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Capítulo 2: Cosas que ya sabia

Al comenzar la semana, mis planes dieron un cambio total en el momento que entendí lo que debía hacer.

Pero en este instante…

-Es tiempo de que se sometan a un entrenamiento físico.

En el gimnasio de la Academia. El grupo del Club de Rippers de 1º año, yo incluido, habíamos sido llamados por el entrenador Koznet para un anuncio una semana antes del que tendríamos libre.

-¿Por qué tendremos un entrenamiento físico ahora?

-¿No sería mejor seguir como estábamos?

Sin duda a todos les pareció extraño lo que decía el entrenador.

Si era cierto que hasta ahora las cosas han ido muy calmadas, demasiado mejor dicho. Cada quien ya estaba acostumbrado a su propia manera de entrenar como mejor les favoreciera.

Si es cierto que la intensidad ha bajado con el correr de los días, incluso hubo algunos estudiantes que ni siquiera hacían algo. Pero el entrenador no decía nada ante esto, simplemente lo dejaba pasar. ¿Acaso todo ya estaba previsto?

-No sean arrogantes, inútiles.

-¡…!

El entrenador, al escuchar las protestas de mis compañeros, solamente entrecerró sus ojos para después observarnos con una expresión fría e inexpresiva, similar a la que tenía en los primeros días.

La mirada de todos decayó al oír lo que dijo.

-¿Solo porque apenas pueden manejar mínimamente el Aura como unos novatos piensan que ya pueden relajarse? Será mejor que se metan esto en sus cabezas. Ustedes son los últimos en la lista en toda la Academia.

El entrenador suspiro exasperado. Todos parecían discutir de lo que hablaba, la actitud del entrenador no cambiaba. Esto era definitivamente un llamado de atención hacia todos nosotros.

-Durante este tiempo, no se les permitirá usar aura, tampoco el uso de armas. Si lo hacen recibirán un castigo, y no tengo que decirles lo que significa eso, ¿verdad?

-….

Cuando menciono la palabra "castigo", la mirada de todos se concentraron en mí.

Ni siquiera lo hicieron con sutileza, eso me hizo hacer una pequeña mueca. Que vergonzoso.

-¿Cuánto durará este entrenamiento?

-Sí, usted dijo que tendríamos la siguiente semana libre.

Ignorando mis conflictos internos. Los estudiantes mencionaron el punto que parece que todos tenían en mente.

Una expresión agria salió del rostro del entrenador, y con una voz fuerte habla.

-¡Entrenarán hasta que les diga que paren! Si solo piensan en relajarse, entonces están en el lugar incorrecto. Ustedes son débiles si los comparo con los de 2º y 3º año, siéntanse agradecidos de que los estoy ayudando en este tiempo para que al menos puedan ponerse al día. Si al final de la semana aún creen que podrán relajarse, entonces ni siquiera piensen que podrán ganarles a los más fuertes.

Sus palabras resonaron fuertemente en mi cabeza, incluso si he entrenado todos los días aún no es suficiente. No puedo permitirme siempre quedar de último lugar.

No puedo desperdiciar mi tiempo.

Después de eso, nosotros comenzamos un entrenamiento físico infernal.

Horas de entrenamiento de resistencia que conllevan a un gran esfuerzo durante varios periodos de tiempo. Correr más de 100 vueltas alrededor del campus, me hizo recodar a la prueba de iniciación, solo que esta vez estaba acompañado.

Mis compañeros al tener prohibido el uso del Aura parecían estar a punto de desfallecer. Yo no podía mantenerme atrás.

Al siguiente día fueron levantamiento de pesas y entrenamientos extremos de cuerpo completo. Las máquinas de entrenamiento que estaban guardadas, las utilizamos por una hora completa con pesos de 100 kilogramos aproximados. Si eso no era suficiente, los estiramientos finales que teníamos que hacer eran un infierno.

Repitiendo ese mismo patrón por 2 días.

A la hora de la cena en mi casa, Rena no dejaba de hablarme.

-Oye, Ry, ¿no vas a comer?

-No puedo… creo que lo vomitaría…

Llevando nuestros cuerpos al límite, todo el flujo sanguíneo es dirigido a los músculos y el corazón como prioridad, suprimiendo mi apetito. Tenía que comer incluso si tengo que forzarlo… pero la intolerancia hace que la devuelva enseguida.

Esta es la segunda vez que paso por algo así. Cuando entrenaba en la montaña Taoh con mi abuelo, recuerdo que por culpa de la rutina que llevaba, siempre me daba problemas para comer.

El que esté pasando por esto otra vez, solo significa que el nivel de dificultad es similar, y que también sigo siendo débil.

Al tercer día del entrenamiento.

-Joder… estoy tan cansado…

-Creo que voy a morir…

-Debí faltarme el día al igual que los otros… mierda…

Estábamos muy cansados. Nuevamente, teníamos que correr 100 vueltas y los ánimos de todos eran difíciles de oír. Éramos al menos unas 25 personas aquí, hubo varios faltantes que no se presentaron, y los entiendo totalmente…

Al entrenador no le dieron mucha importancia las faltas, él solamente siguió dando órdenes como un general demoniaco. Ahora entiendo por qué lo llamaban "Ogro". Empujando cada vez más nuestros límites.

Incluso para mí que dependo solamente de mi físico era muy difícil completar.

-¡AAAARGH!

Otro más había caído en el campo, a casi todos les ha pasado una vez eso. Los demás solo seguían su camino para terminar sus vueltas y descansar.

-Toma, aquí hay agua…

-¿Eh…?

Una vez que terminaba mis vueltas me acercaba y les daba agua a los que parecían en verdad necesitarla. No hay ninguna regla que impida esto, así que solo lo hago.

Aunque me ganaba varias miradas extrañas por parte de mis compañeros.

Pero eso no importaba.

-¿Puedes beberla?

-Si… gracias…

-Bien. Tomate unos segundos y termina.

No soy nadie para dar ánimos o sentirme superior a otros.

Solo que alguien como yo que conoce la frustración de caer, sé cuándo es necesario un poco de ayuda.

El poco tiempo que tenía para descansar me la pasaba dando ayuda a los que parecía que iban a morir. Nadie me dijo nada al respecto, solamente hago lo hago porque puedo.

En el cuarto día, ya no podía mantenerme despierto.

No lograba comer como era debido, y estaba demasiado cansado como hacer algo más que no sea dormir al terminar el día. Esto no era para nada gracioso.

-Bien, para lo siguiente, Narukami. Ven y resuelve esto.

-....

Estoy tan soñoliento que ni siquiera sé si estoy despierto o soñando.

-Narukami…

Si tendremos la siguiente semana libre. ¿Por qué razón estamos entrenando tanto estos días? ¿Cuál es la verdadera razón?

-¡Narukami!

-¡Ah! ¡¿Qué?!

-Otra vez tú… creí que esa costumbre tuya de quedarte dormido se había quedado atrás.

-N-No estaba dormido.

-Entonces ven aquí y resuelve esto si es verdad lo que dices. Te castigaré si te equivocas.

La profesora está molesta, reconozco que no estaba prestando atención en el momento que entre al salón. Pero si le digo eso la molestaría más.

La clase se llenó de risas burlonas hacia mí, Sara parecía estarse divirtiendo por mi situación. La molestaré más tarde.

Al final de cuentas, no hay necesidad de pensar siempre la razón de las cosas, si este entrenamiento tiene un motivo oculto entonces lo haré. No puedo ser quisquilloso con estas cosas, ya que después de todo…

Soy el más débil de todos.

-Ya… ¿Así está bien, Deni…? Digo… profesora Davis.

-Estuviste a punto de decir mi nombre, ¿verdad?, tienes suerte de que sea correcto.

-Bien por mí.

-Regresa a tu asiento y no te duermas.

-Sí, señora~.

Me quede dormido en el momento que regrese a mi puesto. También fui llamado otras 3 veces en toda la clase.

No es que lo haya hecho porque quiera… simplemente no podía quedarme despierto. Si iba a tener el mismo entrenamiento hoy otra vez debería de descansar lo más que pueda.

En la hora del almuerzo pensaba que podría comer algo de la comida que había traído. Pero eso también fue algo imposible para mí.

-¡Jajajaja! ¡En serio te luciste hoy en la clase, Ry! ¡La profesora estaba encantado contigo!

Sara se rio con emoción. En la cafetería donde siempre nos reuníamos con Chris y Ari para almorzar, ella no perdió la oportunidad para dar un reporte de lo sucedido.

Ignorando su escándalo, ya que no tengo energías para desperdiciarla con ella. Intento tener una conversación con todos mientras mi cabeza estaba pegada a la mesa.

-Me alegra que mi sufrimiento te parezca divertido. Si tuviera fuerzas te daría una lección.

-¿Qué es eso, una pelea? ¿Por qué si quieres pelear estoy lista?

-…Nah… estoy cansado de ti, no vale la pena el esfuerzo.

-Que cobarde.

Ambos nos hablábamos con indiferencia, los demás solo se reían y nos veían como si fuera algo normal.

Es extraño… ¿Acaso esto ya es lo común?

-¿No vas a comer, Ry? La noticia de que en tu Club, los de 1º año están pasando por un entrenamiento difícil. Si es así, deberías de comer algo.

La voz de Ari se oía con un tono bajo. Parecía en verdad preocupada, si tuviera fuerzas para reír le diría que estaba bien. Pero ni yo podía mentir con algo así.

-No puedo comer incluso si me siento tan hambriento. Dormir es lo más adecuado para mí ahora.

-Oh, ¿entonces puedo comerlo si no quieres? Tiene buena pinta.

Sara habló de nuevo intentando obtener mi comida. Bueno, sería un desperdicio de todas formas.

-Sírvete si quieres.

-¿En serio? Y yo que estaba bromeando.

¿Entonces para qué lo pides…? No puedo con esta chica.

-Yo también pienso que deberías de comer algo, aunque sea un poco.

Parece que me veo tan mal que incluso alguien como Sara se compadece. Esto es nuevo e interesante.

-… Realmente no quiero moverme. Y no creo que pueda comer de esta forma… así que…

-Ummm…

Parece que Sara comenzó a pensar algo. ¿Qué se le ocurrirá ahora?

Fue entonces que tomo mi comida y con una cuchara, acerca a mi rostro una porción para alimentarme.

Esa fue la primera vez en todo el día que abría mis ojos por completo. Todos estábamos sorprendidos. Ari estaba ligeramente sonrojada, mientras que Sara parecía disfrutar lo que hacía.

Con una expresión coqueta y maliciosa, diciendo "Di, ah~" jugando conmigo. Estoy tan cansado como para emocionarme o pensar demasiado.

Así que solo acepte esto y abrí mi boca para ser alimentado.

-¿Está bueno?

-Si, como se esperaba, de algo hecho por mí.

-¿En serio? ¿Entonces… debería de hacerlo boca a boca~?

-Si haces eso, creo que Yers me mataría al final del día.

-No te equivocas.

La que dijo eso fue Yers, que no dejaba de atravesarme con la mirada. Ari parecía querer decir algo, pero no podía. Que me vea en una situación tan patética ante ella es incómoda, lo siento en verdad.

-¡Yo también quiero intentar alimentar al presi!

-¿Uh?

Gabi entra a la escena, y al igual que Sara toma un cubierto y me da de comer. Esto se está volviendo algo extraño. Parecía divertirles a todos.

-¡Jajajaja, es como alimentar a mi perrito!

No me hace feliz esa comparación…

-Bien por ti, Ry. Eres popular.

-Tú no hables playboy.

Chris no dejaba de reírse mientras me observaba.

Esto no es para nada a lo que imaginaba. Ni quiera se le acerca.