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Capítulo 14: Llegando a la escuela (Parte 1): Nuevos... ¿Amigos?

Los tres chicos se quedaron de piedra por el conocimiento y las agallas del niño frente a ellos.

- Te respetaría si no estuvieras siendo cargado como un bebé- trató de replicar Hort.

- Solo estás celoso, porque quisieras ser tu - contraataco Adam.

Por la reacción de shock de horst todos sabían que dio justo en el clavo.

- Me caes bien pequeñín - dijo aric revolviéndole el cabello.

- Cómo sabes todos esos puestos navales? - preguntó Japeth - los cuentos no entran en tantos detalles.

- Los de mi hermana si, ella me enseño.

Los tres miraron a la chica que sostenía al niño.

Tenía ojos claros como joyas, cabello como rayos de sol, labios rosados casi rojos llenos, pero no gruesos que gritaba por un beso y una figura con curvas pronunciadas en todos los lugares correctos sin dejar de ser delicada.

Todo en ella gritaba "Princesa".

2 chicos miraban a Sophie con admiración, otro pasaba a la siguiente etapa de enamoramiento.

- Me gustan los cuentos de piratas - dijo Sophie.

Con un encogimiento de hombros, como toda explicación.

Por la cara de Horst, cupido desechó las flechas y decido tomar la ametralladora.

- Soy Sophie - ofrecí mi mano a Aric y Japeth - y si, es nombre de princesa, él es Adam.

Aric y Japeth parecieron dudar un segundo, pero al final, Aric fue el primero en extender la mano.

Eso sorprendió a Sophie, que esperaba que Japeth fuera el primero en ceder, pero no lo demostró.

- Aric - estrechó la mano de Sophie, lo hizo de forma casual.

Sophie no se lo esperaba.

Se suponía que odiaba a las chicas, creí que coquetearía para burlarse, pero párese que le causo una mejor impresión de la que esperaba.

- Sotero y disponible, solo informando – dijo para luego guiñarle el ojo, y mostrarle una sonrisa de lado.

Eso es más como lo que esperaba.

- Rafal Japeth, pero dime Japeth - se presentó también.

Sophie le extendió la mano para estrechársela también, pero él se la llevó a los labios y beso sobré su propio pulgar.

Una muestra de caballerosidad perfecta.

Igual de certera que la puñalada que ella recibiría si se descuidada.

- Soy horst - se metió en la conversación.

- Un placer - corearon Sophie y Adam.

- ¡Eh! ¡Ustedes entren! - llamó uno de los lobos que supervisaban a los nuevos estudiantes.

- Lobo - señaló Adam.

- Si, pero no lo señales no sea que muerda - le advirtió Sophie al niño, para luego dejarlo que caminara por sí mismo.

Obviamente nunca soltó su mano.

- Muerde? - le preguntó directamente al lobo.

- Si, grrrr! - contestó con un gruñido.

Adam escondió las manos.

Yo la guiñé él ojo al lobo y él me lo devolvió.

- Creí que las chicas eran más de gatos? - comento japeth.

- Soy una antisistema.

- Soy un hombre lobo - proclamo horst.

- Bien por ti - contestó Adam obviamente a la defensiva.

No dejaría que ese chico se acercará a su hermana.

- No te hablaba a ti niño.

- Mira conviértete en al menos un capitán y tal vez tengas permiso de preguntarle la hora a mi hermana, antes de eso no esperes ni él buenos días- proclamó audazmente Adam, mientras fulminaba con la mirada a es tarado persistente.

- …

Los chicos parecían impresionados por el pequeño exigente.

- Y porque crees que quiero "al menos" un capitán - preguntó Sophie divertida.

- Porque dijiste que querías un príncipe y un capitán es como un príncipe, pero de los mares- Explicó el niño como si fuera algo muy lógico.

- Buen punto - Sophie le dio un beso en la mejilla como premio y luego revolvió su cabello.

El niño miro a horst con cara de suficiencia y este parecía a punto de explotar de los celos.

- De verdad vas a pelear con el niño? - pregunto Japeth no pudiendo cree que alguien fuera tan patético.

- Con quien más sino? - contesto Aric – no creo que pueda con los de su misma edad?

- Y quien les dijo que puede conmigo? - replicó Adam con valentía.

- …

Luego de que, una vez más, en niño de 7 años tuviera la última palabra llegaron a un salón amplio que parecía ser el principal.

Cuatro arcos largos ubicados en círculo parecían llevar a las torres.

Tableros con nombres y números, se veían en los intervalos entre arco y arco.

Una mujer se encontraba en el centro supervisando todo.

Tenía cabello negro largo y trenzado, ojos color amatista, piel pálida y largas uñas rojas.

Llevaba un vestido morado de hombros puntiagudos que se deslizaba detrás de ella mientras caminaba y tacones de acero.

El hada madrina malvada de Sophie estaba ante ella.

La madre de Aric.

La decana del mal.

Leonora Lesso.

Se acercó con decisión sin soltar la mano de Adam.

La verdad había estado reprimiendo la preocupación, pero no dejaba de pensar en el hecho de que en la escuela del bien chicos y chicas estaban separados.

A pesar de ser "creaturas del bien" las hadas no eran los seres más empáticos del bosque.

Se ceñían las reglas de la escuela al detalle.

Lo más probable era que hubieran separado Jacob de Agatha.

No podía dejar de pensar en el pequeño Jacob.

Solo entre ese montón de cerebro de músculo.

Por lo que recordaba del primer libro eran un poco abusivos.

Aunque lo que más le preocupaba era que el loco del profesor de esgrima le diera una espada de verdad a un niño de 5 años.

- Disculpe - llamó Sophie al llegar ante la imponente mujer - ¿usted que está a cargo aquí?

- Eso es obvio – contesto con aire desinteresados.

- Perfecto! - exclamó Sophie aliviada – soy...

- Sophie de Gavaldon - adivinó - ¿acerté?, siempre acierto.

- …

¿Entro al libro o a la película?