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Pokémon: El último en pie.

Muerte, reencarnación, una segunda oportunidad, lo siento pero el mundo no es color de rosas. Reencarnado en un versión amalgamada y cruda del mágico y maravilloso mundo Pokémon. Tomas Lance opta por la realidad. --¿Maestro Pokémon? ¿Campeón de la liga? ¡¿Quién quiere bailar con la muerte?! ¡Ya baile lo suficiente con ella! Este es un mundo hermoso y asquerosamente letal, Seré un entrenador Pokémon bajo mis propios términos. Y así inicia la historia de un entrenador que no busca ser el mejor pero si busca ser el último en pie.

Luixto_Miroku · Videojogos
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57 Chs

Capítulo 4 Baby Mudkid.

Decidimos acampar en un claro rio abajo, Venipede cargo valerosamente contra todos los pokemons que quisieron detenernos, eran solo unos pocos tipo plantas o insecto débiles, el no tan pequeño ciempiés parecía tener solo tres pensamientos, pelear, comer, frotarse la barriga y repetir, ver como este niño se comía un lamentable Ratata envenenado para luego cargar como un vagón de carga fuera de control contra un Pidove envalentonado fue gracioso y sangriento.

Fuera de las victimas/merienda de Venipede, Mismaguis estaba ocupada explorando la zona y ahuyentando a cualquier pokemon de rango intermedio, teniendo cuidado de no llamar la atención del rey o seudo rey del bosque, en cualquier caso tengo un pequeño problema en mis manos, y por problema me refiero a la cría de Mudkid, hay leyes especiales que protegen a ciertas especies de pokemons, entre ellas las especies iniciales de cada region, sumado a eso hay leyes para el manejo de las crías en general y obviamente hay clausulas aún más especiales y engorrosas para crías de inicial.

--¿Qué voy a hacer contigo?

Mire al pequeño pez lodo quien me miraba con sus inocentes ojos negros desde la comodidad de un tobo de agua.

--Mud~Kid~

--Pequeño... Baby Mudkid... estas muy pero muy lejos de casa~

--¡Mud~!

El pez lodo sonrió y dio una pequeña risa mientras volvía a un concurso de miradas.

--Lo admito eres lindo pero... sigue siendo un problema...

--¡MudKid~!

Acaricie con cuidado su pequeña cabecita azul con mis dedos haciéndolo sonreír.

--Tienes tres opciones... Uno te quedas aquí y te conviertes en almuerzo para cualquier cosa más grande que tu~ como ese chico de allí.

--Mud...

Señale a Venipede quien estaba disfrutando de su estómago lleno tras comerse el segundo pidove del día, el pequeño pez lodo frunció el ceño y levanto sus pequeñas patas frontales en protesta.

--Okey~ Opción dos... te dejo en el siguiente centro pokemon para que te deporten~

--¿Mudkid...?

--Es como lo primero pero en lo que sería tu entorno natural...

--¡Kid!

El pequeño sacudió su cabeza mientras gruñía. Lo admito es inteligente para un bebe prematuro.

--Y la tercera entras en la pokeball y vienes conmigo.

Saque una bola de mi bolsillo y la mostré al pez lodo.

--Mudkid~

El pequeño presiono su cabeza contra el botón y fue absorbido por la luz roja.

--Bien eso fue fácil~ Mismagius como fue tu paseo~

--Magius~ (Todo está despejado~ solo hay debiluchos y tontos~ ¿Y bebe?)

--Esta aquí~ preparare la cena~ vigila a Veni quieres~

--Mismagius~ (Roger~)

***

La cena fue algo sencillo, un sándwich de vegetales para mí, un poco de helado para Mismagius, algo de comida pokemon para Venipede y por ultimo un potaje de bayas machacadas y hervidas para el baby Mudkid. Para mi sorpresa el pequeño comió todo con un apetito voraz sin rechistar lamiendo el plato antes de recostarse al lado de Venipede eh imitarlo frotando su pequeña barriga con sus patas.

--Este par de niños...

--Ma~gius~ (Son lindos~)

--Ahora son lindo, cuando evolucionen serán dos máquinas de demolición absolutas...

--Mismagius~ (Fuertes y lindos~)

--Sabes que tienes un punto allí...

--Mamamamama~ (Jajajaajaja~ te gane~)

La risa de Mismagius era algo relajante para mí, aunque para muchos tanto Misdreavus como Mismagius son pokemons de mala suerte para mí, ella es mi fiel compañera, confidente y casi una hermana para mí.

--Magius voy a dormir un poco~ recuerda despertarme si aparecen humanos, fuera de eso siente libre de jugar sucio con ellos.

--Mis~Ma~magius~ (Sera un noche divertida~)

--Ah~ deja los cuerpos en un solo lugar, se los daremos de comer a Venipede.

--¿Magius? (¿Te comerás al niño insecto?)

--No, solo que necesitara muchas calorías para evolucionar lo mejor posible, su gigantismo lo hace tener un metabolismo aún más elevado.

--Magius... (Ya veo, bien podre todo el reciclaje en un solo lugar...)

--Gracias, cariño~

Despidiendo del pokemon fantasma entra a la tienda y me acosté sobre el saco de dormir, si bien estaba cansado no podía dormir los nervios y la emoción me mantenían alerta, la daga estaba siempre a escasos centímetros de mi mano, en mi cabeza corrían cientos de simulaciones y movimientos de corte y apuñalamiento para responder a cualquier posible asalto.

Una parte de mi quiere vivir la cruda y sangrienta aventura mercenaria de los cuentos de mi abuelo, mientras que otra espera recorrer un camino tranquilo y vivir sin muchas preocupaciones, conocer una chica y asentar cabeza.

--Ja~ como si Maguis me dejara tener novia...

Recordando levemente un viejo incidente, en el cual una chica sufrió un mes de mala suerte a niveles absurdos solo por entregarme una carta con un corazón, obviamente la rechaza pero Mismagius no la dejaría irse solo con el corazón roto.

Dicen que los misdreavus se alimenta del dolor y el sufrimiento, los Mismagius usan magia negra e ilusiones poderosas y después de ver cómo era maldecida una chica por un mes, entrene con Mismagius para usar esa magia desconocida la cual no era de ninguna manera un ataque o movimiento pokemon, era algo natural de su especie.

Después de cuatro años de entrenamiento exhaustivo desarrollamos un buen conjunto de movimientos secretos entorno a esa magia negra así como variaciones de los movimientos ya existentes.

En cualquier caso, la urgencia de cortar algo vivo me mantiene despierto, tal vez meditar un poco me ayude al menos para descansar la vista.

***

Al día siguiente.

Lamentable y afortunadamente no encontramos ninguna actividad humana, y Mismagius levanto una pequeña pila de cadáveres de pokemons, siendo principalmente ratatas y algunos otros de tipo insecto, los cuales fueron a parar al estómago de Venipede quien parecía tener una pierna hueca o algo así ya que se los comió casi todos. Magius por su lado estaba rozagante y alegre con sus perlas cargadas de energía maldita.

--Veo que comiste bien~

--(Todo lo que puedas comer~ Barra libre~ Yummy~)

--Casi siento lastima por esos chicos~

--(Eran debiluchos~)

--Hmmm, cierto~ ahora vamos a regresar a Casteila para dirigirnos al desierto y a Nimbasa, hay una hormiga león que capturar y un avión que tomar~

--(¿Hormiga león? ¿Esa cosa naranja?)

--Si, los Trapinch son naranjas... si conseguimos uno iremos a Nimbasa, tomaremos el tren y luego un avión a Kanto. Aunque primero será llevar a Chibi Mudkid al centropkm para un chequeo.

--(¿Mujeres rosadas?)

--Sep~ ahora vamos...

Dejando descansar a Mudkid en su pokebola, con Venipede haciendo de guía y Mismagius en mi sombra corrimos por el bosque de vuelta a Castelia para una visita rápida al CentroPKM antes de seguir hacia el norte y luchar contra en desierto.

***

Centro PKM Castelia

Medio día después, logramos llegar al centro pkm para ser recibidos por la siempre bella y enigmática enfermera Joy.

--Thomas, tus pokemon están en perfecto estado, y fue bueno que rescataras a ese pequeño MudKid, si muriera sería una pérdida de una vida, pero si sobreviviera y creciera, un Swampert salvaje destrozaría todo el ecosistema por lo que hiciste bien en capturarlo y reportar la situación, ya eh llamado a los Rangers para investigar el cómo llego un huevo al bosque.

--Gracias y de nada enfermera Joy... el punto más débil de la línea evolutiva de Swampert es en su etapa inicial, una vez que evoluciona a Marhstomp es una batalla perdida, son depredadores alfa de pantanos y ríos.

--Correcto, por eso es tan preocupante el como un pokemon de ese tipo llego aquí, no solo es una especie controlada sino una muy peligrosa. Fuera de Mudkid tu Venipede tiene un ligero gigantismo por lo que crecerá más grande y fuerte que otros pero necesitara más alimentos para evolucionar y esto solo aumentara si quieres levarlo a un monstruoso Scolipede el cual calculo debería ser de unos tres o cuatro metros de alto.

--Gracias por su consideración pero tengo mi respaldo~

Sonreí y guarde silencio dando por terminada la conversación, alimentar a tus pokemons con otros pokemons no es bien visto en la comunidad de entrenadores, aunque eso es lo que hacen en la naturaleza, es solo una hipocresía humana.

--Bien, entonces aquí están tus pokebolas y esperamos volver a verte~ Thomas~

--Seguro...Enfermera Joy~

Tome mis pokemons y salí rápidamente del lugar, perdiéndome rápidamente entre el mar de personas y edificios, siendo criado en esta ciudad la conocía como la palma de mi mano, corriendo por los callejones y atajos, el camino normal que tomaría tres horas se convirtió en treinta minutos de aeróbicos intensos.

Quería llegar al desierto al anochecer, muchos pokemons son activos durante la noche como los catneas, caturne, maracatus, soulosis y pasar uno o dos días sin dormir es algo normal para mí, después de vivir seis años con un fantasma insomne en mi sombra aprendes a vivir con solo 4 horas de sueño. Lástima que el mundo tenía otros planes.