Los efectos de la droga utilizada cuando Noah estaba con Danielle, y la excitación natural causada por la presencia de June lo hicieron incapaz de detenerse pronto. Afortunadamente para él, las paredes de esas habitaciones eran gruesas y evitaban que cualquier tipo de ruido se filtrara hacia el exterior.
Los miembros de los linajes estaban acostumbrados a tener largas sesiones de apareamiento, por lo que cada habitación del castillo era perfecta para ese tipo de actividad.
Los largos años pasados lejos el uno del otro desaparecieron mientras disfrutaban en ese mundo alienígena. Sus cuerpos instintivamente recordaban cómo era estar juntos y lo que a su amante le gustaba.
—Ahora puedo estar segura de que no dejaste que esa mujer te tentara —dijo June cuando Noah finalmente logró calmarse y darle un respiro.
Su mano acariciaba su cabello mientras ella descansaba en su pecho, justo como solía hacer en sus cuartos.
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