webnovel

Cuarta parte (33)

33

En la larga habitación rectangular, tres plantas por debajo de la superficie, los ordenadores zumbaban, tecleaban, silbaban y murmuraban en voz baja.

El doctor Carlton Dombey, que había entrado de servicio veinte minutos antes, se sentaba a una de las mesas colocadas contra la pared norte, enfrente de la fila de ordenadores. Examinaba la serie d rayos X. Estudiaba con atención media docena de listados de ordenador que interpretaban los trazados de rayos X. Al cabo de un momento, alzó la cabeza.

-¿Has echado un vistazo a las fotografías tomadas esta mañana de cerebro del chico? -preguntó.

El doctor Aaron Zachariah se volvió desde la serie de monitores d ordenador.

-No sabía que hubiese ninguna -respondió.

-Sí, una serie nueva.

-¿Algo interesante?

-Sí -comentó Dombey-. La mancha que descubrimos en el lóbulo parietal del niño hace seis semanas.

-¿Qué ocurre con ella?

-Está más oscura y ha aumentado de tamaño.

-Entonces, ¿se trata claramente de un tumor maligno?

-Eso aún no queda claro.

-¿Benigno?

-No se puede decir ni una cosa ni otra.

-¿Y cuál es la opinión del ordenador?

-No sugiere ninguna clase de diagnóstico -repuso Dombey-. Esa mancha no tiene las características espectrográficas de un tumor.

-¿Tejido cicatrizado?

-Tampoco es eso exactamente.

-¿Un coágulo de sangre?

-El ordenador afirma con claridad que no se trata de eso.

-¿Y esa maldita máquina dice algo que sea claro y de utilidad?

-Tal vez -contestó Dombey-. No estoy seguro de que sea o no útil. -Frunció el ceño-. Sin embargo, todo eso es muy extraño.

-No me mantengas en suspenso -dijo Zachariah al tiempo que se acercaba a la mesa para echar una ojeada a las pruebas.

-Según el ordenador -prosiguió Dombey-, el crecimiento es consistente y de la misma naturaleza del tejido cerebral normal.

Zachariah se le quedó mirando.

-¿Ya empiezas?

-El ordenador afirma que podría ser una nueva masa de tejido cerebral -dijo Dombey.

-Pero eso no tiene sentido.

-Lo sé.

-El cerebro no puede, de repente, comenzar a crear pequeños nodulos que nadie había observado con anterioridad.

-Ya lo sé.

-Sería mejor realizar una prueba de mantenimiento de los ordenadores. Se tratará de una avería.

-Ya lo han hecho esta tarde -repuso Dombey, dando unos golpecitos a un montón de impresiones que se encontraban encima de la mesa-. Se supone que todo funciona a la perfección.

-Algo parecido a que el sistema de calefacción de la cámara de aislamiento funcione bien -comentó Zachariah.

Mientras aún miraba los resultados de las pruebas, se mesó el bigote con una mano.

Dombey prosiguió:

-El ordenador observa que el índice de crecimiento de la mancha parietal es directamente proporcional al número de inyecciones que se le han puesto al muchacho. Apareció después de las primeras tandas de inyecciones, hace seis semanas. Con cuanta más frecuencia es reinyectado el niño, ese espacio parietal crece más de prisa.

-En ese caso, se tratará de un tumor -porfió Zachariah.

-Quizá.

Zachariah miró hacia la ventana de observación que daba a la cámara de aislamiento.

-¡Maldita sea, está ocurriendo de nuevo!

Dombey alzó la mirada y vio que el cristal empezaba a llenarse de escarcha.

Zachariah corrió hacia la ventana.

Dombey miró pensativo la capa de hielo que se extendía poco a poco por el cristal.

-¿Sabes una cosa? -dijo-. Ese problema de la ventana..., comenzó al mismo tiempo que esa masa en el parietal apareció en los rayos X.

Zachariah se volvió hacia él.

-¿De veras?

-¿No te choca tanta coincidencia?

-Eso es exactamente lo que me sorprende. Coincidencia. No puedo ver ninguna clase de asociación.

-Pues...

-¿En qué piensas?

-Esa mancha parietal, ¿no podría tener una conexión directa, de alguna forma, con la escarcha...?

-¿Insinúas que el niño sería el responsable de los cambios en la temperatura ambiental?

-¿Podría hacerlo?

-¿Cómo?

-No lo sé.

-Pues tú eres quien plantea la pregunta.

-No lo sé -repitió Dombey.

-Esa teoría no se tiene de pie -siguió Zachariah-. No tiene sentido en absoluto. Si sigues con sugerencias de ese tipo, tendré que hacerte una comprobación de mantenimiento a ti, Carl.