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Un paso a la vez - Parte 3

-Uffff, bueno… Debería de hacer el almuerzo, ¿padre, me ayudas?

-Seguro.

Después de la larga charla, y de mandar a Ryuji a limpiar el baño.

Sasha, luego de varios estiramientos por estar tanto tiempo sentada, regreso a su estado de ánimo habitual.

Como si la conversación anterior nunca hubiera pasado. Le pidió ayuda a Eliot en la cocina. Habiendo entendido que ese "problema" se solucionó.

Decidió seguir con normalidad. A exención de otra persona…

-¿Por qué…?

-Ummm, ¿Pasa algo malo, Rena?

-… ¿En serio me preguntas eso?

Madre e hija se miraron, hasta ahora la situación era tranquila, pero Rena observaba a Sasha con enfado.

Mientras que su madre parecía un poco sorprendida, como si no entendiera la razón del enojo de su hija.

Pero, Rena, ya no podía aguantarlo más.

-¡No logro llegar a comprender! ¡El por qué dejas que Ry haga algo tan peligroso! ¡Estamos hablando de ser un Ripper! ¿¡Sabes que es un singular!? ¡Estás exponiendo su vida! ¡Por eso te pregunto ¿Por qué?!

-….

¿Por qué lo haces? ¿Por qué lo permites?

Tantas preguntas que quería gritar. Estando totalmente en contra de exponer a un familiar a una muerte segura. Solo podía gritarle a la persona que está permitiendo que eso pase.

Su madre lo sabía. Sabía que su hija no estaba rechazando los deseos de su hermano.

Si no que estaba preocupado por él.

Lo que hizo feliz a su mamá por un momento. Pero… una respuesta como esa no calmaría su ira.

Por lo que decidió hablar con la verdad.

-… Rena, comprendo tu enojo y tus palabras, y para serte sincera. Me hace muy feliz que Ry y Risa, tengan una hermana mayor como tú. Y en cuanto a mi decisión del por qué deje que Ry tomara ese camino tan peligroso. Es solamente… que ha pasado tiempo.

-¿…?

-¿Cuándo fue la última vez que vimos a Ry…, tan decidido en lograr algo?

-¡…!

Ante la mirada de su madre con un rostro que no se sabía si estaba feliz o triste.

Comenzó a decir sus verdaderos sentimientos. Solo hicieron que Rena, estuviera más confusa.

Pero no terminaría hay.

-¿No te distes cuenta, Rena?

-… ¿Qué?

-Ry, ha estado luchando por su cuenta estos años, solo para que ninguno de nosotros no se sintiera mal por él... Tantos días, tanto tiempo… terminaron por dañar su espíritu. Soportándolo. Solo para llegar a casa, y darnos una sonrisa sin emociones.

-Pero aun así...

-Sí, es verdad que tenía que decirnos si algo malo pasaba. Pero, nosotros también somos culpables por no ayudarlo a tiempo. Y hacerle creer que el simple hecho de no decirnos nos estaba protegiendo… Él se equivocó, y nosotros también.

...

Rena, que estaba hace poco con los ánimos altos por su enfado. Poco a poco, mientras escuchaba, solo podía bajar la cabeza y fruncir el ceño en frustración.

Ya que las palabras de su madre eran ciertas. Todos en la habitación, se quedaron en silencio.

Sasha, sabía lo impotente que podía llegar a hacer, teniendo en cuenta la condición de su cuerpo, no podía convivir completamente con los demás.

Era frustrante.

Al saber eso solo pudo llevar su mano a su pecho llena de dolor.

-… Es triste… en serio. Solo de pensar que mi hijo ha estado soportando con ese sufrimiento por sí mismo. Solo hace que mi corazón se rompa.

-¡...!

Ya no podía guardarlo. En su rostro se podía de notar el sufrimiento que estaba pasando esta madre. Lágrimas que brotaban de sus ojos comenzaron a caer. Mientras que los demás, solo podían quedarse inmóviles ante tal escena.

Aun así. Como si solo fuera un sentimiento pasajero.

De pronto una sonrisa se dibujó en su rostro.

-Pero… a pesar de toda esa carga, de todas sus dudas, sus temores. Tuvo el valor de ayudar a Risa, poniendo de lado todas esas inseguridades. Pudo aceptar sus errores, disculparse por ellos. Y a la vez venir y decirnos que está dispuesto a hacer lo que sea por un sueño que decidió por sí mismo… Eso solo hizo. Que le diera una oportunidad.

-…

Aunque Sasha sentía que no podría ayudar a Ryuji sin importar lo que hiciera.

Prefiere apostar por él y dejarlo que lo intentara.

Tanto Rena y Risa, presentes, no tenían palabras para refutar contra ella. Por qué, a la vez, se sienten responsable por ello. Y Eliot no podía hacer más que hacer una mueca de satisfacción, por lo que acaba de oír.

Rena, al darse cuenta de que lo que diga no iba a cambiar nada. Decidió irse. Con una expresión de disgusto. Tratando de ordenar sus emociones.

A punto de llegar al corredor que la llevaría a la salida, se detuvo a la mitad, dándoles la espalda a los demás.

Rena, con un tono fuerte en su voz, pero más relajada que antes. Les hablo.

-… Yo… no lo aceptaré. No puedo…, Que mi hermanito, haga algo tan peligroso.

-….

Dando sus últimas declaraciones, se fue a su trabajo.

Momentos después, la que ha estado en silencio por un largo tiempo. También se levanta de su silla para irse.

-¿Risa?

-Yo… voy a mi habitación, discúlpame.

-De acuerdo, te llamaré cuando el almuerzo esté listo.

Risa, solo hizo un gesto con su cabeza en afirmación. Y continúo.

Comúnmente, Sasha le preguntaría por el estado de ánimo que se podía notar en ella. Pero decidió no hacerlo, ya que teniendo en cuenta lo que acaba de pasar. Era mejor que acomodara ella misma los sentimientos que tiene ahora.

Luego de que Risa se fuera a su habitación. Solo quedaron Eliot y Sasha en la sala.

-… Ry, sí que tiene mucha suerte. Teniendo unas hermanas que se preocupan tanto por él.

-Sí, da un poco de envidia.

Desde la perspectiva de estos dos, solo podían estar felices de la forma en que sus hermanas se preocupaban por el bienestar de su hermano.

Haciendo que sea un poco gracioso para ellos.

Pero… haciendo la comedia a un lado, Sasha no podía evitar sentirse incómoda todavía.

-Ahora, ya en serio… ¿Cuáles son las posibilidades que tiene?, aun si permití que lo haga. Tampoco dejaré que haga un esfuerzo en vano.

Sasha miro a su padre, con una mirada seria, sus intenciones eran claras.

Es cierto que ahora dejo que Ryuji lo intentara, pero hay que ser realista cuando hay que serlo.

Algo que Eliot entiende muy bien, por lo que decide ser directo.

-… Ciertamente, las posibilidades son casi nulas, lo que intenta lograr es una locura. Pero…

-…

-Si está tan decidido y no se rinde desde ahora, tendrá las posibilidades. Pero eso dependerá completamente de él. Esas fueron las condiciones. Me lo prometió.

-… ¿Una promesa?

-Sí, y no creo que mi nieto sea de los que rompen una promesa.

Hablando de una manera animada. Diciéndole que las posibilidades son mínimas, solo con decir que había una promesa dada entre ellos. Hicieron que una enorme sonrisa apareciera en Eliot.

Con solo esas palabras. Hicieron que las dudas de Sasha se desvanecieran.

-Sí, tienes razón.

Después de afirmar su respuesta. Unos pasos apresurados resonaron en la sala.

-¡Mamá! ¡Ya terminé de limpiar el baño!

Se trataba de Ryuji. Que se apresuró a anunciar que ya había terminado la labor que le habían mandado.

Al notar que la ropa que llevaba puesta tenía rastros de que estaba mojada, pudo denotar que en verdad lo había hecho.

Por lo que quiso jugar un poco con él.

-¿Estás seguro de que lo limpiaste bien?

-¡Sí!

Una respuesta inmediata.

La voz de Ryuji era fuerte. Con los ojos bien abiertos, podían ver la seguridad de su acción, acompañado de un resoplido de su nariz un poco arrogante.

Pero no iba a terminar ahí.

-¿Limpiaste la bañera?

-¡Sí!

-¿Espejo?

-¡Pulido!

-¿Inodoro?

-¡Limpio!

-¿Lavabo?

-¡Reluciente!

-¿Baldas?

-¡¿Eso también?!

-Es broma.

-¡…!

Mirando la cara de incredulidad que podía poner su hijo. No pudo evitar reírse.

-Llegas justo a tiempo, me ayudarás a cocinar.

-¿Cocinar…? Pero nunca he cocinado antes.

-Entonces esta es una gran oportunidad para aprender. Te enseñaré todo lo que debes saber desde ahora para ayudar en la casa. Si no iras a la escuela, harás esto. Y antes de que digas algo. No, no tienes otra opción.

-… Ok.

No había más nada que responder. Más que aceptarlo.

Ryuji no cuestionó nada, intento pedir ayuda de su abuelo que estaba escuchado.

Pero el solo alzo sus hombros como si dijera, "así son las cosas".

De esa manera, Ryuji se había quitado un gran peso sobre sus hombros.

Aunque sea poco. Dio un pequeño paso en su camino a ser una mejor persona.

Pero…

Aún había algo que tenía que resolver.

-Cuando terminemos de cocinar. Ya podrás limpiar las baldas.

-Al final, si tendré que limpiarlas, ¿no?