Cang Du.

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[CAPÍTULO ÚNICO.]

"Irritante."

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El frío era algo totalmente normal en el Wandenreich, estaba acostumbrada a los fríos pasillos de aquel lugar, a la oscuridad. Aunque, comenzaba a volverse aburrido.

—¡Du! ¡Cang!— llamo la joven Quincy de cabello negro y ojos dorados. Sin embargo, el hombre de mirada inexpresiva y cicatriz en el labio la ignoro completamente.

Malory corrió para comenzar a caminar cerca de él. Lado a lado, con el silencio envolviendo el ambiente.

—Cang Du— volvió a llamar mientras le miraba.

Su pasatiempo favorito, molestar al frío Cang Du.

Siempre era así, su objetivo era ver aunque sea una mínima expresión en el semblante serio del Quincy con el Sternritter "I".

Pero, no importaba que dijera, siempre era ignorada. Como si ella no existiera para el hombre de cabellos oscuros.

—Du... Oye, hey, di algo...— comenzó a decir, insistente por algún expresión o palabra por parte de su compañero. —Qué aburrido eres. Por eso nadie te quiere Cang— agregó con una mueca de irritación, mientras sus brazos se cruzaban por encima de su pecho.

Cang Du solo se mantuvo en silencio, mientras seguía caminando por los pasillos del Wandenreich. ¿Su destino? Era totalmente desconocido.

—Malory...— dijo aquel inexpresivo hombre mientras detenía su andar.

—Oh que sorpresa, te sabes mi nombre— dice la Quincy mientras miraba a Cang Du, su tono de voz parecía tener un toque de sarcasmo, mientras su mirada brillaba sorprendida.

—Déjame en paz, eres tan Irritante— declaró molesto.

Dicho esto, siguió con su camino; dejando a la mujer parada en medio del pasillo, sin palabras, sin saber qué hacer.

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Cang Du miró como Malory se acercaba hasta donde estaba él; hablando con tranquilidad con Bazz-B y Jugram, esperaba que aquella Quincy. Que para él no era más que un fastidio. Llegará para comenzar a molestarlo.

Su sorpresa creció cuando ella llegó para hablar con Jugram, el rubio tranquilamente respondía ante las burlas y bromas de la joven Quincy. Parecía que disfrutaba de la cercanía y las palabras molestas de Malory. Eso ocasionó un sentimiento desconocido para él, Ira. Si, podría ser eso.

Se sentía como si Jugram fuera uno de esos asquerosos Shinigamis, como si fuera su enemigo.

Extrañamente desconocía la razón de sus emociones, de las cuales, comenzaba a perder el control.

Respiro hondo, mirando a otro lado, tratando inútilmente de mantener la expresión tan estoica que era tan normal en su personalidad.

—Malory. Tengo que hablar contigo— habló con seriedad, interrumpiendo la conversación que tenía la joven de cabello negro con el rubio.

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Y eso era lo que había pasado antes de estar encerrada en un cuarto completamente vacío. Junto al Quincy más frío de todos.

—¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres Cang?— preguntó Malory rompiendo el silencio que parecía interminablemente incómodo.

Las palabras se quedaron en atoradas en su boca, cuando Cang Du la acorralo contra la pared, acercándose de manera peligrosa a ella. Su mirada tan fría y estoica conectaba con los brillantes ojos dorados de Malory.

Ella se quedó sin palabras, mirándolo a los ojos, su respiración fue inexistente hasta que la inquietante necesidad de respirar hizo que jadeará.

—¿Q-qué estás haciendo Cang Du?— preguntó con voz temblorosa ante el nerviosismo que sentía, debido a la extrema cercanía del hombre.

—Creí que lo entenderías rápidamente— susurro con voz grave y extrañamente suave. Cercano al oído de la hermosa mujer —Estoy marcando lo que será y es mío...~— una sonrisa juguetona se formó en su labio.

La primera expresión de Cang Du, una que no era seriedad o frialdad. Y Malory Ishikawa, no pudo verla. El Quincy se encontraba tan cerca de su cuello que hacía imposible para la joven de ojos dorados, ver cualquier expresión en el rostro del hombre con la cicatriz en su labio.

Un jadeo de sorpresa escapo de los labios de Malory, en cuanto los labios del pelinegro hicieron contacto con la suave y delicada piel de su cuello expuesto. El Quincy con el Sternritter "I" atacó el cuello de la joven mujer, sin poder controlar sus emociones o pensamientos.

Debía admitirlo, Aquella mujer a la que había llamado "Irritante", lo volvía tan loco que le hacía querer tenerla todo el día, todos los días de su vida entre sus brazos. Sin querer dejarla ir nunca.

Beso y mordisqueo aquella zona que por lo que podía ver, era demasiado sensible. Había conseguido que aquella mujer jadeará y suspirará exquisitamente. Él provocaba eso, y por alguna extraña razón eso lo enorgullecía, aún más que el derrotar a sus enemigos.

—Eres demasiado... No sabes cuánto te deseo Malory, desde la primera vez que te acercaste a mi...— Susurro Cang Du mientras se alejaba, recuperando la conciencia de sus actos.

Debía detenerse antes de cometer una locura contra la decencia de la hermosa mujer enfrente de él.

Malory sonrió mientras se acercaba a Cang Du, depositando un suave y dulce beso en los labios del hombre. El Quincy jamás en su vida pensó experimentar tal sensación más... ¿Irritante? No para nada, era un sentimiento demasiado alejado de la Irritación.

Amor. Si, quizá lo había negado en el pasado, alegando de que un Quincy como él no podía tener tal sentimiento. Sin embargo, esa encantadora, como hermosa mujer, había capturado su mente, corazón y alma.

—Quizá te amo Malory...— Susurro después del beso.

La Quincy rió suavemente ante aquellas palabras, volviendo a juntar sus labios con los de Cang Du en otro suave beso.

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