Sólo quedaban unos pocos soldados en servicio en el atrio. El resto eran los nuevos reclutas que lograron entrar en la 23ª División. Miraron a LingLan y a su equipo con temor. La crueldad de LingLan y la cohesión de su equipo les hizo reconocer que se trataba de un grupo de personas a las que no podían ofender.
La gente de la Tercera Academia Militar de Hombres discutió por un momento. Después de eso, alguien se levantó y saludó a Qi Long. Nadie se atrevió a acercarse a LingLan porque parecía feroz y frío. Por otro lado, Qi Long tenía una cara humilde y honesta, por lo que decidieron utilizarlo como punto de partida.
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