Los dos Demonios trabajaron juntos para enviar a Treinta y siete de vuelta dentro de la dimensión separada en ese momento.
No podían controlar al autómata, pero el hecho de que estuviera perdiendo energía, junto con algunas promesas, lo convenció de regresar a la Colmena.
Treinta y siete podía viajar libremente a través de la dimensión ya que había establecido su estructura, y no se veía afectado por su extensión como los cultivadores ordinarios.
Podía viajar de un lado a otro en cuestión de horas ya que podía fusionarse directamente con su tejido.
Eso ayudó enormemente a establecer salidas en puntos estratégicos ya que Demoniaco Perseguidor no podía simplemente dejar la sede de la Colmena.
Demonio Volador tuvo que aprender cómo crear entradas y salidas en los años pasados dentro del túnel, pero no le tomó mucho tiempo lograrlo con la ayuda del autómata.
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