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Re: zero arco 3, 4, 5.

Pueden seguir aquí después del cp25 Luego subiré el Arco 1 y Arco 2. A partir del CP 329 comienza el arco 5.

delta_zero_1153 · Fantasia
Classificações insuficientes
503 Chs

Reinhard Antes del Reencuentro.

_Reinhard: Mis más sinceras disculpas por no haber ayudado en este momento tan crítico. No puedo más que meditar sobre cómo he resultado ser incapaz.

Recibiendo las miradas de los presentes en el interior, Reinhard se disculpó.

Al ver al Santo de la Espada cabizbajo, todos se callaron por un momento. Sería fácil rechazar su disculpa, en contraposición a lo difícil que sería expresar lo que de verdad pensaban.

La verdad era que todo este tiempo les habría venido de perlas su gran poder, pero Reinhard había estado desaparecido y aún no sabían dónde había estado.

Los presentes no podían evitar imaginar lo bien que podría haber ido la reconquista del Ayuntamiento si su gran poder hubiera estado allí.

Así que, incluso simples palabras de rechazo, eran incapaces de salir fácilmente de los labios de nadie.

No obstante...

_Subaru: En serio, idiota. ¿Por qué no estabas aquí? ¿Qué tan difícil crees que fue para nosotros?

Acercándose a ese héroe carmesí, Subaru dijo eso y le dio un pequeño golpe en el pecho.

Cuando su puño le tocó ligeramente, Reinhard, con una actitud como si no pudiera justificarse ante Subaru, apartó la mirada. Ante esa apariencia abatida y cabizbaja impropia de él, Subaru suspiró por la nariz.

_Subaru: Oye, si de todos modos ibas a venir, podrías haberlo hecho 15 minutos antes. Así me habría ahorrado dar un discurso que no encajaba en absoluto con mi carácter. Se supone que ese es tu trabajo.

_Reinhard: Lo siento... Sin embargo, fue un gran discurso que encaja contigo. Aunque me piden muchas cosas, dar transmisiones que despierten el coraje hasta ese punto no es algo que yo pueda hacer. Tú fuiste la opción correcta.

_Subaru: Entre tú y yo, el papel requerido para esa transmisión es un poco diferente, creo.

Ante la amarga sonrisa de Reinhard, Subaru volvió a golpearle suavemente el pecho y también le dio con el dedo en la punta de la nariz a ese abatido héroe.

_Subaru: Reinhard.

_Reinhard: …¿Sí?

_Subaru: Al venir tú, es como si cien personas hubieran venido―no, mejor dicho, mil. Puedo esperar tanto como eso, ¿verdad? ¿Cuento con ello?

_Reinhard: …

Él era una fuerza comparable a diez mil luchadores. Que Subaru lo valorase como cien o incluso mil personas era irrisorio.

Ante la pregunta llena de expectativas de Subaru, los ojos azules de Reinhard parpadearon. Pero esa vacilación se desvaneció inmediatamente y Reinhard sonrió.

_Reinhard: Sí, cuenta conmigo. Si eso es lo que quieres de mí, cumpliré tus expectativas.

_Subaru: ¿Podrías parar de decir cosas que seducirían a las mujeres? En fin… Dicho eso, si alguien quiere decir algo, que lo diga ahora.

Viendo que esa incomodidad inicial desaparecía de la cara de Reinhard mientras reía, Subaru miró hacia atrás. Observando hacia los que hasta entonces no habían dicho nada, señaló a Reinhard.

_Subaru: En estos momentos, el bando que recibe un tratamiento especial sufre mucho más. Además, que el Santo de la Espada quiera ser regañado es una oportunidad única. Por fin, por fin.

_Reinhard: …

_Subaru: Después de haberle dicho todo lo que pensamos, podemos continuar con la conversación… sobre cómo ayudar a todos.

Abriendo su corazón, Subaru habló así.

Ante esa actitud, los presentes contuvieron la respiración; a excepción de Otto y Garfiel, quienes estaban acostumbrados a las bravuconadas de Subaru y reían.

Era bueno tener uno o dos compañeros allí para entrever sus verdaderas intenciones.

Habiendo dicho eso Subaru, nadie más sintió la necesidad de ocultar sus pensamientos.

Después de eso, Reinhard recibió protestas (con detalles omitidos) individualmente, y volvieron a hablar sobre cómo liberar Priestella del yugo del Culto de la Bruja.

Sin embargo, aparte de haberse reencontrado con Reinhard y Otto, no hubo una clara mejora. No había cambiado ni la cantidad de enemigos que debían atacar ni la estrategia de atacar todas las torres de control simultáneamente.

_Subaru: Por cierto, Reinhard, ¿dónde estuviste y qué hiciste durante este caos?

Mientras todos se sentaban a hablar en círculo, Subaru decidió empezar con esa pregunta.

Al oír esa pregunta, la expresión de Reinhard se enturbió. El día de hoy había estado usando bastante esa expresión.

_Subaru: Felt no está contigo, y hay muchas cosas que quiero oír. Ah, no es que esté regañándote, ¿sabes? Con respecto a eso, con todo lo que ya te hemos dicho, estoy haciendo como si nada hubiera pasado.

_Anastasia: Lo que Natsuki-kun ha disho… bueno, eso también me inquieta. Es imposible que er Santo de la Espada se asustase y se escondiese, así que no pensé en na'a de eso. Pero me gustaría escushar una razón convincente.

Anastasia se unió a la pregunta de Subaru.

Mirando cuidadosamente la actitud de Anastasia, definitivamente parecía que había estado recibiendo reportes de Julius. De hecho, según ella misma, justo antes de que empezara la confusión, Reinhard y Felt se habían puesto en contacto con Heinkel. Que la expresión de Reinhard se enturbiase al oír esa pregunta parecía demostrarlo.

Y, al igual que este miembro de la familia Astrea, Wilhelm también era muy ambiguo cuando se trataba de Heinkel. Trataban el tema como—

_Subaru: Como alguien que se ha encerrado en su habitación durante diez años, convirtiéndose en un nini versión pro, hasta el nivel de ser visto como un tumor por sus ancianos padres…

_Otto: Natsuki-san ya está soltando delirios raros, así que lo siento, pero ¿qué hará? Si a Reinhard-san le resulta difícil decirlo, entonces no me importaría decirlo a mí, pero…

Mientras Subaru recordaba fugazmente un especial nocturno de noticias sobre Hikkikomoris, Otto intervino con la mano levantada. Dando a entender que sabía lo que había ocurrido, Otto miró con preocupación a Reinhard.

_Subaru: Y tu viniste junto con Reinhard, pero… ¿acaso también estuviste con él durante el tumulto?

_Otto: No, nada de eso. Me reuní con Reinhard-san en el último momento… Pero, en general, he comprendido la situación.

_Reinhard: Gracias Otto. Pero esto es un problema de mi Casa. En verdad, es un tema difícil de discutir, pero sería mejor que lo hablara yo mismo.

Ante la consideración de Otto, Reinhard inclinó la cabeza y rechazó su oferta.

Miró hacia adelante y se enderezó justo después.

_Reinhard: En primer lugar, aunque lo he dicho muchas veces, déjenme disculparme una vez más. Debería haber ayudado desde un principio, pero, durante muchas horas, no pude unirme para ayudar con la situación; lo siento mucho. Recapacitaré profundamente sobre ello.

_Julius: …Ya sabes lo que opinamos al respecto. No podemos perdonar todo como si no hubiera sido ningún problema. Sin embargo, te necesitamos para la próxima batalla. Así que, si quieres compensar tu ausencia hasta ahora, entonces hazlo bien en las luchas venideras.

_Reinhard: Lo haré, Julius… Cuando el Culto de la Bruja hizo su primera transmisión, Felt-sama y yo estábamos en el extremo del Distrito Dos porque nos había llamado el subcomandante Heinkel.

Reinhard, que había empezado a hablar, pronunció "subcomandante" con voz dura.

Se sabía que eran padre e hijo. Pero llamar a su padre por su título era suficiente para darse cuenta de que la relación entre ambos no era una simple relación padre-hijo.

_Subaru: Después de esa pelea y separación de antes, ¿Felt obedeció una convocación de él?

_Reinhard: En el fondo, Felt-sama también quiso negarse. Sin embargo, él quería hablar sobre un asunto bajo la autoridad del Señor Astrea, así que no podía rechazarlo. Desconocíamos qué petición haría… Felt-sama y yo nos dirigimos al lugar designado.

_Subaru: ¿Cómo terminó la charla allí?

_Reinhard: Mis disculpas, pero como ese asunto está directamente relacionado con la Selección Real, apreciaría que se me permitiera no dar más detalles. Es suficiente decir que la charla no fue muy bien.

El tono de voz de Reinhard caía y era fácil darse cuenta de que la charla había ido mal.

Aunque no fuera así, a Felt le faltaba experiencia en el manejo de emociones negativas.

Teniendo en cuenta la naturaleza despreciable de Heinkel, no era difícil imaginar cómo habría sido la charla.

En medio de tal conversación—

_Reinhard: Entonces, el Culto de la Bruja hizo su primera transmisión. Aunque apenas podíamos creer lo que oíamos, estaba claro que debíamos movernos inmediatamente. En caso de ocurrir una situación realmente grave, mi intención era salir de inmediato. Es por eso que varios súbditos también tenían un método preparado de antemano para llamarme si era necesario.

Ese método era lanzar magia al cielo cuando fuera necesario. Esa era la señal.

Cuando Sirius apareció, las veces que Rachins disparó la señal, Reinhard se apresuró y aparecerió en el lugar en no más de 30 segundos. Lo que dijo era cierto.

Sin embargo, Reinhard había oído la transmisión del Culto de la Bruja y su clara malicia, pero aun así no se movió. No sólo no se apresuró hacia el lugar, sino que también guardó silencio durante las siguientes horas.

¿A qué diantres se debió eso?

_Subaru: Cuando hicieron la primera transmisión, tú también debías de saber que la estaban haciendo desde el Ayuntamiento. En ese momento, habrías tenido la opción de apresurarte hacia allí… Entonces, ¿por qué no viniste?

_Reinhard: …

No era que lo estuviera regañando. No era esa la intención, pero su voz era dura mientras presionaba por respuestas.