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LA LEYENDA DE LA FIGURA DESCONOCIDA

La Leyenda de la Figura Desconocida

Zanoba Shirone vio la figura en una ciudad insulsa del Reino de Asura, mientras estaba

de camino hacia el Reino de Ranoa como un estudiante de intercambio.

"¿Eh?" dejó salir Zanoba cuando vio un objeto, el cual destacaba como un pulgar

hinchado dentro de la exhibición de un puesto.

La figura era un poco más grande que su pulgar. Estaba unida a una brillante cadena

plateada que tal vez era alguna clase de accesorio.

"No. La cadena no parece ser una decoración." Zanoba levantó la figura y la examinó

cuidadosamente.

El dueño del puesto estaba diciendo algo con una expresión brillante, pero entró por un

oído y salió por el otro. Zanoba ya estaba absorto a causa de la figura en sus manos. Su cadena

tenía un brillo plateado. Zanoba, quien era conocedor de este tipo de manufactura, entendió

a partir de la textura del metal que era un material desconocido.

"Mmm. Desde lejos se ve plateada, pero no lo es. Tampoco es hierro. ¿Es oro? Qué

extraño. El cuerpo también es… Mmm."

El material del que estaba hecha la figura pintada, como el de la cadena, era desconocido

para Zanoba. No era metal, ni tampoco piedra. Cuando la presionó suavemente, esta se

hundió ligeramente, pero su forma original regresó inmediatamente cuando la presionó desde

el otro lado.

"La pintura se está desprendiendo aquí."

Cualquiera podría ver que la pintura de la brillante figura se estaba desprendiendo en

algunos lugares, revelando el color original debajo, el cual se parecía al rosado de la piel.

Las técnicas que el pintor había usado estaban más allá del conocimiento de Zanoba. Él

no podía creer que un artesano pintara de una forma tan limpia y consistente. Tendría que ser

una renombrada figura con la suficiente habilidad como para trabajar en una corte real.

Aun así, Zanoba vio pequeñas omisiones en los detalles de la figura, lo cual tal vez

indicaba que el artesano llevó a cabo el proyecto simplemente para pasar el rato. La línea

entre la ropa de la figura y la piel estaba extrañamente mal colocada. Eso era bastante

descuidado para un artesano con habilidades para pintar tan excepcionales. Tal vez, por

alguna razón, el artesano había sido incapaz de girar la figura mientras la fabricaba. Tal vez

se le ordenó no darle la vuelta, o tal vez el costo había sido el problema.

"Mm."

Zanoba miró a su alrededor. Esta era la viva imagen de una ciudad normal con puestos

alineados en la calle. ¿Por qué estaría aquí una artesanía de primer nivel? Si el artesano la

vendió para pagar una deuda, ¿de verdad su trabajo llegaría a un lugar como este?

Es posible, pensó Zanoba. A juzgar por los atajos tomados en la pintura de la figura, el

artesano debe haberla tachado como defectuosa y vendido.

¿Acaso no se ve como el trabajo del Maestro?

La figura que Rudeus poseía había tenido una gran cabeza en proporción con su cuerpo.

En el caso de la figura de una chica, uno podría argumentar que eso era realismo, pero esta

figura que describía a un hombre demonio estaba fabricada de la misma forma. Tenía que ser

una elección estética.

Aun así, muchos aspectos son distintos al estilo del Maestro.

Zanoba cortó su tren de pensamiento ahí, para luego mirar alrededor. Los dos guardias

a los que se les confió llevarlo a través de las fronteras de la nación esperaban a un lado del

carruaje, bostezando.

Ya que se dio cuenta de que Zanoba se había quedado en silencio por bastante tiempo,

la actitud del dueño del puesto inevitablemente se enfrió. Él miró hacia Zanoba con sus

manos en su mentón, y una expresión de aburrimiento en su rostro.

"Señor, ¿cómo consiguió esta figura?" preguntó Zanoba. "¿Conoce el nombre del

artesano?"

"¿Mm?" El dueño del puesto miró hacia Zanoba de forma incrédula. Su rostro

claramente decía, Me ignoraste todo este tiempo, ¿y ahora me necesitas? "Tal como dije

antes, la recogí por ahí."

"¿Dónde?"

"A un lado del camino. Estoy bastante seguro de que fue en el Reino de Asura." El

comerciante parecía completamente desinteresado.

Él es inútil, se dio cuenta Zanoba mientras miraba hacia él. A pesar de ser un

comerciante, el hombre no sabía nada sobre los orígenes de la figura o su valor.

A Zanoba se le ocurrió algo más. Si este comerciante no sabía el valor de la figura, él

también podría venderla a alguien que no la apreciase. Por lo tanto, lo mejor sería que Zanoba

la compre.

"¡Oigan! ¡Ustedes!" Zanoba llamó a sus guardias.

"¿Qué sucede, Zanoba-sama?" Un soldado respondió lánguidamente mientras se

acercaba.

Zanoba se puso de frente a él. "Compraré esta figura," dijo él como si fuera algo

evidente. Él era un príncipe, así que obviamente no traía su propio dinero, incluso durante

este viaje.

Por desgracia para Zanoba, el soldado sacudió su cabeza suavemente. "No podemos

comprarla para usted."

"¿¡Por qué!? ¿¡Desafías mis órdenes!?"

"No, pero su dinero para gastar está siendo transportado de forma separada. Nosotros no

tenemos dinero para gastar en el propio viaje."

"¡Pero mira esta figura! ¡No encontrarás nada tan exquisitamente raro en cualquier otro

lugar del mundo! Si no la compro ahora, nunca tendré una segunda oportunidad. No es tan

costosa. ¡Debes usar algunos de nuestros fondos de viaje para comprarla!"

"Quéjese todo lo que quiera. ¡Aun así no tenemos el dinero!" El soldado no midió sus

palabras.

Zanoba se dio la vuelta hacia el dueño del puesto, como diciendo, "Quieres hacer una

venta, ¿cierto?"

Sin embargo, el comerciante ya se había dado por vencido con eso. "En fin. ¿Por qué no

la regresa a su lugar? No sé quién sea usted, señor, pero esta figura no es tan barata como

usted supone."

Un ciudadano del Reino de Asura tendría que sudar como cerdo todo un día para ganar

lo suficiente para pagar la figura. El dueño del puesto la había colocado a ese precio

asumiendo que el cliente regatearía, pero hoy, su urgencia por enseñarle una lección sobre lo

duro de la vida al hombre frente a él ganó sobre su deseo de hacer una venta.

"Ergh…"

"Es importante saber cuándo darse por vencido. Esta figura le costará bastante dinero."

Zanoba desearía que la figura fuera un poco más barata, para que así el soldado pudiera

pagarla sin problemas. Lástima que la pintura se estaba desprendiendo, el accesorio de metal

estaba roto, así el objeto estaría en perfectas condiciones. Tal vez las cosas habrían terminado

de otra forma si cualquiera pudiera ver que era un objeto raro con solo mirarlo.

Sin embargo, por desgracia, la figura estaba dañada. Para cualquiera sin un ojo experto

como el de Zanoba, parecía ser basura.

"Ahora bien, Zanoba-sama, es hora de irnos. Hemos terminado de conseguir suministros,

así que podemos ir hacia la siguiente ciudad. Tenemos un largo camino por delante."

Las palabras del soldado podrían ser descritas como inflexibles, lo cual dejó a Zanoba

sin más opción que darse por vencido con la compra. Él dejó atrás el puesto con una renuencia

dolorosa. Al mismo tiempo, estaba seguro de que el artefacto era extremadamente raro.

Pasarán muchos años hasta que Zanoba descubra que la figura en realidad tenía una

cadena de cloruro de polivinilo.