—¿Ves a esa sombra de ahí? ¡Ese es el legendario maestro de espada de las siete cuchillas, el señor Iñigo Montoya!
—Hmph. Nuestro viejo capitán Basalt se convirtió en un maestro de lanza después de unirse al ejército del rey. ¿Qué hace que este señor Iñigo sea tan especial? No parece tan fuerte.
—¡Lo escuché directamente de uno de los asistentes del señor Gabito cuando le hicieron una reserva para el barco! ¡El señor Iñigo casi ha alcanzado el nivel de un santo con su habilidad!
—¿Eh? De ninguna manera. Cosas como esa siempre son falsas.
Dorian sonrió levemente cuando escuchó a dos jóvenes sombra hablando entre sí en un susurro silencioso. Cada joven vestía un uniforme a rayas blanco y negro, el atuendo de todos los trabajadores del barco. Los sentidos de Dorian finamente puestos a punto le permitían escuchar claramente sus palabras, incluso desde varias docenas de metros de distancia, a través de la cubierta del barco.
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