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La Trampa de la Corona

``` —Estoy seguro de que encontrarás mis brazos más cómodos que cualquier otra cosa en este mundo... —Rey Darío Grant, el poderoso gobernante del Reino de Cordon. Era despiadado e impetuoso contra sus enemigos. Su mera presencia gritaba con autoridad robusta; su aura sola era más que suficiente para que algunos de sus enemigos admitieran la derrota y huyeran con solo verlo. Pero a pesar de todo esto, era impotente y desvergonzado frente a una mujer… su pareja, la Princesa de Ebodía a quien se negaba a dejar ir. Descubre cómo resultarán las cosas para nuestro Rey posesivo que está decidido a usar el Encantamiento de la Corona para hacer suya a su pareja por cualquier medio necesario. ¿Podrá tener éxito y conquistarla toda, cuerpo, corazón y alma? * Nota: Volumen 1 & 2: Historia Principal Estado: Completado (Capítulos 1 al 555) Volumen 3: Historia Secundaria Estado: Completado (Capítulos 556 al 641) —Solo puedo declararme ganador una vez que logre conquistar tu corazón... —Volumen 4: Historia Secundaria Estado: Completado (Capítulos 642 al 701) —El amor nunca estuvo en mi vocabulario cuando se trata de mujeres hasta que llegaste tú... —Volumen 5: Estado: Completado (Capítulos 702 al 805) —Te elijo a ti… tú que ocupas codiciosamente todo el espacio en mi corazón... —Capítulos Especiales en adelante, completados **** PD: ¡Portada del libro encargada y propiedad del Autor! ¡No usarla! ```

Eustoma_Reyna · Fantasia
Classificações insuficientes
534 Chs

[Capítulo adicional] Empieza a tratarlo bien

En la Mansión Ryder, Territorio de la Manada de Medianoche

—Ayúdame... No quiero que los miembros de mi manada me vean así —suplicó débilmente Clara mientras intentaba levantarse, retorciéndose de dolor por sus heridas.

Al escuchar su súplica, Gilas se apresuró a ayudarla y mantenerla quieta. Sin decir una palabra, luego comenzó a quitarse su atuendo de batalla frente a él. Le tomó un rato reaccionar ya que permaneció enraizado en su lugar, tragando saliva mientras su cuerpo comenzaba a temblar ante la desnudez de Clara.

—Ponme la ropa…

Las palabras melancólicas de Clara sacaron a Gilas de su embelesamiento. Moviéndose rápidamente, intentó parecer no afectado mientras la ayudaba a vestirse. Solo como consuelo a su vergüenza, Clara no se molestó en mirarlo, o de lo contrario habría visto cuán rojo estaba, con ambos su deseo por ella y su vergüenza.

Capítulo Bloqueado

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