—No, no, pon tu pie aquí primero, ¿ves? ¡Luego das un paso de nuevo!
—¡De acuerdo!
—Ahora, camina hacia mí. ¡Uno, y dos, y uno, dos, tres! ¡Ve!
Dorian sonreía mientras guiaba a la joven chica a través de los pasos, ajustando cuidadosamente sus movimientos cada vez que cometía un error.
—Y ahí lo tienes. Esto se llama Country Two Step—dijo en voz alta, haciendo girar a la niña de doce años.
Era el día después de haber salvado la caravana aeth.
Después de haber destruido el último clon de Mello, Dorian había comenzado a hablar con el mago a cargo de proteger la caravana, para saber más sobre Taprisha, los poderes allí y alguna otra información relevante.
El mago había estado extremadamente agradecido, pero también un poco receloso y temeroso. De todas formas, había respondido muchas de las preguntas de Dorian, llenando muchos vacíos en su conocimiento. Suponiendo que todo lo que le dijo el hombre era verdad, lo que Dorian comprobaría cuando llegara, estaba mucho más preparado.
También había aceptado que su forma anterior, un infante desnudo de piel roja, era una extremadamente extraña.
Afortunadamente, el periodo de adaptación había terminado poco después, aunque durante la mitad de su conversación.
Tomó un momento para echar un vistazo a su etapa actual, asintiendo con agradecimiento.
-Titán – Etapa de crecimiento: (2/4) Titán adulto joven
- Progreso de crecimiento – 4.058/8.052 –
Su cuerpo era ahora de poco más de dos metros de altura. Los músculos sobresalían bajo su piel, haciéndolo parecer un fisicoculturista extremadamente fuerte de la Tierra. Su cabello blanco había crecido hasta los hombros, suave y ondulado.
Había explicado su crecimiento acelerado y antinatural a los impactados aeth al afirmar que había sido maldecido por un mago de maldición, y que ésta era su verdadera forma.
No estaba muy seguro de si le creían completamente, pero al final apenas importaba.
Le habían obsequiado un conjunto de pantalones de cuero y una camiseta blanca, un par que se envolvía perfectamente alrededor de su cuerpo. La bolsa espacial que tenía atada alrededor de su hombro mientras viajaba ahora estaba colocada en su cintura.
También se había tomado con sutileza el tiempo de absorber el linaje de uno de los osos caídos cuando tuvo la oportunidad.
Al final, un par de comerciantes viajeros aeth, un hombre llamado Clarence y una mujer llamada Jeriah, habían salido del vagón que Dorian había impedido que destruyera el clon de Mello, además de su joven hija Sara.
Como una expresión de agradecimiento, le habían regalado a Dorian diez cecas de oro, la forma de moneda más común en los 30.000 mundos.
Una ceca tenía la forma de una pequeña y delgada moneda, pero con un agujero en el medio de esta. Las pilas de monedas de oro se podían amarrar juntas con cuerdas, y ser fácilmente almacenadas en bolsas o anillos espaciales.
Una sola ceca valía cien cecas de plata, o diez mil cecas de bronce.
En una ciudad popular de un reino decente, un guardia de la ciudad podía ganar cerca de cuarenta y cinco cecas de plata al mes, o aproximadamente 150 cecas de bronce diarias.
Una comida decente en un restaurante costaba de diez a quince cecas de bronce. Una buena espada, para quienes se entrenan físicamente, costaría de diez a veinte cecas de plata.
Algunos reinos todavía producirían su propia moneda, y entonces tendrían tasas de cambio con las cecas de la Autarquía Borrel, mientras que otros simplemente aceptaban las extendidas cecas como la norma.
También había denominaciones más altas que las cecas de oro. En lugar de tener la forma de una moneda normal, las denominaciones más grandes tenían la forma de escudos de cometa en miniatura, de una pulgada de ancho. Estaban fuertemente encantados y regulados con magia, específicamente regulados por el colosal Departamento de oro de la Autarquía Borrel.
Cada escudo de oro, como eran llamados, representaba una enorme suma de dinero, algunos en millones de cecas de oro. Los escudos de oro no podían solo ser usados como moneda, sino que, para las denominaciones más altas, podían ser usadas como ayuda para la comprensión y la detección de las leyes de la magia, debido a los encantamientos especiales puestos en ellos por poderosos miembros del Departamento de oro.
Si bien esto podría no ser lo más útil para magos de clase Dominus o superior, para quienes estaban por debajo, podía servir como una ayuda inmensa.
Los comerciantes le habían dado diez de las monedas de oro individuales, volviéndolo de un pobre sin dinero a un hombre relativamente rico en un instante.
Dorian había aceptado el dinero sin un momento de vacilación, sonriéndoles alegremente. Al menos su cara de titán era más cercana a la de un humano, y su sonrisa se veía bastante normal.
Después de eso, Dorian se había enfrentado a dos opciones.
Podía marcharse y volver a viajar solo, permanecer con los mercaderes por el último tramo de su viaje. Estaban a solo un día del final de puente de mundo, a la velocidad que los vagones encantados y que se movían por sí solos que esta caravana particular usaba. A los aeth no les gustaba usar caballos, o animales en general, para ningún tipo de trabajo.
Dorian había decidido permanecer con los hombres aeth, por un día más, después de aprender más sobre el mundo hacia el que estaba viajando. Terminó durmiendo en una tienda de repuesto cuando acamparon para pasar la noche.
El puente de mundo hacia Taprisha era, según los comerciantes y el mago, la entrada al territorio de la familia Aurelius, una poderosa familia de vampiros que controlaban una gran cantidad de planetas.
A diferencia del puente de mundo que habían dejado en Hasnorth, Taprisha tenía un puente de mundo que realmente era vigilado y protegido.
Taprisha no era, técnicamente, un mundo controlado por la Familia Aurelius. En el papel, el mundo era un mundo intermedio, que no controlaban ni la Autarquía Borrel ni la familia Aurelius.
No obstante, en realidad, la familia Aurelius se había apoderado del planeta, al usar agentes y varios aliados para mantenerlo bajo su control. Ellos vigilaban el mundo, y no permitían que fuerzas externas como la Autarquía o la relativamente cercana Comunidad sombra se establecieran allí.
La Familia Aurelius, a diferencia de la Autarquía Borrel, no tenía intenciones de expandir su alcance y eran relativamente autónomos.
Por lo tanto, la situación en Taprisha era única, pero estable.
En cualquier caso, se alegraba de haber podido escabullirse con los comerciantes. Mientras pudiera pasar sutilmente más allá de los guardias fronterizos, solo podía cambiar de forma y seguir su camino, sin preocupaciones. Los mercaderes parecían tener muchas menos dudas sobre Dorian que el mago Lor, así que todo iba bien. Quizás que su alma pueda torcer el Destino ha sido un factor, pero Dorian estaba contento.
Unos cuantos minutos antes, la hija de los comerciantes había visto a Dorian practicar distraídamente un juego de pies para un estilo de baile que conocía de la Tierra y le había pedido que se lo enseñara, así que por eso estaba aquí ahora.
—¿Así, maestro Dorian?—. La hija de doce años de los mercaderes era una dulce niña, con cabello corto y rubio y una cara juvenil. Todavía faltaban algunas horas para que llegaran a la salida del puente de mundo, así que Dorian había decidido enseñarle a la niña el cásico estilo de baile de la Tierra.
Ella hizo un pequeño giro con sus pies, y luego dio un paso adelante dos veces, y atrás una vez.
—¡Excelente!—. Dorian aplaudió con sus manos, dándole una cálida sonrisa.
—Ahora, cuando encuentres una buena melodía, sólo espera el ritmo y ¡avanza así! ¡Asegúrate de enseñarle a tus amigos!
—¡De acuerdo! ¡Lo haré!—. La niña lee dio una gran sonrisa y luego salió corriendo, practicando su juego de pies todo el camino hacia el vagón al frente de la fila, donde se encontraban el mago y los dos comerciantes.
Dorian la observó regresar a su familia con una pequeña sonrisa de melancolía, con los ojos brillando. No obstante, sacudió su cabeza y suspiró profundamente.
Una vez que llegara a Taprisha, estaría un planeta más cerca de encontrar el tesoro escondido en el desfiladero Ember, y de salvar a William.
Recordó las posibles rutas que podía tomar para llegar al escondite. Un mapa mental de los mundos cercanos y los puentes de mundos apareció en su cabeza, cortesía de la información que el mago anciano había compartido con él.
Había seis rutas que podía tomar.
De las seis rutas, cuatro de ellas involucraban desplazarse a través de más de quince planetas diferentes y puentes de mundo. Las últimas dos rutas eran mucho más pequeñas. Una tenía tres mundos que tenía que cruzar y la otra tenía cinco mundos.
Dorian se enfocó en esas dos rutas, decidiendo que escogería una o la otra cuando supiera más sobre los mundos en cada camino. Estaba con un límite de tiempo relativamente estricto. Si no lograba encontrar el alijo del tesoro, y usarlo para crear un cuerpo perfecto para William dentro de poco más de un año, Will moriría.
Era una agenda muy apretada y una enorme cantidad de trabajo que involucraría un poco de peligro. También era lo correcto que hacer. Suspiró de nuevo, y luego se encogió de hombros. Era lo que era. Si lo que necesitaba era esforzarse al máximo, entonces lo haría.
Con ese pensamiento en mente, se acomodó en el vagón de repuesto que llevaban en caso de que alguno de los otros se estropeara, y se recostó, decidiendo descansar hasta que llegaran a la frontera.
..
El día avanzó rápidamente y llegaron a la salida del puente de mundo en un santiamén. Aparte de la pequeña tormenta del día anterior y el ataque de esos osos clones de Mello, nada importante sucedió.
El puente de mundo a Taprisha de Hasnorth era uno bastante corto, con un paisaje bastante normal. Una gran y amplia sabana, con algunos acantilados y bosques pequeños. Le tomaría a una caravana normal cerca de una semana para cruzarlo.
Dorian había hecho un tiempo fantástico corriendo a toda velocidad antes de encontrarse con la caravana aeth.
Hasnorth era un planeta exterior, o un mundo menor. Había solo unas pequeñas potencias en el planeta, nada extremadamente significativo. El comercio entre Hasnorth y las naciones en él, no era extremadamente expansivo.
Por lo tanto, la cantidad de caravanas que llegarían a la entrada a Taprisha, en cualquier día en este puente de mundo en particular, variaba de cinco a diez. Algunos mundos mayores tendrían cientos o miles de caravanas de comercio trasladándose a través de puentes de mundo a diario.
El Imperio Tandor era gobernado por un poder de clase Dominus Inicial y tenía acceso a los amplios recursos en su zona de dos mil millas de ancho, así como a las tierras indómitas que lo rodeaban. Pero seguía siendo un imperio fronterizo en gran medida, según los comerciantes Aeth. Como un mundo menor, simplemente no era demasiado especial.
Los mundos menores, los mundos mayores y los mundos exóticos. Estas serán las tres categorías de planetas en los 30.000 mundos.
De acuerdo a los comerciantes, Taprisha era un mundo exótico, un tipo de mundo con una geografía muy inusual.
—Estamos en el punto de control, Sir Dorian—. Uno de los guardias se acercó al vagón en el que estaba montado, informándole.
Dorian asintió. Luego se levantó, estirando los brazos al bajarse del vagón encantado. Cuando salió, contempló el enorme muro de doscientos metros de altura que bloqueaba la totalidad de la salida del puente de mundo.
Era de un color blanco prístino, brillando a la luz de la tarde. Vio varias marcas en él, algunas que se extendían por millas, causadas por las tormentas espaciales que a veces surgían en los puentes de mundos. El muro en sí parecía ser casi una construcción uniforme, levantada por algún tipo de magia.
Se extendía por millas y millas, hasta perderse de vista debido a la curvatura de muchas millas del puente de mundo.
Directamente en frente de ellos había una puerta enorme de diez metros de ancho. Una de las dos entradas a Taprisha en este puente de mundo. Estaban a un par de docenas de metros de él, pero Dorian aun podía distinguir a un grupo grande de guardias, varios de los cuales parecían ser magos.
Miró hacia arriba, notando que solo podía ver el enorme muro, y no el mundo más allá. Este particular puente de mundo se acercaba a Taprisha en una pendiente y, por tanto, era incapaz de ver el planeta más allá del enorme muro que le cortaba la vista.
A pesar del comercio relativamente pequeño entre los dos mundos, todavía había una hilera de tamaño decente, con quizás dos docenas distintas de grupos de personas delante de ellos. Había algunas personas en vagones o carruajes, un par a caballo o montando algún tipo de lagarto grande y escamoso, pero parecía que la mayoría de los que esperaban eran personas que viajaban a pie.
Preguntó a uno de los guardias de la caravana sobre esto y le dijeron que algunos guerreros se aventuraban desde Taprisha hacia el puente de mundo en busca de ciertas razas de bestias que solo podían encontrarse aquí por sus linajes.
Taprisha era un mundo bajo el reino de Aurelius, y en gran medida como resultado de eso, los magos de sangre eran comunes aquí.
Se movieron rápidamente a través de la hilera, el proceso de verificación de cada grupo se había agilizado a lo largo de los años.
En muy poco tiempo, era el turno de la caravana de comerciantes.
Los guardias que estaban de pie en la puerta eran todos humanos, con la excepción de una sola criatura que parecía estar hecha enteramente de algún tipo de roca gris. Dorian se sorprendió cuando vio al guardia moverse, mirando a la criatura fijamente.
—Un miembro de la raza Pirita, seres inteligentes que poseen una matriz de hechizos del alma única e incluso una más única constitución. Esta parece estar en la clase Caelum. Esta criatura no pose sangre y, por lo tanto, si desearas absorberla, necesitarías primero matarla y luego absorber su matriz de hechizos del alma—. Ausra acudió al rescate, compartiendo información al respecto.
Cuando Dorian absorbía el linaje de una criatura, él estaba esencialmente absorbiendo toda la información sobre la matriz de hechizos del alma de esa criatura, el objeto que definía lo que un ser era.
Si una criatura no tenía sangre, entonces el único método que tendría sería matar y luego usar la energía en su alma para absorber cualquier matriz de hechizos del alma que estuviera cerca. Necesitaría preservar cuidadosamente el cadáver si quisiera poner en práctica este método. Si un cuerpo era destruido o dañado demasiado, el alma y la matriz de hechizo del alma se disiparían rápidamente, dejándolo sin la oportunidad de absorberla.
Era similar a cómo se las arregló para poner la matriz de hechizos del alma de William fuera de su cuerpo y almacenarla cerca de su alma. Las matrices de hechizos del alma normalmente eran invisibles e imposible de detectar, pero los únicos poderes entregados al Rebaño les permitían acceder a ellas. Si el cuerpo de William hubiese sido aún más dañado, no habría sido capaz de salvarlo en absoluto.
—¿Y quién eres tú? ¿Cuál es tu propósito para venir a Taprisha?—. Uno de los guardias habló, un hombre de aspecto hosco de cabello marrón y corto y una gran panza. Ya habían trabajado con la mayoría de los guardias mercantes.
—Un simple guerrero que busca trabajar para la familia Aurelius—. Dorian goleó su pecho mientras hablaba, con los músculos tensos en los límites de su piel. Era la excusa que había decidió le arecía más razonable. Después de todo, tenía el físico de un guerrero.
—Nosotros podemos avalar su carácter y fuerza. Sus acciones nos salvaron del ataque de algunos grandes osos negros—. Uno de los dos comerciantes que lideraban la caravana, el comerciante de nombre Clarence, habló y caminó hacia el guardia. El hombre era delgado, con cabello rubio y corto y una complexión delicada.
—¿Oh?—. Los ojos pequeños y brillantes del guardia echaron un vistazo a Dorian, y en particular a su cuerpo de aspecto poderoso con el ceño fruncido.
—Sí, sus valientes esfuerzos fueron la razón por la que estamos aquí hoy—. Clarence se acercó al guardia, extendiéndole la mano—. Espero que podamos evitar cualquier problema con mi amigo—. Un destello dorado apenas pudo ser visto cuando los dos se estrechaban las manos.
—Por supuesto, por supuesto. ¿Cómo podría culpar a un guerrero valiente como tú?—. El ceño fruncido desapareció de la cara del guardia mientras le daba a Dorian una calidad sonrisa, y movía la mano hacia adelante. Internamente, Dorian frunció el ceño. Parecía que la corrupción menor ocurría en este mundo tal como sucedía en la Tierra, pero aún más flagrante.
—¡Bienvenidos a Taprisha!—. El resto de la caravana rápidamente avanzó, atravesando la puerta.
Permitiéndole a Dorian echar un primer vistazo a este mundo exótico.
Taprisha, el legendario archipiélago sin mar.
Parpadeó mientras contemplaba la longitud del puente de mundo. Aterrizaba en el resto del planeta, a unas seis millas de distancia, donde la extensa sabana se convertía en una llanura suave y ondulada. Una enorme ciudad, de al menos veinte millas de ancho, podía verse a solo una milla desde la base del puente de mundo, un gran montón de torres blancas que se elevaban desde varios palacios dentro de los límites.
Podían verse largas franjas de tierras de cultivo rodeando la ciudad por docenas de millas.
Pero lo que más le interesaba a Dorian era lo que estaba más allá de todo eso.