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Otro mundo comineza junto a ti

Una joven adolescente se da cuenta que quiere escapar de su mundo real, cada sueño que tiene, cada caricia... podrá encontrar la forma de vivir sola o...

Tea_Lin · Adolescente
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4 Chs

Una aparición familiar

Después de la gran carrera que nos echamos Cloeh, Clau y yo fuimos a el café "Coffe land", solemos ir con frecuencia a este lugar y todos los veranos trabajamos aquí para ganar algo de dinero y a ayudar al señor Thomas (el dirigente del cafe) que desde que llegue a la ciudad me ha cuidado como a una hija, pese ha su edad sigue trabajando en el café y todo el mundo habla bien de el, es muy sociable y siempre te dedicara una amplia sonrisa. Cloeh y Clau también se llevan muy bien con el y siempre que necesita algo son las primeras en ofrecerse voluntarias, es por eso que nos gusta trabajar aquí.

Nos sentamos en la mesa que esta al lado de la cristalera y Clau se fue a pedirnos algo de beber. Mientras tanto Cloeh y yo estuvimos hablando.

- Oye Lin — dice Cloeh un poco preocupada— ¿el señor Well es majo?

(Me sospeché que me preguntaría sobre el pero no pensé que le tuviera tanto miedo a la gente desconocida)

- Si, es bastante majo, deberías hablar con el. Creo que el dará la clase de medicina y sustituirá a la señorita Rebeca. (La señorita Rebeca se tomó unas vacaciones aunque es raro vieniendo de ella, ya que es una persona muy cariñosa y se abría despedido de nosotros, aunque a mi no me daba clase siempre me la encontraba en la biblioteca y me aconsejaba muy buenos libros).

- Ya veo... entonces el será mi tutor este año... — Cloeh baja la cabeza pero tiene una leve sonrisa en su rostro— Bueno creo que es bueno poder socializar de vez en cuando..., y si es tan buena persona como la señorita Rebeca seguro que me caerá muy bien.

- Hey Cloeh, no te preocupes, es majo así que no vas a tener ningún tipo de problema con el, además solo estará aquí hasta que vuelva la señorita Rebeca de sus vacaciones.

De pronto oímos una voz traviesa que se acerca diciendo:

- Hey chicas, ¿estáis tan interesadas por el señor Well?

Nos dimos la vuelta y vimos a un hombre de pelo castaño oscuro, con unos ojos verdes como esmeraldas y con pecas en sus mejillas, llevaba una gorro negro con tonos grises, era Pitter que con su encantato con chulería se sentó en la silla que estaba al lado de Cloeh.

- Hombre Playboy, cuanto tiempo sin verte — digo riéndome de su gran entrada "triunfal" en nuestra conversación —

- Bien la verdad, ya he salido de ese estupido viaje de intercambio — dijo mirando a Cloeh un poco intrigado — hey tu, ¿ya as hablado con el profesor Well?— Cloeh negó con la cabeza—

Pues que mala suerte, parece majo.

- ¿Ya has hablado con el? — dije yo algo sorprendida—

- Si, el se encargo de darles la bienvenida a los estudiantes que llegamos hoy del viaje.

- Oh entonces solo faltamos Cloeh y yo en conocerlo — Dijo Clau viniendo con una bandeja con nuestras bebidas— Pitter te traje un café cortado —

- Vaya me viste que pena — hizo una cara de tristeza aunque se veía su sonsira pícara en ella, estaba claro de que quería hacer otra entrada triunfal— Pero retomando el tema, ese señor Well no me agrada— dijo mientras tomaba un sorbo de su cafe—

- ¿Pero no dijiste que parecía majo?— dijo Cloeh extrañada —

- Si, pero hay algo en el que me parece extraño—

Todas nos miramos un poco extrañadas, sabíamos que Pitter usualmente decía que no le agradaba la gente, pero esta vez parecía bastante serio en ello.

- Venga, a ti te cae mal casi todo el mundo listillo— dijo Clau con un tono burlón — déjalo, además aún así, el profesor Well se irá después de que regrese la señorita Rebeca.

- Es cierto, no nos preocupemos por tonterías así y disfrutemos de nuestras bebidas. — digo yo intentando cambiar de tema—

- Esta bien, pero os diré "te lo dije" cuando las cosas se empiezen a torcerse — dijo Pitter con una amplia sonrisa con sarcasmo —

Poco después todos nos despedimos y nos fuimos a nuestras casas, me alegro de haber pasado una buena tarde con los chicos, aunque me preocupa bastante lo que dijo Pitter, quizá tenga razón, las apariencias engañan.