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Solamente inténtalo - Parte 5

-¡Estoy en casa!

Unas horas después, un poco más tarde del mediodía había llegado a mi casa después de terminar mi rutina.

De inmediato me dirijo como siempre a la sala que está cerca de la cocina. Al entrar, mi mamá como es típico se encontraba sentada en la mesa con mi abuelo bebiendo un té, mostrándome una expresión de alegría iluminada por la luz que se filtraba por la ventana.

-¡Bienvenido, ¿Cómo estuvo el día?!

-Estuvo bien, incluso gane algo de "experiencia".

-¡Qué bueno…! ¿Uh, Experiencia?

Mi mamá parecía no comprender a que me refería, entonces mi abuelo después de tomar un trago de su té, me hablo.

-Ya veo, entonces… ¿Fue una buena experiencia o una mala?

-¿Uh? ¿Hay diferentes tipos de experiencias?

-Por supuesto, las experiencias pueden llegar de muchas maneras, también dependerá de que forma las consigas y el cómo te ayudara en tu desarrollo.

Parece que no puedo tomar nada a la ligera, hasta lo que creí que había entendido sería tan significativo.

Me da dolor de cabeza.

-Entonces… ¿Cómo diferencio de una buena experiencia y una mala?

-Ummm, veamos… como te dije, las experiencias varían al igual que su significado. Pero, si después de conseguirla sientes que ha valido la pena y no te arrepientes de tu decisión, entonces se podría decir que es una "buena" experiencia.

Mi abuelo me respondió en un tono apacible y tranquilo.

Entonces, recordé el resultado de lo que ocurrió momentos atrás.

Con los chicos que molestaron a Ariana.

Mi conversación con ella y Chris.

Lo que me hizo sentir.

Y el resultado de todo eso es…

-Entiendo. ¡Entonces sí! ¡Si fue una buena experiencia!

No pude evitar decir esto con orgullo, creo que hice algo correcto.

-Ya veo, aunque solo te dije la primera parte. También hay otras formas de ver las cosas, pero si dices que está bien, entonces está bien. Experiencia sigue siendo experiencia.

-¡Sí!

-Oigan, ustedes dos…

-''¿…?''

Mi abuelo y yo volteamos hacia la persona ligeramente tensa de nuestro lado.

-Han estado hablando un rato largo sobre experiencias y cosas así, y no puedo evitar preguntarme de que se tratara.

-¿Eh?

-¿Cómo es que consigues esa "experiencia" de la que hablas?

-Pues veras, mamá…

Ni loco puedo decirle que se trata de pelearme en la calle, incluso si es por razones justificables.

-E-Estoy haciendo servicio comunitario, ayudar a los vecinos y esas cosas. Incluso ayudo de vez en cuando en el negocio de Sir, ¿Verdad, abuelo?

-Cada palabra. Ah, se me acabo el té. Voy a ir por más.

-….

No estoy mintiendo. Definitivamente esto no cuenta como mentir.

Ayudar a Ariana de esos chicos, cuenta cómo ayudar a tu vecino, ¿verdad?

Ayudar en el <Lilium Vallis> porque era una condición para usar el lugar para entrenar cuenta, ¿Verdad?

A pesar de que mi abuelo confirmo mis palabras y luego se escapó, mi mamá parecía seguir sospechando.

-No estás haciendo nada malo, ¿Verdad?

-P-Por supuesto que no…

-¿Enserio?

-¡Sí!

-….Muy bien, es hora de preparar el almuerzo.

-Phew…

Suspire del alivio, enserio esto es malo para la salud.

-¡Cough! ¡Cough!

-….

Cuando estábamos por prepararnos para hacer el almuerzo. La tos proveniente de mi mamá se escuchó en la cocina.

A pesar de no tener fiebre, las veces en la que tose se hacen más frecuentes.

Incluso sus movimientos son más lento.

-Deberías de tomar tu medicina y descansar, Sasha. Creo que Ry y yo somos capaces de cocinar.

-Mi abuelo tiene razón, mamá. Solo quédate ahí y observa, te demostrare las habilidades de cocina que me has enseñado.

-Estas exagerando… ¡cough! Aunque es cierto que me siento algo cansada… se los dejare entonces. Quisiera un Atún marinado a la naranja con fideos, gracias.

-¿Eh?

-¿Eh?

¿Ella quiere que con qué? Es la primera vez que escucho esa combinación de palabras. Incluso mi abuelo quedo petrificado.

No tuve de otra que revisar el libro de cocina a ver algo que se pareciera.

-Por cierto, Ry…

-No te preocupes, lo encontrare sin duda.

-No hablo de eso. Aun no me has dicho que hiciste hoy. ¿Ocurrió algo bueno?

Ahora que recuerdo, aun no lo había mencionado.

Mis planes de mañana.

-Conocí a unos chicos de mi edad, e hice planes para verlos mañana.

<- - - - - - - - - ->

-…

Chris lanzo su mirada a la salida del salón.

El sonido de la campana de la escuela junto con el bullicio de las personas opacaba el lugar.

Un día como otro, sin ningún cambio significativo. Sumido en sus pensamientos mientras se alejaba.

-¡Ah, Treumun, ¿Ya te vas?!

-¿…?

Levantando su mirada a la voz enérgica que provenía de uno de los chicos de su salón.

-No tienes nada que hacer, ¿Cierto?

-….

Una vos aguda, palabras simpáticas, rostros alegres.

Era lo que podían ver sus ojos, pero… conociendo lo que había detrás de todo eso.

Como si fuera algo típico de ver. Simplemente…

-Nos dejaste colgando ayer, así que no tienes…

-Paso.

-¡¿…?!

Una sonrisa diferente.

-Tengo algo más que hacer, adiós.

A diferencia del rechazo normal al cual estaban acostumbrados. Pudieron darse cuenta.

Pasando a un lado de ellos como si de una lanza los atravesara.

Esta vez no los enfrento cara a cara con una sonrisa que parecía ensayada.

Si no que solo sonrió, y solo les dejo que vieran su espalda sin ninguna delicadeza.

Pero como si el sentimiento fuera fugaz, la sonrisa fue cambiada a una expresión neutral y poco estética mientras caminaba al punto de encuentro que fue acordado.

Preguntándose el por qué lo hacía. Recordando al chico de aquella vez, que lo arrastro con él sin preguntar, que le hablo tratando de chantajearlo y… ¿Qué le entiende?

-…Esto es ridículo.

Después de que las clases terminaran, cada uno de los estudiantes comenzó a caminar a las puertas de la escuela. De inmediato una gran cantidad de personas se acumulaba, y Chris solamente pasaba de ellos hasta llegar a un costado de la acera junto a la entrada.

Reposando su espalda en la pared mientras esperaba a los que se suponía tenía que encontrarse.

Estrecho sus cejas algo irritado al pensar que es una molestia, y que tal vez debería irse.

-¡¡Oyeeeeeee!!

-¿¡…!?

La voz más enérgica y más molesta que oyó el día de hoy. Levantando sus ojos del suelo en respuesta a esa voz familiar.

¿Por qué gritas?

Un chico de cabello negro y ropa deportiva corría en su dirección con la cara empapada de sudor mientras que en el momento que sus miradas se encontraron, en la expresión del chico apareció una sonrisa completa.

-¡Perdón por tardar! Tuve que levantarme más temprano y hacer mi rutina los más rápido que pude, pero me alegro que aun estén aquí.

-Guárdate tus excusas para, Blair. Yo solo accedí a acompañarla en el camino y es todo, no tengo interés en tus asuntos.

-Y-Ya veo, lo siento… Es verdad que de cierta manera fuiste obligado a ayudar, tiene sentido que estés enfadado.

-….

Después de que Ryuji se disculpara, trasmitiendo de cierta forma su inseguridad sin guardarse nada, solamente de como él se sentía por lo que paso.

Sin dejar que sus emociones salieran, Chris solo se quedó en silencio desconcertado.

Sin decirse nada, los dos se quedaron esperando a Ariana en la entrada de escuela.

Los estudiantes caminaban a su alrededor, algunas miradas eran enviadas hacia ellos, la mayoría de chicas que eran cautivadas hacia el perfil de Chris.

-….

Sin duda llamaba la atención. Pero el resto de miradas eran robadas a la persona que tenía a su lado.

-¡Hup! ¡Hop!

Tirado en el suelo, sus piernas estaban separadas en direcciones opuestas totalmente extendidas. Una flexibilidad destacable, pero en el momento y lugar en donde lo hacía, no se podía evitar que nadie mirara hacia él.

Chris hacia todo lo posible de ignorarlo, pero daba pequeñas miradas en tiempos cortos hacia Ryuji. Y en uno de ellos, Ryuji lo noto.

-¿Pasa algo?

Se escuchó su voz en el suelo.

-¿…Que estás haciendo?

Inseguro si hablar o no, Chris pregunto.

-Heee… ¿no que no estabas interesado en mis asuntos?

Dijo Ryuji con una voz cómica y juguetona.

-¡No se trata de eso! ¡¿Por qué haces cosas raras en este lugar?! ¡Mira, estas llamando la atención! ¡Es imposible ignorarte!

-Pero no lo hiciste.

-¿Eh?

-Dijiste que no te interesa lo que yo haga. Pero no pasaste de mi como otros, y ahora estas gritándome. ¿Qué me dices de eso?

Como si intentara rechazarlo, Chris miro hacia el otro lado para no verlo.

-Eso es ridículo y no prueba nada. Eres molesto… ni siquiera sé por qué estoy hablando contigo. Solamente toma lo que te de la chica y desaparece.

-Bueno, si es así… entonces si tendríamos un gran problema, Chris.

-¿….?

Pasaron unos segundos antes de que diera un pequeño suspiro. Aunque no quería, aunque sabía que era una trampa y una estupidez.

Volteo de nuevo su mirada hasta ver a Ryuji parado frente a él sin decir nada.

-¿Por qué?

Exclamo Chris.

Y Ryuji, con una mirada resuelta responde.

-Porque si hago eso, Chris. ¿Cómo nos convertiremos en amigos?

-¡…!

Chris se congelo al escuchar esas palabras, la calmada voz que llego a sus oídos hiso que sus ojos se estremecieran hasta quedar totalmente abiertos.

-Tu… ¿Qué…?

Murmuro para sí mismo mientras pensaba en lo que había escuchado.

-¡Ah! ¡Hay estas, Ryuji, Treumun! ¡Perdón por tardar!

Ryuji miro a la persona que los llamaba.

Una hermosa joven estaba delante de él. Un brillante cabello castaño con ojos color marrones claros. Usando su uniforme reglamentario que usan las chicas de su escuela con su chaqueta y falda corta, la poca piel que mostraba era de un color blanco liso y casi lechoso.

Una sonrisa apareció en la cara de Ryuji al ver a la chica saludarlo.

-No te preocupes, Chris estaba haciéndome compañía, aunque no es muy bueno que digamos.

-Ryuji, no creo que deberías decir eso, incluso si es verdad.

-¡¿Hah?!

Chris no pudo evitar dejar escapar un extraño sonido, fue entonces cuando dos chicas aparecieron detrás de Ariana.

-Ummm, así que Blair no mentía, enserio iba a verse con un chico.

-Pero que veo. ¿No es el bombón de la otra clase? Supongo que te subestime.

-¡¿Qué estupideces dicen?! ¡Les dije que no es nada de eso!

Las chicas que aparentemente son compañeras de Ariana, llevando el mismo uniforme que ellas y haciendo un juego cómico que hizo que perdiera la calma.

-¿Entonces… cual es el chico al que se lo darás? Aunque puedo darme una idea, pero no quiero suponer.

-¿El rubio elegante? O ¿El desaliñado corredor? ¡Ya dinos quien es!

-¡Ustedes, Arpías!

Esta vez, Ryuji estaba sorprendido por lo que veía y escuchaba.

¿Desaliñado? ¿Enserio doy esa imagen? Y un sentimiento que hace tiempo no surgía en él, salía a relucir.

Ya sabía que a escalas de atractivo físico era inferior a Chris, no le interesaba. Pero que se lo digan de esa forma hicieron que una sonrisa retorcida y la mirada en sus ojos se oscureciera nefastamente.

-Así que, Chris… eres desagradablemente popular ¿Eh?, bastardo.

-Cállate, idiota. No es mi culpa.

Una conversación que no era escuchada a exención de ellos. De pronto, después de varios momentos en su discusión con sus compañeras. Ariana dio unos pasos hacia adelante ligeramente nerviosa con sus manos en su espalda ocultando algo.

Hasta estar delante de Ryuji al cual fue sacado de su trance de celos. Quedaron por hacer contacto visual.

Sonrojada y al mismo tiempo mostrando una expresión que a Ryuji le pareció un poco adorable. Poco después, entrego sus palabras junto con lo que traía en sus manos.

-¡Toma, es para ti!

-¡¿Eh…?! Esto es…

Una pequeña bolsa trasparente decorado con un listón que contenía a primera vista eran galletas. Al recibirlo con ambas manos aun podía sentir el calor que emitían de estar recién hechas.

-Esto es por haberme ayudado y entre otras cosas… me gusta hacer postres de vez en cuando, así que espero que sean de tu gusto.

-…

-¿Ryuji?

-…Gracias, lo aprecio mucho.

Sus pensamientos eran agitados como si quisiera decir algo más, pero solo salieron palabras de agradecimiento.

Al ser la primera vez que recibe algo de alguien, no sabía cómo debería reaccionar.

-¡Así! Toma, Chris. Sería muy egoísta de mi parte y me sentiría mal si no te diera unas a ti también.

Una bolsa similar con el mismo contenido se le fue entregado en sus manos. Chris quedo algo despistado por esto, ya que pensaba que el único que recibiría algo era Ryuji, por lo que con un gesto modesto lo acepto.

-Gracias, aunque no era necesario en verdad.

-Hehehe, nunca está de más ser agradecido a veces. Espero que también sea de tu gusto. Prepare suficientes para que puedan compartirlas si quieren, así que no tienen por qué contenerse, ¿Oíste, Ryuji…?

-¡Aaahhh!

*Chomp*

La mandíbula de Ryuji masticaron las galletas hasta que no quedaron ninguna en la bolsa. Todos parecían haberse congelados en sus lugares, mientras veían como este chico acababa de comer y chuparse lo que quedaba en sus dedos.

-Te acabaste todas…

-Sip, estaban muy buenas por cierto, el equilibrio perfecto entre lo salado y dulce me gusto. También percibí una fragancia y un sabor delicioso peculiar, ¿usaste miel?

Cada palabra que decía, eran palabras de alabanza hacia ella. Ryuji había ayudado a preparar varios platillos típicos a través de los años y de vez en cuando preparaba postres, por lo que sus comentarios eran para detallar todo lo que Ariana había hecho.

Pero al escucharlo hablar. Ariana se encontraba pensando en algo más aparte de eso.

-…Pudiste comerlos más tarde, pudiste llevarlo a casa y comerlos cuando quieras… ¿Por qué te lo comiste tan rápido?

-Era un regalo para mí, ¿Cierto?

-Es verdad, pero…

Ella era muy amable. Pero aun así no entendía sus acciones.

A lo que Ryuji responde.

-Un día me dijeron que si alguna vez recibía algo, en especial si es de una chica, debería de estar agradecido de recibirlo. Por eso no pude esperar y termine comiéndolos todos, ¿Estuve mal?

-….

Ante las respectivas palabras de Ryuji, Ariana quedo aturdida.

Antes de que pudiera responder algo, Ryuji giro sus pasos para irse.

-Si eso es todo entonces debería irme, aún tengo que hacer unas cosas.

-¡Ah, Ryuji…!

-¿Uh?

Ariana dio un llamado repentino que hiso que Ryuji regresara.

-D-Deberíamos salir… alguna vez… ya sabes… como amigos…

-¿Eh? ¿Amigos...?

-Si… lo somos, ¿no?

Esa palabra comenzaba a resonar por su cabeza, una ola de felicidad fue surgida hasta serse visible en su cara de alegría.

-¡Sí! ¡Claro que lo somos! Ah... pero estoy muy ocupado en la semana, ¿así que los fines de semana estarían bien?

-Sí, está bien. Los fines de semana serán.

-Entonces me despido. Nos vemos, Ari, Chris y también…

-Alva.

-Irene.

-Fantástico. Adiós.

Después de despedirse, Ryuji comenzó a correr hasta ya no ser visto.

Ariana se despido de sus amigas un poco irritadas por el chico de antes, y dio su caminata a casa como estaba planeado junto a Chris. Con una última mirada en el camino antes de sonreír.

-¿Nos vamos?

-Si…

Chris pronuncio cuando sus ojos pasaron a mirar hacia el cielo, pensando en las palabras de aquella persona.

Sin duda llamaba la atención. Pero el resto de miradas eran robadas a la persona que tenía a su lado.

-¡Hup! ¡Hop!

Tirado en el suelo, sus piernas estaban separadas en direcciones opuestas totalmente extendidas. Una flexibilidad destacable, pero en el momento y lugar en donde lo hacía, no se podía evitar que nadie mirara hacia él.

Chris hacia todo lo posible de ignorarlo, pero daba pequeñas miradas en tiempos cortos hacia Ryuji. Y en uno de ellos, Ryuji lo noto.

-¿Pasa algo?

Se escuchó su voz en el suelo.

-¿… Que estás haciendo?

Inseguro si hablar o no, Chris pregunto.

-Heee… ¿No que no estabas interesado en mis asuntos?

Dijo Ryuji con una voz cómica y juguetona.

-¡No se trata de eso! ¡¿Por qué haces cosas raras en este sitio?! ¡Mira, estás llamando la atención! ¡Es imposible ignorarte!

-Pero no lo hiciste.

-¿Eh?

-Dijiste que no te interesa lo que yo haga. Pero no pasaste de mí como otros, y ahora estás gritándome. ¿Qué me dices de eso?

Como si intentara rechazarlo, Chris miro hacia el otro lado para no verlo.

-Eso es ridículo y no prueba nada. Eres molesto… ni siquiera sé por qué estoy hablando contigo. Solamente toma lo que te dé la chica y desaparece.

-Bueno, si es así… entonces si tendríamos un gran problema, Chris.

-¿….?

Pasaron unos segundos antes de que diera un pequeño suspiro. Aunque no quería, aunque sabía que era una trampa y una estupidez.

Volteo de nuevo su mirada hasta ver a Ryuji parado frente a él sin decir nada.

-¿Por qué?

Exclamo Chris.

Y Ryuji, con una mirada resuelta, responde.

-Porque si hago eso, Chris. ¿Cómo nos convertiremos en amigos?

-¡…!

Chris se congeló al escuchar esas palabras, la calmada voz que llego a sus oídos hizo que sus ojos se estremecieran hasta quedar totalmente abiertos.

-Tú… ¿Qué…?

Murmuro para sí mismo mientras pensaba en lo que había escuchado.

-¡Ah! ¡Hay estas, Ryuji, Treumun! ¡Perdón por tardar!

Ryuji miro a la persona que los llamaba.

Una hermosa joven estaba delante de él. Un brillante cabello castaño con ojos color marrones claros. Usando su uniforme reglamentario que usan las chicas de su escuela con su chaqueta y falda corta, la poca piel que mostraba era de un color blanco liso y casi lechoso.

Una sonrisa apareció en la cara de Ryuji al ver a la chica saludarlo.

-No te preocupes, Chris estaba haciéndome compañía, aunque no es muy bueno que digamos.

-Ryuji, no creo que deberías decir eso, incluso si es verdad.

-¡¿Hah?!

Chris no pudo evitar dejar escapar un extraño sonido, fue entonces cuando dos chicas aparecieron detrás de Ariana.

-Ummm, así que Blair no mentía, en serio iba a verse con un chico.

-Pero que veo. ¿No es el bombón de la otra clase? Supongo que te subestime.

-¡¿Qué estupideces dicen?! ¡Les dije que no es nada de eso!

Las chicas que aparentemente son compañeras de Ariana, llevando el mismo uniforme que ellas y haciendo un juego cómico que hizo que perdiera la calma.

-¿Entonces… cuál es el chico al que se lo darás? Aunque puedo darme una idea, pero no quiero suponer.

-¿El rubio elegante? O ¿El desaliñado corredor? ¡Ya dinos quien es!

-¡Ustedes, Arpías!

Esta vez, Ryuji estaba sorprendido por lo que veía y escuchaba.

¿Desaliñado? ¿En serio doy esa imagen? Y un sentimiento que hace tiempo no surgía en él, salía a relucir.

Ya sabía que a escalas de atractivo físico era inferior a Chris, no le interesaba. Pero que se lo digan de esa forma hicieron que una sonrisa retorcida y la mirada en sus ojos se oscureciera nefastamente.

-Así que, Chris… eres desagradablemente popular ¿Eh?, bastardo.

-Cállate, idiota. No es mi culpa.

Una conversación que no era escuchada a exención de ellos. De pronto, después de varios momentos en su discusión con sus compañeras. Ariana dio unos pasos hacia adelante, ligeramente nerviosa, con sus manos en su espalda ocultando algo.

Hasta estar delante de Ryuji, al cual fue sacado de su trance de celos. Quedaron por hacer contacto visual.

Sonrojada y al mismo tiempo mostrando una expresión que a Ryuji le pareció un poco adorable. Poco después, entrego sus palabras junto con lo que traía en sus manos.

-¡Toma, es para ti!

-¡¿Eh…?! Esto es…

Una pequeña bolsa trasparente decorado con un listón que contenía a primera vista eran galletas. Al recibirlo con ambas manos aún podía sentir el calor que emitían de estar recién hechas.

-Esto es por haberme ayudado y entre otras cosas… me gusta hacer postres de vez en cuando, así que espero que sean de tu gusto.

-…

-¿Ryuji?

-… Gracias, lo aprecio mucho.

Sus pensamientos eran agitados como si quisiera decir algo más, pero solo salieron palabras de agradecimiento.

Al ser la primera vez que recibe algo de alguien, no sabía cómo debería reaccionar.

-¡Así! Toma, Chris. Sería muy egoísta de mi parte y me sentiría mal si no te diera unas a ti también.

Una bolsa similar con el mismo contenido se le fue entregado en sus manos. Chris quedo algo despistado por esto, ya que pensaba que el único que recibiría algo era Ryuji, por lo que con un gesto modesto lo acepto.

-Gracias, aunque no era necesario en verdad.

-Hehehe, nunca está de más ser agradecido a veces. Espero que también sea de tu gusto. Prepare suficientes para que puedan compartirlas si quieren, así que no tienen por qué contenerse, ¿Oíste, Ryuji…?

-¡Aaahhh!

*Chomp*

La mandíbula de Ryuji masticaron las galletas hasta que no quedaron ninguna en la bolsa. Todos parecían haberse congelado en sus lugares, mientras veían como este chico acababa de comer y chuparse lo que quedaba en sus dedos.

-Te acabaste todas…

-Sip, estaban muy buenas, por cierto, el equilibrio perfecto entre lo salado y dulce me gusto. También percibí una fragancia y un sabor delicioso peculiar, ¿usaste miel?

Cada palabra que decía, eran palabras de alabanza hacia ella. Ryuji había ayudado a preparar varios platillos típicos a través de los años y de vez en cuando preparaba postres, por lo que sus comentarios eran para detallar todo lo que Ariana había hecho.

Pero al escucharlo hablar. Ariana se encontraba pensando en algo más aparte de eso.

-… Pudiste comerlos más tarde, pudiste llevarlo a casa y comerlos cuando quieras… ¿Por qué te lo comiste tan rápido?

-Era un regalo para mí, ¿Cierto?

-Es verdad, pero…

Ella era muy amable. Pero aun así no entendía sus acciones.

A lo que Ryuji responde.

-Un día me dijeron que si alguna vez recibía algo, en especial si es de una chica, debería de estar agradecido de recibirlo. Por eso no pude esperar y terminé comiéndolos todos, ¿Estuve mal?

-….

Ante las respectivas palabras de Ryuji, Ariana quedo aturdida.

Antes de que pudiera responder algo, Ryuji giro sus pasos para irse.

-Si eso es todo, entonces debería irme, aún tengo que hacer unas cosas.

-¡Ah, Ryuji…!

-¿Uh?

Ariana dio un llamado repentino que hizo que Ryuji regresara.

-D-Deberíamos salir… alguna vez… ya sabes… como amigos…

-¿Eh? ¿Amigos...?

-Si… lo somos, ¿no?

Esa palabra comenzaba a resonar por su cabeza, una ola de felicidad fue surgida hasta serse visible en su cara de alegría.

-¡Sí! ¡Claro que lo somos! Ah... pero estoy muy ocupado en la semana, ¿así que los fines de semana estarían bien?

-Sí, está bien. Los fines de semana serán.

-Entonces me despido. Nos vemos, Ari, Chris y también…

-Alva.

-Irene.

-Fantástico. Adiós.

Después de despedirse, Ryuji comenzó a correr hasta ya no ser visto.

Ariana se despido de sus amigas un poco irritadas por el chico de antes, y dio su caminata a casa como estaba planeado junto a Chris. Con una última mirada en el camino antes de sonreír.

-¿Nos vamos?

-Si…

Chris pronuncio cuando sus ojos pasaron a mirar hacia el cielo, pensando en las palabras de aquella persona.