Mineah no pudo evitar reír mientras observaba a Ezme y Atlas abandonar la sala del trono. Aunque no estaba realmente involucrada en lo que estaba sucediendo entre los dos, no pudo evitar sentirse comprometida a ver qué pasaría en su viaje como pareja.
—Es bastante surrealista que estemos viendo gente casándose a diestra y siniestra estos últimos días, ¿no te parece? —comentó informalmente mientras se recostaba en su trono—. Casi parece que el tiempo pasa demasiado rápido.
—Así parece —comentó Nikolai con indiferencia, su mano aterrizando en la de ella mientras conversaban—. Casi parece que fue ayer cuando estaba cuidando de Ezme, y ahora ella está hablando de casarse con alguien que apenas acaba de conocer.
—Eh, ese tipo de escenario le pasa a mucha gente —Mineah señaló con una risa—. Le pasó a mi hermana también, ¿recuerdas?
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