Tardaron tres días en partir hacia Priestella.
_Roswaal: Respeto la decisión de Emilia-sama, y ella no tiene nada urgente que hacer aquí, así que estoy dispuesto~ a ello. Aunque es preocupante que~ sus intenciones sean tan ilegibles.
«La Cumbre de los Señores Feudales Occidentales» —una conferencia entre el Margrave Roswaal y otros señores feudales bajo ese estatus— tendría lugar en la mansión del señor feudal más neutral que había entre ellos.
Ellos eran generalmente obedientes al ritmo de Roswaal, pero algunos sí expresaban sus quejas e inquietudes por su apoyo hacia Emilia.
La mayoría de señores feudales estaban de acuerdo con la política de Roswaal sobre el favoritismo hacia los demihumanos, o más bien, la igualdad para ellos. Pero los semielfos rara vez eran considerados demihumanos.
Durante el último año, habían conseguido que algunos señores feudales la apoyasen superficialmente a través de discusiones y acuerdos. Esta conferencia era, en parte, para establecer un podio para que ella pudiera hablar con los señores feudales que aún la rechazaban obstinadamente.
Roswaal iba a dejar la mansión vacía para preparar el terreno.
_Emilia: Lo siento. Sinceramente, yo también quería asistir a esa cumbre, pero...
_Roswaal: E~so sería contraproducente. El propósito de esta cumbre es que usted pueda hablar con ellos más tarde, lo que significa que sería jugar sucio revelarse en esta etapa. …Pe~ro, si usted pudiera calmar la confusión y acallar a los señores feudales rebeldes con una oración magistral, eso sería bueno~.
_Emilia: ...No creo que pueda hacerlo todavía. De acuerdo, me comportaré.
Frustrada, Emilia frunció los labios y bajó la mirada. Roswaal asintió hacia ella, satisfecho. Subaru quería objetar el tono un tanto sarcástico de Roswaal, pero al menos esta vez él estaba hablando con ella más sinceramente.
Era infinitamente mejor que el año anterior, cuando Roswaal mantuvo descaradamente a Emilia como un adorno, lejos de los asuntos políticos— eso le dijo Emilia a Subaru después de que él se quejase de ello.
Roswaal era un apoyo mucho más confiable ahora que estaba siendo más proactivo. Pero como sus motivos eran cuestionables, era sólo la mitad de beneficioso de lo que parecía.
_Subaru: Asumiendo que Petra definitivamente irá a esa cumbre… ¿Quién se quedará en la mansión?
_Roswaal: Annerose y sus asociados asistirá~n. Dudo que haya algún problema si Clind-kun está presente, te~niendo en cuenta su favoritismo por Petra. Tenía la intención de dejar a Frederica aquí, ya que se lleva mal con él... ¿Qué hay de ti, Ram?
_Ram: Os acompañaré como deseéis, Roswaal-sama.
_Subaru: Dices «como deseéis», pero definitivamente son tus deseos los que hablan...
Ram seguía siendo una defensora de Roswaal, pero ahora se mostraba menos reacia en mostrar sus propios deseos. Roswaal parecía aceptarlo sin pensar que fuera extraño. Su relación de dependencia unilateral parecía haber cambiado.
La atmósfera de dependencia que tenían a su alrededor había desaparecido, y daba la sensación de que ahora realmente se entendían el uno al otro. Aunque no estaba claro si era beneficioso tener a alguien que simpatizase con Roswaal.
_Ram: ¿Qué estás mirando? Si dices algo desconsiderado, haré papilla tus ojos, Barusu.
_Subaru: Hermana, en tu pensamientos…¿Qué tan despreciable crees que soy?
_Ram: …
Ram hizo una expresión extremadamente complicada.
No era porque fuese una pregunta difícil, sino que era la expresión que ella ponía siempre que Subaru la llamaba «hermana».
A ella no le desagradaba eso, pero sentía que no era genuino. Ya que aún no había recuperado sus recuerdos de Rem. Esos años de ser adorada por su hermana pequeña todavía estaban perdidos en el vacío.
_Roswaal: Me preocuparía que se fueran sólo Emilia-sama y tú, pe~ro estoy seguro de que estarán bien acompañados por Garfiel y Otto-kun. Otto-kun evitará que te metas en problemas espantosamente terrible~s, y Garfiel resolverá el peor de los problemas pulverizándolos mientras ustedes huyen.
_Emilia: Me temo que eso también causaría muuuchos problemas... Haré lo mejor que pueda para evitar que llegue a pasar eso.
_Subaru: Déjame a mí lo de presionarlos, Emilia-tan. Estaré encima de ellos, ya sea Anastasia-san o Julius. Una bruja charlatana que conozco me ha enseñado a esquivar temas importantes en una conversación.
_Emilia: No estoy segura de si eso es algo de lo que presumir...
Subaru mostró a Emilia su pulgar en alto y una sonrisa, con los dientes brillantes. Naturalmente, Emilia sabía que Subaru estaba bromeando para relajarla. Ellos habían desarrollado la suficiente confianza durante el último año como para llegar a esa cantidad de entendimiento, como mínimo.
_Roswaal: Ahora~, Beatrice. ¿Puedo confiar en que tú cui~darás de ellos?
_Beatrice: Pues claro, de hecho. Uno no podría descansar tranquilo si alguna de estas personas no estuviera acompañada de Betty, supongo.
Los tirabuzones de Beatrice se balancearon mientras sacaba pecho.
Su actitud adorable puso una sonrisa en la cara de todos. Aunque ella misma parecía disgustada.
—En cualquier caso, al terminar esta conversación, decidieron irse a Priestella.
_Joshua: Una vez llegue allí, pregunte por el «Pabellón Fluvial del Plumaje». Ahí es donde Anastasia-sama la estará esperando.
_Mimi: ¡No la hagas esperar!
Dicho eso, los subordinados de Anastasia abandonaron la Mansión Roswaal. Se fueron primero a Priestella para decirle a Anastasia que la invitación fue aceptada.
_Garfiel: Sí, cuídate.
_Mimi: ¡Cuídate tú también, Garf! ¡Voy a estar superagobiada esperando, así que más te vale que vengas!
_Garfiel: ¿Tú agobiada? Ni de broma. Pero lo 'ntiendo. 'Stos tipos no tienen ninguna 'speranza sin mi asombroso ser. Arreglemos 'sto allí. Prepara tu cuello para la cuerda.
_Mimi: ¿Eh? ¡Está bien! ¡Lo tendré superlisto!
El pequeño intercambio de palabras entre Mimi y Garfiel fue particularmente notable. Garfiel había sido muy cauteloso con los dos invitados durante la visita en la mansión, pero al ver la actitud despreocupada de Mimi, sintió que sus temores estaban fuera de lugar.
O más bien, parecía que Mimi era extremadamente cariñosa cuando hacía amigos. Empezó a llamarlo «Garf» de la nada, así que quizás la invitación de Anastasia no era realmente hostil.
_Joshua: Puede que te hayas ganado a Mimi, pero yo… Mi persona no caerá tan fácilmente.
Dijo Joshua, tratando de permanecer impasible mientras seguía a su alegre guardaespaldas.
Mimi mantenía un fuerte agarre de su brazo, tirando de él hacia abajo y hacia adelante mientras ella se movía hacia el frente. Su expresión fue muy seria durante todo esto, lo que era un poco cómico.
Dicho eso, incluso Subaru había desarrollado la suficiente amabilidad durante este año como para no informar a Joshua de ese hecho.
_Emilia: Joshua-kun ¿estarás bien? Tienes un atuendo tan bonito, pero la manga está a segundos de romperse...
_Joshua: P-Por favor, no se preocupe. ¡No hay necesidad de preocuparse!
Aunque Subaru podía entender los sentimientos del pobre chico, el ángel presente no podía. Emilia hablaba con sincera preocupación hacia Joshua, quien no podía levantar la voz en frente de todos y lucía miserable mientras intentaba quitarse a Mimi del brazo. Pero, como era de esperar, Mimi era más fuerte que Joshua y sus esfuerzos eran en vano.
_Joshua: Puede que mi hermano te llame su amigo, pero yo creo que está siendo demasiado amable. Esa es una de sus virtudes. Yo creo que mi trabajo como hermano menor es compensar eso, así que no esperes piedad de la familia Euclius.
_Subaru: ¿Qué?, ¿ya has parado con eso de «yo» y «Mi persona»?
_Joshua: ¡P-Por favor, presta atención a lo que estoy diciendo! ¡Mira que intentar hacerme quedar como un idiota! No eres un hombre muy agradable, ¿no crees?
_Subaru: Estoy más preocupado por ti y por cómo olvidas tu posición como sirviente de tu Ama. Al mostrarte tan molesto en público, probablemente terminarás como la oveja negra de la familia Euclius.
_Joshua: ¡—!
La cara de Joshua palideció, pero tampoco era como si Subaru estuviera intentando criticarle. Después de todo, las probabilidades de que Subaru insultara a la gente en público, eran mucho mayores. Aunque no era algo que Joshua pudiera saber, y Natsuki Subaru, siendo como era, tampoco tenía la intención de decírselo.
_Emilia: Subaru, deja de molestar a los niños más pequeños que tú. Lo siento mucho, Joshua-kun. Subaru es... puede ser así a veces.
_Joshua: N-No... Yo estaba siendo realmente descortés. Me disculpo.
_Subaru: ¿Ahora sólo dices un «yo»? ¡Ay! ¡Eso duele, Emilia-tan!
Subaru inmediatamente comenzó a criticar de nuevo a Joshua, y entonces Emilia lo cogió de la oreja y le dio un tirón. Joshua vio lágrimas surgiendo en los ojos de Subaru y, satisfecho, decidió dejar la conversación allí.
Dando un gran suspiro, Joshua se metió en su «carruaje de dragón»— Pero, en vez de un dragón, lo que tiraba de este vehículo era un raigar, así que se podría decir que era un «carruaje de perro».
Lo cual hizo que Subaru se preguntase si aquí se practicaban las carreras de perros.
_Subaru: Podría valer la pena introducir algunas formas de entretenimiento, como son las carreras de caballos o cosas así...
Las ideas de Subaru que usaban su Conocimiento Único del Siglo XXI nunca maduraban más allá de su imaginación; pero tal vez debería considerar más seriamente la posibilidad de utilizar sus conocimientos para hacerlos realidad aquí.
Primero necesitaba saber cuáles serían las ventajas y desventajas de popularizar las carreras de caballos, y —
_Emilia: ¿Qué pasa Subaru? Parece que estés pensando en algo muuuy malicioso.
_Subaru: He tenido una rara avalancha de ideas mediante mi Conocimiento Único del Siglo XXI. Como una ráfaga de «subaruismos».
_Emilia: Oh, ¿has pensado en otro nuevo condimento? Me gustó la mayonesa, y también la salsa tártara.
_Subaru: Esta vez estoy pensando en algo que es único en un sentido que la gente normal jamás imaginaría.
(Dato curioso: la Mansión Roswaal tenía una reserva de salsa tártara, al igual que de mayonesa. Básicamente a todos les gustaba, pero no satisfacía del todo a Subaru.!).
Mientras toda esa charla continuaba, Joshua y Mimi se preparaban para partir y su carruaje comenzó a moverse.
Ninguno de ellos se subió al asiento del conductor en el carruaje; En cambio, Mimi se subió a uno de los dos raigars y lo controló directamente. Su túnica blanca se agitaba mientras sonreía alegremente.
_Mimi: ¡De acuerdo! ¡Los veo a ustedes dos y a Garf más tarde!
Se despidieron de Mimi con mucho gusto, y también de un Joshua cauteloso a través de la ventana. Dos días después de despedirlos, Subaru y los demás salieron rumbo a
Priestella.
※ ※ ※ ※ ※
_Otto: Nos llevará más de diez días llegar allí, aunque vayamos rápido. Tampoco tenemos que darnos prisa, así que relajémonos y tomémoslo con calma.
Nadie tenía ninguna objeción respecto al plan de Otto.
De entre todos ellos, él era el que más acostumbrado estaba a viajar, además de tener, probablemente, una resistencia física promedio. Por lo que, si viajaban a un ritmo que no pusiera estrés sobre él, entonces todo el mundo debería disfrutar de un viaje seguro.
_Otto: Considerando la carga del carruaje, haremos que Furufu y Patrasche-chan tiren los dos de él. Ya que no planeamos parar en ninguna parte, deberíamos estar bien con sólo el mínimo de suministros de emergencia.
_Garfiel: No es bueno para el cuerpo quedarse sentado en el carruaje todo el tiempo, Otto.
_Otto: Si eso es lo que piensas, eres libre de salir del carruaje y correr un poco.
_Garfiel: Sí, eso es lo que haré.
_Emilia: ¿Eso es lo que harás?
Con esa escena en la que las bromas habituales de Garfiel y Otto conmocionaban a Emilia, comenzó el viaje hacia Priestella.
Dicho esto, el viaje en sí mismo avanzaba sin problemas.
Tuvieron algunos problemas cuando cruzaban las fronteras en territorios que no pertenecían a la familia Mathers, o cuando pasaban por las puertas de otros señores feudales, pero el problema se resolvía mostrando el emblema de la familia Mathers o mostrando la presencia de Emilia.
La presencia de Emilia también podía causar problemas, pero no se encontraron con nadie que haya estado tramando nada vil durante el transcurso del viaje.
También aparecieron perros salvajes o mabestias en el camino, tratando tontamente de atacar el carruaje—
_Garfiel: Perfecto. Tenía ganas de aplastar algunos bichos.
Garfiel se lanzó violentamente, asustando a los animales instigadores. Su trabajo como guardaespaldas era perfecto y hacía que las pobres mabestias pareciesen simpáticas.
Pero incluso el terrorífico de Garfiel también tenía que matar el tiempo de inactividad masticando un cuchillo que trajo, lo que le daba un aire «Gap Moe» (NT: Expresión: que actúa contrario a lo que aparenta). También era desconcertante verlo mascar el duro acero y convertirlo en pedazos.
_Beatrice: Sí. Este dragón no está tan mal, de hecho. Admitiré eso, supongo.
Dijo Beatrice, sentada al lado de Subaru, quien tenía las riendas.
Tal vez sea una sorpresa, pero Otto no era el único encargado de conducir. Ahora Subaru podía conducir un carruaje, pero le costó un año conseguirlo, y menos mal que era un dragón que conocía las particularidades de Subaru.
Pero sólo si eran Patrasche o el dragón de Otto, Furufu. Los únicos otros dragones que la Mansión Roswaal mantenía eran Rascal y Peter. Naturalmente, Subaru estaba lo suficientemente familiarizado con ellos como para nombrarlos.
_Subaru: ¿Qué tal si muestras menos condescendencia y me ayudas más con las riendas? Patrasche está llena de espíritu maternal, estoy seguro que ella también será buena contigo, Beako.
_Beatrice: Preferiría no hacerlo, de hecho. En realidad, esa dragona me ha estado mirando fijamente desde que partimos, supongo. No me considera su amiga, de hecho. ¿Qué son estas lamentables mentiras sobre el espíritu maternal, supongo?
_Subaru: Ey, no hables mal a Patrasche. Nunca dejaré que nadie insulte a Emilia-tan, Rem, tú o Patrasche.
_Beatrice: ¿Me incluyes en tu lista, pero aun así no me dejas expresar lo que siento, supongo?
_Subaru: ¡Si es una miembro de la lista quien lo hace, la consideraré una chica mala!
Beatrice intentó escapar, pero fue imposible debido al estrecho espacio para el conductor. Subaru la agarró por el cogote y la acercó poniéndola en su regazo mientras ella se resistía.
Él intentó castigarla con cosquillas, pero entonces un mechón de pelo le rozó la nariz, haciéndolo estornudar dramáticamente— y el carruaje se desvió.
_Otto: ¡Natsuki-san! ¡No hagan nada raro! ¡Si se salen de la Protección Divina de la Evasión del Viento, todos pasaríamos un mal rato con el mareo debido al movimiento!
_Subaru: ¡Lo siento! Beako estaba siendo tan divertida que yo sólo...
_Beatrice: ¡No intentes hacer que esto sea culpa de Betty, de hecho! Subaru acababa de... ¡Deja de hacerme cosquillas, supongo! Deten—pffwejeejeh!
Otto suspiró mientras los observaba jugar, mientras que Emilia se reía.
_Emilia: Realmente se llevan muy bien. Quién hubiera imaginado que en tan poco tiempo Subaru y Beatrice serían uña y carne.
_Otto: Personalmente, no puedo creer que hayan estado separados alguna vez. Es casi enfermizo lo dulce que es Beatrice-chan y lo cariñoso que es Natsuki-san con ella.
Emilia sonrió solemnemente mirando a los ojos de Otto como si de una madre se tratase o una hermana mayor. Pero Otto no era tan frío como para criticar o para enfadarse de las payasadas de Subaru.
_Otto: Les dejaremos divertirse mientras nosotros hablamos de algo más importante. Es decir, discutiremos los objetivos de la facción de Anastasia y el cómo responderemos.
_Emilia: No están tratando de ponernos en deuda.
_Otto: Ya ha pasado el primer año de los tres que dura la Selección, lo que hace que ésta sea la última oportunidad para establecer una base definitiva. Una vez que establezcamos nuestra posición, aseguraremos la base del apoyo en la Cumbre de los Señores Feudales Occidentales. Si ignoramos que las otras facciones ya resolvieron ese problema desde el principio, nuestro progreso estaría a su altura.
_Emilia: ¿Dónde se está quedando Anastasia ahora mismo?
Emilia había estado alejada de los movimientos de las demás facciones durante un tiempo; ya que necesitaban entrenar a Emilia desde cero sobre cómo ser una política y dejar que adquiriera las habilidades que necesitaría, en vez de saturarla con información innecesaria.
Roswaal y Otto —el dúo de asuntos internos— entendieron que ese era el motivo de ella para centrar su atención en otro lugar, y también entendieron que debía de ser seguro eliminar algunas de esas restricciones en este viaje.
Otto asintió a Emilia y comenzó a organizar mentalmente los hechos.
_Otto: Primero discutiremos el apoyo actual de los candidatos. Inicialmente, la duquesa Crusch Karsten y Anastasia Hoshin eran generalmente vistas como las ganadoras respecto a la competencia. Las otras tres facciones, incluyendo la nuestra... Son vistas, sin ofender, como si estuvieran ahí para rellenar.
_Emilia: …Sí, no puedo negar eso. Pero, por lo que dices…
_Otto: Exacto. La opinión pública ha cambiado en este último año. Porque las otras tres facciones, empezando por la nuestra, han hecho logros notables.
Los logros más llamativos de la Facción Emilia, como era de esperar, fueron la derrota de Pereza y la Ballena Blanca. La facción de Crusch fue la que lideró la ofensiva contra la Ballena, pero la propia Crusch declaró públicamente la gran contribución de Natsuki Subaru al mayor esfuerzo.
Aunque las otras facciones estaban ayudando, Subaru encabezó la ofensiva contra Pereza.
Ambos logros atrajeron inmediatamente la atención del público hacia la previamente ignorada Emilia, quien también destacaba negativamente por su herencia genética.
Para bien o para mal, Emilia era ampliamente reconocida como el tema principal para hablar sobre chismes o rumores.
Las otras candidatas desconocidas —Felt y Priscilla— también recibieron beneficios similares.
Priscilla Barielle hizo un trabajo notable. Tras heredar tierras de su difunto marido, Leip Barielle, aprovechó la desafortunada posición que tenía Lugnica como nación fronteriza con el largamente hostil Imperio Vollachia e inmediatamente hizo aliados en los territorios vecinos durante la confusión.
Casi como por arte de magia, pacificó Vollachia e hizo aliados en la clase alta. Luego revitalizó tierras que habían sido arruinadas por la guerra. En ese corto período de tiempo, ella había mostrado definitivamente buenas perspectivas.
También tenía una actitud abrumadora y su aspecto arrogante iba con su estilo. El sur de Lugnica la apoyaba más día tras día.
Mientras tanto, Felt tenía a Reinhard Van Astrea y los territorios de la familia Astrea: en relación a otras candidatas, ella estaba atrapada en la sombra de su caballero.
El título de «Santo de la Espada», por muy abrumador y famoso que fuera, no era especialmente útil a la hora de elegir un nuevo gobernante.
Las actitudes de los señores feudales locales, incluidos los del dominio de Astrea, se acercaban más a la desconfianza que a la cautela.
Pero Felt se sobrepuso a esta pobre situación de manera inesperada.
En lugar de consultar a los poderosos nobles que podían obstaculizar a las otras candidatas, ella reunió a los nobles que habían renunciado a sus cargos y a los plebeyos de las calles.
A Felt se le daba muy bien escoger tanto a los que tenían aspiraciones ocultas como a los que tenían talento pero que nunca se les había dado una oportunidad. Sin contar los rumores sobre si ella tenía sangre real, ella podía identificar los talentos de las personas y asignarles a un puesto, lo cual era quizás la cualidad más importante de un líder.
Desde ese pequeño detonante, la familia Astrea y sus territorios circundantes estallaron en actividad, a la vez que los señores feudales comenzaron a cambiar lentamente de opinión.
Todavía era una pequeña chispa, pero definitivamente se estaba ganando un lugar en la historia. Nadie importante en la nación la estaba ignorando.
_Otto: Y así está cada facción ahora mismo. La nuestra es bastante notable por sus logros, pero esas otras dos facciones tienen una base más estable. Aunque eso cambiaría si reconocieran oficialmente nuestra ofensiva contra el Gran Conejo.
_Emilia: Otto-kun, estás diciendo lo mismo que Subaru. Pero quizás eso significa que podemos ser un poco narcisistas y decir que estamos igual que las otras candidatas.
_Otto: Por ahora, sí. Pero… ha habido algunos cambios en el frente de la duquesa Karsten. Los cuales nos benefician.
_Emilia: ¿Nos benefician?
_Otto: Sí, la duquesa Crusch Karsten se ha vuelto una persona diferente, ha perdido algo de su lustre durante este año. Solía ser severa tanto en asuntos públicos como en privados, alguien a quien, los partidarios del anterior Duque Karsten, no tenían más opción que aceptar.
Algo había cambiado en sus políticas y estrategias.
Se había vuelto menos decisiva y daba una impresión muy suave. Se había difundido el rumor de que, a pesar de que hizo todo lo que pudo para cumplir el poco femenino rol de Duquesa, finalmente sus verdaderos colores salieron a la luz.
Aparentemente estaba ocupada tratando con súbditos y señores feudales insatisfechos, incluso recurriendo a la ayuda del anterior Duque jubilado.
_Otto: La gente estaba segura de que ganaría la Selección, ya que consiguió el primer logro con la ofensiva de la Ballena Blanca... pero no está claro qué fue lo que la llevó exactamente a su caída. Emilia-sama, asegúrese de estar alerta.
_Emilia: —Ya veo…
Emilia bajó su mirada, llena de tristeza.
No podía evitar sentir simpatía por sus rivales, pero Otto encontró esa postura peligrosa y frágil.
Tarde o temprano, se enfrentarían entre ellas. Era una desventaja ser indebidamente comprensiva.
En este último año, Otto aprendió que esa obviedad se aplicaba tanto al comercio como a la política.
_Otto: Trate de no pensar demasiado en ello. Habrá más conversaciones como ésta en el futuro.
_Emilia: Sí. Gracias. Sé que sólo lo haces porque te preocupas por mí.
_Otto: Excelente. Ahora, vayamos al tema de la facción de Anastasia. No tienen base en Lugnica, pero cuentan con el apoyo de importantes comerciantes en Kararagi. Las tiendas que originalmente surgieron allí, ahora están apareciendo en toda Lugnica, todas con el apoyo de las Empresas Hoshin.
_Emilia: Pero, ¿qué significa eso? Puede que hayan muchas tiendas nuevas, pero, ¿eso no significa que tengan mucho apoyo nue... Oh, si hay más gente que la conoce, ella será más visible, ¿o algo así?
_Otto: Eso podría ser un efecto secundario, creo. Su objetivo es más simple que eso. Ella puede usar mucho dinero. Y como el dinero es tan simple, sirve con todo el mundo. No hay ninguna criatura de la sociedad que viva tranquilamente después de una quiebra económica.
Aliarse con los comerciantes significaba hacer más amigos en el mundo de los negocios. Y como la economía apoyaba a la sociedad, tener poder económico significaba que ella podía atacar y defender a esa sociedad.
Ella estaba haciendo aliados por todas partes, haciendo casi imposible contrarrestarla; era una mujer de negocios que daba prioridad a su fortaleza económica.
_Otto: Creo que la facción de Anastasia es de la que debemos ser más cautelosos. Sobre todo, tras recibir una invitación de ellos... todo parece conducir a que terminaremos en deuda con ellos. ¿Entiende lo increíblemente angustiado que estoy?
_Emilia: ...Finalmente lo he comprendido, muuuy profundamente. Siento haber actuado tan precipitadamente.
_Otto: No hay nada de qué preocuparse siempre y cuando lo entienda. Estoy seguro de que nunca volverá a actuar sin cuidado… Estoy seguro… ¡Porque estoy seguro de que lo ha entendido!
Emilia inclinó la cabeza hacia delante, ante lo cual Otto sacudió la suya y luego suspiró.
La clara explicación de Otto hizo que fuera muy fácil de entender.
Emilia asintió una y otra vez.
Ciertamente, el mundo de la política era complejo y delicado. Ella ya sabía que pensar «Haré lo mejor que pueda» y «Hagamos lo mejor que podamos» no le asegurarían la victoria, pero le mareaba pensar que tenía que prestar atención a lo que los demás estaban haciendo.
Estaba contenta de que Otto hubiera revelado esos secretos, pero eso también la hacía sentir mucho más incómoda.
_Otto: No tiene que soportar todo eso sola.
Dijo Otto, imaginando cómo se debía sentir Emilia.
Emilia miró hacia arriba. Otto estaba jugando con su cabello gris.
Otto: Puede que usted sea la pieza principal, pero eso no significa que tenga que hacer todo el trabajo por sí sola. Tiene a todo este carruaje con usted.
_Emilia: ¿Todo el carruaje?
_Otto: Natsuki-san tiene las riendas. Beatrice-chan vigila que él no haga el vago. Garfiel está encima del carruaje vigilando los alrededores; y yo soy el que planea nuestra ruta. Y la más importante —usted— nos da las gracias a todos con una sonrisa por nuestro duro trabajo para abrirnos paso hasta Priestella.
Los ojos de Emilia se abrieron de par en par, comprendiendo a lo que se refería Otto.
Tenía su gracia, porque esa frase indirecta le recordaba a otra persona.
_Emilia: Otto-kun. Suenas muuuy parecido a Subaru.
_Otto: ¡¿Qué?! ¿¡De verdad!? Oh no... Debo de haberme infectado por todo el tiempo que he pasado con él... N-No, por favor no, este pensamiento aterrador...
_Subaru: ¡Oye Otto! ¿De qué estás hablando tan alegremente con Emilia-tan? Las sonrisas de Emilia-tan son mi alimento, así que más te vale no robarme ninguna.
Los hombros de Otto se encogieron cuando la persona en cuestión se metió en la conversación. La reacción de Otto provocó una sonrisa en Emilia, y Otto sonrió en respuesta con aspecto de haber sido derrotado.
_Subaru: ¡Vamos! ¡¿Qué es tan interesante?! ¡Esto no es justo! Beatrice, toma las riendas. Voy a irrumpir.
_Beatrice: ¡Auh! ¡No, de hecho! ¡Detente, supongo! No puedo... ¡Se volcará el carruaje! ¡Se va a volcar, de hecho! ¡Ella lo va a volcar, supongo!
Al oír los gritos desde el asiento del conductor, Otto se puso de pie con resignación.
Un impaciente caballero estaba alcanzando su límite. Había llegado el momento de intercambiar posiciones y visitar a los dragones.
_Emilia: Otto-kun.
Pero entonces, Emilia llamó a Otto por detrás mientras él se preparaba para ir al asiento del conductor. Él miró hacia atrás, hacia ella, y se quedó sin aliento.
La sonrisa de confianza de Emilia lo apuñaló en el pecho.
_Emilia: Sé que causaré algunos problemas, pero aun así haré lo mejor que pueda. Cuento contigo.
_Otto: … Sí, por favor hágalo. Me suelo alegrar con las sobras.
_Emilia: Eso también ha sonado como a Subaru.
Con una sonrisa amarga, Otto se acercó a la plataforma del conductor.
Subaru y Emilia eran astutos. Ellos dos eran una combinación letal para Otto, quien no podía evitar responder a las expectativas que tenían sobre él.
Mientras sucedían todas esas interacciones, transcurrieron doce días desde su partida.
El grupo de Emilia llegó a salvo a la Ciudad de las Compuertas, Priestella.