Lin Caisang levantó la mano para tocar la cabeza de Lin Changyi, tranquilizándolo. Mientras ella se negara, la familia de Liu Baixiao no podía regresar.
—Ve al campo a buscar a tu Segunda Hermana. Llamaré a tu papá y al Hermano Changhong y nos reuniremos en casa.
—¿Por qué debería ir a buscarla?
Incluso Lin Changyi, su propio hermano, mostraba una expresión desagradable cuando se trataba de Lin Caihe. Parecía que no tenía ninguna gana de llamarla en absoluto.
Lin Caisang:
...
—Niño, es tu hermana. ¿Está bien?
—Si te estoy pidiendo que la busques, ve. Si no quieres seguir viendo a tu segundo tío, será mejor que llames a tu Segunda Hermana. Ella puede ser de gran ayuda.
Hoy, Lin Caihe es en parte culpable de lo que sucedió.
—Está bien entonces.
Al ver que Lin Caisang insistía, Lin Changyi se fue a regañadientes.
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