Trabajar sin descanso, día tras día, desde el amanecer hasta el anochecer, sin un momento de entretenimiento más que conversar con personas con quienes apenas comparto algo en común( Venimos de mundos distintos, incluso de épocas diferentes) no era nada motivador. Sin embargo, creo que ya me he acostumbrado. Todo el esfuerzo que hago ahora es por un futuro mejor, o al menos eso me repito constantemente.
Afortunadamente, el trabajo ha dado frutos en algunos aspectos. Estos últimos meses, antes del próximo desastre, tanto yo como mi gente hemos trabajado con mayor intensidad. No quería que nos tomaran desprevenidos otra vez, así que prepararnos se convirtió en mi principal prioridad.
No sabía si el próximo desastre sería algo tangible, como los lobos que enfrentamos antes. Por si acaso, decidí reparar, reorganizar y reforzar las empalizadas. Fue un proyecto costoso en tiempo y esfuerzo, pero logramos erigir un muro sólido de troncos y estacas que rodeaba nuestro campamento.
Por otro lado, también podría tratarse de un desastre natural, como los que otros han sufrido: terremotos, lluvias torrenciales, incendios... Frente a eso, no hay mucho que pueda hacer. Solo me queda esperar lo mejor, superarlo y rezar porque esta vez no enfrentemos algo sobrenatural. Aunque, debo admitirlo, el necrario que apareció durante el último desastre hizo la mitad del trabajo... aunque a un costo terrible.
A pesar de todo, me siento preparado. Las cosas han mejorado dentro de lo posible. Las muertes son raras, aunque aún ocurren. En nuestro esfuerzo por prosperar, construimos pequeñas granjas y conseguí semillas mediante el sistema de comercio, plantas comunes, nada exótico. Gracias al tiempo acelerado, logramos nuestra primera cosecha en apenas un mes. Era impresionante ver las plantas crecer tan rápido y poder comer de ellas sin problemas, pero también inquietante. Si los cultivos crecen así de rápido, ¿qué sucedería con las personas?
Mis súbditos se han adaptado a esta vida bajo mi liderazgo, que también ha mejorado con el tiempo. Ahora tenemos una organización clara para nuestras tareas diarias, lo que ha aumentado nuestra eficiencia. Además, con más personas disponibles, hemos empezado a explorar los alrededores para conocer mejor nuestro entorno.
Por último, logramos construir la mayoría de las casas necesarias para evolucionar de un campamento a una aldea. Con esto, llegaron grandes noticias:
[Felicidades por fundar una aldea de la civilización Neutra]
[Ya no eres el líder de un grupo errante, sino de un pueblo en formación, una nación naciente. Crece y fortalécete para que el nombre de tu aldea no sea olvidado o llévalo aún más lejos.]
[Recompensas: 50 monedas de cobre, materiales para una casa, 10 armas de nivel común, un animal de granja, semillas varias, herramientas varias.]
[Se distribuyen elementos para la aldea: planos de cuartel, cantera, pozo, corral, aserradero, tienda y ayuntamiento.]
[Se otorga el Libro de Registros (Neutro): un libro donde se registrarán todos los logros y acontecimientos de la aldea y sus futuras evoluciones. Los diversos logros pueden conllevar recompensas, y aquellos grandes logros podrán otorgar beneficios especiales tanto al pueblo como a su gente y/o a su regente (Lyricus).]
Como antes, varios objetos aparecieron en el centro despejado del campamento, pero este libro de registros surgió directamente en mis manos. Era pesado y grande, de una manufactura sorprendentemente fina para esta época antigua. Sus bordes y detalles metálicos estaban tallados con esmero; parecían de cobre, aunque no estaba del todo seguro.
Al abrirlo, encontré poco contenido. Solo algunos datos iniciales: un contrato que me confería soberanía sobre la aldea, marcándome como su fundador, acompañado de mi firma. También incluía detalles sobre su fundación, como la cantidad de habitantes y su ubicación, aunque esta última aparecía con caracteres extraños que cambiaban constantemente. Por lo demás, no había mucho más que ver además de una lista de las clases disponibles o existentes en la aldea.
Sin embargo, tenía otras cosas más importantes y emocionantes que atender.
[¡¡¡Felicidades! Has fundado la primera aldea de la civilización "???"!!!]
[Ya no lideras a unos cuantos esclavos, sino que has establecido tu propia tierra, destinada a desarrollarse y dominarlo todo. Crece, fortalécete y conviértete en el amo supremo de cuanto te rodea. Que tu nombre sea recordado, incluso en las peores pesadillas.]
[Recompensas: 25 monedas de oro, token de mejora de habilidad (oro), materiales para 5 casas, una Mansión del Maestro, una prisión, una iglesia y un cuartel, 1 arma de nivel plata, 5 de nivel cobre, 10 animales de granja, 3 bolsas de semillas de alta calidad, herramientas de trabajo y producción de calidad cobre y común, 2 caballos, y un carromato con recursos variados.]
[Se distribuyen elementos para la aldea: planos de depósito, herrería, cuartel, cantera y minería, taller, pozo, corral y granja, molino, aserradero, mercado, taberna, muelle, biblioteca, muralla, torre, prisión, casa de tortura y Mansión del Maestro.]
[Se otorga el Libro de Registros (???): un libro donde se registrarán todos los logros y reconocimientos de la aldea y sus futuras evoluciones. Los diversos logros pueden traer recompensas, y aquellos grandes logros pueden otorgar beneficios especiales al pueblo, su gente y/o su maestro (Lyricus).]
Me sentía extasiado. Había una enorme diferencia entre ser el primero y ser uno más del montón. Solo las 25 monedas de oro ya eran una fortuna. Por un momento dejé de preocuparme por el dinero que le di a Laila; ahora tenía más recursos de los que jamás imaginé, suficientes para armar a mi pueblo y enfrentar cualquier desastre. Preparar a una sola persona con equipo de nivel común —armas y algo de protección— costaba alrededor de 250 monedas de cobre, algo caro, pero prefería que la mayoría de los hombres sanos y capaces estuvieran armados.
El arma de nivel plata y las de nivel cobre serían una valiosa adición a nuestro ejército. Aunque aún carecíamos de personas capacitadas para usarlas correctamente, las entregaría a los mejores hasta encontrar guerreros más dignos.
Además, recibí una cantidad significativa de planos y materiales de construcción exclusivos de la civilización "???". Como con las casas, estas edificaciones tenían las cualidades únicas que diferían de las de otras civilizaciones. Además de su arquitectura particular y todo eso, también tenían cosas como que mientras otras aldeas contaban con un ayuntamiento, aquí se nos otorgaba una Mansión del Maestro, un edificio distinto pero con propósitos similares.
Ser la primera aldea reconocida otorgaba muchas más ventajas que las obtenidas por aldeas fundadas posteriormente. Era evidente que esta era una oportunidad única para planificar cuidadosamente el desarrollo futuro. Ahora, con estos recursos y planos, el camino hacia la grandeza estaba a nuestro alcance.
Tenía muchas cosas que revisar, pero decidí comenzar por el libro de registros que apareció frente a mí una vez más. Sin embargo, este libro era diferente. Lo primero que noté fue su tamaño, un poco más grande que el anterior, y su cubierta metálica no tenía el tono cobrizo, sino un resplandeciente dorado. Parecía irradiar un aura sagrada, poderosa y cautivadora.
Pero aquella magnificencia duró apenas unos segundos. En cuanto dejó de levitar, el libro perdió su brillo celestial y se transformó. Su apariencia cambió, volviéndose más sobria, casi común. Los detalles metálicos dorados adquirieron tonos plateados, rojos y negros, y el aura atrapante desapareció por completo, dejando un objeto que, aunque elegante, no parecía tan especial como al principio.
Al abrirlo, su contenido no era muy diferente al del libro anterior, aunque con un diseño gráfico y un formato algo más exóticos. La lista de clases también era casi igual. Aunque una diferencia notable era que, esta vez, la ubicación de la aldea estaba claramente registrada, pero aún no me ayudaba a orientarme del todo. Además, aparecía un logro registrado: la derrota del necrario en los primeros meses tras nuestra llegada. Sin embargo, según lo indicado, ese logro no otorgaba ninguno de esos beneficios extraordinarios que tanto prometía.
Entonces, apareció un mensaje inesperado:
[Se ha detectado que posee dos libros de registros a su nombre, un hecho inaudito. Ha obtenido un logro único por alcanzar algo que nadie ha logrado hasta ahora.]
[Logro único detectado.]
[Estableciendo un beneficio apropiado...]
[Beneficio otorgado: "Guía de Logros"]
[Guía de Logros: En tu libro de registros aparecerán diferentes logros disponibles, junto con los requisitos para conseguirlos. Estos logros se mostrarán dependiendo de tu proximidad a cumplirlos o si se desencadena un hecho o suceso particular.]
No pude evitar sonreír al leer esto. ¡Había obtenido un logro único en tan poco tiempo, y con una recompensa que prometía ser increíblemente útil! Ahora entendía a qué se referían con los beneficios especiales. La idea de conseguir más logros y desbloquear recompensas tan interesantes me llenaba de entusiasmo.
Poco después, surgió otro mensaje:
[Tener más de un libro de registros no otorga ningún beneficio particular. ¿Desea fusionar ambos libros para mayor comodidad?]
La propuesta era lógica. Estos libros eran pesados y voluminosos, así que tener uno solo sería mucho más práctico. Sin dudarlo, acepté.
[Libro de Registros (Neutro) de nivel Cobre se está fusionando con el Libro de Registros (???) de nivel Plata (Heroico Suprimido).]
[Libro de Registros (Neutro/???) nivel Oro (Heroico Suprimido) obtenido.]
Al terminar la fusión, el libro frente a mí recuperó su tono dorado, aunque ahora conservaba también los acentos rojos y negros. Viendo el aviso me di cuenta de que el libro tenía un nivel asignado, pero este no era visible a normalmente.
Ahora que lo sabía, decidí investigar más sobre el libro, aprovechando los permisos de identificación para recompensas, algo que ahora que se fusionaron estaba disponible para el. Descubrí que el nivel del libro estaba directamente relacionado con su seguridad. Los libros de registros ya eran conocidos por ser increíblemente resistentes y duraderos, pero cuanto mayor es su nivel, mayor es su fortaleza.
Por ejemplo, si el lugar donde se encontraba el libro se incendiara, un libro de nivel alto podría salir intacto de las llamas. Además, un nivel más alto dificultaba considerablemente que enemigos pudieran abrirlo y leer su contenido. Aunque con mucho esfuerzo alguien podría lograrlo sin mi permiso, esto solo sería posible con libros de nivel bajo. En cambio, mi libro, siendo de nivel Oro, requeriría al menos un nivel Heroico para que alguien pudiera vulnerarlo sin un costo astronómico, lo que lo hacía prácticamente impenetrable en esta etapa.
Lo que más me intrigaba era la mención de que su nivel era "Heroico Suprimido". ¿Acaso esa aura hipnótica y deslumbrante que desprendió al principio tenía relación con ello? Lamentablemente, no pude obtener más información al respecto, pero estaba decidido a descubrirlo en el futuro. Por ahora, aprendí que podía hacer que el libro apareciera en mis manos si estoy en cualquier lugar dentro de mis territorios. También podía hacerlo desaparecer y transportarlo a mi hogar, edificio de gobierno, a una biblioteca de mis dominios o, en casos de emergencia, incluso a territorios aliados. Una habilidad interesante y cómoda.
Terminado el análisis del libro, revisé los recursos obtenidos y ordené a mis hombres que organizaran todo de inmediato para empezar a planificar cómo los utilizaríamos. Mientras tanto, mi atención se centró en la espada que había tomado de las recompensas.
[Espada de Acero (Plata - Medio)]
>+50% a todas las características del arma.
>-5% de peso para el portador.
Era un arma excelente. Aunque las lanzas me brindaban seguridad gracias a su alcance, siempre he preferido las espadas. Sinceramente, tener una de este nivel me llenaba de confianza para los desafíos futuros.
Sin embargo, lo que más me levantaba el ánimo en ese momento era el estado de mis clases, que habían mejorado considerablemente. Ya antes había notado avances, pero ahora habían evolucionado de forma significativa.
Para explicarlo mejor: tenía razón al pensar que las clases de liderazgo se potenciaban cuanto más personas estuvieran bajo mi control. Estas clases eran extremadamente sinérgicas, ya que cada una tenía un límite de personas que podía afectar directamente. Sin embargo, cualquier cantidad adicional de personas bajo mi mando me otorgaba bonificaciones. Además, como la lealtad de mis subordinados no provenía exclusivamente de una de mis habilidades en particular, sino de ambas, esto se contabilizaba como si yo mismo hubiera ganado esa lealtad. [Líder] se centraba en cómo guiaba a las personas y en la lealtad que tenían hacia mi, mientras que [Amo de Esclavos] dependía únicamente de la cantidad de individuos que podía dominar.
No obstante, las clases de liderazgo otorgadas por el mundo a los "Fundadores de Imperio" tenían una particularidad: no podían evolucionar de manera normal. Por ello, solían estancarse en cierto punto. Sin embargo, al haber fundado la aldea, estas clases finalmente se desbloquearon y evolucionaron, lo que me hizo agradecer profundamente haberlas llevado al máximo nivel antes de fundar la aldea, ya que de otro modo habría perdido la oportunidad de mejorarlas un rango como lo hice.
Mi habilidad [Gran Líder (Común)] había subido de rango a [Gran Líder (Cobre)] al alcanzar el nivel 100. Tras la fundación de la aldea, evolucionó a [Pequeño Alcalde (Cobre)], aunque volvió al nivel 1, lo que significaba que podría seguir subiéndola de nivel. Así mismo, mi habilidad [Amo Superior (Oro)] se transformó en [Amo Superior (Diamante)] y, finalmente, en [Maestro de Penumbras (Diamante)].
Aunque el rango más alto no incrementaba directamente la cantidad de personas bajo mi dominio, sí me otorgaba un control más preciso y una mejor percepción sobre ellos. Además, adquirí nuevas habilidades relacionadas con la administración y el gobierno. En el caso de [Maestro de Penumbras], incluso obtuve capacidades sobrenaturales, como la habilidad de infligir dolor a los dominados, lo que podría resultar útil en ciertas situaciones.