—Entonces, ¿nos dirás cuál es el asunto con esta máscara dorada? —Lucía le preguntó a Zander por una explicación. Miró al rey con sus ojos agudos, Centeno estaba sentado a su lado, mientras ella estaba de pie.
Ella cruzó los brazos delante de su pecho y esperó impaciente. Ni siquiera tenía escrúpulos para exigir una respuesta, a pesar de que el hombre frente a ella era el rey.
Ella necesitaba saber después de todas las horrendas cosas por las que tuvo que pasar. Aún recordaba el nombre de todos los niños que encontraron su final en la losa cuando los sacrificaron y ella no pudo hacer nada al respecto.
Lucía sabía que no era agradable sacar este tema, pero estaba más que dispuesta a rebajarse a ese nivel para recordarle a Zander sobre eso. Miró al rey a los ojos y luego recitó el nombre de todos los niños.
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