Capítulo 32 – El caballero

Cuando Brian se despertó lo primero que vio fue el techo blanquecino.

La deslumbrante luz del sol brillaba a través de la ventana. Brian cerró levemente los ojos y los abrió de nuevo, pero el brillo del sol permaneció sin cambios. Un pensamiento apareció en su cabeza:

No es un sueño, estoy... ¿todavía está vivo?

Trató de mover su cuerpo, pero descubrió que todo lo que podía hacer era mover un poco los dedos. Brian sintió como si toda su fuerza estuviera agotada. Entonces Brain escuchó a alguien gritar:

—Ha despertado. Informe a Su Alteza de inmediato.

¿Su Alteza?

Brian sintió que su mente estaba en una confusión tan grande, que lo hacía mucho más torpe de lo normal.

Por cierto, ¿cómo me desmayé?

Brian podía recordar vagamente cómo Víbora atravesaba su pecho. Se sentía tan cerca de la muerte, pero una mujer fantasmagórica apareció al final y derrotó a todos los enemigos de una manera inconcebible.

Muy pronto, llegaron sirvientas que lo ayudaron a apoyarse contra la cama. Otra doncella trajo un cuenco de agua para limpiar sus pies. Aparentemente, Brian nunca había experimentado un servicio tan completo. Además, todas eran criadas jóvenes, lo que lo hacía sentir completamente indefenso.

Afortunadamente, tal torpeza no duró demasiado. Cuando el Príncipe Roland entró en la habitación, todos se inclinaron. Brian sintió su corazón ferviente latiendo en su pecho, tenía demasiado que preguntar, pero cuando abrió la boca, no sabía por dónde empezar. En cambio, Roland asintió y dijo:

—He oído acerca de tus contribuciones, Brian. Tú eres el héroe bien merecido.

Una vez que dijo la palabra "héroe", Brian sintió una acidez en los ojos, y su voz incluso comenzó a ahogarse.

—No... Su Alteza, mi compañero es el verdadero...

Roland le dio una palmada en el hombro a Brian para consolarlo.

Al igual que las especulaciones de Ruiseñor, Cicatriz Feroz divulgó todo tan pronto como fue arrastrado a la sala de interrogatorios. El guardián de la prisión ni siquiera necesitó trabajar con él.

El trazador principal de este grupo no eran los hermanos de Roland. En cambio, era la familia Alce de Fuerte Largacanción. El conde de Alce contactó a su pariente lejano Kihls Medde, que era Cicatriz Feroz, y controló a la mayoría del equipo de patrullaje a través de la seducción y la segregación. Además de eso, el conde también reemplazó a uno de los miembros del equipo de patrulla como un seguro para evitar cualquier accidente en su plan. El objetivo de estas personas no era matar a Roland sino quemar todos los alimentos de almacenamiento para que Roland tuviera que regresar a Fuerte Largacancón.

Esta conspiración causó la muerte de un miembro inocente: Sabueso, quien trató de detener el plan criminal del grupo de Cicatriz Feroz, pero un miembro del equipo de patrulla lo mató con una daga. El paradero del miembro del equipo de patrulla, que Víbora reemplazó, no estaba claro. Probablemente escapó después de darse cuenta de que su plan había fallado ya que el castillo no se incendió y Cicatriz Feroz tampoco regresó puntualmente.

Roland esperó hasta que Brian calmó sus emociones y dijo:

—Tu amigo Sabueso recibirá un funeral decente. Su familia también será atendida adecuadamente para que ya no se preocupen por la comida.

—Gracias, su Alteza —Brian respiró.—¿Puedo preguntar... si Cicatriz Feroz está muerto?

—Él está vivo por ahora.

El líder de la patrulla cerró los ojos en agonía. Preferiría arrastrar a Cicatriz Feroz al infierno con él que salvarse solo. Su esperanza, sin embargo, se había vuelto casi imposible... Sin duda, Cicatriz Feroz era culpable, pero un crimen de los nobles podría reducirse con intercambios monetarios.

Roland ciertamente notó los pensamientos de Brian.

—Kihls Medde, o Cicatriz Feroz en tu lengua, es miembro de la familia Alce de Fuerte Largacanción. La familia está a cargo de Luke Medde, un conde ungido por el duque Ryan y también el tío lejano de Cicatriz Feroz... —Roland se calló por un momento— Pero todo esto no afectará la jurisdicción final, y Cicatriz Feroz ha sido condenado a muerte por ahorcamiento. Será ejecutado en tres días. Si ya estás recuperado, probablemente puedas echarle un vistazo.

Brian de repente abrió los ojos de par en par.

—Pero, Su Alteza, el noble podría ser expiado con reales de oro. Su sentencia probablemente enfurecerá al...

Roland hizo un gesto con las manos e hizo un gesto a Brian para que se calmara.

—¿Los nobles? Quizás para ustedes, Cicatriz Feroz, que nació en la familia Alce, tiene un estatus social claramente distinto al suyo. Pero, en realidad, no es un noble, ya que no tiene título ni tierras. Es más, incluso si fuera un noble, no hay forma de perdonarle la vida por lo que ha hecho: entrometerse en el castillo del príncipe, intentar quemar los granos y despreciar la vida de las más de dos mil personas que viven en Ciudad Fronteriza.

Roland tuvo algunas dudas cuando ordenó la muerte a Tyre, pero Cicatriz Feroz definitivamente no sería excusado de sus malas acciones. Si el plan de Cicatriz Feroz hubiera tenido éxito, la base de Roland en Ciudad Fronteriza sería destruida. Roland no tendría ninguna posibilidad de cambiar la situación. Esto era incluso más abominable que matar a Roland.

¿Su decisión enfurecería a Fuerte Largacanción? ¿A quién le importa? Como el conde no estaba dispuesto a realizar transacciones comerciales pacíficas con Roland y decidió perjudicar a Ciudad Fronteriza, Roland no cedería.

Este intento de asesinato también advirtió a Roland: las luchas políticas en este mundo eran muy diferentes de las del antiguo mundo en el que vivía. En el mundo anterior, los líderes políticos preferían mantener las luchas en la sombra. En este mundo, la gente estaba más inclinada a enfrentarse entre sí.

—Descansa bien. Has perdido demasiada sangre, así que será mejor que no salgas del castillo. He asignado tu trabajo en el equipo de patrulla a otra persona. Llevaré a cabo la ceremonia de canonización después de que finalicen los meses de los demonios.

—Su Alteza.

Después de escuchar la última oración, Brian miró al príncipe, incrédulo.

—Se refiere...

—Sí, serás mi caballero, señor Brian —respondió Roland con una sonrisa.

***

—¡Listo, apuñalen! 

Van'er empujó su largo poste de madera, usando la misma fuerza de la vez anterior y también un ángulo similar.

Esta era la centésima vez que sacaba su palo de madera.

Con los brazos doloridos, Van'er pensó que ya no sería capaz de soportar este tipo de ejercicio. A pesar de que ya se sentía así cuando empuñó su arma por quincuagésima vez, el reflejo condicionado después de una semana de entrenamiento lo hizo obedecer la orden. El propio Van'er estaba sorprendido de poder llegar tan lejos.

—¡Todos, descansen!

En el momento en que Hacha de Hierro gritó las instrucciones, escuchó fuertes respiraciones a su alrededor. Van'er también se sintió aliviado. Dejó su palo y se dejó caer al suelo.

Ahora, Van'er finalmente entendió que la Milicia a la que pertenecía no era una tropa insignificante que sólo sería responsable de hacer recados para soldados o caballeros. Después de una capacitación peculiar de una semana, su misión de entrenamiento se volvía más y más oficial. Como ahora, que estaban de pie sobre la muralla de la ciudad empujando y retirando sus lanzas, aunque estas lanzas fueron reemplazadas por postes de madera, Van'er pronto comprendió su papel y responsabilidad en su tropa.

El equipo de logística nunca haría tal entrenamiento. Esto significaba que Van'er y los otros miembros realmente se enfrentarían y lucharían contra las bestias demoníacas en la muralla de la ciudad. Fue un pensamiento aterrador. Van'er originalmente planeó escabullirse, pero después de ver a los otros miembros que pasaron por la misma capacitación con él, y también pensando en las comidas sabrosas y el salario lucrativo, Van'er no pudo hacerlo, y decidió quedarse.