Tang Moyu estaba demasiado cansada por el largo día que había tenido antes y se había quedado dormida antes que Feng Tianyi. Mientras dormía plácidamente, el diablo se tomó todo el tiempo del mundo para observarla. Le costó mucho esfuerzo no tocarla íntimamente, pero logró controlarse y dejar que la emperatriz durmiera, ajena a la turbulencia interna que él estaba tratando arduamente de mantener bajo control.
Pasó un tiempo antes de que él lograra dormir, pero fue despertado poco después al sentir un tirón en su lado de la cama. Entreabriendo un ojo, frunció el ceño al ver a los pequeños bollos parados junto a su cama. Podía ver a Pequeña Estrella sollozando en silencio mientras olfateaba.
Ella sostenía su muñeca con un brazo mientras agarraba el brazo de su hermanito con la otra mano. Xiao Bao parecía suspirar al mirar a su hermana llorar, pero Feng Tianyi vio la mirada de incertidumbre en los ojos del niño, aunque Baobao intentaba ocultarlo.
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