hisoka.

Leorio despierta lentamente, sus ojos entreabiertos mientras intenta comprender lo que le rodea. Cuando finalmente se da cuenta de que sus amigos están a su lado, frunce el ceño, confundido.

—"¿Qué... qué pasó?" —pregunta, frotándose la cabeza, con el rostro aún hinchado y dolorido.

Gon se agacha a su lado, emocionado por ver a su amigo despierto. —"Leorio, te golpeó Hisoka. ¡Estuvimos muy preocupados por ti!"

Leorio parpadea, como si estuviera tratando de recordar algo, pero parece no poder hacerlo. —"¿Hisoka? ¿Qué…? No recuerdo nada," —dice, frustrado.

Marco, aún con una sonrisa, se une a la conversación. —"No te preocupes, logramos pasar la primera fase. Te encontramos aquí afuera, descansando bajo ese árbol," —dice, señalando el lugar donde se encontraba.

—"¿Por qué están todos parados aquí afuera?" —pregunta Gon, mirando a su alrededor.

De repente, Killua aparece en la escena, cruzando los brazos con una expresión de desdén.—"No Podemos entrar"- dice killua

Gon se vuelve hacia él, sonriendo. —"¡Killua! ¡

—"¿Cómo conseguiste llegar?" —pregunta Killua, con curiosidad.

Gon comienza a contarles la historia de cómo siguieron el aroma de Leorio para encontrarlo. Su voz se llena de entusiasmo al relatarlo, pero Killua reacciona de manera sorpresiva.

—"¡¿Seguiste el aroma de tu amigo?!"

Gon asiente con confianza. —"¡Ajá!"

Killua se ríe, sorprendido y divertido. —"Raro... pero cualquier cosa sirve. Debes ser mitad perro," —dice, con una sonrisa burlona.

Marco se acerca a Killua, intentando meterse en la conversación. —"Ey, ey, ¿qué pasó, jefecito? Parece que tú también lograste llegar. Esa patineta es bastante práctica..."

—"¿Por qué no podría? Gigantón," —responde Killua, arqueando una ceja.

Marco se ríe, disfrutando del momento. —"Tranquilo, pequeño albino."

—"¡¿Cómo me llamaste?!" —grita Killua, persiguiendo a Marco mientras este se aleja riendo.

Gon observa la escena, riendo a carcajadas mientras la energía del grupo vuelve a levantarse. La preocupación por lo que enfrentaron en la primera fase se desvanece, al menos por un momento,